El documento contrasta la imagen comúnmente aceptada de Jesús como apacible y conciliador con la descripción bíblica de un Jesús desafiante que se enfrentaba al poder religioso y político de su tiempo. Según el documento, Jesús era perseguido y tenía más enemigos que amigos debido a sus críticas al establishment. El documento también resalta cómo Jesús se juntaba con los marginados de la sociedad en lugar de las autoridades, y cómo echó a latigazos a los mercaderes del templo, mostrando su naturaleza