La exigencia de publicar para profesores universitarios modificó hace unos años el panorama de las revistas científicas. En España, con unas tres mil publicaciones periódicas de las que el 70 por ciento aproximadamente son de Ciencias Sociales y Humanidades, el nivel de calidad es medio-alto. En este artículo se recogen unas declaraciones de Adelaida Román, una de las últimas responsables del portal Latindex.
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Sube el listón de la calidad para las revistas científicas
1. revistas universitarias
Sube el listón de la calidad
para las revistas científicas
por Javier Badía
«Las publicaciones científicas, y las revistas entre
ellas, son un reflejo del estado de la investigación
en cada campo concreto de la ciencia». Adelaida
Román sabe mucho de revistas científicas. Creo
no exagerar si afirmo que esta investigadora del
CINDOC, que se ha jubilado hace pocos meses,
es la persona que más sabe en España de este
asunto. Desde 1995 ha estado trabajando en
la evaluación de las publicaciones de Ciencias
Sociales y Humanidades. A ella me he dirigido,
con la seguridad de acertar, cuando «Unelibros»
me ha encargado este artículo sobre revistas
científicas. Han pasado cinco años desde que
dejé la Junta Directiva de la entonces AEUE
y eso es muchísimo tiempo en el mundo de las
publicaciones científicas.
«Las revistas en España van a mejor».
Y eso, contando con un panorama muy
cambiante, en el que asistimos «sin
parar al nacimiento y a la desaparición
de muchas cabeceras». Lo cierto, afirma
Adelaida Román, «es que el número no
disminuye, pero no todas las que nacen
perduran». Precisamente por eso, las
bases de datos bibliográficas solo aceptan
publicaciones a partir del segundo o tercer
año de edición continuada. Un fenómeno
creciente es el de las revistas que nacen
directamente en soporte electrónico. Si
hablamos de revistas científicas estamos
hablando de comunicación científica. Es
decir, de la necesidad de los investigadores
de difundir el producto de su trabajo. En
ese sentido, internet es el canal perfecto.
Permite el acceso a texto completo a
cualquier lector, en cualquier lugar del
mundo y en cualquier momento. Esta
circunstancia provoca un fuerte aumento
de las consultas y de las descargas. A la
postre, aumenta su impacto, pues cada
vez son más citadas. Y esto es así, aunque
Adelaida Román hace una advertencia:
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libros N.º 19 Otoño 2009
«A medio plazo el proceso de mejora se
saldará con una disminución de títulos
de revistas en algunas áreas. Es difícil
pensar que haya posibilidad de abastecer
de artículos a las cerca de 2.500 revistas
de Humanidades y Ciencias Sociales [casi
un 70 por ciento del total], de manera que
reciban los suficientes originales como
para optar sólo a publicar los mejores».
La calidad editorial es ahora mismo el gran
reto. La exigencia de publicar para los
profesores universitarios que conlleva el
reconocimiento de tramos de investigación
desde hace pocos años ha contribuido de
manera acelerada al cambio del paisaje.
Para el profesor Rafael Ruiz, del grupo
de investigación de la Universidad de
Granada «Evaluación de la Ciencia y de
la Comunicación Científica», este asunto
ha sido determinante. Tanto la Agencia
Nacional de Evaluación de la Calidad y
Acreditación (ANECA) primero, como
la Comisión Nacional Evaluadora de la
Actividad Investigadora (CNEAI) después,
han fijado los criterios para la acreditación
del profesorado y evaluación de sexenios.
También para Adelaida Román, la CNEAI
ha subido el listón en cuanto al tipo de
publicaciones que se tienen en cuenta y
«las exigencias mínimas aceptables son
mayores y están cada vez más explícitas
en las convocatorias». En consecuencia,
«los editores de las revistas científicas,
también en las áreas de Humanidades y
Ciencias Sociales, cuidan más la calidad,
tanto editorial como de contenidos de sus
revistas y los autores son más selectivos
a la hora de elegir una publicación para
enviar sus originales».
«En cuanto a la calidad
creo que en las Ciencias
Sociales y Humanidades tenemos en
nuestro país excelentes revistas en todos
los aspectos, y otras muchas que, siendo
buenas en sus contenidos, tienen defectos
formales fácilmente subsanables si los
editores se ponen a ello». Pero solo un
«porcentaje modesto» de los algo más
de dos millares de títulos de estas dos
áreas se puedan calificar como «revistas
de excelencia». Aunque es incorrecto en
general hacer comparaciones entre revistas
de diferentes ámbitos disciplinares, las
diferencias que se puedan establecer
con las revistas de Ciencias Exactas o
Ciencias de la Salud, serán relativas a
contenidos, métodos de investigación o
tradiciones científicas, no por la calidad de
la investigación ni de las publicaciones.
La calidad tampoco tiene que ver con el
idioma en que se escribe, aunque tenga
que ver con la incidencia en la difusión
internacional. Tampoco tiene que ver la
calidad, afirma Adelaida Román, con el
soporte (papel o digital).
2. En un reciente estudio (2006) de la
profesora de la Universidad de Valencia
Julia Osca Lluch se recogen algunos
datos referidos a las aproximadamente
tres mil revistas científicas que se editan
en España. Por ejemplo, que el área con
un mayor porcentaje de revistas es el de
Ciencias Sociales (42 por ciento), al que
le sigue Humanidades (25 por ciento) y,
a mayor distancia, Ciencias de la Salud
(19 por ciento). El idioma utilizado era
el español (72 por ciento), seguido del
inglés (13 por ciento) y el catalán (7 por
ciento), aunque esto, naturalmente, tiene
sus matices por áreas: el inglés supera
el 23 por ciento en el caso de Ciencias
Exactas. Muy interesantes también los
datos que nos ofrece el estudio sobre
las entidades editoras: predomina la
universidad, con un 27 por ciento, seguida
por editoras comerciales, con un 22
por ciento. Y también aquí hay matices
importantes que hacer, porque realmente la
universidad solo es la editora mayoritaria
en el caso de las Humanidades (40 por
ciento) y de las Ciencias Sociales
(32 por ciento). Las editoriales comerciales
ganan esta partida en Ciencias de la Salud
(43 por ciento), Ciencias Agrarias (41 por
ciento) e Ingeniería y Tecnología (35 por
ciento). En este estudio, sin embargo, no
se especifica que las 811 revistas editadas
por las universidades correspondan a
sus servicios de publicaciones. Según
el Directorio de UNE (2007-2008) los
servicios de publicaciones de las 48
universidades públicas y privadas tienen la
responsabilidad directa de 426 cabeceras
(un 14 por ciento de total). Es decir, que
son casi otras tantas revistas (algo menos
de 400) las que se publican en el ámbito
universitario, pero fuera de sus servicios
editoriales. Por último, y en cuanto al
soporte, todavía es mayoritario el papel
(60 por ciento), aunque la disponibilidad
combinada en papel y electrónica está
ya en un 31 por ciento (sobre todo por la
digitalización de colecciones completas)
y sólo electrónicas (prácticamente on
line), en un 9 por ciento, pero creciendo
rápidamente.
Adelaida Román ha sido responsable, con
el grupo de investigación «Evaluación
de publicaciones científicas», del
CSIC, del desarrollo y mantenimiento
en España del portal Latindex. Esta
web recoge más de 20.000 títulos del
área iberoamericana, que cumplen
con los requisitos de normalización
internacionalmente admitidos en la
edición de revistas científicas. Estar en el
Catálogo Latindex, tanto en España, como
en Iberoamérica es «sinónimo de tener un
certificado de calidad editorial, avalado
e incuestionable». En este momento,
los grupos de trabajo de la Universidad
de Granada (EC3) y del CSIC para la
evaluación de las revistas trabajan ya para
fusionar sus plataformas
(IN-RECS, In-RECJ y RESH) y ofrecer
así un referente internacional a través
de la Red para las revistas españolas de
Humanidades y Ciencias Sociales.
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