Pedro nació en Betsaida y era pescador en el mar de Galilea hasta que dejó su casa para unirse a Jesús como uno de sus primeros discípulos. Pedro destacó entre los discípulos por su fuerte personalidad y cercanía a Jesús, quien lo nombró "piedra" sobre la que edificaría su iglesia. Aunque negó tres veces conocer a Jesús cuando fue arrestado, después se dedicó a propagar sus enseñanzas. Según la tradición, Pedro se trasladó más tarde a Roma, donde ejer
1. SIMÓN
PEDRO
Nombres: Mª de los Ángeles Bruna.
Alondra Zamorano.
Curso: 7º Básico.
Asignatura: Religión.
Profesor: Christian Fuente Alba.
2. LA VIDA DE PEDRO…
Ignoramos el año exacto del nacimiento de
San Pedro, pero sí sabemos que nació en
Betsaida, una aldea campesina y marinera
tendida en la ribera occidental del lago
Tiberiades, donde vivía con su esposa
dedicado a las tareas salobres de la pesca.
3. PEDRO Y JESÚS…
Era un pescador del mar de Galilea, hasta que dejó su
casa de Cafarnaúm para unirse a los discípulos de
Jesús en los primeros momentos de su predicación.
San Pedro carecía de estudios, pero pronto se
distinguió entre los discípulos por su fuerte
personalidad y su cercanía al maestro. El sobrenombre
de Pedro se lo puso Jesús al señalarle como la
«piedra» (petra en latín) sobre la que habría de edificar
su Iglesia.
Según el relato evangélico, San Pedro negó hasta tres
veces conocer a Jesús la noche en que éste fue
arrestado, cumpliendo una profecía que le había hecho
el maestro; pero arrepentido de aquella negación, su fe
no volvió a flaquear y, después de la crucifixión de
Jesús, se dedicó a propagar sus enseñanzas.
4. SUS ÚLTIMOS AÑOS…
Los últimos años de la vida de San Pedro están
envueltos en la leyenda, pues sólo pueden
reconstruirse a partir de relatos muy posteriores.
Posiblemente se trasladó a Roma, donde habría
ejercido un largo apostolado, justificativo de la futura
sede del Papado, pues la Iglesia romana considera a
San Pedro el primero de sus papas. Allí fue detenido
durante las persecuciones de Nerón contra los
cristianos, y murió crucificado. Una tradición poco
contrastada sitúa su tumba en la colina del Vaticano,
lugar en donde el emperador Constantino hizo levantar
en el siglo IV la basílica de San Pedro y San Pablo.