Existen varios procesos para la transformación de metales como la gravedad, flotación, propiedades magnéticas y electrostáticas, lixiviación y métodos microbiológicos. Estos procesos separan el metal del mineral mediante reacciones químicas o físicas que hacen que el metal descienda, flote o sea disuelto y luego purificado. Otro proceso es la aleación, la cual consiste en combinar dos o más metales mediante la adición o eliminación de electrones para modificar sus características.