1. 444 Chávez García Luis Abraham
Reporte del libro de Antología del Modernismo 1884-1921 Tomo Primero
Recopilación de José Emilio Pacheco
Esta recopilación muestra solo poemas sobre el modernismo, movimiento literario del
siglo XXI que cuyos temas eran el desamor, el amor imposible, la soledad, y algunos
poemas de amor, esta edición fue hecha especialmente para la Universidad Nacional
Autónoma de México, este libro consta de una gran cantidad de poemas, hechos por
figuras del Modernismo, como fueron Manuel Gutiérrez Nájera, Luis G. Urbina, y
Salvador Díaz Mirón.
José Emilio Pacheco (recopilador) es uno de los más exitosos escritores en México, y se
gano el Premio de Cervantes en el 2009. Nació en 1939 en el DF.
Su estilo de escritura es claro, y convencional, y sus temas son el tiempo, como se vio en
su obra llamada Batallas en el Desierto en el cual dejo que transcurriera el tiempo cuando
Carlos volvió a escuchar de Mariana, y fue a buscarla.
Manuel Gonzáles Nájera fue un autor nacido en 1859 en la Ciudad de México y murió en
el año de 1895, en la Ciudad de México. Desde los 13 años empezó a publicar artículos
periodísticos, y fue convirtiéndose en uno de los precursores que trajeron el modernismo
a México, y junto a otros poetas y escritores fundaron la Revista Azul, el órgano de
difusión del Modernismo en México, a pesar de haber muerto antes de los 40 años, 36
para ser exacto, fue uno de los iconos del modernismo en México, y La Duquesa de Job
fue uno de sus poemas mas famosos, y mas queridos en México.
2. En este libro había poemas muy interesantes, aunque 3 poemas de Manuel Gonzáles
Nájera, fueron los que mas me gustaron:
• La Duquesa de Job: Manuel hace una descripción casi completa de una mujer,
diciendo que aunque esa mujer no tenga alhajas, ella es una mujer hermosas por
esos ojos verdes que tiene principalmente.
• Ondas Muertas: Este poema me gusto porque describe a unas olas que la gente
goza, que esas olas tienen sentimientos, y están felices, muy brillantes, y las
personas se bañan en ellas y se divierten, pero en lo más profundo, hay olas que la
gente olvida, que no saben de su existencia, que son oscuras y profundas.
• Para Menú: Este poema me agrado porque describen a los diferentes tipos de
mujer por bebidas, ya sea por el color de sus ojos, su cabello, etc.
La Duquesa de Job
En dulce charla de sobremesa, no es la criadita de pies nudosos,
mientras devoro fresa tras fresa, ni la que sueña con los gomosos
y abajo ronca tu perro Bob, y con los gallos de Micoló.
te haré el retrato de la duquesa
que adora a veces al duque Job. Mi duquesita, la que me adora,
no tiene humos de gran señora:
No es la condesa de Villasana es la griseta de Paul de Kock.
caricatura, ni la poblana No baila Boston, y desconoce
de enagua roja, que Prieto amó; de las carreras el alto goce
3. y los placeres del five o'clock. hasta la esquina del Jockey Club,
no hay española, yanqui o francesa,
Pero ni el sueño de algún poeta, ni más bonita ni más traviesa
ni los querubes que vio Jacob, que la duquesa del duque Job.
fueron tan bellos cual la coqueta
de ojitos verdes, rubia griseta, ¡Cómo resuena su taconeo
que adora a veces el duque Job. en las baldosas! ¡Con qué meneo
luce su talle de tentación!
Si pisa alfombras, no es en su casa; ¡Con qué airecito de aristocracia
si por Plateros alegre pasa mira a los hombres, y con qué gracia
y la saluda madam Marnat, frunce los labios —¡Mimí Pinsón!
no es, sin disputa, porque la vista,
sí porque a casa de otra modista Si alguien la alcanza, si la requiebra,
desde temprano rápida va. ella, ligera como una cebra,
sigue camino del almacén;
No tiene alhajas mi duquesita, pero, ¡ay del tuno si alarga el brazo!
pero es tan guapa, y es tan bonita, ¡Nadie se salva del sombrillazo
y tiene un perro tan v'lan, tan pschutt; que le descarga sobre la sien!
de tal manera trasciende a Francia,
que no la igualan en elegancia ¡No hay en el mundo mujer más linda!
ni las clientes de Hélene Kossut. Pie de andaluza, boca de guinda,
sprint rociado de Veuve Clicquot,
Desde las puertas de la Sorpresa talle de avispa, cutis de ala,
4. ojos traviesos de colegiala
como los ojos de Louise Theo. Y los domingos, ¡con qué alegría!,
oye en su lecho bullir el día
Ágil, nerviosa, blanca, delgada, ¡y hasta las nueve quieta se está!
media de seda bien restirada, ¡Cuál se acurruca la perezosa
gola de encaje, corsé de crac, bajo la colcha color de rosa,
nariz pequeña, garbosa, cuca, mientras a misa la criada va!
y palpitantes sobre la nuca
rizos tan rubios como el coñac. La breve cofia de blanco encaje
cubre sus rizos, el limpio traje
Sus ojos verdes bailan el tango; aguarda encima del canapé.
nada hay más bello que el arremango Altas, lustrosas y pequeñitas,
provocativo de su nariz. sus puntas muestran las dos botitas,
Por ser tan joven y tan bonita, abandonadas del catre al pie,
cual mi sedosa, blanca gatita,
diera sus pajes la emperatriz. Después, ligera, del lecho brinca,
¡oh quién la viera cuando se hinca
¡Ah! Tú no has visto cuando se peina, blanca y esbelta sobre el colchón!
sobre sus hombros de rosa reina ¿Qué valen junto de tanta gracia
caer los rizos en profusión. las niñas ricas, la aristocracia,
Tú no has oído que alegre canta, ni mis amigas del cotillón?
mientras sus brazos y su garganta
de fresca espuma cubre el jabón. Toco; se viste; me abre; almorzamos;
5. con apetito los dos tomamos Las primeras, al fin, sorprendidas,
un par de huevos y un buen beefsteak, por el hierro de rocas taladra,
media botella de rico vino, en inmenso penacho de espumas
y en coche, juntos, vamos camino hervorosas y límpidas saltan.
del pintoresco Chapultepec.
Desde las puertas de la Sorpresa Mas las otras, en densa tiniebla,
hasta la esquina del Jockey Club, retorciéndose siempre resbalan,
no hay española, yanqui o francesa, sin hallar la salida que buscan,
ni más bonita ni más traviesa a perpetuo correr condenadas.
que la duquesa del duque Job.
-Manuel Gutiérrez Nájera(1884)
A la mar se encaminan los ríos,
Ondas Muertas y en su espejo movible de plata,
van copiando los astros del cielo
En la sombra debajo de tierra,
o los pálidos tintes del alba:
donde nunca llegó la mirada,
se deslizan en curso infinito
silenciosas corrientes de agua.
ellos tienen cendales de flores,
en su seno las ninfas se bañan,
fecundizan los fértiles valles,
y sus ondas son de agua que canta.
6. En la fuente de mármoles níveos, ¡Cuán distinta la negra corriente
juguetona y traviesa es el agua, a perpetua prisión condenada,
como niña que en regio palacio la que vive debajo de tierra
sus collares de perlas desgrana; do ni yertos cadáveres bajan!
ya cual flecha bruñida se eleva, La que nunca la luz ha sentido,
ya en abierto abanico se alza, la que nunca solloza ni canta,
de diamantes salpica las hojas esa muda que nadie conoce,
o se duerme cantando en voz baja. esa ciega que tiene esclava.
En el mar soberano las olas Como ella, de nadie sabidas,
los peñascos abruptos asaltan; como ella, de sombras cercadas,
al moverse, la tierra conmueve sois vosotras también, las oscuras
y el tumulto los cielos escalan. silenciosas corrientes de mi alma.
Allí es vida y es fuerza invencible, ¿Quién jamás conoció vuestro curso?
allí es reina colérica el agua, ¡Nadie a veros benévolo baja!
como igual con los cielos combate Y muy hondo, muy hondo se extienden
y con dioses monstruosos batalla. vuestras olas cautivas que callan.
7. Y si paso os abrieran, saldríais, los verdes y claros son vino del Rhin.
como chorro bullente de agua,
que en columna rabiosa de espuma Las bocas de grana son húmedas fresas;
sobre pinos y cedros se alza. las negras pupilas escancian café;
son ojos azules las llamas traviesas,
que trémulas corren como almas del té.
Pero nunca jamás, prisioneras,
sentiréis de la luz la mirada: La copa se apura, la dicha se agota;
¡seguid siempre rodando en la sombra, de un sorbo tomamos mujer y licor...
silenciosas corrientes del alma! Dejemos las copas... ¡Si queda una gota,
que beba el lacayo las heces de amor!
-Manuel Gutiérrez Nájera (1887)
Para un Menú
Las novias pasadas son copas vacías;
en ellas pusimos un poco de amor;
el néctar tomamos... huyeron los días...
¡Traed otras copas con nuevo licor!
Champán son las rubias de cutis de
azalia;
Borgoña los labios de vivo carmín;
los ojos obscuros son vino de Italia,
8. Conclusión
Los poemas todos tienen un ritmo, el primero es de versos, mientras los 2 últimos son en
prosa, además todos tienen métrica, y el primero que es de versos, tiene rima.
Opinión General
A mi realmente me gustaron varios poemas, aunque no tuve tiempo de analizarlos todos,
casi todos los que leí me parecieron interesantes, y tiene poemas muy interesantes de lo
que fue el Modernismo, además de que el recopilador es un escritor muy famoso, y los
poemas fueron escritos por figuras e iconos del Modernismo en México.
Bibliografía
Pacheco, José Emilio (1970). Antología del Modernismo 1884-1921 Tomo Primero.
UNAM. México, DF