1. Hola,
Pienso que las barreras que más obstaculizan la comunicación son las semánticas y las humanas.
En el área de las humanas es obvio en momentos en que la gente sólo habla pero no escucha la
opinión o los comentarios de los demás, el problema se vuelve más grande pues si uno sabía lo
que era mejor para solucionar el problema y el otro no quiso prestar atención a lo que decía, todo
sale mal.
Por otro lado, en cuanto a las semánticas existe algo curioso. Muchas veces los mismos jefes son
gente menos capacitada académicamente que, ya sea por antigüedad, amistad o logros han
llegado hasta el puesto que tienen. Sin embargo, puede que tengan gente a su cargo con mayores
conocimientos en alguna materia.
En mi trabajo constantemente tenemos problemas por ello pues mis jefes utilizan las palabras
“sintaxis” “redacción” o “gramática” sin saber las verdaderas diferencias entre cada una. Intentan
resolver los problemas entre los editores en dichas áreas, pero siempre terminan inclinándose por
la ambigüedad o por creerle a uno u otro sin saber quién verdaderamente tenía la razón.
En conclusión, para que una organización funcione, deben de romperse las barreras básicas de la
comunicación. Ello se logrará mediante capacitación, no sólo académica sino, psicológica y en el
área propia de la comunicación organizacional.
Saludos,
Karen
Nancy,
Concuerdo totalmente contigo. En una organización deben de borrarse las diferentes barreras,
pero, sobre todo la humana. Muchas veces los subordinados quieren aportar grandes ideas. Si n
embargo, los jefes no se lo permiten o han hecho una gran pared que impide a los otros siquiera
hacer el intento de romperla.
Por otro lado, entre los mismos trabajadores es común que, al hacer algún comentario de forma
constructiva, el otro lo tome de forma negativa, pues finalmente una crítica siempre es molesta.
Sin embargo, si existe un ambiente de comunicación abierta y eficaz, la crítica que en un principio
incomodaría, pronto se convierte en la visualización de un área de oportunidad para mejorar.
Es fundamental romper las barreras humanas, semánticas y físicas lo más posible, de modo que
logremos establecer un ambiente agradable e ideal para el crecimiento de las empresas de forma
exponencial.