Este documento habla sobre la importancia de defender la familia de los ataques del demonio. Explica que la familia ha sufrido transformaciones en la sociedad moderna que han afectado sus valores. Finalmente, ofrece consejos para fortalecer el matrimonio cristiano, como recordar las palabras del arcángel Rafael a Tobías sobre evitar que el demonio tenga poder sobre los esposos que se alejen de Dios.
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Novena a San Rafael Arcángel
1. Hoy en día estamos ante, nuevos y modernos ataques demoniacos contra la
familia. Debemos defender nuestras familias de los enemigos que intentan
destruirla que, por muy grandes, poderosos y extendidos que sean, nunca
podrán más que Dios.
La familia, en estos tiempos modernos, ha sufrido como ninguna otra
institución, la acometida de las transformaciones de la sociedad y de la
cultura. Algunas han permanecido fieles a los valores que fundamentan la
familia; otras se han dejado ganar por la incertidumbre y el desánimo; otras
caminan en la duda y en la ignorancia de su naturaleza y misión.
La misión de la Iglesia, Madre no sólo de los individuos sino de las familias
cristianas, a unos debe sostener, a otros iluminar y a los demás ayudar en su
camino a tientas por este mundo, para conducirlos a la Luz de la Vida Eterna.
¿Cómo no recordar aquí las palabras fuertes y claras que nos conserva la
Sagradas Escrituras, con la recomendación que el Arcángel Rafael hizo a
Tobías antes de que se desposase con Sara?
El ángel le amonestó así: Escúchame y te mostraré quiénes son aquellos
contra los que puede prevalecer el demonio. Son los que abrazan el
matrimonio de tal modo que excluyen a Dios de sí y de su mente, y se dejan
arrastrar por la pasión como el caballo y el mulo, que carecen de
entendimiento. Sobre éstos tiene potestad el diablo.
Recordemos cuales son algunas de las gracias, del Sacramento del Matrimonio:
La Gracia del dialogo o de la comunicación.
La Gracia de la Unidad, que ayuda a la pareja a resolver los problemas que los
separan. La Gracia de curar las heridas. La Gracia de la Paternidad.
La Gracia de la Santificación, que asiste a los Esposos en la ayuda mutua
Para quitar toda forma de mal y de pecado de su hogar y para adquirir hábitos
Y conductas virtuosas.
Las Gracias del Sacramento del Matrimonio son dadas no solo el día de
nuestra Boda sino de forma continua en la vida de los esposos Cristianos, no
nos cansemos de Orar al Señor por la conversión de Nuestro Esposo (a), por
la Santificacion de Nuestro Matrimonio y Familia.
MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO
DIOCESIS León Nic.
NOVENA A SAN RAFAEL ARCÁNGEL
Por la Unión de los Matrimonios
P. Fr. Rafael María Rossi O.P.
2. NOVENA A SAN RAFAEL ARCÁNGEL
Por la unión de los matrimonios
P. Fr. Rafael María Rossi O.P.
Introducción
El arcángel San Rafael aparece en la Sagrada Escritura
en el libro de Tobías. Su vida tiene como dos caras: Por
un lado, está constantemente ante el trono de Dios, y por
otro cumple una misión aquí en la tierra: dar la salud a
los enfermos, guiar a los caminantes y sobre todo
proteger a los esposos de las insidias del demonio.
Con esta novena queremos entregar un instrumento
religioso que motive a los esposos a unirse
santamente y castamente, como Cristo se une a su
esposa, la Santa Iglesia.
ORACIONES PARA CADA DÍA:
+ Por la señal de la santa Cruz...
+ Pésame Dios mío...
Oración a San Rafael Arcángel
San Rafael, poderoso príncipe de la Gloria , llamado
“medicina de Dios”; por aquella caridad con que liberaste
del demonio a Tobías y a Sara, y les enseñaste a formar
un matrimonio santo: Te pedimos que purifiques, protejas
y perfecciones nuestro matrimonio y nuestro Hogar; y
que viviendo unidos en Cristo en esta vida, al final de
nuestros días nos lleves a gozar definitivamente del
premio que tú ya posees. Amén.
+ Lectura Bíblica (varía en cada día) (unos momentos de
silencio)
+ 7 Padrenuestros, 7 Avemarías, 7 Gloria, en honor a los
7 arcángeles que están ante el trono de Dios.
+ Señor ten piedad
Cristo ten piedad
Señor ten piedad
+ Oración Final:
Te Pedimos Señor que visites nuestro hogar y expulses
lejos de él todas las insidias del enemigo, que tus
Ángeles habiten en él y nos custodien en paz; y que tu
bendición esté siempre sobre nosotros. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Oración a la Virgen María
Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo
un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a ti celestial
Princesa Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón; mírame con compasión, no me
dejes Madre mía morir sin tu bendición. Amén.
Oración a San José
Glorioso patriarca San José, verdadero y virginal esposo
de la santísima Virgen María, que fuiste elegido para
custodiar al Hijo de Dios durante su infancia terrenal,
concede a nuestro matrimonio la unión en el amor de
Cristo, la fidelidad y la gloria celestial. Amén.
Oración a la Sagrada Familia
Señor, que en tu bondad nos propones el modelo
perfecto de la Sagrada Familia , concédenos que
imitándola en sus virtudes domésticas y unidos por el
3. vínculo de la caridad lleguemos a gozar de los premios
eternos en el hogar del cielo. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
LECTURAS PARA CADA DÍA.
Día Primero.
Dios creó el matrimonio en un orden feliz, pero el
pecado daña el matrimonio, rompiendo ese orden.
(Génesis 2,18) “Dijo Yahvé Dios: “No es bueno que el
hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”.
Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre
el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las
costillas, rellenando el vacío con carne.
De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre
formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste
exclamó: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne
de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón
ha sido tomada.” Por eso deja el hombre a su padre y a
su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola
carne.
Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a
imagen de Dios le creó, varón y mujer los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo Dios: “Sed fecundos y multiplicaos
y llenad la tierra y sometedla; mandad a los peces del
mar y a las aves de los cielos y a todo animal que serpea
sobre la tierra.”
Pero... por la envidia del diablo entró el pecado en el
mundo: Dios dijo a la mujer: «Tantas haré tus fatigas
cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos.
Hacia tu marido irá tu deseo, y él te dominará.
Al hombre le dijo: « Por haber escuchado la voz de tu
mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido
comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga
sacarás de él el alimento todos los días de tu vida.
Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del
campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta
que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque
eres polvo y al polvo volverás. »
Día segundo:
Cristo restaura el orden del Matrimonio,
intercediendo su Madre, por medio de la gracia del
Sacramento.
(Juan 2,1-11): “Se celebraba una boda en Caná de
Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado
también a la boda Jesús con sus discípulos.
Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de
la boda, le dice a Jesús su madre: « No tienen vino. »
Jesús le responde: « ¿Qué tengo yo contigo, mujer?
Todavía no ha llegado mi hora. » Dice su madre a los
sirvientes: «Haced lo que él os diga.»
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las
purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada
una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua. » Y las
llenaron hasta arriba.
«Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.
» Ellos lo llevaron.
Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino,
como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que
habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el
maestresala al novio y le dice: « Todos sirven primero el
4. vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú
has guardado el vino bueno hasta ahora. »
Así, en Caná de Galilea, hizo Jesús su primer signo. Y
manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos”.
Día tercero:
Este orden jerárquico del Matrimonio es signo del
orden amoroso entre Cristo y la Iglesia.
(Efesios 5,22-23) : “Las mujeres deben obedecer a sus
maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de
la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia , el
salvador del Cuerpo. Así como la Iglesia está sujeta a
Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus
maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la
Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la
palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin
que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que
sea santa e inmaculada.
Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus
propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí
mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne;
antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo
que Cristo a la Iglesia , pues somos miembros de su
Cuerpo.
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se
unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne.
Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la
Iglesia. En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada
uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que
obedezca al marido.
Día cuarto:
El amor de los esposos debe ser casto..
(Tobías 8,4-10) : “Tobías se levantó del lecho y dijo Sara,
su esposa: «Levántate, amada, y oremos y pidamos a
nuestro Señor, pues somos hijos de santos, y no
podemos unirnos como los paganos que no conocen a
Dios». Ella se levantó y empezaron a suplicar y a pedir el
poder quedar a salvo. Comenzó él diciendo: ¡Bendito
seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu
Nombre por todos los siglos de los siglos! Bendíganle los
cielos, y tu creación entera, por los siglos todos. Tú
creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para
sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza
de los hombres. Tú mismo dijiste: No es bueno que el
hombre se halle solo; hagámosle una ayuda semejante a
él. Yo no tomo a esta mi esposa con deseo lujurioso, sino
con el deseo de tener hijos, en los que sea bendito tu
nombre por los siglos de los siglos. Ten piedad de mí y
de ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad. Y
dijeron a coro: « Amén, amén. » Y se acostaron para
pasar la noche”.
5. Día quinto:
El padre debe dar buenos consejos a sus hijos.
(Tobías 4,2-20) : “Llamó Tobías a su hijo y le dijo:
Acuérdate, hijo, de que tu madre pasó muchos trabajos
por ti cuando te llevaba en su seno. Y cuando ella muera,
sepúltala junto a mí, en el mismo sepulcro. Acuérdate,
hijo, del Señor todos los días y no quieras pecar ni
transgredir sus mandamientos; practica la justicia todos
los días de tu vida y no
andes por caminos de
injusticia, pues si te portas
según verdad, tendrás éxito
en todas tus cosas, como
todos los que practican la
justicia.
Haz limosna con tus bienes;
y al hacerlo, que tu ojo no
tenga rencilla. No vuelvas la
cara ante ningún pobre
y Dios no apartará de ti su
cara. Regula tu limosna
según la abundancia de tus
bienes. Si tienes poco, da
conforme a ese poco, pero
nunca temas dar limosna, porque así te atesoras una
buena reserva para el día de la necesidad. Porque la
limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas.
Don valioso es la limosna para cuantos la practican en
presencia del Altísimo.
Guárdate, hijo, de toda fornicación y, sobre todo, toma
mujer del linaje de tus padres; no tomes mujer extraña
que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque somos
descendientes de profetas. Recuerda, hijo, que desde
siempre nuestros padres Noé, Abraham, Isaac y Jacob
tomaron mujeres de entre sus hermanos y fueron
bendecidos en sus hijos, de modo que su estirpe poseerá
la tierra en herencia.
Así pues, hijo, ama a tus hermanos; no tengas con tus
hermanos, ni con los hijos y las hijas de tu pueblo,
corazón soberbio, en orden a tomar para ti mujer de
entre ellos; pues la soberbia acarrea la ruina y prolija
inquietud; y la ociosidad, bajeza y extrema penuria;
porque la ociosidad es madre de la indigencia.
No retengas el salario de los que trabajan para ti; dáselo
al momento. Si sirves a Dios serás recompensado. Pon
cuidado, hijo, en todas tus acciones y muéstrate educado
en toda tu conducta. No hagas a nadie lo que no quieras
que te hagan. No bebas vino hasta emborracharte y no
hagas de la embriaguez tu compañera de camino.
Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo.
Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga
rencilla tu ojo cuando hagas limosna. Pon tu pan y tu
vino sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los
pecadores.
Busca el consejo de los prudentes y no desprecies
ningún aviso saludable.
Bendice al Señor Dios en toda circunstancia, pídele que
sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin
todas tus sendas y proyectos. Pues no todas las gentes
tienen consejo; es el Señor quien da todos los bienes y,
cuando quiere, eleva o humilla hasta lo profundo del
abismo. Así, pues, hijo, recuerda estos mandamientos y
no permitas que se borren de tu corazón”.
6. Día sexto:
La mujer virtuosa alegra el hogar.
(I Timoteo 2, 14-15): “No fue engañado Adán, sino que la
mujer, seducida [por el demonio], cayó en el pecado, sin
embargo se salvará engendrando hijos, si con modestia
permanece en la fe y amor y santidad”
(Proverbios 31,10-31): “Una mujer perfecta, ¿quién la
encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. En
ella confía el corazón de su marido, y no será sin
provecho.
Le produce el bien, no el mal, todos los días de su vida.
Se busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes.
Es como nave de mercader que de lejos trae su
provisión. Se levanta cuando aún es de noche, da de
comer a sus domésticos y órdenes a su servidumbre.
Hace cálculos sobre un campo y lo compra; con el fruto
de sus manos planta una viña. Se ciñe con fuerza sus
lomos y vigoriza sus brazos.
Siente que va bien su trabajo, no se apaga por la noche
su lámpara. Echa mano a la rueca, sus palmas toman el
huso.
Alarga su palma al desvalido, y tiende sus manos al
pobre. No teme por su casa a la nieve, pues todos los
suyos tienen vestido doble. Para sí se hace mantos, y su
vestido es de lino y púrpura. Su marido es considerado
en las puertas, cuando se sienta con los ancianos del
país. Hace túnicas de lino y las vende, entrega al
comerciante ceñidores.
Se viste de fuerza y dignidad, y se ríe del día de mañana.
Abre su boca con sabiduría, lección de amor hay en su
lengua. Está atenta a la marcha de su casa, y no come
pan de ociosidad.
Se levantan sus hijos y la llaman dichosa; su marido, y
hace su elogio: «¡Muchas mujeres hicieron proezas, pero
tú las superas a todas! »
Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer que
teme a Yahvé, ésa será alabada”.
Día séptimo:
Los hijos deben amar y honrar a sus padres.
(Eclesiástico 3,2-10. 14-18): “El Señor glorifica al padre
en los hijos, y afirma el derecho de la madre sobre su
prole. Quien honra a su padre expía sus pecados; Como
el que atesora es quien da gloria a su madre. Quien
honra a su padre recibirá contento de sus hijos, y en el
día de su oración será escuchado. Quien honra a su
padre vivirá largos días, obedece al Señor quien da
sosiego a su madre: Como a su Señor sirve a los que le
engendraron.
En obra y palabra honra a tu padre, para que te alcance
su bendición. Pues la bendición del padre afianza la casa
de los hijos, y la maldición de la madre destruye los
cimientos.
No te gloríes en la deshonra de tu padre, que la
deshonra de tu padre no es gloria para ti.
Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido,
será para ti restauración en lugar de tus pecados. El día
de tu tribulación se acordará El de ti; como hielo en buen
tiempo, se disolverán tus pecados. Como blasfemo es el
que abandona a su padre, maldito del Señor quien irrita a
7. su madre. Haz, hijo, tus obras con dulzura, así serás
amado por Dios.
Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y ante el
Señor hallarás gracia”.
Día octavo:
Educar a los hijos en las virtudes es el deber primero
de los padres.
(Eclesiástico 30,1-8. 11-13): “El que ama a su hijo, le
corrige sin cesar, para poderse alegrar en su futuro. El
que enseña a su hijo, sacará provecho de él, entre sus
conocidos de él se gloriará.
El que instruye a su hijo, pondrá celoso a su enemigo, y
ante sus amigos se sentirá gozoso.
Murió su padre, y como si no hubiera muerto, pues dejó
tras de sí un hombre igual que él.
En su vida le mira con contento, y a su muerte no se
siente triste.
Contra sus enemigos deja un vengador, y para los
amigos quien les pague sus favores.
El que mima a su hijo, vendará sus heridas, a cada grito
se le conmoverán sus entrañas. Caballo no domado, sale
indócil, hijo consentido, sale libertino. No le des libertad
en su juventud, y no pases por alto sus errores. Doblega
su cerviz mientras es joven, castígalo cuando es niño, no
sea que, volviéndose indócil, te desobedezca, y sufras
por él amargura de alma. Enseña a tu hijo y trabaja en él,
para que no tropieces por su desvergüenza.
Día noveno:
Toda la vida de la familia debe estar iluminada por
Cristo.
(Colosenses 3,12-17): “Revestios, pues, como elegidos
de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia,
de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia,
soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente,
si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os
perdonó, perdonaos también vosotros. Y por encima de
todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la
perfección. Y que la paz de Cristo presida vuestros
corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un
solo Cuerpo. Y sed agradecidos.
La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su
riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría,
cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados, y todo
cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a
Dios Padre.”
Oración a San Rafael Arcángel.
Gloriosísimo príncipe San Rafael antorcha dulcísima de
los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del
todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus
providencias ejecutor de sus ordenes secretario de sus
arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán,
amigo de tus devotos compañero de los caminantes
maestro de la virtud protector de la castidad socorro de
los afligidos medico de los enfermos auxilio de los
perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de
los caudales de Dios. Tu eres ángel santo, uno de
8. aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean al trono
del altísimo.
Confiados en el grande amor que has manifestado a los
hombres te suplicamos humildes nos defiendas de las
asechanzas y tentaciones del demonio en todos los
pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de
nosotros los peligros del alma y cuerpo poniendo freno a
nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que
nos tiranizan, que derribes en todas partes y
principalmente en el mundo católico el cruel monstruo de
las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.
Te pedimos también con todo el fervor de nuestro
espíritu, hagas se dilate y extienda más el santo
evangelio, con la práctica de la moral. Que asistas al
romano pontífice y a los demás pastores y concedas
unidad en la verdad a las autoridades y magistrados
cristianos.
Por ultimo te suplicamos nos alcances del trono de Dios
a Quién tan inmediato asistes, el inestimable don de la
gracia, para que por medio de ella seamos un día
vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amen
Oración a San Rafael para el matrimonio
Bendito San Rafael, tú que auxiliaste a Tobías, te pido
que mantengas la unidad de mi matrimonio, llenando
nuestras vidas de amor, comprensión y ternura, y borres
para siempre jamás, los sinsabores, las dudas, los celos
y otras miserias humanas.
"Glorioso Arcángel San Rafael, medicina de Dios, que
guiaste a Tobías en su viaje para cobrar la deuda de
Gabelo, le preparaste un feliz matrimonio y devolviste la
vista a su anciano padre Tobit, guíanos en el camino de
la salvación, ayúdanos en las necesidades, haz felices
nuestros hogares y danos la visión de Dios en el cielo.
Señor, que diste a tu hijo Tobías como compañero de
viaje al Arcángel Rafael, concédenos la gracia de estar
siempre protegidos por su custodia y asistidos por sus
auxilios. Por Jesucristo Nuestro Señor, que vive y reina
por siempre. Amén.
Oracion a San Rafael Arcangel.
Arcángel San Rafael, que dijiste: «Bendecid a Dios todos
los días y proclamad sus beneficios. Practicad el bien y
no tropezaréis en el mal. Buena es la oración con ayuno,
y hacer limosna mejor que atesorar oro», te suplico me
acompañes en todos mis caminos y me alcances gracias
para seguir tus consejos. Amen.
Padre Misericordioso, que hiciste al hombre y mujer,
y desde el principio de su creación los uniste en matrimonios
indisoluble; Tú, que designaste esa unión a los maravillosos
fines del amor conyugal, de la
procreación y educación de sus hijos; Tú, que por boca de
Jesucristo Tu hijo nos ordenaste: “Lo que Dios ha unido, no lo
separe el hombre”; por la intercesión de María Santísima,
Reina de la familia,
Te suplicamos de todo corazón, que hagas cada día más firme
en nosotros el vínculo conyugal, para que según tus amorosos
designios, la familia originada en el matrimonio indisoluble sea
de veras el fundamento de nuestra sociedad, y la esperanza
más luminosa del futuro de nuestra Patria. Te lo pedimos por
cristo nuestro Señor,
AMÉN