2. Teoría de Función Energética en la Magia
Lo primero que debo pedirte es que veas bien el título de este
capítulo y de muchos de los que siguen. Dice claramente TEORÍA,
no es una LEY. La diferencia radica en que una teoría es un
conjunto de proposiciones interrelacionadas capaces de explicar
por qué y cómo ocurre un fenómeno. La definición sería: “Una
teoría es un grupo de conceptos, definiciones y proposiciones
relacionadas entre sí, que presentan un punto de vista sistemático
de fenómenos, especificando relaciones entre variables, semejante
a las leyes que interrelacionan dos o más conceptos con el objeto
de explicar y predecir los fenómenos”.
Una ley, por su parte, es una proposición científica confirmada que
afirma una relación constante entre dos o más variables, cada una
de las cuales representa (al menos parcial e indirectamente) una
propiedad de sistemas concretos. Se define también como: “Una
regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la
causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas”.
Ahora que ya estamos claros seguiré divagando a mis anchas,
asunto que ya debes saber que me gusta mucho.
Las energías que rodean nuestro universo han sido largamente
conocidas por todas las culturas, las cuales le han dado diferentes
nombres. También son ampliamente conocidas por la ciencia,
aunque unas son admitidas y otras son categóricamente negadas,
particularmente las que son manipuladas con fines mágicos, ya que
la ciencia no admite lo que no puede explicar siempre que puede.
Un ejemplo típico de esas negaciones, lo tenemos cuando la
“Ciencia Moderna” se burlaba de la acupuntura y su concepto
energético, hace unos treinta o treinta y cinco años atrás. Pero eso
fue hasta que los chinos se cansaron y decidieron cerrarle la boca a
la “Ciencia Moderna”.
En una exhibición que reunió a los más prestigiosos médicos del
mundo, los chinos realizaron una cirugía de corazón, utilizando
3. como anestésico, agujas y un hábil acupunturista. Durante toda la
cirugía, el paciente estuvo despierto y conciente, amén de que la
cirugía fue un completo éxito, sin los efectos secundarios de la
anestesia. Desde entonces, la ciencia moderna estudia y estudia la
acupuntura, pero no puede explicar “científicamente” el porque
trabaja y se sigue negando a aceptar el concepto de manipulación
de energías. Hasta lo han tratado de explicar alegando que trabaja
por los ganglios linfáticos y la linfa, pero aún no han podido
convencer a nadie de ello, porque simplemente su teoría suena más
absurda que la teoría que pretenden reemplazar, sin que queramos
inferir con esto, que consideremos absurda la teoría energética de
la Acupuntura.
Como bien se ha establecido en los laboratorios de las más
prestigiosas universidades del mundo, la mente proyecta con
mucha más facilidad, claridad y efectividad imágenes que palabras.
Esto es particularmente cierto, si el emisor se concentra en ellas
todo lo profundamente que implica, no solo verlas sino incluso
trazarlas, haciendo que cada característica de la imagen transmitida
pase de su mente a su Psiplasma (Aura), de allí pase al torrente del
Geoplasma, para que finalmente el Circaplasma le imprima la
energía universal adecuada. De hecho, esto es lo que hacemos
cuando marcamos una Ajitena en Ifá: Trazar nuestro deseo.
Si nos vamos muy atrás en el pasado, mucho se especula sobre la
utilidad de las pinturas rupestres y que, no solo a criterio de este
servidor, sospechosamente se acepta que fueron las primeras
manifestaciones artísticas de la humanidad, cuando es más lógico
pensar, que aquellos hombres utilizaron las cuevas a modo de las
cabinas telefónicas actuales, para proyectar sus pensamientos
telepáticos.
Ciertamente, el interior oscuro de aquellas cuevas no las hacía
ideales para que un artista exhibiera sus obras, pero sí podía
habilitarlas como perfectas cabinas telepáticas desde las cuales los
hombres, tras concentrarse en perfecto aislamiento y penumbra
(una condición que exigen muchas “magias”), notificaban a los
miembros de su grupo, sobre el tipo de caza que podían encontrar
en determinada zona, a fin de que acudieran a reunirse en un sitio
dado para capturar su presa. O se valían de esta capacidad, para
atraer al punto deseado a las bestias que preferían cazar, utilizando
la posibilidad telepática como medio de invocación y conducción.
4. Debería descartarse la idea que las pinturas rupestres son muestras
de inclinación al arte, ya que en el caso del hombre prehistórico, su
espíritu conocía más sus necesidades materiales (o sea su
estómago y que además no lo usaran de almuerzo), que la
necesidad de emitir conclusiones sobre valores que tardaría
milenios en percibir, como lo son los de expresar los conceptos del
espíritu, particularmente la belleza, que es lo que precisamente se
busca con el arte. Cabe mencionar que en la actualidad, esta técnica
está siendo nuevamente habilitada para controlar la acción de
perros, delfines y otras especies debidamente entrenadas, con fines
militares.
Bueno, ya te aburrí bastante, sigamos con el asunto de las energías.
Estas energías tuvieron su primer gran reconocimiento, deferencia y
cultivo en el antiguo Egipto, donde la Magia basada en las potencias
del Psiplasma, fue llevada a sus más altos niveles como medio de
acercamiento a las divinidades y a los espíritus, además de
desarrollar excelentes medios de clarividencia, telepatía y vías de
acceso a muy diversas prácticas mágicas a través de
construcciones concebidas para este propósito como lo son las
pirámides, las cuales tenían el propósito de canalizar el Geoplasma
con la energía adecuada del Circaplasma, (entre otras cosas), como
ha sido ampliamente estudiado y comprobado, pero no en ese
sentido. En otras palabras, eran concentradores de energía. Prueba
de ello es que las pirámides son capaces de momificar a través de
microondas.
Otra de las culturas antiguas más conscientes de la existencia de
estas energías, es la china, la que aprendió a manipularlas, con
fines terapéuticos en el hombre a través de la acupuntura y la cual
restablece el balance energético del Ying y el
Yang (Formas de Energías negativa y positiva, que componen el Qi
o Energía Universal)) y lo mismo que su geomancia conocida como
Feng Shui, la cual está dirigida a armonizar ese Qi del Universo con
el de las viviendas, las tumbas y el medio ambiente en general.
Esto es solo por citar dos ejemplos de culturas que conocían y
manipulaban estas Energías y que la “ciencia moderna” niega
categóricamente. Sin embargo, a pesar de esta negación, la ciencia
moderna estudia las potencias de estas Energías, particularmente la
responsable de la magia: el Psiplasma, (al cual ya se le ha podido
medir su frecuencia) potenciando por medio de la hipnosis y