Pedro se despertó y vio que había caído nieve durante la noche. Después del desayuno, salió a jugar en la nieve, haciendo huellas, golpeando árboles con un palo y haciendo un muñeco de nieve. Más tarde, imaginó ser un escalador en las montañas de nieve y se deslizó por ellas. Antes de entrar a su casa, guardó una bola de nieve en su bolsillo para jugar con ella al día siguiente, pero se dio cuenta de que ya no estaba ahí.