La Aljafería de Zaragoza fue construida en el siglo XI como un gran edificio de la arquitectura islámica, y tras la reconquista de la ciudad en 1118 pasó a ser la residencia de los reyes cristianos de Aragón. Fue utilizada como palacio real por varios monarcas y en 1492 albergó las cortes de los Reyes Católicos, función que mantiene en la actualidad.