Tomar decisiones que respondan a tus propios valores y convicciones, sin influencia externa, te hará sentir bien con tus elecciones. Para sentirte satisfecho con tus decisiones es fundamental que (1) hayas elegido por tu cuenta según tus prioridades, (2) tu elección esté alineada con tus valores personales, y (3) tu decisión implique aprendizaje y desarrollo personal.