Este documento narra la historia de tres personas llamadas Juan que entregan invitaciones a desconocidos en diferentes lugares de la ciudad. El primer Juan entrega volantes para promover un restaurante de sushi, el segundo entrega tratados religiosos para invitar a Cristo, y el tercer Juan entrega invitaciones para su boda a un amigo. Mientras las reacciones a los volantes y tratados son inciertas, la invitación a la boda logra su objetivo debido a la relación previa entre el emisor y el receptor. El documento con
2. Juan lleva en sus manos un trozo de papel. No es mucho lo que dice pero considera que es suficiente. Juan camina decidido, directo hacia aquella persona. Juan extiende su mano, y un tanto nervioso...entrega el papel. A todo esto, el papel es una invitación.
Esta historia está ocurriendo simultáneamente en tres lugares distintos de la ciudad.
NO es un truco de magia ni un salto adelante en la clonación, se trata de tres historias independientes que podrían relatarse como una (de hecho ya lo hice).
Pero si prestamos atención...
una de ellas se desmarca del resto.
1-El primer Juan es un planfetero que trabaja medio tiempo para costear sus estudios. Acaba de entregarle a un desconocido un volante que lo invita a asistir al nuevo local de sushi con un interesante descuento.
2-El segundo Juan es un joven evangélico. Acaba de entregarle a un desconocido un tratado que lo invita a considerar sus creencias y volverse a Cristo.
3-El tercer Juan es un joven que se va a casar. Acaba de entregarle a un amigo una invitación para su boda.
Los tres juanes lograron su objetivo. Pero las reacciones serán un tanto diferentes.
3. Tanto el desconocido con el volante en sus manos como el desconocido con el tratado en sus manos, ¡¡no tienen idea de quién es su respectivo Juan!!
Su relación no duró más de un segundo, un minuto, o en algún extraño caso, unas horas.
La atención que estos desconocidos le prestarán a sus respectivos volantes (Invitación al local de Sushi-Tratado evangelístico)...es completamente incierta, es una apuesta.
Y los desconocidos lo saben. Saben que hay cientos miles o quizás millones de papeles como esos repartiéndose indiscriminadamente en todo el mundo.
Si el desconocido justo tiene hambre, tal vez considere la invitación al local de Sushi. Si el otro desconocido anda en algún tipo de búsqueda espiritual consciente o inconsciente, tal vez considere la invitación a la fe cristiana.
Pero depende de muuuuchos otros factores. Sigue siendo una apuesta.
Pero, si nos vamos al último Juan, todo es distinto.
Ese trozo de papel...esa invitación...va cargada de sentimientos. Ya no es un trozo de papel. Ahora es un símbolo, un testimonio. Quien lo recibe no es un desconocido es…. su amigo.
4. No importa el estado de ánimo, no importa el momento, no importa el diseño ni la redacción de ese trozo de papel. Y aunque esa fiesta no estaba en sus planes, y tal vez le signifique un cambio en la agenda o un desembolso de dinero, créeme que este trozo de papel....ha logrado su objetivo.
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Apresuradamente podríamos concluir que los tratados- evangelísticos valen hongo.
Personalmente no podría decirlo. He diseñado un montón, he visto testimonios cuáticos de cómo Dios los usa.
PERO el propósito de este relato es enfrentar una realidad:
A la hora de hacer evangelismo, una buena relación…
te ahorra un montón de tinta