Los valores fundamentales para un buen emprendedor incluyen la creatividad para generar nuevas ideas, la autonomía para tomar decisiones independientes, la confianza en uno mismo y sus habilidades, y la tenacidad para perseverar ante los desafíos. También se requiere sentido de responsabilidad, disposición a asumir riesgos calculados, liderazgo para motivar a otros, espíritu de equipo para trabajar en grupo, y solidaridad para compartir éxitos y fracasos.