El deterioro de las vías de Loja afecta a los usuarios de la ciudad debido a la falta de interés de las autoridades locales y provinciales en el mantenimiento y mejoramiento de la viabilidad. El 80% de las calles están colapsadas y las lluvias han empeorado su estado. A pesar de los trabajos de bacheo y reparación, las calles siguen dañándose. Se necesitan obras definitivas como el cambio de tuberías de alcantarillado, pero esto requiere una gran inversión que el municipio no puede costear.