El sistema político de la Restauración se basaba en el turno pacífico entre los partidos Liberal y Conservador, que se alternaban en el poder gracias al caciquismo y manipulación electoral. Este sistema generó oposición de republicanos, carlistas y nacionalistas emergentes como el catalanismo y el nacionalismo vasco. La pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898 tras la guerra hispano-estadounidense supuso un gran golpe para España y llevó a cuestionar el sistema de la Restauración.