2. La propaganda es un arma que se utiliza en cualquier
lucha por el poder: en las guerras para vencer la
resistencia del enemigo y en la política para crear o minar
la legitimidad de los gobernantes, o para determinar quién
asumirá el poder en las elecciones.
En las campañas, la propaganda es el medio para hacer
llegar al electorado el mensaje de un candidato en la
forma más persuasiva posible y para evitar que sean los
opositores quienes construyan negativamente su imagen.
3. PRINCIPALES ESTRATEGIAS QUE SE UTILIZAN EN LA POLÍTICA
Transfusión. Los argumentos se seleccionan de acuerdo con los
prejuicios, estereotipos y mitos prevalecientes en la cultura e imaginario
populares, para que al mezclarse con ellos, sean fácilmente aceptados por
la población.
Sencillez y repetición. La propaganda se limita a un número limitado
de ideas que son repetidas constantemente por diferentes medios,
pero que giran sobre el mismo concepto.
Etiquetas. Tratan de vincular a una persona o a una idea con un
símbolo negativo para provocar su rechazo con base en ese símbolo y no
de acuerdo con la evidencia disponible. Se diferencia el “bien” del “mal”, el
“héroe” del “villano”.
4. Testimonios. Pretenden aumentar la credibilidad del mensaje
mediante una fuente “autorizada” para el público al que se dirige.
Así, se presenta a individuos (artistas de cine, deportistas
famosos, etc.) que no son los más calificados para hacer juicios
acerca de partidos o candidatos, a fin de que la admiración a
estas celebridades motive la aceptación de sus opiniones
políticas.
Generalidades brillantes. Mediante palabras que nombran
valores muy apreciados, pero que cada quien puede darles su
propio significado, se estimula su aceptación, porque las
personas tienden a creer que el propagandista les otorga el
mismo sentido que ellas.
5. Transferencia. La autoridad y el prestigio de algo respetado y
reverenciado se trasladan, sin que exista conexión, a una persona o
idea para provocar que se acepte con base en esa relación.
Los símbolos patrios y religiosos, por ejemplo, se usan para despertar
el sentimiento de que esa persona o idea está con la Patria o Dios.
Gente sencilla. Los candidatos se presentan como si fueran un
ciudadano más para sugerir que ellos y sus ideas son del “pueblo” y
están a favor de la gente común. También hay candidatos millonarios
que visten y hablan como la gente sencilla del campo, con refranes y
dichos populares. Los candidatos han hecho uso del lenguaje
coloquial, de dichos, refranes y hasta letras de canciones populares
para mostrarse lo más cercanos al pueblo.
.
6. Subirse al carro. Al ostentarse como el triunfador inevitable, se
estimula que por el deseo de estar con el ganador, los indecisos se
unan sin mayor evaluación a quien parece ir adelante. También hay
gente que se incomoda cuando se siente aislada de la opinión general,
y en respuesta a esta situación, tiende a pensar o a hacer lo mismo
que la mayoría (Espiral del silencio). Los actos tumultuosos, las
declaraciones triunfalistas y la publicación de apoyos, encuestas y
estimaciones que prevén la victoria son usuales.
Miedo. Se dice a la gente que un desastre vendrá si no sigue un
determinado curso de acción. Ante ese anuncio la atención ya no
considera los méritos de lo que se propone. Mientras más temor
genere una comunicación, es más probable que se provoque una
acción preventiva
7. Renovación constante. Consiste en difundir información y datos
nuevos rápida y constantemente para que cuando el adversario
responda, el público ya esté ocupado en asimilar esta información y
datos nuevos, de modo que la respuesta pase inadvertida y no
pueda contradecir la información y datos iniciales.
Exageración Se trata de convertir cualquier hecho, actitud o
declaración, por anodina que sea, en algo de consecuencias negativas
graves para la población, sus instituciones o el país.
Guerra de nervios. Es la presión psicológica mediante desinformación,
noticias y rumores alarmistas, amenazas veladas, etc., para forzar una
decisión o acción, sin que se llegue a la agresión física. Puede dirigirse a
los candidatos o a la población en general.
8. Desinformación y distorsión. Desinformar es presentar u omitir los
hechos, de modo que se induzcan conclusiones equivocadas.
Puede ser una táctica utilizada por los candidatos para atacarse o
defenderse.
En el primer caso, los hechos se manipulan para provocar la condena
de los opositores; en el segundo, para justificar o aminorar la posible
culpa o error de un candidato. La distorsión consiste en torcer o
pervertir el significado verdadero de un hecho o idea con el propósito
de provocar una falsa impresión acerca de los mismos.
http://www.youtube.com/watch?v=xSqMbBY2_zg