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MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
1. LA CRISIS DE FINAL DE SIGLO:
A finales del siglo XIX, en plena crisis política y económica, surgen en España dos movimientos artísticos coetáneos, opuestos al Realismo:
el Modernismo y la Generación del 98.
1.1. Situación histórica y cultural.
España sufre una fuerte decadencia a finales del siglo XIX. Dos hechos históricos marcan a los escritores de este período:
- Las guerras coloniales. La pérdida de las últimas colonias españoles, Cuba y Puerto Rico, sume a la nación en una profunda crisis
económica y existencial. Es el llamado Desastre del 98.
- La crisis de la Restauración. Alfonso XII sube al trono en 1902, con solo 16 años. Mantiene el sistema bipartidista de la
Restauración hasta que en 1923, el militar Primo de Rivera suspendió la Constitución de 1876 e impuso un régimen dictatorial.
En el ámbito social, la crisis generalizada acrecienta las desigualdades sociales entre los campesinos y obreros, que cada vez viven
en peores condiciones, y los burgueses, que disfrutan de mejor calidad de vida. En este contexto crece el movimiento obrero y las ideas
políticas socialistas y anarquistas.
En el plano cultural, España sufre un gran atraso.
1.2. El arte ante la crisis.
La situación política y económica de finales del siglo XIX provoca la reacción de los escritores de la época. Éstos se pueden agrupar en
dos movimientos relacionados aunque con visibles diferencias. Son el Modernismo y la Generación del 98.
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MODERNISMO GENERACIÓN DEL 98
Mantienen una actitud rebelde e inconformista con la realidad.
Defienden una renovación estética en contra del Realismo.
Es una literatura esteticista, es decir, se busca la belleza por encima de todo.
También se persigue la espiritualidad y la expresión de los sentimientos. En
muchos casos, se recurre a elementos simbólicos, como el cisne, que se
convirtió en símbolo de la estética modernista.
El arte se preocupa por la situación de España y expresa su pesimismo por el
rumbo del país.
La realidad, para el modernista, es fea y vulgar, por ello se evade a mundos
ideales o exóticos.
El artista busca en la literatura del pasado y en el paisaje castellano la esencia de
España.
Los temas más comunes del Modernismo (algunos recuperados del
Romanticismo) son:
• La sensualidad. A través de la naturaleza, la mujer, los perfumes y la
música se exalta el hedonismo y el placer de los sentidos.
• El exotismo. El escritor modernista necesita evadirse de la realidad,
por ello, es habitual la recreación de épocas pasadas (Edad media,
civilización grecolatina), de ambientes lujosos y refinados (palacios,
castillos) o de civilizaciones exóticas (China, Japón, La India).
Además, se prefieren los espacios urbanos y cosmopolitas.
• Intimismo, hastío y melancolía. El autor proyecta sus estados de
ánimo y sentimientos íntimos en paisajes, pequeños objetos…
El tema central de la G98 es la decadencia de España. Estos autores sienten la
crisis de 1898 como una señal de alarma, y proponen soluciones para sacar al país
de la decadencia. Esta inquietud se refleja en tres aspectos:
• El aprecio por la literatura del pasado. Estos autores revalorizan a
escritores de otras épocas: Berceo, Góngora, Cervantes...
• El estudio de la historia para buscar la esencia del país y recuperar sus
valores perdidos.
• Contemplación y descripción del paisaje castellano, en el que los autores
proyectan su estado de ánimo y su visión crítica de España.
Otro tema fundamental es la angustia existencial
Defiende un estilo refinado y sensual en el que la musicalidad del lenguaje
despierte los sentidos. Esto traerá consigo una renovación de las formas
métricas (uso de decasílabos, dodecasílabos y alejandrinos y empleo de
rimas agudas).
Promulga un estilo sencillo y sobrio con gran poder de significación. En
sus textos lo superfluo no tiene cabida. De hecho, los escritores defienden
abiertamente un estilo antirretórico.
El género empleado principalmente es la lírica. Cultiva todos los géneros: la lírica, la narrativa, el teatro, el ensayo, el artículo
periodístico…
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2. EL MODERNISMO
El Modernismo es un movimiento artístico de finales del siglo XIX que llega a España procedente de Hispanoamérica.
Como hemos visto, la belleza se convierte en el principal objetivo del Modernismo, de ahí que la lírica sea el género literario más
utilizado. La prosa modernista, que se caracteriza por el empleo de un lenguaje poético e incluso musical, lleno de imágenes
sensoriales y evocadoras, se cultiva poco.
El autor más significativo en lengua castellana es el vate nicaragüense Rubén Darío. La publicación de su libro Azul en
1888, se considera el inicio del Modernismo. En su trayectoria, junto con este poemario, destacan otras dos obras: Prosas
profanas y Cantos de vida y esperanza.
3. LA GENERACIÓN DEL 98.
Está formada por un grupo de escritores españoles de finales del siglo XIX. Se considera que estos autores forman una
generación porque:
- Son de edades parecidas.
- Tienen una formación análoga.
- Mantuvieron relaciones personales.
- Están marcados por un hecho común: el Desastre del 98.
Sus principales componentes son: Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín, Maeztu, Antonio Machado y Miguel de Unamuno, al que
todos consideraban maestro.
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3.1. La lírica de la Generación del 98.
Su principal representante es Antonio Machado. Su producción es fundamentalmente poética, aunque también escribió
algunos libros de prosa. Evolucionó desde la estética modernista a la sencillez y sobriedad noventayochistas.
Machado definió su poesía como la búsqueda de la “palabra esencial en el tiempo”. Esta búsqueda de lo esencial le llevó a
expresarse mediante símbolos como la tarde, el camino o la fuente que, en sus obras, se llenan de significados diversos.
En su obra podemos destacar:
o Soledades, galerías y otros poemas. En este poemario Machado expresa sentimientos y emociones íntimas en un
estilo modernista. Dicha estética se manifiesta tanto en los temas (el paso del tiempo, la tristeza, la nostalgia de tiempos
pasados…) como en los aspectos formales (empleo de elementos simbólicos, experimentación métrica…).
o En Campos de Castilla domina la preocupación por España y la aflicción por la pérdida de Leonor. Su lengua poética
es mucho más sencilla.
o Nuevas canciones. En sus versos manifiesta la añoranza de la infancia y de su esposa fallecida.
3.2. La narrativa noventayochista.
Los autores de la Generación del 98 cultivaron el ensayo y la novela. Escriben siempre animados por un espíritu de rebeldía
y compromiso de la realidad española.
3.2.1. Miguel de Unamuno. Unamuno cultiva todos los géneros aunque sobresale en la narrativa y el ensayo. La
profundidad intelectual del escritor vasco lo convirtió en el maestro de esta Generación.
En sus ensayos, Unamuno alternó la reflexión existencialista (Del sentimiento trágico de la vida) y la reflexión sobre
España (En torno al casticismo).
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En sus novelas prima el contenido filosófico e intelectual sobre la trama. Su otra gran obsesión es la angustia del ser
humano frente a la inmortalidad, Dios, la religión Por ello Unamuno llamó “nivola” a este nuevo tipo de novelas, en las que la
acción es mínima y abundan los diálogos y los monólogos interiores de los personajes. Entre ellas destacan San Manuel Bueno,
mártir (centrada en la crisis de fe de un sacerdote), y Niebla (su protagonista descubre que es un personaje de ficción).
3.2.2. Pío Baroja. Baroja cultiva principalmente el género narrativo: novela y cuento. Su prosa utiliza muchos
elementos biográficos y está marcada por una visión pesimista de la existencia humana y de la realidad del
país. Baroja critica el retraso, cultural y científico, que padece España.
El estilo barojiano se basa en la sencillez formal, el uso de oraciones cortas y el dinamismo en la acción. Su novela más
significativa es El árbol de la ciencia. Otras obras destacables son: Zalacaín el aventurero o Las inquietudes de Shanti Andía.
3.3. El teatro.
La gran aportación del 98 al teatro fue llevada a cabo por Ramón María del Valle-Inclán con la trilogía Martes de Carnaval,
y sobre todo con Luces de Bohemia. Esta obra cuenta la última noche de Max Estrella, un poeta ciego y acabado que personifica
el fracaso de la sociedad española.
Con estas obras Valle-Inclán inaugura el esperpento, un estilo literario caracterizado por una visión deformada y grotesca
de la realidad. La intención de Valle-Inclán es mostrar la realidad social y humana mediante una visión crítica, a veces cruel y
destructiva. El objetivo es que el público tome conciencia de cómo es la sociedad en su esencia. Se le considera el gran
renovador del teatro español en las décadas iniciales del siglo XX.