2. BIOGRAFÍA
Joven disciplinado y concienzudo, no debieron de
gustarle demasiado las bofetadas con que
salpimentaba sus enseñanzas el maestro pintor
Herrera el Viejo, con quien al parecer pasó una
breve temporada, antes de adscribirse, a los doce
años, al taller de ese modesto pintor y excelente
persona que fuera Francisco Pacheco.
Diego Velázquez (1599-1660) fue hijo primogénito
de un hidalgo no demasiado rico perteneciente a una
familia oriunda de Portugal, tal vez de Oporto,
aunque ya nacido en Sevilla, llamado Juan
Rodríguez, y de Jerónima Velázquez, también mujer
de abolengo pero escasa de patrimonio. En el día de
su bautismo, Juan echó las campanas al vuelo
(previo pago de una módica suma al sacristán),
convidó luego a los allegados a clarete y a tortas de
San Juan de Alfarache y entretuvo a la chiquillería
vitoreante con monedas de poco monto que arrojó
por la ventana. Francisco Pacheco.
Juana Pacheco
El muchacho dio pruebas precocísimas de su maña
como dibujante. Entre maestro y discípulo se
estrechó desde entonces una firme amistad que se
afianzó cuando el viejo pintor se determinó a otorgar
la mano de su hija Juana a su aventajado alumno de
diecinueve años.
3. Pronto se le hizo pequeña Sevilla a Velázquez e intentó
ganar una colocación en la corte. En su primer viaje a
Madrid no tuvo suerte, pues tenía menester de muchas
recomendaciones para acceder a palacio y se volvió a
su tierra natal sin haber cosechado el menor éxito.
En su segunda intentona en Madrid, Felipe IV
quedó tan complacido por esta obra que
inmediatamente lo nombró pintor de la corte.
En 1629 Rubens le recomienda que no deje de visitar
Italia donde su arte podrá depurarse y ennoblecerse.
Visita Verona, Ferrara, Loreto, Bolonia, Nápoles y
Roma.
A su regreso a España realizó obras de mayor
envergadura y empaque como: La rendición de
Breda, Las Lanzas, Las Hilandera y Las Meninas.
Por empeño personal Felipe IV, Velázquez recibirá un
año antes de morir en Madrid el 6 de Agosto de 1660,
la preciada distinción de caballero de la Orden de
Santiago.
Pedro Pablo Rubens
Felipe IV
4. ETAPAS PICTÓRICAS
ETAPAS OBRAS HECHOS DESTACADOS
Etapa sevillana
(1617-1623)
- Asuntos religiosos
-Asuntos cotidianos
El aguador de Sevilla (1622)
La vieja friendo huevos (1618)
Velázquez realiza sus obras
en la primera mitad del siglo
XVII. En España todavía
continúa reinando la casa de
los Austrias.
En la corte Retratos de personajes en la
corte:
Isabel IV (hacia 1635)
Cazador (1636)
Velázquez sería pintor de
Felipe IV
6. ETAPAS OBRAS HECHOS DESTACADOS
Etapa Italiana -Fragua de Vulcano (1630)
-La túnica de José (1630)
Pasa una larga temporada en
Italia aconsejado por Rubens. Allí
aprende mucho de los grandes
pintores renacentistas y barrocos.
En la corte: Trabajo
decorativos y retratos
(1631-1649)
-Rendición de Breda (1634)
-Venus del espejo (1631)
Fase etapa con muchas obras.
7. Fragua de Vulcano La túnica de José
Rendición de Breda Venus del espejo
8. ETAPAS OBRAS HECHOS DESTACADOS
Italia -Retrato del Papa
Inocencio X- 1649
Pasa dos años en Italia. Lleva como encargo del
rey adquirir obras Italianas.
Sigue pintando y anticipa el impresionismo.
1651 -Las Meninas
-Las Hilanderas
Realiza dos de sus obras cumbres
10. TRIUNFO DE BACO (1628-1629)
La temática y el propio formato de la obra revelan nuevas ambiciones en
el joven artista, seguramente estimuladas por el conocimiento de las
colecciones reales y, posiblemente, por la influencia de Rubens, a quien
trató durante la segunda estancia de éste en España, en 1628-1629.
A partir de 1636 se sabe que colgaba en el dormitorio del rey, en su
cuarto de verano. En los inventarios antiguos aparece citado como «el
cuadro de Baco» o «el triunfo de Baco» y en uno de 1666, en el que
intervino Mazo, yerno de Velázquez, como «una historia de Baco
coronando a uno de sus cofrades
Para la -crítica de los siglos XIX y XX, este nombre resultaba
acertado, puesto que era unánimemente considerado una escena de
género y una muestra de la actitud burlesca de los españoles hacia el
mito clásico.
Esta tradición tiene su origen en los falsos cronicones de Annio de Viterbo, publicados a fines del siglo XV y sumamente
populares en España.
La obra aparece mencionada por primera vez, con el título de «pintura de Baco», en una cédula de Felipe IV fechada
el 22 de julio de 1629 ordenando a su tesorero general el pago de 100 ducados por la pintura
El cuadro describe una escena donde aparece el dios Baco que corona con hojas de hiedra, a uno de los siete
borrachos que lo rodean
Otro personaje semimitológico observa la coronación. Uno de los personajes que acompañan al dios miran al
espectador mientras sonríen.
11. JUAN DE PAREJA (1650)
Ayudaba a Velázquez en las tareas de moler los colores y preparar los
lienzos. Esta costumbre de tener esclavos como ayudantes estaba, al
parecer, extendida en Sevilla entre los pintores, pues Francisco Pacheco
maestro de Velázquez, tenía un turco que le ayudaba, y su condiscípulo
Francisco López Caro estuvo en posesión de un esclavo negro.
El retrato fue pintado en 1650, durante el segundo viaje a Italia de
Velázquez
Velázquez retrata a Juan de Pareja de medio perfil y con la cabeza ligeramente
girada hacia el espectador al que mira con fijeza. Viste con elegancia capa y
valona con encajes de Flandes. La luz incide directamente sobre la frente y se
difunde con brillos broncíneos por la tez morena. La figura se recorta
nítidamente sobre el fondo neutro a pesar de su reducida gama cromática, en la
que dominan los verdes de distintas intensidades.
El gesto es altivo y seguro. La mirada ladeada, especialmente, refleja ese
carácter altivo y serio.11 Velázquez, como ya ocurría en sus retratos de
bufones, es capaz de dotar de dignidad a los personajes que por su
profesión o condición, carecen de ella en la consideración social.
12. La Infanta Margarita (1653)
Es un cuadro pintado al óleo sobre lienzo por Velázquez entre 1653
y 1654
Este es el primer cuadro de los cinco que Velázquez realizó a la infanta
Margarita Teresa de Austria aunque en un principio se consideró que el
personaje retratado era su hermanastra la infanta María Teresa de Austria.
El cuadro representa a la infanta con dos o tres años de edad, de pie y con
su mano derecha apoyada sobre una mesita en la que destaca un búcaro de
cristal que contiene rosas, lirios y margaritas. La mano izquierda de la infanta
sostiene un abanico cerrado.
Este cuadro fue regalado por Felipe IV a la corte vienesa para que su
prometido Leopoldo I de Habsburgo conociera el aspecto de la infanta.