4. El diálogo genuino se caracteriza por la
empatía, la comprensión y la alegría. Para
llevarlo a cabo se debe incentivar como
requisito básico el saber escuchar sin el filtro
de los prejuicios y las preconcepciones.
Para poder crecer, madurar y acceder
plenamente a nuestra condición humana,
necesitamos exponernos a una intensa
interacción espiritual, aun en aquellos
contactos signados por el conflicto, porque
cualquier confrontación que surja demostrará
ser simplemente otra forma de conectarnos
con el otro.
5. Apreciar la diversidad es
transcender las diferencias visibles y
el apego excesivo a éstas en el fuero
íntimo del hombre, que sólo podrá
concretarse cuando cada individuo
tenga una nueva conciencia, que nos
permita reconocer nuestra
pertenencia común al género
humano.
6. Tolerencia Activa
La tolerancia activa implica mucho
más que aceptar la existencia de la
otra parte, es hacer el intento activo
de aprender de ella, es interactuar
creativamente, aprender unos de
otros y tomar aspectos recíprocos,
con miras de encontrar una solución
incluyente.
7. El precepto de respeto fundamental
por la vida concierne a todos los
seres vivos, y equivale en la
sociedad actual a la reivindicación
del derecho absoluto a la vida.
Todos los seres vivientes poseen
fundamentalmente un valor
digno de ser respetado.
8. Paz
“...no se refiere solamente
a la ausencia de conflictos armados,
sino a un proceso dinámico de interacción
entre los seres humanos a fin de
transformar esa fuerza destructiva,
inherente a la vida, en una fuerza creadora
que permita que cada individuo se
desarrolle para crear un mundo en
el cual todos los Derechos Humanos
sean respetados.”
9. Al reconocer la incidencia
que tienen nuestras acciones
diarias en nuestro entorno,
entonces, podemos convertirnos
en los grandes protagonistas de la
construcción de la Paz, en
nuestra familia, comunidad, país
y el mundo.
10. “Sea como fuera,
la grandiosa Revolución Humana
en tan sólo un individuo puede
impulsar la transformación del
destino de su país y más aún,
será capaz de transformar el
destino de toda la humanidad.”
Daisaku Ikeda