La nanotecnología se aplica cada vez más en la industria alimentaria para desarrollar productos más saludables, sabrosos y seguros. Se distinguen las nanopartículas, nanofibras, nanoemulsiones y nanoarcillas, que se usan para mejorar la nutrición, textura y envasado de los alimentos. La nanotecnología tiene el potencial de proporcionar beneficios como un menor uso de grasas, nuevos sabores y la detección rápida de contaminantes.