Fundamentada en origen en la Palabra del Génesis (Memra), Sabiduría-Sofía adquirió en el judaísmo helenístico las funciones del «Verbo-Logos» mediador de procedencia irania (Spenta Armaiti) y de inspiración platónica (emanación del Bien). Sabiduría-Sofía (ora como emanación platónica de la divinidad, ora como modo de esa divinidad) fue la noción mediadora entre Dios (entre el ámbito del Bien y de las ideas platónicas) y el mundo de la materia cósmica. Una tradición muy antigua la de Sofía que Filón de Alejandría asoció al Hijo-Logos (el Vástago del Bien de Platón) y que Pablo de Tarso y el gnosticismo cristiano asociaron as la figura del Mesías-Cristo judío.