El documento habla sobre la importancia de escuchar y obedecer la Palabra de Dios, no solo escucharla. Menciona una película donde la voz de Dios habla por la radio y cambia la forma en que la gente vive. Aunque algunos dicen que obedecerían a Dios si les hablara directamente, la Biblia ya nos habla. Debemos escuchar la Biblia y poner en práctica lo que dice, no solo escucharla. Santiago 1:22 también enfatiza la necesidad de obedecer la Palabra, no solo escucharla.
1. ¿Estamos escuchando? Lectura: Salmo 119:41-48 " Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. " — Santiago 1:22
2. Una fascinante película realizada en los años 50, La siguiente voz que escuches, cuenta la historia de una familia con una cantidad normal de pruebas y tensiones. Luego, una noche, la voz de Dios habla por la radio. Pero no sólo en el radio de esta familia: la voz de Dios se escucha en todo el mundo en cada radio, diciendo lo mismo al mismo tiempo. Al principio las personas reaccionan con incredulidad, luego, con temor. Sin embargo, después de varios días de escuchar a «La Voz», las actitudes, las acciones y las prioridades de las personas comienzan a cambiar. El impacto de lo que Dios estaba diciendo afectó directamente la manera en que vivían sus vidas. He escuchado a personas decir: «¡Si tan sólo Dios me hablara! Si tan sólo me dijera lo que tengo que hacer, lo haría». Pero la realidad más sencilla es que Dios ya nos ha hablado por medio de Su Palabra, la Biblia. ¿Le escuchamos cuando habla? El salmista deseaba obedecer la Palabra de Dios «para siempre y eternamente» (119:44). Y Santiago advirtió acerca de ignorarla cuando dijo: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos» (Santiago 1:22). ¿Cómo responderías si Dios comenzara a hablarte en tu radio? Podemos estar agradecidos de que Dios sí nos habla -no en la radio sino en las Escrituras. Seamos lo suficientemente sabios como para escuchar y obedecer.
3. En Las Obras de Dios Vemos Su Mano; En Su Palabra Escuchamos Su Voz
4. Lectura Bíblica: Santiago 1 Hacedores de la palabra 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. 26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 1.22-25 Es muy importante saber lo que la Palabra de Dios dice, pero es mucho más importante obedecerla. La eficacia de nuestro tiempo de estudio bíblico puede medirse por el efecto que tiene en nuestra conducta y nuestras actitudes. ¿Pone usted en práctica lo que ha estudiado?