El documento discute cómo el poder ya no está basado en el acceso a la información, sino en saber qué hacer con ella. Afirma que el valor de la información puede ser como mercancía, producto, servicio u experiencia, y que este valor aumenta a lo largo de este continuo. También señala que las grandes fortunas del mundo están ligadas al manejo de la información y que las redes sociales digitales han aumentado el poder económico.