PRESENTACION DE LA SEMANA NUMERO 8 EN APLICACIONES DE INTERNET
Cultura de Paz
1. Unidad Educativa “L a Salle” Ensayo: “Cultura de la paz entre la juventud”
“No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”.
Eleanor Roosevelt
Ante un mundo cambiante, donde la violencia gana terreno todos los días, nace la imperiosa
necesidad de idear mecanismos capaces de detener esta actitud destructiva para la juventud y
la sociedad. Construir una cultura de paz ya no es una utopía o un ideal; se debe buscar
cuándo y dónde se perdieron las bases de un concepto ya establecido, un componente
importante de la identidad de cada ser humano.
Vivir en armonía entre seres humanos, se predica por doquier, en contraposición al desastre,
la guerra y a todo género de conflictos; pero, la paz no comienza a partir de vivencias externas,
se la siente dentro de una dimensión espiritual. No depende de las decisiones de altos
funcionarios sino de nuestra propia determinación.
Deberíamos propiciar espacios para un acercamiento dirigido a evitar conflictos que amenazan
la paz e identificar los niveles de madurez con relación a las distintas concepciones sobre la
convivencia armónica, cuando existe violencia, confrontaciones que se manifiestan en contra
del respeto a la vida, dignidad y justicia se deberá poner en práctica la tolerancia y la
solidaridad; y de esta forma, se dará apertura al real proceso de paz.
Nuestro pensar, sentir, expresar y actuar en los distintos contextos y de forma muy directa en
la juventud, aporta a la resolución de conflictos hacia el verdadero ejercicio de una paz como
derecho humano fundamental. De esta manera se ha de superar la condición de víctimas de la
violencia del sistema global.
A medida que la necesidad de una paz duradera se vuelve más apremiante, exige una
nueva evaluación en el pensamiento de líderes y políticos que si son honestos, construirán en
común el destino histórico de la humanidad.
Expresar nuestro punto de vista en el momento oportuno, facilita la comunicación y será
posible superar las dificultades, solamente a través del diálogo constructivo, se abrirán las
posibilidades de ser escuchados todos los grupos en divergencia.
La genuina naturaleza del hombre, a veces, representa una tergiversación de su espíritu y de
valores éticos La rectificación de estos puntos de vista negativos permitirá a todos poner en
marcha las fuerzas sociales constructivas que fortalecerán la naturaleza humana, producirán
concordancia y cooperación, no guerras ni conflictos.
La juventud sólidamente unida por los mismos ideales, construirá una paz duradera en las
sociedades, es tiempo ya de una mediación entre los ideales y la paz social que permita
alcanzar objetivos en función de una convivencia sana para actuar y pensar libremente.
Levantemos nuestra voz y nuestras manos para modelar la paz, aquella flor encarnada que
yace en los campos de batalla.
Participemos de ese clamor humano que proclama un sí a la vida en un mundo donde no exista
la venganza y prevalezca la tolerancia
Y es aquí, en donde retumba en la memoria colectiva el pensamiento de Juan Pablo II:
“La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, Amor, Justicia y libertad…”