Empresario vitivinicultor y enólogo. Tomàs Cusiné (Mollerusa, 1962) es propietario y presidente de Bodega Tomás Cusiné, Castell del Remei, Cérvoles Celler y de Cara Nord Bodega. Elaboró su primera vendimia en 1985. Después de treinta añadas insiste en la actitud de exigencia apasionada para alcanzar la excelencia.

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CATA DE VINOS
cuando ve que le coges
confianza, se parece a
algunos de sus vinos,
sí, aquellos que son tan
grandes, aquellos que
parecen tímidos pero
cuando se expresan en
toda su plenitud te cauti-
van irremediablemente y
caes rendido a su belle-
za. Sí, así es Tomas. O al
menos así me lo ha pa-
recido siempre a mí. Una
persona, honesta, franca
y emotiva. Un señor de
los pies a la cabeza.
Nunca olvidaré como
José Andrés Zapatero,
nuestro amigo del Lagar
de Isillas, se asombró
cuando vio la diversidad
de variedades que Tomàs
vinificaba de forma casi
artesanal en el recón-
dito y querido Vilosell.
Eso, me dijo, es de una
complejidad… Muchos
lo consideran el mejor
ensamblador de vinos
de nuestro país. Yo lo
considero un alquimista
de los paisajes y de las
emociones que los vinos
nos regalan cuando los
disfrutamos de verdad.
Tomàs es de aquellos que
sabe lo que quiere y sabe
que con persistencia aca-
bará consiguiendo aque-
llo que quiere.¡No lo ha
tenido fácil¡ Bueno, en
estos tiempos ¿quién lo
tiene fácil? Pero con tan-
ta diversidad de paisajes,
marcas, denominacio-
nes, gustos y paladares
hacerse un nombre no es
sencillo, nada sencillo.
A mí personalmente me
parece una batalla titá-
nica y más cuando quie-
res preservar ante todo,
por encima de todos, tu
propia personalidad, tu
carácter, tu identidad.
Creo que es una suerte
reservada para unos po-
cos privilegiados. Tomàs
es uno de ellos, aunque
estoy convencido de que
él sabe lo que le cuesta
y cuánto le cuesta, pero
hoy en día somos mucho
los que esperamos sus
regalos, muchos los que
le admiramos y muchos
los que deseamos que no
deje nunca de ser como
es, ni de hacer lo que él
quiere, de la forma que
quiere. Es un artista, que
hace de la norma, arte y
el arte lo transforma en
algo normal, cotidiano,
sublime y delicado. Hoy
os invito a conocer a un
genio que a diario sale
de dentro de sus bote-
llas, a un hombre nor-
mal, que es realmente
extraordinario.
“No se puede cambiar
el pasado, sólo el futuro”
Su canción favorita.
No estamos Lokos de
Ketama.
Una película.
Muchas de Tarantino y
de Woody Allen.
Un libro.
Memorias de Adriano de
Marguerite Yourcenar,
Seda de Alessandro Ba-
ricco, Los pilares de la
tierra de Ken Follet.
¿Quién cocina en su
casa?
Yo, tanto como el tiem-
po me permite.
Una bebida.
Sin duda el vino y un
Campari antes de comer.
El último viaje que ha
hecho.
Budapest con la familia.
Un lugar donde no lle-
varía nunca a nadie.
Donde reine la inseguri-
dad o la guerra.
¿Con quién no se toma-
ría nunca una copa de
vino?
Te lo podré decir des-
pués de hacerlo.
Un insulto.
Que te ignoren cons-
cientemente.
Un olor.
Alfalfa recién cortada,
lluvia recién caída, el
bosque con el rocío ...
Una manía.
Mirar que me dejo, y al
final me lo dejo.
Un personaje histórico
Sin duda, Leonardo da
Vinci.
Un lema.
No se puede cambiar el
pasado, sólo el futuro.
¿Qué le saca de quicio?
Llegar tarde, no hacer
bien lo que tengo que
hacer, mis despistes...
¿Qué se llevaría a una
isla desierta?
El mago de la lámpara.
Una palabra que le
guste.
Libertad y compromiso.
¿Qué quiere transmitir
con sus vinos?
Pasión, dedicación,
paisaje, y por encima
de todo, placer, placer y
placer.
¿Dónde espera estar
dentro de cinco años?
Donde estoy ahora, un
poco más viejo, más
sabio y más cerca de
conseguir el Santo Grial.
En pocas palabras…
Empresario vitivinicultor y enó-
logo. Tomàs Cusiné (Mollerusa,
1962) es propietario y presi-
dente de Bodega Tomás Cusiné,
Castell del Remei, Cérvoles Celler
y de Cara Norte Bodega. Elaboró ​​
su primera vendimia en 1985.
Después de treinta añadas in-
siste en la actitud de exigencia
apasionada para alcanzar la
excelencia
Texto: Manel Colmenero
Fotos: Cedidas
Tomàs es un hombre de
mirada directa y discur-
so sincero, una perso-
na que cautiva desde la
sencillez. Su riqueza in-
terior hace que parezca
una persona introspec-
tiva pero enseguida te
das cuenta de que esta
postura se desvanece