Este documento presenta cinco principios para lograr el éxito en la vida según el pasaje de Josué 1:1-9. Estos principios son: 1) esforzarse, 2) ser valiente, 3) meditar en la Palabra de Dios día y noche, 4) vivir de acuerdo a las Escrituras, y 5) confiar en Dios. El autor argumenta que solo es posible tener éxito en la vida a través del poder y la presencia de Dios.
1. “Un Llamado Al Éxito”
Rubén Pérez Torres, D. Min.; Th. D.
Esta época debe ser un momento para reflexionar en cómo convertirnos en una comunidad de
hombres y mujeres exitosos en todos los aspectos de nuestra vida. Alguien ha dicho: «El éxito
no es nunca un obsequio, sino una conquista». Todos queremos ser personas exitosas, que
alcancemos nuestras metas en nuestra existencia y que nos sintamos realizados. Sin
embargo, no todo el mundo logra ese propósito.
Nuestro Padre celestial desea que seamos personas exitosas, por eso en su Palabra nos ha
dejado unos postulados que pueden convertirse en la clave de nuestro triunfo personal. A un
individuo como tú y como yo Él le dijo: «8Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo
que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien». (Jos.1:8).
En el pasaje de Josué 1:1-9 encontramos "Un Llamado al Éxito" y ese será el tema de
nuestro ensayo en esta ocasión. En este versículo, que acabamos de mencionar, hallamos
5 principios para una vida exitosa. (1) El primero de ellos se destaca cuando Dios le
dice a Josué: «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas» (1:9). El
esfuerzo es un requisito indispensable para el éxito. Eugenio María. De Hostos dijo: «Vida
sin voluntad no es vida, vivir es querer y hacer». El querer acompañado del hacer es el
esfuerzo.
Josué tuvo en ese momento el desafío más grande de su vida. Moisés el gran caudillo
de Israel había muerto (1:1) y Dios lo escogió a él para sustituirlo (1:2). El nuevo líder tenía
que conducir al pueblo israelita hasta la tierra prometida. Cualquier empresa que tú inicies en
tu vida: el matrimonio, los estudios, tu trabajo personal y los negocios requerirán de mucho
esfuerzo. (2) No basta con el esfuerzo se requiere un segundo elemento: la valentía. A Josué
se le dijo: «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente». José Martí no se equivocó
cuando exclamó: «Hay que prever y marchar con el mundo. La gloria no es de los que van para
atrás, sino para adelante. Los flojos repelen, los grandes adelantan. Esta es tarea de grandes».
Grandes en espíritu, en valentía.
Hay que ser valiente para enfrentar los conflictos y encarar las situaciones adversas y así
triunfar. Josué fue valiente no temió ni desmayó y decidió realizar la tarea colosal que Dios le
había asignado. Sin embargo, la verdadera clave de su éxito consistió en estos últimos y más
importantes principios que estos versos nos presentan: (3) El tercero fue ubicar la Palabra de
Dios como el manual para su vida exitosa: «8Nunca se apartará de tu boca este libro de
la ley…». La Tora o la Ley era fundamental para el pueblo de Israel y la primera parte de
lo que luego se llamó el TANAK. La poetisa Gabriela Mistral escribió: “La Biblia para
mí es el libro no puedo entender como alguien pueda vivir sin ella”. El texto nos
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2. invita a tomar en serio las escrituras al decir: “sino que de día y de noche meditarás en
él”.
El salmista no se equivocó cuando exclamó: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y
lumbrera a mi camino”(Sal.119:105). Jesús, el maestro por excelencia, enseñó:
“
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn.5:39).
La Biblia como ningún otro libro ha producido impacto significativo en la vida de
muchos hombres y mujeres que han brillado en la historia. Entre ellos podemos
mencionar a Agustín y a Lutero. El primero oyó la voz de Dios que le dijo: 11Y esto,
conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está
más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos…”(Rom.13:11-14). El
segundo, leyendo Romanos 1:16-17, descubrió la justificación por la fe, que es el corazón
del protestantismo. (4) El cuarto principio para una vida exitosa en el Señor es no sólo
leer la Biblia, sino sobre todo vivir su mensaje y enseñanzas. A Josué se le indicó: “para
que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien».
Precisamos de la intervención del Espíritu Santo. para poder entender y cumplir
fielmente la Palabra de Dios. Jesucristo es la primera palabra del Creador (Jn.1:1-2), con
la ayuda e iluminación del Santo Espíritu comprenderemos su mensaje y pondremos en
práctica sus preceptos. De otra manera Él tendrá que decirnos lo que le declaró a los
saduceos: “Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios” (Mt.22:29).
(5) El quinto y el más importante principio es la confianza en Dios. «Mira... porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas». La confianza en Dios es creer
en Él y aceptar su presencia y compañía en nuestra vida. «Porque creyendo en Dios en todo
caso nada se pierde, pero se puede ganar todo». «Creer significa que la vida tiene sentido».
Josué se esforzó, fue valiente, tomó muy en cuenta la Palabra de Dios y la cumplió, y
especialmente confío en nuestro Dios y aun enfrentándose a 31 reyes los derrotó y
conquistó la tierra anhelada. En este momento el Señor te dice: «Mira... Esfuérzate, se valiente
y confía en Dios y lograrás lo que te has propuesto convirtiéndote así en una persona de
éxito».
¿Podremos realmente ser exitosos en el día de hoy? Mi respuesta es: solamente es
posible en el nombre y el poder de nuestro Señor. Ilustrémoslo así: «Una pelota de
baloncesto en mis manos vale unos $19.00. Una pelota de baloncesto en las manos de
Michael Jordan valía alrededor de $33,000.00. Todo depende de en manos de quién está
el asunto. Una raqueta de tenis en mis manos no sirve para nada. Una raqueta de tenis en
manos de Pete Sampras, significaba el Campeonato en Wimbledon. Todo depende de en
manos de quién está el asunto.
Una honda en mis manos es un juego de niños. Una honda en manos de David fue el
arma de la victoria del Pueblo de Dios. Todo depende de en manos de quién está el
asunto. Dos panes y cinco peces en mis manos son un par de emparedados de pescado.
Dos panes y cinco peces en manos de Jesús fueron el alimento para miles. Todo depende
de en manos de quién está el asunto.
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3. Unos clavos en mis manos pueden servir para construir una pajarera o jaula de
pájaros. Unos clavos en las manos de Jesucristo produjeron la Salvación de toda la
humanidad. Todo depende de en manos de quién está el asunto. Como has visto todo
depende de en manos de quién está el asunto.
Pon tus proyectos, tus preocupaciones, tus miedos, tus deseos, tus sueños, tu familia y
tus relaciones en manos de Dios. Tú decides- -en tus manos con tus propias fuerzas o en
las manos de Dios con las fuerzas de ambos. No olvides ‘TODO DEPENDE DE EN
MANOS DE QUIÉN ESTÁ EL ASUNTO’. ¿Y tus asuntos en manos de quién están?
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