El documento describe una visita de estudiantes de derecho a un consultorio jurídico. Señala que los estudiantes mostraron falta de empatía y preparación para los casos. También indica que el sistema del consultorio no filtra adecuadamente los casos ni les da a los estudiantes tiempo para prepararse. Propone simulacros de casos, calificaciones más estrictas que incluyan la preparación, y mejorar el proceso de recepción de información para evitar casos no aptos.
Lenguajes y formación integral en consultorio jurídico
1. Los seres vivos usan diferentes tipos de lenguaje a la hora de transmitir algún tipo de idea; en los
seres humanos predominan varios tipos de lenguaje que a su vez se perfeccionan entre sí.
El lenguaje no verbal es aquella que no está forjada con las palabras, sino que se da a entender a
través de los gestos del cuerpo, expresiones faciales, posturas, olores, movimientos repentinos
voluntarios o involuntarios, el espacio que nos separa del otro, la presentación personal, nuestro
estado de ánimo, el hablar despacio o hacerlo rápido y demás herramientas que el cuerpo es
capaz de ofrecer.
El objetivo principal para esta visita al consultorio jurídico era de percibir todo este tipo de
corporalidad en un espacio donde nos podemos sentir identificados y relacionados directamente,
donde se pueden ver las reacciones o el tipo de situaciones a las que estaremos expuestos en un
futuro próximo y donde vamos a tener herramientas para reaccionar de una manera másóptimay
con más conciencia hacia los demás.
La visita al consultorio jurídico estuvo compuesta de varias etapas, la socialización con el usuario
que busca algún tipo de ayuda, la respuesta por parte del abogado en formación y el constante y
nutrido flujo de información entre ambos, así como la presentación personal. Por parte del
abogado en formación formal. Como se venía trabajando en horas de clase, la presentación juega
un papel fundamental ya que denota seguridad por parte del abogado en formación, así como
denota prestigio a la institución como tal.
Al llegar el usuario toma asiento y se dispone a exponer su caso con el mayor uso de detalles
posibles que le brinden una solidez y un mejor entendimiento. El abogado en formación en este
caso se nota un tanto mecánico, puesto que no presta mucha atención, apenas si lo mira; él se
centra en copiar lo que este le brinda.
Hay pausas en las cuales el abogado en formación deja solo al usuario, lo hace con el objetivo de ir
por una asesoría especializada, la de la profesora encargada. Pero no ofrece disculpas ni le explica
al usuario el motivo de su ausencia.
En últimas el caso no puede ser aplicable a este tipo de temática, puesto que el caso que expone el
usuario no cumple con las especificaciones y parámetros tratados allí en ese recinto, ya que se
trata de una persona de edad, que padece una enfermedad catalogada como alzhéimer. La esposa
en representación pide hacer un papel donde se demuestre su condición de salud, para ella
acceder a beneficio ante la ley, pero como se expuso antes este proceso se sale de la
jurisprudencia del consultorio.
Pero, ¿Por qué no se hace un filtro para que este tipo de situaciones no se presenten? Al ser un
caso inaplicable al consultorio, ¿Por qué no se toman medidas para no perder ese tiempo y
hacérselo perder al usuario, y del mismo modo invertir ese tiempo en alguien más? ¿Se hace un
trabajo competente al asignar ese tipo de citas? Además ¿es realmente pertinente y respetuoso el
modo mecánico de tratar al usuario, sin ningún tipo de empatía? ¿No debe el abogado en
formación estudiar sobre la temática de la cita?
La formación de un profesional del derecho se debe hacer de una manera integral, debe ser un
tipo de formación idónea y optima, que le brinde unos valores fundamentales aplicables a
situaciones y casos como éste. Denotar respeto a sus usuarios, en campos tan básicos como un
buen trato, una buena presentación, puntualidad y buena exposición de los argumentos.
2. Al igual el abogado en formación en este tipo de casos tiene la antelación de conocer la temática
de las citas, a través de un programa brindado por el consultorio. El uso es óptimo de esta
herramienta si el abogado en formación se prepara antes de, para que su asesoría sea la mejor
posible, ya que este tipo de espacios es con lo que la universidad cuenta en su interés de devolver
a la comunidad y como tal y en representación de la misma, se debe hacer un excelente trabajo.
La visita al consultorio y la materia semiótica son prácticas nuevas, la facultad de Derecho y
Ciencias Políticas considero ameno a Derecho este tipo de estudios, por esta razón son pocos los
antecedentes en la faculta de este tipo de prácticas, en cuanto a lo trabajado en la clase se
empezó a explorar de a pocos lo que es la semiótica, a medida que avanzamos nos fuimos
fortaleciendo en los temas; lo primero fue conceptualizar semiótica con un texto llamado
“semiótica general”, esta eventualmente la relacionamos con Derecho, de ahí pasamos semiótica
de la “comunicación de las masas” sumado a este “comunicación no verbal “en el cual textos y
videos nos dieron a entender más el tema, de este modo no acercamos más al día de la asistencia
al consultorio, antes de asistir se realizó un estudio de textos y videos como “contravía: análisis ley
de víctimas y restitución de tierra”, “especiales Pirry: restitución de tierras”, todo esto para darnos
una idea más amplia de la problemática que vive actualmente el país, sus víctimas, enemigos,
precursores, entre otros; durante este proceso aprendimos sobre como realizar un mapa mental,
el manejo corporal a la hora de exponer, identificación gestual de políticos y personas en general,
como escribir un ensayo, la creación de un blog; todo esto fue nuestra preparación para la
asistencia al consultorio, la cual es una formación integral y completa.
La práctica fue hecha, cada uno de los estudiantes tuvo una experiencia diferente e
interpretaciones de todo tipo, aunque si hubo algunas coincidencias en cuanto a correcciones por
hacer en el consultorio, en efecto todos partimos de posturas críticas-constructivas, durante y
después de la visita, serealizó una charla, sobre lo sucedido hay, logramos establecer algunos
puntos a corregir.
El primero es la atención de los estudiantes, es regular, no demuestran empatía, considerando
esto, resulta mucho más perturbador saber que si no atienden bien, al menos se podría suponer
que se encuentran en capacidad jurídica de responder en la cita, pero no es así, es ahí donde
aparece la segunda dificultad, compromiso, no están listos en la cita, su preparación es mínima,
como diciendo llegan adivinando a la cita. ¿Por qué?, bueno ahí dos razones, uno en ciertos casos
al estudiante le da lo mismo, solo va por la nota, su interés por un servicio completo es digno de
cuestionar por no decir mediocre, dos a nivel administrativo, el consultorio no se dio la tarea de
organizar un sistema más óptimo, ahí estudiantes que están preparados, dispuesto a dar lo mejor
de sí, pero como llegan sin saber que caso va atender, no cuentan con el tiempo requerido para
prepararse en ese caso particular, ya que no todos los casos van a ser sencillos, hay unos que
requieren de anticipo, y no importa cuán estudiado sea uno, no se las va saber todas y por último
el tercer error y este es de más participación por parte del usuario, los usuarios no se informan
antes de asistir al consultorio, ni siquiera extienden la conversación durante el pedido de citas,
sería una excelente oportunidad para aclarar razón de visita, para resolver dudas, esto no solo
permite al usuario llegar a la cita preparado, agilizando el proceso de atención, sino que en caso
de no ser contados sus casos para el consultorio, se ahorran tiempo y dinero, tanto personal como
del consultorio jurídico.
Las propuestas para afrontar esta problemática son:
Primero, realizar simulacros a los estudiantes, sobre posibles casos y así evaluar su desempeño,
aconsejar al estudiante, darle confianza, por medio de esto cuando se encontré cara a cara con un
3. caso, lo afrontara mejor, si es posible que estos simulacro sean por niveles, cada nivel a medida
que avance ira presentando mayor dificultad, niveles en los cuales el estudiante aprenda algo
nuevo y diferente de cualquier tema de la universidad por lo que no hay mejor escuela que la
experiencia, estudiantes que en el consultorio van a sentir a los casos como un juego de niños.
Segundo, Comentarios como “eso no es mi nota” o “a mí solo me toca eso” nos dicen mucho sobre
el abogado en formación y el instructor, se requiere calificaciones más drásticas, ampliando el
esquema a servicio, preparación etc. Ejerciendo un control de este tipo, el abogado en formación
tomara mas enserio sus funciones en el consultorio.
Tercero, mejorar la recepción de información, ampliar las preguntas, modificarlas de tal forma que
en la cita, si es que se llega a la cita, todo esté en orden, documentos en mano, abogado en
formación listo para el caso correspondiente, con ello se mejora el servicio, el número de usuarios
que se podrían atender incrementaría, errores como “la sorpresa del caso”, “el típico caso que no
tiene nada que ver con el consultorio”, entre otros.