3. ¿QUÉ PASO?
Una de las decisiones más polémicas
tomadas por el destituido alcalde Mayor de
Bogotá, Gustavo Petro, fue otorgar el
manejo, depósito y recolección de basuras a
la empresa Aguas de Bogotá.
Eso le costó a la capital de la República,
según la Procuraduría General de la Nación,
un caos ambiental, de movilidad y sanitario.
De acuerdo con el procurador Alejandro
Ordóñez una de las razones para decidir la
destitución fue considerar que la
administración distrital improvisó en un tema
tan trascendental para los capitalinos,
poniendo en riesgo la salud pública.
4. Para Ordóñez, Petro nunca
consideró, al implementar el
servicio de aseo de la ciudad, que
Aguas de Bogotá “no tenía
ninguna experiencia en el tema”.
Según la Procuraduría, durante
las fechas en las que Bogotá se
vio sumida en el caso ambiental,
se dejaron de recoger entre 6.000
y 9.000 toneladas de basuras en
la ciudad capital.
5. POSICIÓN DE PETRO
El alcalde recién destituido siempre
defendió que la puesta en marcha de ese
esquema de basuras era una apuesta para
quitarles el negocio a los operadores
privados, que por más de doce años
tuvieron el control de la situación
Con el nuevo modelo propuesto, empresas
como Lime, Ciudad Limpia y Aseo Capital
cederían su operación concesionada de
aseo, para realizar la recolección, barrido y
limpieza de Bogotá. Así explicó el alcalde
Gustavo Petro:
“El Distrito tendría la operación del 52%
de la capital del país, mientras que los
operadores privados, el 48%”.
6. LA CIUDAD NO ESTABA PREPARADA
En ese proceso de cambio el Acueducto pasaría a ser la entidad que en
materia de aseo debería recoger los desechos, manejar el catastro, la
facturación del servicio, el recaudo de los pagos y el manejo de la cartera,
entre otras actividades. Además, tendría que contar con un centro de
atención al usuario y con buenas condiciones de atención al público.
El 17 de diciembre de 2012, en medio de una intensa polémica y de
críticas nacidas de distintos sectores, Petro le dio la responsabilidad al
nuevo operador de encargarse del manejo de los residuos sólidos de
Bogotá, desatando un caos ambiental y generando problemas de
movilidad en varios sectores de la ciudad.
La administración dijo que el montón de desechos regados en toda la
ciudad era parte del proceso de consolidación de la nueva medida, y que
con el tiempo y la adquisición de nuevos camiones recolectores, todo se
solucionaría.