El bosque mediterráneo se caracteriza por árboles y plantas con adaptaciones para sobrevivir con poca agua, como hojas pequeñas y coriáceas y raíces profundas. Incluye especies como la encina, alcornoque y sabina, cada una adaptada a diferentes tipos de suelo y niveles de humedad. Cuando las condiciones son demasiado secas solo permanece el matorral mediterráneo, compuesto por arbustos y hierbas pequeñas como brezo, jara y tomillo.