Los tres poemas describen la naturaleza transitoria de la vida y la importancia de aprovechar el tiempo. El primer poema habla sobre cómo todo pasa pero lo más importante es seguir adelante. El segundo poema describe cómo la vida se hace al caminar y no hay un destino predeterminado. El tercer poema repite que todo pasa y lo único permanente es el paso del tiempo.
Evaluación de los Factores Internos de la Organización
50 de Serrat. Cantando a los Poetas.
1. 50 de Serrat
…le daré verde a los pinos y amarillo a la genista…
MEDITERRÁNEO
Quizás porque mi niñez sigue jugando en tu playa y escondido tras las cañas duerme mi primer amor, llevo tu luz y tu olor por dondequiera que vaya, y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas. Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno que han vertido en ti cien pueblos de Algeciras a Estambul para que pintes de azul sus largas noches de invierno. a fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura. A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino. soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero. qué le voy a hacer, si yo nací en el mediterráneo. Y te acercas, y te vas
2. después de besar mi aldea. jugando con la marea te vas, pensando en volver. eres como una mujer perfumadita de brea que se añora y que se quiere que se conoce y se teme. Ay, si un día para mi mal viene a buscarme la parca. empujad al mar mi barca con un levante otoñal y dejad que el temporal desguace sus alas blancas. Y a mí enterradme sin duelo entre la playa y el cielo... En la ladera de un monte, más alto que el horizonte. quiero tener buena vista. mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista. Cerca del mar. porque yo nací en el mediterráneo.
3. ANTONIO MACHADO
HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
He andado muchos caminos he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas. En todas partes he visto caravanas de tristeza, soberbios y melancólicos borrachos de sombra negra. Y pedantones al paño que miran, callan y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas. Mala gente que camina y va apestando la tierra... Y en todas partes he visto gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. Nunca, si llegan a un sitio preguntan a donde llegan. Cuando caminan, cabalgan a lomos de mula vieja. Y no conocen la prisa ni aún en los días de fiesta.
4. Donde hay vino, beben vino, donde no hay vino, agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos, descansan bajo la tierra.
CAMINANTE NO HAY CAMINO
Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar pasar haciendo camino, camino sobre la mar nunca perseguí la gloria y dejar en la memoria de los hombres mi canción. Yo amo los mundos sutiles ingrávidos y gentiles como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse, de sol y gran arbolar bajo el cielo Azul temblar, súbitamente y quebrarse nunca perseguí la gloria. Caminante son tus huellas del camino y nada más caminante no hay camino, se hace camino al andar al andar se hace el camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar caminante no hay camino sino estelas en la mar. Hace algún tiempo en ese lugar donde los bosques se visten de espinos se oyó una voz de un poeta gritar caminante no hay camino se hace camino al andar golpe a golpe, verso a verso. Murió el poeta lejos del hogar le cubre el polvo de un país vecino al alejarse le vieron llorar caminante no hay camino se hace camino al andar golpe a golpe, verso a verso. Cuando el jilguero no puede cantar cuando el poeta es un peregrino cuando de nada nos sirve rezar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar golpe a golpe, verso a verso golpe a golpe, verso a verso golpe a golpe, verso a verso.
5. CANTARES
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar. Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse... Nunca perseguí la gloria. Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar... Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..." Golpe a golpe, verso a verso... Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse, le vieron llorar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
6. Golpe a golpe, verso a verso... Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
ESPAÑOLITO Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza. Entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
DEL PASADO EFÍMERO
Este hombre del casino provinciano que vio a Carancha recibir un día, tiene mustia la tez, el pelo cano, ojos velados por melancolía; bajo el bigote gris, labios de hastío, y una triste expresión, que no es tristeza, sino algo más y menos: el vacío del mundo en la oquedad de su cabeza.
Aún luce de corinto terciopelo chaqueta y pantalón abotinado, y un cordobés color de caramelo, pulido y torneado. Tres veces heredó; tres ha perdido al monte su caudal; dos ha enviudado.
Sólo se anima ante el azar prohibido, sobre el verde tapete reclinado, o al evocar la tarde de un torero, la suerte de un tahúr, o si alguien cuenta la hazaña de un gallardo bandolero,
7. o la proeza de un matón, sangrienta.
Bosteza de política banales dicterios al gobierno reaccionario, y augura que vendrán los liberales, cual torna la cigüeña al campanario.
Un poco labrador, del cielo aguarda y al cielo teme; alguna vez suspira, pensando en su olivar, y al cielo mira con ojo inquieto, si la lluvia tarda.
Lo demás, taciturno, hipocondriaco, prisionero en la Arcadia del presente, le aburre; sólo el humo del tabaco simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni es de mañana, sino de nunca; de la cepa hispana no es el fruto maduro ni podrido, es una fruta vana de aquella España que pasó y no ha sido, esa que hoy tiene la cabeza cana.
LLANTO Y COPLAS
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él ¡din-dan! Murió don Guido, un señor, de mozo muy jaranero, muy galán y algo torero; de viejo, gran rezador. Dicen que tuvo un serrallo este señor de Sevilla; que era diestro en manejar el caballo, y un maestro en refrescar manzanilla. Cuando mermó su riqueza, era su monomanía
8. pensar que pensar debía en asentar la cabeza. Y asentola de una manera española, que fue casarse con una doncella de gran fortuna; y repintar sus blasones, hablar de las tradiciones de su casa, a escándalos y amoríos poner tasa, sordina a sus desvaríos. Gran pagano, se hizo hermano de una santa cofradía; el Jueves Santo salía, llevando un cirio en la mano —¡aquel trueno!—, vestido de nazareno. Hoy nos dice la campana que han de llevarse mañana al buen don Guido, muy serio, camino del cementerio. Buen don Guido, ya eres ido y para siempre jamás... Alguien dirá: ¿Qué dejaste? Yo pregunto: ¿Qué llevaste al mundo donde hoy estás? ¿Tu amor a los alamares y a las sedas y a los oros, y a la sangre de los toros y al humo de los altares? Buen don Guido y equipaje, ¡buen viaje!... El acá y el allá, caballero, se ve en tu rostro marchito, lo infinito: cero, cero.
9. ¡Oh las enjutas mejillas, amarillas, y los párpados de cera, y la fina calavera en la almohada del lecho! ¡Oh fin de una aristocracia! La barba canosa y lacia sobre el pecho; metido en tosco sayal, las yertas manos en cruz, ¡tan formal! el caballero andaluz.
10. MARIO BENEDETTI
HAGAMOS UN TRATO
Compañera usted sabe puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo
si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo
si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo
pero hagamos un trato yo quisiera contar con usted es tan lindo saber que usted existe
11. uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.
EL SUR TAMBIÉN EXISTE
Con su ritual de acero sus grandes chimeneas sus sabios clandestinos su canto de sirenas sus cielos de neón sus ventas navideñas su culto de dios padre y de las charreteras con sus llaves del reino el norte es el que ordena pero aquí abajo abajo el hambre disponible recurre al fruto amargo de lo que otros deciden mientras el tiempo pasa y pasan los desfiles y se hacen otras cosas que el norte no prohíbe con su esperanza dura el sur también existe con sus predicadores sus gases que envenenan su escuela de chicago sus dueños de la tierra con sus trapos de lujo y su pobre osamenta sus defensas gastadas sus gastos de defensa con sus gesta invasora el norte es el que ordena pero aquí abajo abajo
12. cada uno en su escondite hay hombres y mujeres que saben a qué asirse aprovechando el sol y también los eclipses apartando lo inútil y usando lo que sirve con su fe veterana el Sur también existe con su corno francés y su academia sueca su salsa americana y sus llaves inglesas con todos su misiles y sus enciclopedias su guerra de galaxias y su saña opulenta con todos sus laureles el norte es el que ordena pero aquí abajo abajo cerca de las raíces es donde la memoria ningún recuerdo omite y hay quienes se desmueren y hay quienes se desviven y así entre todos logran lo que era un imposible que todo el mundo sepa que el Sur también existe
13. FEDERICO GARCÍA LORCA
HERIDO DE AMOR.
Amor, amor que está herido. Herido de amor huido; herido, muerto de amor. Decid a todos que ha sido el ruiseñor. Bisturí de cuatro filos, garganta rota y olvido. Cógeme la mano, amor, que vengo muy mal herido, herido de amor huido, ¡herido ! ¡muerto de amor !
14. PABLO NERUDA
POEMA 20, "PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES..."
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.”
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
15. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como está la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el último dolor que ella me causa, y estos sean los últimos versos que yo le escribo.
LEÓN FELIPE
VENCIDOS Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura, y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar, va cargado de amargura, que allá encontró sepultura
16. su amoroso batallar. Va cargado de amargura, que allá «quedó su ventura» en la playa de Barcino, frente al mar. Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Va cargado de amargura, va, vencido, el caballero de retorno a su lugar. ¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura, en horas de desaliento así te miro pasar! ¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura y llévame a tu lugar; hazme un sitio en tu montura, caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura que yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar! Ponme a la grupa contigo, caballero del honor, ponme a la grupa contigo, y llévame a ser contigo pastor. Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar...
17. RAFAEL ALBERTI
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Se equivocó la paloma, se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur creyó que el trigo era agua, se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo que la noche, la mañana, se equivocaba, se equivocaba. Que las estrellas, rocío que la calor, la nevada, se equivocaba, se equivocaba. Que tu falda era tu blusa que tu corazón, su casa, se equivocaba, se equivocaba. Ella se durmió en la orilla, tú en la cumbre de una rama
18. MIGUEL HERNÁNDEZ
ELEGÍA
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracoles Y órganos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada,
19. no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofe y hambrienta Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de mis flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irá a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.
MENOS TU VIENTRE,
Menos tu vientre, todo es confuso. Menos tu vientre, todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Menos tu vientre, todo es oculto.
20. Menos tu vientre, todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo. Menos tu vientre, todo es oscuro. Menos tu vientre claro y profundo.
SÓLO QUIEN AMA VUELA.
Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela. Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Pero ¿quién ama? Pero ¿quién vuela? Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela. Un ser ardiente, claro de deseos, alado, quiso ascender, tener la libertad por nido. Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado. Donde faltaban plumas puso valor y olvido. Iba tan alto a veces, que le resplandecía sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave. Ser que te confundiste con una alondra un día, te desplomaste otros como el granizo grave. Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Pero ¿quién ama? Pero ¿quién vuela? Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela, Sólo quien ama vuela. Conquistaré el azul ávido de plumaje, pero el amor, abajo siempre, se desconsuela de no encontrar las alas que da cierto coraje. Los brazos no aletean. Son acaso una cola
21. que el corazón quisiera lanzar al firmamento. La sangre se entristece de debatirse sola. Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento. Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Pero ¿quién ama? Pero ¿quién vuela? Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela. No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas por estas galerías donde el aire es mi nudo. Por más que te debatas en ascender, naufragas. No clamarás. El campo sigue desierto y mudo. Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve como un élitro ronco de no poder ser ala. El hombre yace. El cielo se eleva. El aire mueve. Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Pero ¿quién ama? Pero ¿quién vuela? Sólo quien ama vuela. Sólo quien ama vuela. Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Pero ¿quién ama? Pero ¿quién vuela? Sólo quien ama vuela.
LA BOCA
Boca que arrastra mi boca, boca que me has arrastrado: boca que vienes de lejos a iluminarme de rayos. Alba que das a mis noches un resplandor rojo y blanco. Boca poblada de bocas: pájaro lleno de pájaros.
22. Canción que vuelve las alas hacia arriba y hacia abajo. Muerte reducida a besos, a sed de morir despacio, das a la grama sangrante dos tremendos aletazos. El labio de arriba el cielo y la tierra el otro labio. Beso que rueda en la sombra: beso que viene rodando
desde el primer cementerio hasta los últimos astros. Astro que tiene tu boca enmudecido y cerrado, hasta que un roce celeste hace que vibren sus párpados. Beso que va a un porvenir de muchachas y muchachos, que no dejarán desiertos ni las calles ni los campos. ¡Cuánta boca ya enterrada, sin boca, desenterramos! Bebo en tu boca por ellos brindo en tu boca por tantos que cayeron sobre el vino de los amorosos vasos. Hoy son recuerdos, recuerdos besos distantes y amargos. Hundo en tu boca mi vida, oigo rumores de espacios, y el infinito parece que sobre mí se ha volcado. He de volver a besarte, he de volver. Hundo, caigo, mientras descienden los siglos hacia los hondos barrancos como una febril nevada de besos enamorados.
23. Boca que desenterraste el amanecer más claro con tu lengua. Tres palabras, tres fuegos has heredado: vida, muerte, amor. Ahí quedan escritos sobre tus labios.
PARA LA LIBERTAD
Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos de los que han revolcado su estatua por el lodo. Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado, que retoño: porque aún tengo la
NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre
24. mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio. Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea. Es tu risa la espada más victoriosa. Vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor. La carne aleteante, súbito el párpado, el vivir como nunca coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta, aletea,
25. desde tu cuerpo! Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca. Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma. Ser de vuelo tan alto, tan extendido, que tu carne parece cielo cernido. ¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera! Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades. Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro. Vuela niño en la doble luna del pecho. Él, triste de cebolla. Tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre. vida.
CANCIÓN ÚLTIMA Pintada, no vacía:
26. pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa con su ruidosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza
@ GtwoG
@ voyager