1. VIVIENDO LO APRENDO
El nivel de preescolar se caracteriza por su necesidad fundamental de brindar
espacios de experimentación, diversas actividades donde el conocimiento sea
aprendido por el niño y la niña haciendo uso de su corporalidad en pleno. Dado que
sus edades escolares se dan desde los dos años hasta los cinco, momento en el
que el cerebro del infante está atento a toda señal que permita registrar nuevo
saber.
Por ello el aprendizaje vivencial es la tendencia pedagógica marcada y aplicada
desde el grado transición el cual se caracteriza por estar constituido por 25
estudiantes entre niños y niñas de 4 y 5 años, de sectores vulnerables de la ciudad
de Palmira con estrato socio económico 1y 2.
Indicar que el sector es vulnerable permite vislumbrar que las oportunidades de
aprendizaje para esta población se enmarcan en la violencia, la televisión y la calle.
Es por ello que como maestra conozco y reconozco que las prácticas docentes
dentro del aula, necesitan caracterizarse por la lúdica, la valoración de sus saberes
y la vinculación de la familia. Algunas de las actividades adelantadas desde el
curriculito del preescolar en la dimensión del lenguaje buscan alimentar el
vocabulario de las niñas y los niños tomando como eje las vocales, temática base
del desarrollo de competencias para la identificación fonológica de palabras y letras.
En un primer momento se trabaja desde la presentación de bits de aprendizaje, los
cuales consisten en una serie de láminas que cumplen con una categoría en este
caso palabras que inician por la vocal que se va a trabajar, se presentan al
estudiante mínimo 5 y se inicia un proceso de comparación del sonido que se hace
al iniciar la pronunciación de la misma.
Identificado el sonido se presenta la vocal fuera de la palabra, permitiendo tener
clara la letra que se está trabajando, con las palabras presentadas se lleva a cabo
el juego del ritmo, enunciando la canción:
Ritmo, (palmas)
Atención (palmas)
Por favor (palmas)
Diga usted (palmas)
Una palabra por la o (e, i, u, a) y se van nombrando las palabras presentadas, como
reto se pide a los niños y las niñas que pregunten a sus padres palabras por la a, e,
i, o, u, según sea el caso de trabajo, cumpliendo la premisa de intentar que sean
diferentes a las palabras presentadas en clase.
Al día siguiente se comparte las nuevas palabras en medio del juego, el niño que
repite la palabra sus mismos compañeros le indican que es repetida y le ayudan a
encontrar una nueva para aportar al juego.
2. Es interesante ver como todos los días los niños y las niñas llegan a compartir sus
nuevas palabras (excusa, operadora, inusual), incluso se convierte en un reto para
los padres que deben buscar palabras no muy comunes en su jerga para ayudar a
los niños con su tarea. En ocasiones se presenta que llevan al aula palabras que
por ortografía se antepone la h como helado, hoja, hilo, huella, las cuales se
muestran como válidas desde la pronunciación y se presentan con la ortografía
correcta con el fin que el estudiante comprenda que existen reglas ortográficas.
Posterior a los juegos de ritmo se trabaja la clasificación desde lo visual y fonológico,
es decir los bits de cada vocal se entregan a los niños y niñas, luego cada uno debe
dirigirse a la vocal por la cual inicia su palabra y presentarla de nuevo a sus pares.
Cuando se logra tener la conciencia fonológica de las palabras se retoma la vocal
como letra y se pasa al proceso de identificación gráfica, es decir se elabora la
vocal en material sensorial para ser experimentada en su contorno y lograr un
registro en la memoria sensorial, esta actividad se complementa con el uso de la
pizarra sensorial como ejercicio para fortalecer, durante las actividades sensoriales
se repite la vocal en voz alta para posterior a ello lograr pasar a la escritura de la
misma.
Todas estas actividades en serie permiten al estudiante, aprender desde la
experimentación, desde la vivencia de actividades en las que puede aportar desde
su saber, en las que se obliga a su intelecto a saber más y nutrir su vocabulario, a
ver a su familia como una fuente de conocimiento; de aprendizaje y apoyo.