El documento define al contador público como una persona facultada para dar fe pública sobre hechos relacionados con su profesión y dictaminar sobre estados financieros. Explica que la contaduría pública tiene como fin satisfacer las necesidades de la sociedad mediante la medición, evaluación e interpretación de la información financiera de empresas e individuos. Además, destaca que los contadores públicos deben mantener su integridad, respetar a sus colegas y abstenerse de actos que afecten negativamente su reputación o la de la profesión.