¿Es necesario renunciar al uso del español en la Red para la comunicación científica? Algunos sostienen que, también para las Ciencias Sociales y las Humanidades, siempre es mejor en inglés. Pero resulta que científicos e investigadores en decenas y decenas de universidades iberoamericanas se comunican entre sí en español, su lengua materna. Yo apuesto por cuidar y poner en valor la lengua española en el campo científico.
1. revistas científicas
A favor del español para
comunicar ciencia
por Javier Badía
Socio de honor de la UNE
Pertenezco a una sociedad científica
de periodismo que publica su propia
revista especializada. En la reunión
anual, celebrada recientemente, sus
responsables plantearon algunos cambios
en relación con el idioma. Solo se
aceptarán artículos en inglés o en alguna
lengua derivada del latín. Ahora se
publica en español, con índice, titulares,
resúmenes y palabras clave también en
inglés. La versión en soporte papel
se publicaría solo en inglés; la versión
para la Red, en la lengua materna del
autor o autores (siempre que sea derivada
del latín) y en inglés. Así, si el artículo
aceptado ha llegado en catalán o en
francés, se traducirá al inglés, pero
no al castellano. Hay que decir que
quienes colaboran fundamentalmente en
esta revista son profesores de Periodismo
de diversas universidades españolas
(públicas y privadas: todas las que
tienen estudios de Comunicación) y que
se aceptan trabajos de investigadores
extranjeros. La revista cuenta con
evaluadores externos. En resumen,
se trata de una revista científica de
Comunicación hecha en España por
profesores e investigadores españoles
que solo publica en inglés en papel y
que para la Red, además del inglés,
publica en castellano, gallego, catalán,
francés, italiano, portugués, rumano…
(todas, derivadas del latín) en igualdad
de condiciones. Según los responsables
de esta revista, no hay otra para el
reconocimiento científico de los
trabajos.
Este planteamiento de entrada, con el que
expresé mi discrepancia, me ha llevado
a la reflexión. No hay duda de que la
lengua dominante para la transmisión
de la ciencia es el inglés. Auténtica
lingua franca en la comunicación
científica. Por supuesto, estoy a favor
de la promoción de otras lenguas
minoritarias hispánicas (portugués,
gallego, catalán…). Entiendo lo del
ahorro de papel en tiempos de crisis,
que lleva a publicar en una sola lengua
(inglés). Pero, ¿por qué renunciar al
español en la Red? Internet es difusión
y, por tanto, visibilidad. Las revistas
científicas españolas se publican en
abierto (open access); desde luego eso es
así para las editadas por las universidades
y centros públicos de investigación. Hay
que recordar que el español lo hablan en
el mundo más de quinientos millones
de personas (si incluimos aquéllas que
lo han aprendido como lengua extranjera)
y que es lengua oficial en veinte
países. Solo en Estados Unidos son cerca
de 50 millones de hispanohablantes.
Científicos e investigadores en decenas
de universidades iberoamericanas se
comunican entre sí en español, su lengua
materna. Y habrá que recordar que entre
las grandes lenguas de comunicación
internacional, solo el español ha logrado
consensuar los tres códigos fundamentales
de toda lengua culta: gramatical (la
Gramática), léxico (el Diccionario) y
ortográfico (la Ortografía).
Hasta aquí hemos llegado porque los
índices de referencia que recogen los
centros de documentación, bibliografía
e impacto científico están en Estados
Unidos. O porque los investigadores no
anglohablantes se ven obligados a citar
bibliografía procedente de los países
anglosajones. O porque las normas de
impacto internacional las determinan los
centros de bibliografía y documentación
anglosajones. Y no parece importar
que la afluencia masiva a tales índices,
en busca del reconocimiento de la
investigación, desemboque en que se
descarten artículos de calidad (por
malas traducciones). En definitiva, hay
un efecto en cadena que parece atribuir
mayor calidad a cualquier revista que
se publique en inglés frente a las que se
publican en otras lenguas.
No se trata de competir con el inglés,
empeño inútil. Pero sí se trata de cuidar
y poner en valor la lengua española.
Ser generador de innovación constituye
un extraordinario factor de reputación
internacional. Hacer que los hallazgos
científicos se expresen en español, sin
excluir a otras lenguas, constituye un
factor que transmite reputación a nuestro
idioma.
La importancia cuantitativa del español
(segundo idioma internacional, detrás del
inglés) parece clara. También parece claro
el prestigio del inglés, en tanto en cuanto
su conocimiento permite el acceso directo
a la producción científica y cultural
de una comunidad a la que se otorga
capacidad de liderazgo en los ámbitos
económico, científico y cultural. La lengua
transfiere el prestigio de la comunidad
que la habla: cuanto más prestigiosa sea
esa comunidad, mayor será el interés por
conocer su lengua.
libros N.º 25 Otoño 2012
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