Los líderes religiosos judíos se reunieron en secreto para conspirar contra Jesús, a quien odiaban. Buscaron testigos falsos para acusarlo falsamente y condenarlo por blasfemia, a pesar de que Jesús se declaró a sí mismo como el Hijo de Dios y el salvador profetizado. Cristo sufrió intensamente bajo los ultrajes de aquellos a quienes había creado, recibiendo toda indignidad a manos de seres humanos, a pesar de estar haciendo un sacrificio infinito en favor de la humanidad.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Pasos de Justicia - Tema 4 Semana Santa
1.
2.
3. Vivimos en un tiempo cuando cada vez
desconfiamos más de la justicia, pero al
mismo tiempo es cuando más
necesitamos de justicia.
4.
5. Los escribas, los principales
maestros de la ley y los
ancianos estaban reunidos
en el palacio del Sumo
sacerdote Caifás.
Era tal el odio que tenían
hacia Jesús que estaban
reunidos fuera de hora, al
amparo de la noche y la
oscuridad.
6. Los líderes religiosos, los
estudiosos y maestros de las
profecías, los que debían
haber guiado al pueblo hacia
Dios y su mensaje, tramaban
en secreto el arresto y la
muerte de Jesús.
7. La intencionalidad de esos
líderes religiosos quedó al
descubierto. No se manejaron
por la justicia sino por los
prejuicios e intereses de sus
corazones egoístas.
8. Pedro no quería perderse el
final de la película. Seguía de
lejos, más por su curiosidad
de espectador que por su
compromiso de discípulo.
10. “Se presentaron muchos
testigos falsos” (v.60).
Entre tantos hubo dos que se
pusieron de acuerdo en el
“aporte de pruebas o
evidencias” en contra de
Jesús.
11.
12. El acepta y se declara ser el
Hijo de Dios. Eso significa el
Gran Yo Soy. Es la confesión
de su identidad divina. Es el
Creador, el Sustentador del
Universo.
13. “A partir de ahora, veréis al
Hijo del Hombre” No solo era
el Hijo de Dios, Dios mismo
en identidad y esencia, era
también el Hijo del Hombre.
14. El Hijo de Dios, el Hijo del
Hombre, es el mismo que
regresará como Juez para
restaurar definitivamente su
Universo original y liberarlo
definitivamente del pecado y
sus consecuencias.
17. “Cristo sufrió intensamente bajo los ultrajes y
los insultos. En manos de los seres a quienes
había creado y en favor de los cuales estaba
haciendo un sacrificio infinito, recibió toda
indignidad. Y sufrió en proporción a la
perfección de su santidad y su odio al pecado”
(El deseado de todas las gentes, p. 649).