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Genero residuos
1. GOBIERNO DEL ESTADO DE MEXICO
SECRETARÍA DE ECOLOGÍA
Deutsche Gesellschaft für
Technische Zusammenarbeit (GTZ) GmbH
(Agencia de Cooperación Técnica Alemana)
Marzo 2005
3. - I -
INDICE
Abreviaturas IV
Lista de Figuras VI
Lista de Tablas VIII
1. Introducción 1
2. Objetivos y Metodología 2
2.1 Objetivos del Estudio 2
2.1.1 Objetivo principal 3
2.1.2 Objetivos específicos 3
2.2 Metodología e instrumentos 3
2.3 Municipios seleccionados 5
2.4 Levantamiento primario de datos 6
2.4.1 Entrevistas en hogares, mercados, tianguis, comercios, barrido
y recolección 6
2.4.2 Entrevistas con responsables municipales 7
2.4.3 Entrevistas con personal de plantas de tratamiento (centros de
acopio, composteo) y disposición final 7
2.5 Levantamiento secundario de datos 8
2.6 Hipótesis 8
3. Las políticas públicas, los RSU y el género 8
3.1 El manejo de los RSU y las políticas públicas 8
3.2 El medio ambiente y los RSU en México 11
3.3 El concepto de género y las políticas públicas 12
3.3.1 Sexo y género 13
3.3.2 Equidad y transversalidad 13
3.3.3 El ámbito privado y el público, ausencias y presencias 14
3.3.4 El encuentro de los dos temas en las políticas públicas: RSU y
Género 17
4. - II -
3.3.5 Las políticas públicas sin la mirada directa hacia el género. El
proceso de repensar las ideas tradicionales sobre lo femenino y
lo masculino 18
3.3.6 Los indicadores y su utilidad en las políticas públicas
municipales 22
4. El Estado de México y los Municipios seleccionados 24
4.1 El Estado de México 24
4.2 Municipios seleccionados del Estado de México 25
5. Los actores y los datos 25
5.1 Actores normativos 25
5.1.1 Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) 26
5.1.2 Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del Estado de México
(SEGEM) 29
5.1.3 El Instituto Mexiquense de las Mujeres (IMM) 35
5.1.4 El IMM y la SEGEM 36
5.2 Actores en la gestión de RSU 37
5.2.1 Gobierno Municipal 37
5.2.2 Los Municipios y cómo entienden el papel de las mujeres 53
5.3 Actores generadores 54
5.3.1 Generadores de los residuos sólidos urbanos 54
5.3.2 Hogares 55
5.3.3 Comercio, Mercados y Tianguis 65
5.4 Actores en el manejo de RSU 70
5.4.1 Recolección 70
5.4.2 La pre-pepena 72
5.4.3 Barrido 73
5.4.4 Tratamiento de RSU 81
5.5 Otros actores 90
5.5.1 Sector educativo 90
5.5.2 Sindicato 93
5.5.3 Participación de la sociedad civil organizada 97
5.5.4 Pepenadoras y pepenadores 104
5. - III -
5.6 Conclusiones y recomendaciones 107
6. Resumen Ejecutivo 119
8. Bibliografía XI
Anexos XIV
6. - IV -
Abreviaturas
CECADESU Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable
CONMUJER Comisión Nacional de la Mujer
DG Director General
DGE Dirección General de Ecología
DGMA Dirección General de Medio Ambiente
DGMA Dirección de Género y Medio Ambiente
DGOP Dirección General de Obras Públicas
DGP Dirección General de Planeación
DGSP Dirección General de Servicios Públicos
DIF Desarrollo Integral de la Familia
EDOMEX Estado de México
GTZ Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ)
GmbH) (Agencia de Cooperación Técnica Alemana)
IMM Instituto Mexiquense de las Mujeres
INDESOL Instituto Nacional de Desarrollo Social
INMUJERES Instituto Nacional de las Mujeres
IPN Instituto Politécnico Nacional
MDM Millenium Development Goals (Metas de Desarrollo del Milenio)
MRSU Manejo de Residuos Sólidos Urbanos
NIPE Necesidades, Intereses, Problemas y Expectativas
NOM Normas Oficiales Mexicanos
LGEEPA Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Medio Am-
biente
LGPGIRS Ley General de Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos
ONGs Organizaciones No Gubernamentales
OSC Organizaciones de la Sociedad Civil
PEDEM Plan Estatal de Desarrollo del Estado de México
PEG Perspectiva de Género
PNUD Programa de Naciones Unidos para el Desarrollo
PNUMA Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
PRD Partido de la Revolución Democrática
PROEQUIDAD Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No
Discriminación contra las Mujeres
PRONAM Programa Nacional de la Mujer
RSM Residuos, Sólidos Municipales
RSU Residuos sólidos urbanos
SAGAR Secretaría de Agricultura y Ganadería
SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación
SCO Sociedad Civil Organizada
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEGEM Secretaría de Ecología del Gobierno del Estado de México
SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SEMARNAP Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca
SRA Secretaría de la Reforma Agraria
7. - V -
SUTEYM Sindicato Único de Trabajadores de los Poderes Municipios e Insti-
tuciones Descentralizadas del Estado de México
TdR Términos de Referencia
Ton / mes Toneladas por mes
UAEM Universidad del Estado de México
UAM Universidad Autónoma Metropolitana
UNAM Universidad Nacional Autónoma de México
UCPAST Unidad Coordinadora de Participación Ciudadana y Transparencia
UICN Unidad Mundial para la Conservación de la Naturaleza
UTFV Universidad Tecnológica Fidel Velásquez
8. - VI -
Lista de Figuras
Figura 1: Flujograma Cualitativo de los Residuos Sólidos 56
Figura 2: Separación de RSU en los hogares por Municipio 57
Figura 3: Separación de RSU en hogares de Capulhuac y Cuautitlán Izcalli y
los otros Municipios 58
Figura 4: Nivel de satisfacción con el servicio de recolección 61
Figura 5: Quién saca la basura de los hogares por tipo de Municipio 62
Figura 6: Conocimiento del término “reciclaje” en los hogares según nivel
socioeconómico 63
Figura 7: Conocimiento del término “inorgánico” en los hogares encuestados 64
Figura 8: Disposición a participar en la separación en la fuente de generación
(hogares) 65
Figura 9: Separación de la basura en tianguis, mercados y comercios 66
Figura 10: Organización de los mercados y tianguis 67
Figura 11: Nivel de organización por Municipio – Comercios, Tianguis y Mer-
cados 68
Figura 12: Nivel de satisfacción con el servicio de recolección – Comercio,
Tianguis y Mercados 69
Figura 13: Nivel de satisfacción por Municipio – Mercado, Tianguis y Comercio 69
Figura 14: Sexo del encuestado, trabajadores del barrido 74
Figura 15: Barrenderos/as que realizan pre-pepena 75
Figura16: Nivel de asociación de los barrenderos/as 78
Figura 17: Conocimiento del término “composta” con los barrenderos/as en-
cuestados. 78
Figura 18: Conocimiento del término “reciclaje” entre los barrenderos/as en-
cuestados 79
9. - VII -
Figura 19: Conocimiento del término “Centro de Acopio” entre los barren-
deros/as encuestados 79
Figura 20: Separación del PET por barrenderos/as 80
Figura 21: Flujograma de operaciones en el sistema de composteo en Capul-
huac 85
Figura 22: Persona que recoge basura y lugar (tianguis y mercado) 89
10. - VIII -
Lista de Tablas
Tabla 1: Encuestas aplicadas a Generadores y Operadores en seis Munici-
pios 7
Tabla 2: Prácticas e intereses estratégicos de género 20
Tabla 3: Municipios estudiados: población 25
Tabla 4: Informaciones básicas sobre el manejo de los RSU en los Munici-
pios seleccionados 39
Tabla 5: Acciones de educación ambiental realizadas en los Municipios se-
leccionados 43
Tabla 6: Participación de las mujeres en los cargos de elección y de direc-
ción de los servicios públicos de los Municipios seleccionados 47
Tabla 7: Personal trabajando en las diferentes etapas del manejo de RSU 49
Tabla 8: Quién separa en los hogares 59
Tabla 9: Quién saca la basura 60
Tabla 10: Frecuencia con la que pasa el camión 61
Tabla 11: Separación de basura por Municipio en tianguis, comercios y mer-
cados 67
Tabla 12: Presencia de Pepenadotes en la área de comercio, tianguis y mer-
cados 70
Tabla 13: Grado escolar del encuestado por tipo de Municipio 72
Tabla 14: Hijos/as de barrenderos/as que trabajan 75
Tabla 15: Género y salario 76
Tabla 16: Género y recepción de propina 76
Tabla 17: Género y alfabetización 77
Tabla 18: Género y antigüedad 77
11. - IX -
Tabla 19: Género y separación de comida por barrenderos/as 80
Tabla 20: Estudiantes hombres y mujeres ingresados y egresados de la Uni-
versidad Tecnológica Fidel Velásquez en cursos de la área ambien-
tal 91
Tabla 21: Centros educativos dedicados a temas ambientales 91
Tabla 22: Población escolar total 2002-2003 – Universidad Nacional Autóno-
ma de México 93
Tabla 23: Participación de la Sociedad Civil Organizada 100
12. - 1-
1. Introducción
Este estudio forma parte del “Proyecto de Apoyo a la Gestión de Residuos Sólidos” que
se realiza en el ámbito de la cooperación técnica entre el Gobierno de la República Fede-
ral de Alemania y el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, bajo la responsabilidad
de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (Deutsche Gesellschaft für Technische
Zusammenarbeit (GTZ) GmbH) y la Secretaria de Ecología del Gobierno del Estado del
México (SEGEM). Este proyecto objetiva el fortalecimiento de estructuras organizativas e
institucionales para la gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) con el objetivo de obte-
ner una mayor protección del medio ambiente de forma sustentable en el sector.
El presente estudio responde a la necesidad de contar con elementos que permitan cono-
cer las relaciones de poder y la participación de las mujeres y los hombres en el manejo
de los residuos sólidos urbanos (RSU). La comprensión que éste hace con relación a
promover una mayor equidad de género en el tema se basa en el interés de generar una
mayor conciencia sobre la necesidad, conveniencia y respuesta al interés oficial de adop-
tar la perspectiva de equidad de género (PEG) en las políticas públicas y operaciones
referidas a la generación de los RSU.
Hay dos conceptos centrales, o herramientas de trabajo, sobre la cual gira el estudio. Uno
es equidad1
, y el otro es transversalización2
.
Por equidad se entiende el acceso de las personas, mujeres y hombres, a la igualdad de
oportunidades y al desarrollo de la capacidad básica; esto significa que se deben eliminar
las barreras que obstaculizan las oportunidades económicas y políticas, así como el acce-
so a la educación y a los servicios básicos, de tal manera que las personas (hombres y
mujeres de todas las edades, condiciones y posiciones) puedan disfrutar de dichas opor-
tunidades y beneficiarse con ellas.
La transversalización de género en las políticas públicas se entiende como la decisión de
introducir y/o mantener la igualdad o paridad entre mujeres y hombres, las estrategias y
las intervenciones de desarrollo. Pretende asegurar que tanto las mujeres como los hom-
bres participen en la definición de los objetivos y en la planeación de manera que el desa-
rrollo cumpla con las prioridades y las necesidades de las mujeres y de los hombres.
1 CCIC-Match: “Dos mitades forman una unidad. El equilibrio del género en procesos de desarrollo”. En UICN,”Develando
el género”. 2002.
2 “Mainstreaming” en inglés
13. - 2-
La integración3
de la igualdad de género se concibe en la actualidad como un proceso que
sólo puede plantearse desde un enfoque transversal. El género se define como los roles
asignados socialmente a los hombres y las mujeres. La igualdad de género tiene una di-
mensión cuantitativa y otra cuantitativa: el aspecto cuantitativo implica una distribución
equilibrada de mujeres y hombres en todas las esferas de la vida pública y privada; el
aspecto cualitativo supone que el conocimiento, experiencias y los valores de mujeres y
hombres reciben la misma valoración social.
La transversalidad de la perspectiva de género consiste en “la organización, la mejora, el
desarrollo y la evaluación de los procesos políticos de modo que la perspectiva de igual-
dad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las eta-
pas, por todos los actores involucrados en la adopción de medidas políticas”.4
Estos conceptos llevan a establecer una doble mirada sobre el cuidado del medio ambien-
te y en particular la gestión de los RSU. Es decir, comprender cómo las diferentes visio-
nes y roles de mujeres y hombres se han expresado, se expresan y se deberían expresar
para hacer más democrático y sostenible el desarrollo local.
Todo ello se expresa en un análisis que permitirá comprender los diferentes roles, las res-
ponsabilidades de los actores públicos, la sociedad civil y el sector privado respecto del
avance participativo de mujeres y de hombres en este ámbito de trabajo.
Por lo tanto, este estudio se propone brindar elementos sobre la participación de género
en la generación y el manejo de los RSU que sea también un aporte para la reflexión de
los tomadores de decisiones durante el diseño y aplicación de políticas públicas referidas
al tema para promover su inserción en el Estado de México y sus Municipios o hasta en el
país.
2. Objetivos y Metodología
2.1 Objetivos del Estudio
En los Términos de Referencia5
(TdR) del estudio se definen el objetivo principal y los
objetivos específicos:
3 Instituto de la Mujer Vasca 1999. Citado en el Manual de recomendaciones para incorporar la perspectiva de género en
la actividad de la Diputación foral de Vizcaya.
4 Ibíd., p. 26
5 TdR en Anexo 1.
14. - 3-
2.1.1 Objetivo principal
Disponer de información sistematizada sobre la participación y contribución de las muje-
res y los hombres en las diferentes etapas de la gestión integral de los RSU. Todo ello
para tener elementos que permitan considerar este aspecto en la toma de decisiones so-
bre las políticas del sector, a los tres niveles del gobierno (federal, estatal y municipal).
Además, el estudio brindará elementos que puedan sustentar estrategias para la disminu-
ción de la producción de RSU.
2.1.2 Objetivos específicos
Analizar la importancia del género en la gestión de RSU
Analizar la cuestión de género (diferencias e intereses) en las etapas del manejo de
RSU basado en un levantamiento de campo.
Analizar la cuestión de género que pueda ser relevante para optimizar el manejo de
los RSU a través de la educación ambiental en el sector; por ejemplo, campañas de
concientización, etc.
Conocer la percepción de los responsables a los tres niveles del Gobierno respecto a
la cuestión de género en la gestión de RSU.
Proponer medidas concretas respecto a como considerar la cuestión de género en las
diferentes etapas de la gestión de RSU.
Presentar elementos básicos y medidas mínimas que deberán ser atendidas para in-
corporar la problemática de género en las estrategias de gestión de los RSU en los di-
ferentes niveles de acción: Federación, Estado, Municipio y Sociedad.
2.2 Metodología e instrumentos
La metodología seguida para el análisis de género en las políticas públicas referidas al
manejo de los RSU se basó en constatar si los marcos legales y normativos existentes
contaban, no contaban y/o tenían algún grado de avance en esta temática y si los mismos
han sido incorporados en la estructura interna de los actores normativos y ejecutivos –
SEMARNAT, SEGEM y Municipios- y sus programas y proyectos.
Los elementos de PEG que se tomaron en cuenta, entre otros, fueron:
Situación legal y normativa de género en las instituciones federales, estatales y muni-
cipales; su aplicación en la estructura institucional y en la gestión (programas, proyec-
tos, otros).
La capacitación de mujeres y hombres para el desempeño de las tareas y funciones.
Participación de las mujeres en los puestos de decisión.
15. - 4-
La aplicación de algún tipo de norma de igualdad de oportunidades para acceder a
puestos vacantes.
El nivel de remuneraciones entre mujeres y hombres que realizan tareas y funciones
similares
Zonas asignadas y horas de labor de mujeres y hombres
La percepción y/o sensibilización de los tomadores de decisión a nivel municipal res-
pecto de la situación de la mujer.
En cuanto a la metodología para efectuar el relevamiento general de los datos necesarios
se identificaron las percepciones de los actores involucrados en la definición, administra-
ción y aplicación de las políticas públicas referidas a la gestión integral de los RSU, el
personal prestatario de los servicios y también las percepciones de los generadores/as de
RSU (que a su vez son los usuarios de los servicios municipales) con algunos ajustes a la
metodología propuesta en los TdR.
Originalmente se contempló que el análisis de los datos basado en el relevamiento de las
necesidades, intereses, problemas y expectativas (metodología NIPE), permitiría conocer
con bastante exactitud, a través de su integración en el instrumento de planeación estra-
tégica (el análisis de las fortalezas, oportunidades, desafíos y amenazas), cuál sería la
situación de la participación de la mujer en la gestión de los RSU en los 9 Municipios se-
leccionados; si éstos favorecen o no la participación de la mano de obra femenina y si
habría condiciones de igualdad de oportunidades entre las mujeres y los hombres. Sin
embargo, faltando las condiciones para utilizar la metodología NIPE6
, las percepciones e
informaciones de los actores se registraron mediante cuestionarios cerrados. Es decir, se
utilizó parcialmente el sistema NIPE. Es de notar que esta modificación no afectó el resul-
tado final de la encuesta.
Los temas-marco y actores identificados para relevar los datos son variados. Entre los
principales se encuentran:
Marco legislativo y normativo existente y su aplicación: federal, estatal, municipal
Responsables políticos/as: Presidentes/as Municipales, Regidores/as y DIFs.
Operadores municipales (tomadores de decisión y ejecutores de los servicios): direc-
tores/as de ecología y servicios públicos municipales; personal de barrido, recolección
y disposición final.
Beneficiarios y a su vez, generadores: hogares, mercados, tianguis y comercios
La formación académica y técnica: universidades, centros de educación, otros.
6 Debido a las demandantes agendas municipales y estatales, se consideró improcedente llevar a cabo reuniones-
talleres.
16. - 5-
Sindicatos
Sociedad civil organizada (SCO): Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y em-
presas de servicios.
Consecuentemente, fueron entrevistadas las autoridades estatales y municipales de los 9
Municipios seleccionados, empresas, centros de educación y sindicatos y recogidas en 6
Municipios las percepciones y experiencia de los/as usuarios/as generadores/as, y opera-
dores/as de los servicios. Se diseñaron, probaron y aplicaron cuestionarios cerrados de
tipo cuantitativo y cualitativo y fueron consultados diversos materiales para la realización
del estudio.
Otros elementos considerados y que se relacionan con los patrones existentes para abor-
dar la participación ciudadana y la educación ambiental fueron:
La relación entre los Municipios y la sociedad civil organizada
La existencia en el espacio municipal de organizaciones ambientalistas
La presencia de pepenadores/as
Todo ello concluye en recomendaciones y sugerencias para la incorporación de la pers-
pectiva de género en las políticas públicas de RSU, la modificación de hábitos de genera-
ción de RSU y del manejo de su gestión para aumentar la sustentabilidad y el impulso a
las medidas de política y acciones que incorporen la perspectiva de género en la SEGEM
y los gobiernos locales.
2.3 Municipios seleccionados
En conjunto con representantes de la GTZ y de la SEGEM se seleccionaron los Munici-
pios donde se llevaría a cabo esta investigación y la aplicación de las encuestas.
Las características buscadas fueron:
Que representaran las condiciones comunes a los Municipios rurales, semi-urbanos y
urbanos;
Que tuvieran Presidencias regidas por mujeres y hombres, de forma a percibir si se
encontrarían diferencias y/o particularidades entre ambos en su aproximación a la
problemática del género, el rol de las mujeres como agentes de cambio y la participa-
ción de mujeres en la estructura municipal.
Así, los Municipios seleccionados para la realización del estudio fueron:
El Oro, Coacalco, Texcalyacac y Tlalmanalco, Municipios, gobernados por Presidentas
Municipales.
17. - 6-
Atizapán de Zaragoza, Atlacomulco, Cuautitlán Izcalli, Capulhuac y Zumpango, gober-
nados por Presidentes Municipales.
2.4 Levantamiento primario de datos
El levantamiento primario se dividió en los siguientes rubros:
Entrevistas a cuadros de la SEMARNAT, SEGEM y el Instituto Mexiquense de las Mu-
jeres y centros educativos con cuestionarios semi -cerrados.
Aplicación de cuestionarios predominantemente cerrados; en hogares, tianguis, co-
mercios y mercados,
Entrevistas a responsables municipales (Presidentes/as Municipales, regidores/as,
asesores/as, responsables de DIFs), de personal operativo (directores/as, jefes/as de
departamento, personal de barrido y recolección); se usaron cuestionarios semi-
cerrados. Fue entrevistado un sindicato, dos empresas de recolección y una empresa
consultora; se aplicaron cuestionarios semi-abiertos.
Entrevistas a trabajadores de centros de acopio; se aplicaron cuestionarios semi-
abiertos.
En sitios de disposición final se aplicaron cuestionarios semi-abiertos a Pepena-
dores/as;
2.4.1 Entrevistas en hogares, mercados, tianguis, comercios, barrido y recolección
Las encuestas se realizaron en Municipios rurales, semi-urbanos y urbanos, en hogares
con ingresos altos, medios y bajos. El trabajo de campo desarrollado en los 6 Municipios7
seleccionados fue el siguiente:
Levantamiento primario en 2 Municipios rurales, 2 Municipios semi-urbanos, y 2 Muni-
cipios urbanos
En cada municipio se realizó un levantamiento en hogares de ingreso bajo, medio y
alto; a personal de barrido, recolección, mercado, tianguis y de comercios pequeños y
medianos.
Las encuestas aplicadas se encuentran en los Anexos 1a, 1b, 1c, 1d y 1e.
7 Atizapán, Atlacomulco, Cuautitlán Izcalli, Capulhuac, El Oro y Tlalmanalco.
18. - 7-
Las muestras fueron relativamente pequeñas, con la finalidad de priorizar la información
cualitativa sobre la cuantitativa. Los números específicos por municipio y tipo de grupo
entrevistado se encuentran en la siguiente tabla:
TABLA 1: Encuestas aplicadas a Generadores y Operadores en seis Municipios
2.4.2 Entrevistas con responsables municipales
Con respecto a los funcionarios municipales, se hizo una diferencia entre los res-
ponsables políticos y operativos, notando que en los Municipios rurales ambas funciones
pudieran ser desempeñadas por las mismas personas. Se realizaron entrevistas con to-
das o algunas de las siguientes personas por municipio:
Presidentes/as municipal
Regidor de obras / limpia
Regidores/as de ecología
Director y jefes de obras / limpia
Directores/as de Ecología
Algunos/as responsables de DIF
2.4.3 Entrevistas con personal de plantas de tratamiento (centros de acopio, com-
posteo) y disposición final
Las principales etapas de tratamiento de RSU en México son la separación del material
reciclable y el composteo. Mientras el primero se realiza en las fuentes de generación,
El Oro rural
Capulhuac
rural
Atlacomulco
semi-urbano
Tlalmanalco
semi-urbano
Atizapán
urbano
Cuautitlan
Izcalli
urbano
Total
bajo 19 20 21 21 20 16 117
medio 20 20 20 19 20 20 119
alto 21 20 21 20 20 23 125
total 60 60 62 60 60 59 361
Mercado 10 1 6 6 4 1 28
Tiangui 0 6 4 3 2 5 20
total 10 7 10 9 6 6 48
Comercios Total 5 4 5 5 2 5 26
Barrido total 4 3 5 0 5 5 22
Recolec-
ción
total 3 4 5 1 6 6 25
82 78 87 75 79 81 482Gran total
Hogares
con ingreso
Mercados /
Tianguis
19. - 8-
camiones y tiraderos, el composteo es realizado generalmente por los Municipios y/o al-
guna organización ambientalista. Como ya se mencionó, esta información fue relevada en
6 Municipios con el personal que labora o atiende este sector. Adicionalmente se realiza-
ron entrevistas al personal de operación en los sitios de disposición y en forma selectiva a
pepenadores/as.
2.5 Levantamiento secundario de datos
Se consultaron documentos sobre marcos legales a nivel nacional, estatal y municipal,
bibliografía sobre manejo de RSU, sobre la incorporación de la perspectiva de género en
las políticas públicas y sobre la problemática de género en la gestión de los RSU.
2.6 Hipótesis
Con base en los aspectos técnicos del manejo de los RSU y aplicando la perspectiva de
género, se plantea la siguiente hipótesis con la intención de servir de guía para el desarro-
llo del estudio:
En el ámbito del manejo de los RSU la relación de género entre mujeres y hombres es
desigual en lo doméstico, en el sector privado, en las etapas del manejo y en el área de
gestión (sector público).
3. Las políticas públicas, los RSU y el género
3.1 El manejo de los RSU y las políticas públicas
En la conferencia celebrada por las Naciones Unidas (170 países) en Río de Janeiro en
1992 sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, fue implementada la Agenda 218
que, en este
marco, establece las directivas para los países, y que presupone la toma de conciencia
por parte de todos los individuos sobre el rol ambiental, económico, social y político que
juega en sus pueblos, comunidades, ciudades o metrópolis el que exige la integración de
todas las sociedades en el proceso de la construcción del futuro.
Para esto se requiere un proceso de planificación participativo, donde la sociedad com-
parte las responsabilidades sobre las decisiones a tomar con el gobierno. Los temas prin-
cipales tratados en la Agenda 21 son: Agricultura Sustentable, Ciudades Sustentables,
8
Según la Agenda 21, más de 6 millones (de personas) mueren al año de enfermedades relacionadas con la basura.
Sabetai dice Calderoni en Os Bilhoes Perdidos no Lixo, Humanitas Editora/USP, SP, 1998.
20. - 9-
Integración Regional, Gestión de los Recursos Naturales (entre otros, proteger el medio
ambiente de la contaminación de los RSU), Infra-estructura (incluida la gestión de RSU),
Reducción de las Desigualdades Sociales (incluida la equidad de género), Ciencia y Tec-
nología para el Desarrollo Sustentable. Esta Conferencia reconoció como concepto fun-
damental, el hecho de que los recursos naturales constituyen la base del crecimiento eco-
nómico, y que hacer uso de procedimientos racionales puede permitir la regeneración de
los ecosistemas y minimizar los impactos de los desechos en el agua, aire y suelo. Es
necesario tratar con atención adecuada y ordenada la problemática de los residuos sóli-
dos para la población como un todo.
Es importante mencionar que otro marco y línea directiva es también la cumbre del Mile-
nio, llevada a cabo en la Sede de las Naciones Unidas en el año 2000, la cual concluyó
con un compromiso de los líderes de los entonces 189 países miembros (entre ellos
México) de esta Organización en pro del desarrollo de sus naciones. En esta cumbre se
emitió una declaración denominada “Metas de Desarrollo del Milenio” (MDM), que consis-
te en objetivos, metas e indicadores generales de desarrollo.
La Cumbre del Milenio tuvo como base los Programas de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, trabajó con distintas agencias del sistema de Naciones Unidas, el Banco Mun-
dial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarro-
llo Económico. Las “Metas de Desarrollo del Milenio” (MDM)9
presentaron los siguientes
ochos objetivos:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2. Lograr la enseñanza primaria universal
3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7. Garantizar la sustenibilidad del medio ambiente
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Las metas de los objetivos establecidos en las MDM con relación al tema tratado en este
estudio son:
la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, reducir a la mitad, hasta 2015, el
porcentaje de personas cuyos ingresos están por debajo del límite de la pobreza. Se
centra en cómo lograr el desarrollo sustentable mediante la lucha contra la pobreza.
9 EL CASO DE MÉXICO, Metas de Desarrollo del Milenio, autores: Adriana Argáiz Parra, Ricardo Fuentes Nieva, Andrés
Montes Runau
21. - 10-
después de la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
preferiblemente para el 2005 y antes del plazo del 2015, donde los derechos humanos
de la mujer y niña sean respetados, y donde se promulgue y aplique una legislación y
políticas en las que se toma en cuenta la cuestión del género.
hay todo un compromiso de garantizar la sustentabilidad del medio ambiente. Integrar
los princípios del desarrollo sustentable en las políticas y programas nacionales y re-
vertir la pérdida de los recursos ambientales. Reducir a la mitad, hasta 2015, la pro-
porción de la población sin acceso permanente y sustentable al agua potable segura.
Hasta 2020 se debe haber alcanzado una mejora significativa en la vida de los pobla-
dores de barrios degradados.
En México, la gestión de los RSU es responsabilidad de los gobiernos municipales. A par-
tir de ello están obligados a buscar alternativas prácticas para su tratamiento y soluciones
que limiten al máximo su impacto negativo al medio ambiente, a través de políticas públi-
cas integrales, es decir, que abarquen los aspectos técnicos y no técnicos10
.
Es en la formulación y ejecución de las políticas públicas (desarrollo económico, urbano,
agrícola, de la salud, educación, saneamiento y otros), basada en directrices de racionali-
dad, eficiencia, universalización y calidad en la atención de los servicios, que los gobier-
nos municipales tendrían que crear las condiciones efectivas para el desarrollo de sus
respectivos Municipios.
La cantidad creciente de los RSU y su eliminación ecológicamente adecuada es una de
las grandes preocupaciones en la actualidad para todos los países en desarrollo.
La problemática en el manejo de los RSU se identifica en países en desarrollo básicamen-
te en dos factores:
Las deficiencias de política de gestión consecuentes con el cuidado del medio ambien-
te por parte del sector público.
El crecimiento rápido de la generación de RSU.
Las políticas de planeación en las diferentes fases del manejo de los residuos sólidos
(generación, recolección, transporte y disposición final) elaboradas desde el sector público
por sí solas, son insuficientes para resolver las cuestiones pertinentes para su gestión. La
participación de la población generadora en la búsqueda de soluciones es fundamental y
sus sugerencias deberían considerarse en cualquier proceso. Esto es de especial impor-
tancia en el caso del sector de residuos sólidos como un todo.
10 Los primeros tiene que ver con la recolección, el tratamiento y la disposición final y los segundos con cuestiones finan-
cieras, sociales, legales, administrativas y de educación ambiental. Ver: Günther Wehenpohl y Claudia P. Barrios, Guía
en elaboración de planes maestros para la gestión integral de los residuos sólidos municipales. México, SEGEM-GTZ,
2002 p. 3.
22. - 11-
3.2 El medio ambiente y los RSU en México
La posición que los gobernantes mexicanos tienen en relación con los RSU, demuestra su
esfuerzo y compromiso a través de la firma de convenios internacionales, como por ejem-
plo los anteriormente citados, estudios y capacitación, para desarrollar en el país una polí-
tica ecológica adecuada.
Si bien el desempeño de México ha sido favorable en algunos temas previstos en las
MDM, como los avances registrados en los campos de salud y educación, el país todavía
se encuentra rezagado en temas como el acceso a la infraestructura básica, como es el
caso del manejo de los RSU y la cuestión de la equidad de género.
Con la implementación de políticas públicas comprometidas con un desarrollo sustentable
que incorpore la perspectiva de género y que, a su vez, sean coherentes con la participa-
ción democrática de la población, lo anterior coadyuvará a que haya un cambio en los
patrones culturales y educativos de la sociedad mexicana con relación a los RSU.
En términos generales, la preocupación sobre los RSU lleva a todos los niveles de go-
bierno (municipal, estatal y federal) a reflexionar sobre el tema y buscar una mejor posi-
ción que ofrecer a la sociedad que gobierna, así como a los que directas o indirectamente
están involucrados en esta cuestión. Esto servirá como directriz y ofrecerá opciones efi-
cientes para mantener firmes los objetivos de sustentabilidad planteados y discutidos pre-
viamente con las partes involucradas e interesadas.
Dentro de la legislación federal está la “Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protec-
ción al Medio Ambiente“(LGEEPA de diciembre de 1996), y con la entrada en vigor de la
“Ley General de Prevención y Gestión Integral de Residuos” (LGPGIRS) del 6 de enero
de 2004, los párrafos relacionados con residuos en la LGEEPA ya no son válidos.
La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos que entró en vigor
en enero de 2004 sustituye los párrafos relacionados con los residuos sólidos LGEEPA.
La NOM-083-SEMARNAT-2003 fue publicada en la Gaceta Oficial en octubre de 2003 y
entró en vigor el 20 de diciembre de 2004.
11
Segundo la Agenda 21 mas de 6 millones (de personas) mueren al año de enfermedades relacionadas con la basura
Sabetai dice Calderoni en Os Bilhoes Perdidos no Lixo, Humanitas Editora/USP, SP, 1998.
12 EL CASO DE MÉXICO, Metas de Desarrollo del Milenio, autores: Adriana Argáiz Parra, Ricardo Fuentes Nieva, Andrés
Montes Runau,
13 Los primeros tiene que ver con la recolección, el tratamiento y la disposición final y los segundos con cuestiones finan-
cieras, sociales, legales, administrativas y de educación ambiental. Ver: Günther Wehenpohl y Claudia P. Barrios, Guía
en elaboración de planes maestros para la gestión integral de los residuos sólidos municipales. México, SEGEM-GTZ,
2002 p. 3.
23. - 12-
En ese mismo documento, en el Capítulo III sobre Política Ambiental, Artículo 15, aparta-
do XIV, se habla de la erradicación de la pobreza para garantizar el desarrollo sustenta-
ble. El apartado XV habla de las mujeres y de su importante función en la protección, pre-
servación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y de su trascendental
participación en el desarrollo sustentable.
La Ley Orgánica Municipal del Estado de México es la base jurídica para los municipios
de dicho estado; ésta, junto con la ley y la Constitución Política del Estado Libre y Sobe-
rano de México, sirven de base a los gobiernos municipales para desarrollar sus Regla-
mentos Municipales de Limpia. Es común que los Ayuntamientos contemplen la parte re-
guladora de prestación de servicios públicos, incluido el de limpia, dentro de algún capítu-
lo de sus Bandos Municipales, normalmente expedidos en febrero de cada año.
Es importante destacar el hecho de que la responsabilidad para lograr el avance adecua-
do de gestión de los RSU no está sólo en manos de las autoridades de la administración
pública: todos los que generan basura, o que trabajan con ella de manera operacional o
en la forma de gestión, deben tener espacio para opinar.
La visión integral de gestión de los RSU se entiende como el manejo conjunto de todos
los elementos de limpieza y disposición final; dichos elementos son: la generación, el al-
macenamiento temporal- normalmente hecho en el local donde fue generado-, el barrido,
la recolección, la transferencia, el transporte, el tratamiento (composteo, separación de
materiales reciclables, incineración, tratamiento mecánico-biológico, pirólisis, tratamiento
en seco, y otros), y la disposición final. Además de los aspectos técnicos, la gestión inclu-
ye también los socio-culturales, administrativos, institucionales, legales y económico-
financieros.
De manera general, el Estado se encuentra respaldado por leyes y normas que dan la
orientación jurídica; sin embargo, la legislación per se no es garantía de que se aplique e
implemente, como muestra la situación de muchos Municipios.
3.3 El concepto de género y las políticas públicas
Para comprender la incidencia del género en las políticas públicas es conveniente catego-
rizar los conceptos centrales que llevaron a desarrollar, desde 1975, la perspectiva de
género. Ellos son:
24. - 13-
3.3.1 Sexo y género14
Sexo se define como el conjunto de diferencias y características biológicas, anatómicas,
fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como mujeres u hom-
bres. Se nace con estas características naturales, son universales e inmodificables15
.
El género se define como el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, cons-
truidas en cada cultura y momento histórico, tomando como base la diferencia sexual. A
partir de ello se construyen los conceptos de “masculinidad” y “feminidad” que determinan
el comportamiento, las funciones, oportunidades, valores y las relaciones entre mujeres y
hombres. Son construcciones socioculturales que pueden modificarse dado que han sido
aprendidas.
3.3.2 Equidad y transversalidad
Por equidad16
se entiende el acceso de las personas a la igualdad de oportunidades y al
desarrollo de la capacidad básica; esto significa que se deben eliminar las barreras que
obstaculizan las oportunidades económicas y políticas, así como el acceso a la educación
y a los servicios básicos, de tal manera que las personas (hombres y mujeres de todas las
edades, condiciones y posiciones) puedan disfrutar de dichas oportunidades y beneficiar-
se con ellas. Implica la participación de todas y todos en los procesos de desarrollo y la
aplicación del enfoque de género en todas las actividades. Significa justicia; es decir, dar
a cada cual lo que le pertenece, reconociendo las condiciones o características específi-
cas de cada persona o grupo humano (sexo, género, clase, religión, edad), es el recono-
cimiento de la diversidad sin que ésta signifique razón para la discriminación.
Siendo así, se entiende que el género está determinado por el tiempo o la época y el gru-
po social, y que estos factores han llevado a polarizar sus atribuciones y roles sociales.17
El concepto de transversalidad, a su vez, puede entenderse como un enfoque, como una
estrategia de actuación o como un objetivo en sí mismo:
Transversalidad como enfoque: Consideración de las diferencias en la realidad
social de mujeres y hombres en todas las fases de la intervención pública.
14 Inmujeres, 2004, “El ABC de género en la administración pública”, Pág. 9
15 En este estudio se mantiene el concepto de “inmodificable” referido al sexo; actualmente hay extensas discusiones al
respecto que pueden incidir en un futuro próximo en este concepto.
16 CCIC-Match “Dos mitades forman una unidad. El equilibrio del género en procesos de desarrollo” En UICN,”Develando
el género”. 2002.
17 Inmujeres 2004, Op. Cid. Pág. 10
25. - 14-
Transversalidad como estrategia: Interacción vertical y horizontal: consideración en
todos los ámbitos y etapas de la actuación pública en un proceso de participación y
consenso de los agentes implicados.
Transversalidad como objetivo: la consecución de la igualdad de género. Es ade-
más un instrumento de mejora en la toma de decisiones, es decir, debe ser entendido
como un proceso político y como un procedimiento técnico.
3.3.3 El ámbito privado y el público, ausencias y presencias
En cuanto a los ámbitos o esferas de acción de mujeres y hombres, el ámbito privado es
el espacio doméstico donde se crean, forman y desarrollan las actividades individuales y
familiares. Es el espacio del cultivo al sentimiento, la abnegación, la debilidad, la ternura y
la belleza. Este ámbito no es considerado “productivo”, en general, por las políticas públi-
cas existentes. La resultante es que las personas que laboran en el ámbito privado, espa-
cio donde el protagonismo es esencialmente de las mujeres, no son consideradas sujeto
de ingreso; el valor (estimado en moneda) de su trabajo queda así invisible para el
conjunto de la sociedad.
En el ámbito público se ubican las acciones de la política y de la “producción” y; se defi-
nen las estructuras socio-económicas como un espacio tradicionalmente masculino. Es el
espacio del cultivo de la razón, de la fuerza, del valor y del trabajo. En esta esfera las ta-
reas y actividades son reconocidas monetariamente, es esto es, generan ingreso a quie-
nes las realizan.
La construcción o asignación de atributos y posibilidades en ambos espacios valora como
superior el ámbito público – masculino- y lo convierte en paradigma de lo “humano”. Las
mujeres – y su espacio femenino- quedan en un ámbito inferior: el ámbito privado.
Las diferencias biológicas, culturales y económicas se convirtieron, mediante las normas y
marcos jurídicos del Estado de derecho, en desigualdades sociales, discriminación e in-
equidad.18
Según los datos del Informe sobre el Desarrollo Humano 200019
, a nivel mun-
dial,
Las mujeres realizan el 52% de las horas trabajadas en el mundo; sólo se les paga 1/3
de ese total;
Del total de 960 millones de personas que no saben leer y escribir, 320 millones (1/3
del total) son mujeres;
18 Ibíd., Pág. 10
19 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD / UNDP), estos datos no sufrieron variaciones significativas
a la fecha.
26. - 15-
Las mujeres son dueñas solamente del 10% del dinero que circula y del 1% de la tie-
rra cultivada del planeta;
Las 2/3 partes (870 millones) de los 1,300 millones de pobres en el mundo son muje-
res;
Cada minuto muere una mujer debido a complicaciones de embarazo y parto. La ma-
yoría de esas muertes podría evitarse;
El 50% de las mujeres embarazadas en el mundo padece de anemia.
La importancia de diferenciar entre sexo y género radica en que el argumento cultural
para discriminar en cualquier ámbito a las mujeres se relaciona más con el “deber ser” de
género que con las características inherentes al sexo femenino.
De lo anterior se concluye que:
El concepto género alude a las características socioculturales de ambos sexos, muje-
res y hombres y a las relaciones entre ambos.
Es un concepto que incluye a mujeres y hombres; género no es sinónimo de mujer.
Incluir la palabra “mujer” en los proyectos o diferenciar todos los sustantivos en feme-
nino y masculino ni es suficiente ni suprime, por sí solo, las diferencias entre los
sexos.
La desagregación de los datos estadísticos por sexo y edad es central para visibilizar
las condiciones diferenciadas de mujeres y hombres como una variable.
Toda la reflexión anterior puede sintetizarse mirando las ausencias y presencias de muje-
res y hombres.
La ausencia de las mujeres es en el mundo público; la ausencia de los hombres es en el
mundo privado; la presencia de las mujeres es el mundo privado; la presencia de los
hombres es en el mundo público.
Modificar estas presencias y ausencias requiere cambios estructurales en dos aspectos.
Uno, mediante la reorganización de la base privada de los servicios producidos en la fami-
lia, particularmente. La otra, modificar ideas, modos de actuar y valores. Así dicho, esta-
mos frente a una revolución social. Es tiempo de establecer concertaciones.20
Visto en contexto, el manejo de los RSU es un ámbito importante de la acción guberna-
mental y forma parte de las políticas de medio ambiente. Cuando los gobiernos (federal,
estatal o municipal) trazan una política pública en éste ámbito, o en otros ámbitos, ésta no
20 Judith Astelarra, conferencia en FLACSO, México, julio 2003
27. - 16-
es neutra o indiferente respecto de las relaciones de género. En su concepción está implí-
cita la percepción o no de las diferencias y necesidades de las mujeres y los varones, así
como las responsabilidades y los derechos que incumben a ambos sexos.
Dado que las relaciones de género atraviesan todos los niveles de la vida política, eco-
nómica, social y cultural y el ámbito privado y público, es reconocido que los efectos del
género han llegado, y se han instalado, en las instituciones sociales, económicas y políti-
cas que nos rigen21
. Por esto las políticas públicas, como un importante ámbito de la ac-
ción gubernamental, ofrecen un campo privilegiado para contrarrestar las desigualdades
entre hombres y mujeres con el fin de promover una sociedad más equitativa, incluyente y
sustentable.
Es importante subrayar que la incorporación de la perspectiva de género al manejo de
RSU significa el reconocimiento y la aceptación de las diferencias que existen entre los
dos géneros – masculino y femenino - y los diferentes roles, responsabilidades y enfoques
que ambos sexos pueden tener hacia la basura.
Los hombres y las mujeres, por otro lado, no deben ser considerados grupos instantá-
neamente identificables únicamente por pertenecer a uno u otro sexo. Se reconoce que,
en ocasiones cada vez más frecuente, mujeres y hombres tienen intereses y necesidades
similares. Esto se observa, por ejemplo, en la participación de las mujeres mexicanas en
el mercado de trabajo22
y compartiendo las responsabilidades económicas:
En 50% de los hogares mexicanos hay por lo menos una mujer que trabaja fuera de la
casa y aporta ingresos al hogar;
Las mujeres son el 36.4% de la población económicamente activa;
Aún en los casos en que las mujeres realicen un trabajo igual o de igual valor, reciben
en promedio entre un 11 y 30% menos que los hombres;
Existe un bajo porcentaje de mujeres en puestos de dirección y en cargos de repre-
sentación popular; en el sector público, de cada 10 funcionarios en puestos de direc-
ción, solo 2 son ocupados por mujeres23
.
La incorporación de las mujeres en el mercado laboral se da en condiciones desiguales
en relación con los hombres. Los indicadores sociodemográficos24
muestran que:
21 Virginia Guzmán, “La institucionalidad de género en el Estado: nuevas perspectivas de análisis”. CEPAL Chile, marzo
2001. Pág. 27
22 INEGI/Inmujeres, “Mujeres y hombres 2002”
23 INMUJERES 2001 “Las mujeres en la toma de decisiones. Participación femenina en los poderes del Estado,
Documento en línea: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100200.pdf
24 INEGI, 1930-2000
28. - 17-
Las mujeres dedican 27.1 horas semanales a las tareas domésticas y cuidado de la
familia aunque estén trabajando en labores productivas fuera del hogar; en las mismas
tareas, los hombres mexicanos destinan 10.6 horas en promedio. En la práctica, es
una doble o triple jornada de trabajo para las mujeres.
20% de los hogares mexicanos están encabezados por una mujer que son el principal
sostén de la familia; en el medio urbano generan el 31.42% menos de ingresos que
los hogares donde el jefe del hogar es hombre.
El 16.3 % de jefas de hogar no tiene instrucción; el 9.5% de jefes de hogar no tiene
instrucción.
Es decir, que los hogares encabezados por mujeres son más vulnerables a la pobreza;
consecuentemente, los miembros del hogar están más expuestos a reproducir las condi-
ciones de pobreza: inserción temprana al mundo laboral, bajo nivel de escolaridad, inicio
temprano de la maternidad y paternidad. Estos datos exponen el costo social y económico
de la discriminación hacia las mujeres.
Enfocarse únicamente en las mujeres puede enmascarar formas de exclusión dentro de la
misma categoría genérica. Las relaciones de dominación y subordinación, inherentes a
los sistemas patriarcales, también se dan entre las mujeres.
Las mujeres per se no constituyen el único grupo de interés, ya que esto implicaría
que los temas de género son sólo una prioridad entre muchas otras que compiten por
los escasos recursos de los que el Gobierno dispone. Por el contrario, la meta es inte-
grar la búsqueda de la equidad en cada una de las estrategias gubernamentales a tra-
vés del diseño de políticas sensibles a las diferencias entre hombres y mujeres. Para
ello se deben identificar y atender las necesidades prácticas y estratégicas determina-
das por las propias mujeres25
.
3.3.4 El encuentro de los dos temas en las políticas públicas: RSU y Género
Investigar el rol de género en el manejo de los RSU es una tarea relativamente nueva. A
diferencia de la extensa lista de investigaciones sobre la incidencia de los roles de género
en el manejo del agua y en el saneamiento ambiental, se puede afirmar que, en general,
no se dispone de investigaciones sobre cuestión de género en el manejo de los RSU.
Según concluyen Muller y Schienberg26
, como ocurre en el manejo y la utilización del
agua, la definición de basura y materiales desechables puede estar influenciada por valo-
25 V. Zebadúa y M. Pérez. “Género, pobreza y presupuestos”. INDESOL 2003. Fuentes: Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD): Learning & information pack: gender analysis/NY, 2001
26 Maria Muller & Anne Schleinberg, Urban Expertise in Waste Management/WASTE, Gouda, Holanda.
29. - 18-
res de género de la persona que decide. Hay experiencia que muestra que si hombres y
mujeres participan o no en el manejo de los RS en los hogares, la decisión que tomen
hacia la basura depende del sexo, edad y ocupación de la persona que trata con la basu-
ra, más allá que la función que esas personas desempeñan habitualmente.
En particular, estas autoras reconocen que la situación frecuente de subordinación de las
mujeres afecta su acceso y control a los recursos monetarios. Y esto haría que las activi-
dades de pepena, por ejemplo, sean unas de las pocas actividades disponibles para ellas.
La actitud de hombres y mujeres hacia la salud pública y la limpieza en la comunidad es
diferente. El cuidado del mundo no es relevante para los hombres. Ambos sexos tienen
preferencias o necesidades distintas en temas relativos a la salud pública y hacia los pro-
blemas del medio ambiente.
Se puede afirmar que, en general, las mujeres dedican tiempo a separar, almacenar y
para desechar de su casa los residuos que no pueden aprovechar. Se hace necesario
identificar y valorar la participación de las mujeres – y de los hombres - en el hogar, el
mercado, los tianguis y otros lugares donde se genera cotidianamente la basura. La pre-
gunta es: ¿quién hace qué en este ámbito?
Las respuestas serán confiables cuando se disponga de estadísticas desagregadas por
sexo y categoría (edad, clase social); es decir, indicadores de género sobre el manejo de
los RSU.
3.3.5 Las políticas públicas sin la mirada directa hacia el género. El proceso de
repensar las ideas tradicionales sobre lo femenino y lo masculino
Generalmente el proceso de diseño de las políticas públicas no ha generado estrategias
que atiendan adecuadamente las necesidades de las mujeres.27
Entre los factores ausen-
tes durante el proceso de elaboración se identifican:
a) La falta de información desagregada por sexo y edad además de datos de los cuales
parte el diagnóstico que servirá como base para el diseño de la política.
b) La no incorporación de las necesidades y los intereses de las mujeres y los hombres
en la toma de decisiones, el diseño de las políticas y los lineamientos operativos de
los programas.
27 Ver: J de Bruyn y N. Seiodman-Makgetta en “ Engendering the budget process” en The Second women’s budget. Idasa,
Cape Town, 1997. Citado en “Género, Pobreza y Presupuestos”. INDESOL 2003. Pág. 8
30. - 19-
c) Falta de indicadores sensibles al género
28
al proceder al monitoreo de los resultados
y la evaluación de impacto de la política, siendo ambos análisis proveedores de in-
formación centrales para futuras (mediatas o inmediatas) decisiones.
Algunas de las premisas centrales que están en la base del diseño inicial de las políticas
públicas podrían ser las siguientes:29
Los hombres y las mujeres tienen mismas necesidades e intereses. 30
La ignorancia o invisibilidad de las diferencias entre hombres y mujeres, entre lo femenino
y lo masculino y las desigualdades en las capacidades, oportunidades y de poder entre
hombres y mujeres están implícitas en estos diseños. El resultado final son políticas públi-
cas neutrales al género.
Acciones afirmativas o específicas dirigidas a las mujeres dentro de una política gene-
ral.
En el diseño se delinean medidas puntuales, generalmente, como acciones compensato-
rias o subsidiarias para eliminar un foco crítico de discriminación negativa, por ejemplo:
facilitar recursos o accesos a servicios. Atendiendo de esta forma a las mujeres se podría
entender que las necesidades de las mujeres son distintas del resto de la sociedad. Son
políticas focalizadas en las mujeres, que se expresan mediante acciones afirmativas en
beneficio de las mujeres para equilibrar el punto de partida entre hombres y mujeres.
Si los programas o servicios son destinados a la familia, como es el caso de la salud, la
educación y los programas comunitarios de cuidado ambiental, la participación de las mu-
jeres es siempre mayoritaria. Estas iniciativas tienden a reforzar los papeles tradicionales
de género en el ámbito doméstico, es decir, confirman y reafirman la responsabilidad de
las mujeres respecto de la familia, el cuidado del hogar y por extensión, del barrio o co-
munidad. En este caso, no tiene mucho sentido considerar que las mujeres tienen un ma-
yor acceso a un servicio determinado. La interpretación más cierta es que se está utili-
zando a las mujeres como intermediarias o agentes responsables del cambio, y no como
personas. Y su función se remite a ser instrumentadoras del cambio. Lo cual aumenta aún
más sus responsabilidades, sin que esto signifique que sean beneficiarias directas de los
28 El tema de los indicadores se desarrolla más adelante.
29 Op. Cit.
30 Las necesidades y los intereses de mujeres y hombres cada vez se acercan más en el mercado laboral. Las mejoras en
la educación alcanzadas por las mujeres no alcanzan a cerrar la brecha de menor (entendido como la desigual posibili-
dad de acceso) participación en los mercados de trabajo. Banco Mundial). Katz, Elizabeth & Correia, María C., Coord,
La economía de género en México : trabajo, familia, Estado y mercado, Documento en línea:
http://www.bancomundial.org.mx/bancomundial/SitioBM.nsf/vwCatPubEsp/8A1A6E1F6DADAF5406256E7E0068D2CC?
OpenDocument&pag=6.2&nivel=6
31. - 20-
programas o iniciativas de las políticas públicas. El tema cambia si en los programas o
servicios se incorpora a los varones en el ejercicio de participación en los roles domésti-
cos y de cuidado de la familia, el hogar, la salud y educación ambiental de los niños y ni-
ñas.31
Acciones específicas para transformar las relaciones culturales, económicas y sociales
entre los géneros femenino y masculino.
El análisis previo al diseño parte de reconocer las desigualdades y diferencias entre muje-
res y hombres; las relaciones de poder y subordinación y sus diferentes necesidades e
intereses. Finalmente el diseño desemboca en políticas y operaciones sensibles al géne-
ro, con acciones específicas orientadas a transformar esta situación. Se caracterizan por
su enfoque redistributivo que promueve una distribución más equitativa de los recursos y
las responsabilidades. Suelen agregar actividades de capacitación (contable, administrati-
va y técnica) que desarrollan habilidades y competencias en el mercado laboral. Estas
políticas son favorecedoras del proceso de empoderamiento de las mujeres e impulsan su
participación en la toma de decisiones.
En síntesis, una política pública diseñada con un enfoque de equidad de género reconoce
las necesidades, preferencias e intereses de mujeres y hombres; exige una redistribución
del poder y los recursos que benefician a ambos sexos. Su meta es la igualdad de opor-
tunidades y la transformación de las relaciones entre los géneros hacia patrones más jus-
tos.
Complementando los alcances de las políticas públicas, es necesario tomar en cuenta la
diferencia entre las necesidades prácticas y los intereses estratégicos de género.32
TABLA 2: Prácticas e intereses estratégicos de género
Necesidades Prácticas* Intereses Estratégicos
Son prácticas, en el sentido de que ge-
neralmente intentan superar deficien-
cias en las condiciones de vida, como
el abastecimiento de agua, servicios de
salud y cuidado infantil.
Pueden ser satisfechas sin transformar
Incluye elementos como los derechos
ciudadanos, la violencia de género, la
igualdad de oportunidades en el empleo,
el control sobre fecundidad, etcétera.
La satisfacción de estos intereses con-
duce a un cuestionamiento, por parte de
31 Patricia Provoste Fernández, “ Indicadores de género en la gestión municipal”, en “Ciudades para varones y mujeres;
herramientas para la acción”. Editora Ana Falú/CICSA/UNIFEM/Red Mujer y Habitat de America Latina. Pág., 84.
32 Instituto Nacional de las Mujeres, El ABC de Género en la Administración Pública, México, INMUJERES, PNUD, 2004
32. - 21-
los roles de género tradicionales.
Pueden ser atendidas por otros, es de-
cir, otorgadas.
las mujeres, de los roles de género y a la
búsqueda de la equidad.
Requieren procesos personales y colec-
tivos de reflexión y empoderamiento.
* Instituto Nacional de las Mujeres (2004), El ABC de Género en la Administración Pública
Las necesidades prácticas atienden el síntoma, mientras que la satisfacción de los intere-
ses estratégicos de género profundiza en las causas y es su solución.
La perspectiva de género es un marco de análisis teórico y conceptual que permite:
Visibilizar la condición de las mujeres respecto a los hombres.
Detectar los factores de desigualdad.
Planear acciones para modificar estructuras.
La incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas implica:
Que exista la voluntad explícita - personal e institucional - de promover una redistribu-
ción entre los géneros en términos de:
- Recursos públicos
- Derechos civiles y de participación
- Posiciones de poder y autoridad
- Valoración del trabajo de mujeres y hombres.
Contar con información sobre las diferencias entres hombres y mujeres (estadísticas
desagregadas por sexo).
Garantizar la no discriminación: revisar y modificar la legislación, códigos y reglamen-
tos, las reglas de operación, etcétera.
Anticipar los efectos de las políticas públicas en la desigualdad de oportunidades, de
resultados y de trato entre los sexos.
Diseñar acciones tendientes a satisfacer las necesidades y los intereses de hombres y
mujeres.
Crear instrumentos de medición y evaluación que visibilicen el avance de la situación y
posición de las mujeres.
En consecuencia, una política de género debe:
Cambiar el enfoque básico de la intervención (ejecución de políticas), más que des-
arrollar actividades paralelas. No de tratar innumerables programas, sino de revisar el
enfoque con que se aplican.
33. - 22-
Tener claro que el objetivo general es erradicar la desigualdad entre hombres y muje-
res. Las actividades específicas con mujeres deben contribuir a este logro.
Prestar atención al empoderamiento individual y colectivo de las mujeres.
Involucrar a los hombres en la lucha por la equidad de género. Es pertinente explicar
que esta nunca debe interpretarse como una guerra entre los sexos, sino como un re-
ordenamiento en el que todos y todas ganan.
Ser parte de las políticas institucionales y no sólo instrumento de un grupo de exper-
tas.
Contar con recursos humanos calificados y fondos suficientes para poder ejecutarse.33
3.3.6 Los indicadores y su utilidad en las políticas públicas municipales
Según Provoste34
, en los procesos de modernización del estado y de la gestión pública,
los indicadores son una exigencia básica de monitoreo y evaluación de las reformas y en
el plano de la política se han ido convirtiendo en un instrumento de control social.
Los indicadores de género son aquellos que dan cuenta de desigualdades sociales liga-
das a la construcción cultural de los géneros masculino y femenino en distintas esferas de
la vida en sociedad y en distintas etapas del ciclo vital de las personas y las familias, así
como a los procesos de cambio de dichas desigualdades.
En el nivel de la gestión municipal, los indicadores de género dan cuenta de metas y pro-
cesos de gestión destinados a ampliar las oportunidades de las mujeres, a nivelar respon-
sabilidades y derechos entre ambos sexos y a incidir sobre los factores que reproducen la
desigualdad. Pueden ser hechos por el municipio u otras instancias estatales o nacionales
responsables de esta actividad. Lo que importa es mantener el concepto de género, en
todo caso.
Los indicadores pueden ser categorizados según los campos prioritarios de la información
que, en términos generales, deben cubrir:
a) Las problemáticas de género en la sociedad local
El primer paso para la construcción de indicadores de género es contar con información
desagregada por sexo, y dependiendo del tema, también de la edad y la situación familiar.
Las problemáticas de género son muy sensibles al ciclo vital de las mujeres y las familias.
Un panorama adecuado de la situación del medio ambiente, la escolaridad, la salud, el
33 Ibíd.
34 Patricia Provoste, “Indicadores de género en la gestión municipal”, en: Ciudades varones y mujeres, editado por Ana
Falú. CICSA/UNIFEM/Red Mujeres y Habitat, 2002.
34. - 23-
empleo, la pobreza, la propiedad, etc., son el punto de partida para incluirlos en la agenda
local, estatal o nacional. Los indicadores de la situación comunal de género son la base
para generar una imagen deseada de equidad entre los géneros y para fijar los grandes
objetivos y prioridades de las políticas municipales. Si el diagnóstico inicial no incluye el
género, será muy difícil incorporarlo después.
b) La equidad de género en el funcionamiento de la administración y los servicios
municipales.
Son los indicadores que se ubican en la gestión cotidiana de las oficinas, de los progra-
mas y de los servicios municipales; pueden ser muchos (de insumos, de ingresos, de
egresos, de procesos, etc.); entre los más útiles para hacer el análisis de género en los
resultados está medir la equidad de las oportunidades, del uso o beneficio del servicio de
manejo de los RSU. En general, en cada programa o servicio se requiere una caracteriza-
ción de demanda y de satisfacción que es posible comparar por sexo, edad, actividad,
nivel socioeconómico, o cualquier otra condición que se sabe es desigual en la sociedad.
Las brechas de género en la satisfacción de los usuarios, en el acceso al beneficio, etc.,
serán los principales indicadores al respecto.35
Por ejemplo, en las campañas de separación de la basura, o de educación ambiental, en
general, cuando están orientadas a la familia, la participación de las mujeres es siempre
mayoritaria. Es este caso, se tienden a reforzar los roles tradicionales de género en el
campo doméstico, es decir, se confirma la responsabilidad de las mujeres respecto de la
familia, del hogar, y por extensión, hacia el barrio o comunidad. Si en este caso se inter-
pretara como un mayor acceso de las mujeres a un servicio determinado, y se tratara de
armar un indicador para reflejar el número de nuevas beneficiadas, no sería adecuado.
Sería más acertado el indicador si las señalara como “intermediarias”.36
Al interior de las estructuras municipales analizadas, se observa que la situación laboral
comparada de mujeres y hombres no es equitativa. Aún cuando en el mercado laboral
existan mujeres con igual calificación que los varones, los puestos, de preferencia, los
ocupan los hombres. En este caso, sería conveniente tener indicadores para eliminar la
desigualdad y, más aún, la sub-utilización de capacidades humanas y de ineficiencia en el
aprovechamiento de recursos humanos formados.
35 Ob. Citada.
36 El rol de intermediarias de las mujeres, en la familia y el hogar es así. Ellas son las que afianzan los valores y modelan
las conductas domésticas del grupo familiar. Pero si bien todos los integrantes de la familia producen basura, no es la
mujer la que debe recoger la basura de todos; cada uno debe recoger la basura que genera. (Balbina Hernández
Alarcón, Directora de equidad de género/SEMARNAT)
35. - 24-
c) La democratización de la gestión municipal de cara al ejercicio ciudadano de
las mujeres.
Los indicadores específicos de transparencia y avance de la igualdad de oportunidades
de mujeres y hombres en la gestión cotidiana de los servicios municipales que se instalen,
deben ser elaborados contando con la voluntad y el compromiso de los/as funciona-
rios/as. Con base a las experiencias recogidas en otras instancias de gobierno, empresas,
Municipios, etc., en México y a lo largo de varios países. Se trata, básicamente, de que
los/as responsables se “apropien” de una lógica de igualdad de oportunidades y la insta-
len en todo el sistema de indicadores de gestión. Alcanzar esta sistematización avanza
seriamente en la implementación de políticas públicas con perspectiva de género innova-
doras, sostenibles y democráticas, y esto potencia el rol del municipio como agente de
cambio territorial.
4. El Estado de México y los Municipios seleccionados
Como introducción al trabajo de campo con los actores de la gestión (Municipios) y gene-
radores (hogares, tianguis, mercados y comercios), se procura en este capítulo entregar
información básica que sirva de referencia a los/as lectores/as acerca del contexto
geográfico en el cual se efectuó el estudio.
4.1 El Estado de México
El Estado de México está integrado por 125 Municipios. Ocupa el segundo lugar de impor-
tancia entre las 32 entidades federativas que componen la República Mexicana. Es pre-
cedido sólo por el Gobierno del Distrito Federal en cuanto a su importancia económica y
social. Los datos principales37
indican que su población asciende a 13’096,686 de habitan-
tes, de los cuales 6’689,473 son mujeres y 6’407,213, hombres; es la entidad federativa
más poblada del país.38
37 Datos del INEGI, censo del año 2000.
38 Tiene una superficie de 21,461 kilómetros cuadrados. Cuenta con 1’789,171 viviendas, de las cuales 1’387,934 tienen
drenaje; 1’775,845, electricidad; y 1’722,850, agua potable. El grado promedio de escolaridad es de 8.4 años. El 93.54%
de su población mayor de 15 años es alfabeta, distribuido en un 91.38% para las mujeres y 95.87% para los hombres.
Su infraestructura educativa es de 15,086 escuelas de educación básica, de un total de 16,231. Cuenta con una infraes-
tructura de 1,248 unidades médicas del Sistema Nacional de Salud. El Estado de México es la segunda economía de
México por su producción: su PIB en el año 2002 fue de 551,971 millones de pesos, lo que representa un 9.64% del PIB
nacional.
36. - 25-
4.2 Municipios seleccionados del Estado de México39
Se seleccionaron 9 Municipios, de los cuales 4 son gobernados por mujeres y 5 por hom-
bres. En seis de ellos se realizaron entrevistas a autoridades, trabajadores de los servi-
cios públicos y población generadora-usuaria de los servicios de RSU. En los tres restan-
tes las entrevistas se dirigieron exclusivamente a las autoridades municipales.
Los Municipios estudiados se encuentran en la tabla siguiente
TABLA 3: Municipios estudiados: clasificación, población40
y tasa de crecimiento
5. Los actores y los datos
5.1 Actores normativos
En este capítulo se trata de conocer cuál y cómo fue el devenir de los actores federales y
estatales respecto a la incorporación de la perspectiva de género dentro de su ámbito de
acción. Si bien el tema está tratado integralmente y no se refiere exclusivamente al mane-
jo de los RSU, su influencia en este tema particular está implícita.
39 Datos del IGECEM (Inst. de Información e investigación geográfica, estadística y catastral del Gobierno del Estado de
México 2000.
40 g: Datos oficiales aportados por el IGECEM (Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral
del Gobierno del Estado de México)
Municipio Clasificación Población
2000g
Hombresg
Mujeresg
% Tasa
Crecimiento
de Pobla-
ción
Atizapán de
Zaragoza Urbano 467,886 228,606 239,280 4.0156
Atlacomulco Semiurbano 76,750 36,752 39,998 3.5504
Capulhuac Rural 28,808 14,165 14,643 3.0471
Coacalco de
Berriozabal Urbano 252,555 122,901 129,654 5.1910
Cuautitlán
Izcalli Urbano 453,298 221,708 231,590 3.3204
El Oro Rural 30,411 14,585 15,826 1.7758
Texcalyacac Rural 3,997 1,966 2,031 3.0688
Tlalmanalco Semiurbano 42,507 20,755 21,752 2.5551
Zumpango Semiurbano 99,774 49,160 50,614 3.4016
Totales 1’455,986 710,598 745,388
37. - 26-
5.1.1 Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)
A continuación se presenta el proceso que recorrió la SEMARNAT para la aplicación de la
perspectiva de género en la política pública ambiental, programas y proyectos a su cargo,
y que impactan en al ámbito nacional, estatal y local.
En síntesis, se trató de un proceso exitoso que contó con la participación de las autorida-
des de la Secretaría, la cooperación internacional y la sociedad civil organizada, que dio
por resultado un “consorcio de intereses” cuya habilidad fue establecer un diálogo siste-
mático y serio alrededor de las obligaciones, ventajas y mecanismos necesarios para la
incorporación de la perspectiva de género en la institución.
En 1994 se creó la Secretaria de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMAR-
NAP) pero no es en ese momento cuando se incorpora el tema de la mujer y el de equi-
dad de género en sus programas y áreas de trabajo. El cambio se dio en forma gradual a
partir de 1995 debido a: a) la Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente de Río41
(1992) y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing42
(1995) que funcionan
como detonador que incide en las políticas públicas y las instituciones. Por la misma fecha
se crea la Comisión Nacional de la Mujer (CONMUJER).
Con la instrumentación del Programa Nacional de la Mujer (PRONAM), en 1996, se obliga
a la SEMARNAP a iniciar acciones que den respuesta a la situación de la mujer y del me-
dio ambiente. El proceso se acelera a raíz de la participación de la Unión Mundial para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), que apoya a la Red de Género y Medio Ambiente,
integrada por ONGs e instituciones académicas con las cuales colaboran varias fundacio-
nes internacionales (Ford, Friederich Ebert y McArthur) y se presiona para lograr la adop-
ción del enfoque de género en la política ambiental.43
La suma de estos esfuerzos permi-
tió concretar instrumentos y mecanismos novedosos en el diseño de políticas públicas en
México. En un largo proceso que transcurrió entre 1997-2000 se crearon los siguientes
instrumentos: a) un Grupo Operativo Intersectorial; b) se firma la Declaratoria de Política;
c) se elabora el Plan de Acción o Programa de Trabajo de Equidad de Género y Medio
Ambiente en la SEMARNAP y, d) Se diseña el Addendum o agregado sobre Género y
Medio Ambiente en el PRONAM.44
41 Agenda 21, Capítulo 24 “Medidas mundiales a favor de la mujer para un desarrollo sostenible y equitativo”
42 Plataforma de Acción de Beijing, Cap. K “Mujer y medio ambiente”
43 Karla Priego Martínez (Mujer y Medio Ambiente AC) “Experiencias exitosas en la incorporación de la perspectiva de
género en la política ambiental”, en INMUJERES Experiencias exitosas en la incorporación de la perspectiva de géne-
ro”, 2002, pág. 133.
44 Ibíd.
38. - 27-
La creación de la Dirección de Equidad de Género y Medio Ambiente, en 1999, adscrita a
la Dirección General de Planeación en la SEMARNAP, es la respuesta operativa a las
acciones desarrolladas por el CONMUJER, la sociedad civil, diputadas y el PRONAM.
Esta estructura dio talleres de capacitación para incorporar el enfoque de género en la
SEMARNAP, preparó informes para el CONMUJER, apoyó y dio seguimiento a experien-
cias regionales y proyectos productivos; también mantuvo reuniones de trabajo con la
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) y
Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAGAR hoy SAGARPA). El Programa de Acción o
Plan de trabajo 2001-2006 tiene dos grandes vertientes: la primera, asociada al quehacer
interno de la institución y la segunda, referida a la inclusión de la perspectiva de género
en los programas ambientales y la participación pública. En la primera se trata, entre otros
temas, el marco jurídico y legal de las mujeres en puestos decisión en la institución, acce-
so y participación en la toma de decisiones; capacitación y coordinación interinstitucional
e intrainstitucional. También se elaboró una propuesta preliminar de indicadores de géne-
ro para la Secretaría, que permitiría observar los avances en términos de equidad de gé-
nero en tres niveles: interior de la institución, interior de los programas y proyectos y en
las comunidades o regiones.
A solicitud de CONMUJER se elaboró una base de datos del personal de mandos medios
y superiores desagregada por sexo, edad, escolaridad y años de servicio en el sector
público.
Junto con el cambio de Gobierno (2000) se re-estructura la Secretaría, en el plano temáti-
co y organizativo y se convierte en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT). Surge la Unidad Coordinadora de Participación Ciudadana y Transparen-
cia (UCPAST), en la cual queda inscripta la Dirección de Género y Medio Ambiente
(DGMA).
El Programa de Género y Medio Ambiente elaborado por la DGMA tiene como marco el
Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 y hace parte del Programa Sectorial de Medio
Ambiente. Recoge los compromisos internacionales de México, en particular, el logro de
la igualdad de los derechos y obligaciones entre géneros en el acceso, uso, manejo,
aprovechamiento y conservación de los recursos naturales. Las grandes líneas estratégi-
cas son:
Transversalidad de la perspectiva de género.
Coordinación intrainstitucional e interinstitucional.
Corresponsabilidad y participación pública.
Procesos de gestión ambiental y desarrollo sustentable con equidad de género.
Entre los principales avances de la DGMA se encuentran: la conformación de comités
técnicos de enlaces de género de la SEMARNAT, integrados por representantes de cada
39. - 28-
una de las áreas sustantivas, órganos desconcentrados y representantes de las delega-
ciones federales; programas de capacitación intrainstitucional, delegaciones federales, el
Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU) y el
Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES). Este programa se extiende a las delega-
ciones estatales de la SEMARNAT y a los Institutos Estatales de las Mujeres.
En el marco del proyecto Araucaria-Vizcaíno, en el Estado de Baja California Sur se
realizó un diagnóstico de desarrollo sostenible con equidad de género en la Reserva de la
Biosfera “El Vizcaíno”. En la misma región se impulsó la campaña integral de manejo de
residuos sólidos. Algunos de los impactos de esta campaña son: mejoría de la calidad de
vida de Guerrero Negro (12.000 habitantes); la generación de empleo temporal para 20
mujeres y hombres y la creación de una microempresa recicladora de plásticos dirigida
por mujeres.
En el año 2004
45
, la Dirección de Equidad de Género contó con recursos financieros pro-
pios para implementar acciones y proyectos y estableció enlaces de género en todas las
áreas normativas de la SEMARNAT y en las delegaciones federales de los Estados. De-
sarrolla programas continuos de capacitación que compensan la alta rotación de personal
provocado por los cambios y disminución institucional.
A su vez, se establecen vínculos interinstitucionales para la transversalización de género;
las delegadas conforman comités técnicos de género con otros organismos de la función
pública (Comisión Federal Pro Ambiente; Comisión Nacional del Agua; Comisión Nacional
Forestal) y capacitan en género conjuntamente.
Las campañas de educación ambiental del año 2004 redefinen la actitud hacia la mujer:
pasan de dirigirse a la “ama de casa” para dirigirse a “la familia”. Es un avance en el sen-
tido en que podrá inducir a que sean analizados los diferentes roles de cada integrante del
grupo y progresivamente, a que las estrategias comunicaciones incluyan desde su diseño,
la problemática de género. Estas campañas están a cargo de la Coordinación de Cruza-
das Nacionales.46
En la percepción de la Directora de Equidad de Género, los factores importantes que
promueven la incorporación de la perspectiva de género en las políticas de medio ambien-
te son, entre otros:
La presencia de la mujer en los cargos de toma de decisión públicos para impulsar las
demandas sociales desde una visión más equitativa;
45 Entrevista a la Directora de Equidad de Género/SEMARNAT. Balbina Hernández Alarcón
46 Entrevista a la coordinadora de SEMARNAT/Cruzadas Nacionales, Ing. Sandra Herrera Flores
40. - 29-
La incorporación de indicadores con perspectiva de género;
La capacitación a los operadores de programas y proyectos con subsidios estatales
para incluir la perspectiva de género desde su diseño, pasando por la puesta en mar-
cha, el monitoreo y la evaluación de los mimos;
Continuar las acciones afirmativas para aumentar la participación de las mujeres en
todas las áreas de medio ambiente mientras continúa el proceso de comprensión e in-
corporación de la perspectiva de género en el quehacer de todos los actores normati-
vos y sociales;
Atacar la generación de RSU, tanto en los hogares como en el sector privado, de for-
ma a que todos los actores asuman sus responsabilidades para el cuidado del medio
ambiente y aumente la corresponsabilidad social de cada uno;
Transformar la cultura imperante en el ámbito doméstico, en el cual las mujeres son
vistas como las que”recogen de la basura generada por todos” por una cultura donde
“cada cual es responsable de recoger la basura que genera”.
5.1.2 Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del Estado de México (SEGEM)
Es útil presentar en este estudio los lineamientos o marco político del cual se derivan las
pautas de política pública, sus objetivos y estrategias con respecto al género en el Estado
de México. De este marco emana la responsabilidad de la SEGEM y los Municipios de
incorporar en sus estructuras orgánicas, sus programas y sus proyectos la visión de géne-
ro. En particular se tratará de identificar su incidencia en el ámbito del manejo de los RSU
a nivel municipal. Finalmente se presentan y comentan las percepciones del personal de
mandos altos y medios sobre la problemática de género y las modalidades de la gestión
institucional.
En el Plan Estatal de Desarrollo 1999-2005
47
del Estado de México (PEDEM) se diagnos-
tican los cambios en el contexto social, económico y político de las mujeres. En el se hace
explícito que el país está “inmerso en un acelerado cambio hacia la democratización,
permitiendo a la mujer desempeñar un papel cada vez más importante en el ámbito gu-
bernamental y en la sociedad civil. La perspectiva de género nos permite ver con claridad
y reconocer que las relaciones de poder entre varones y mujeres aún están marcadas por
la subordinación y la dependencia de la mujer, por la deshumanización y la violencia co-
ntra niños, niñas y mujeres. Agrega que las mujeres se han convertido en agentes activos
en la búsqueda de una mayor justicia económica. Sin embargo, la población económica-
mente activa aún no encuentra espacios apropiados en el mercado de trabajo y, cuando
los halla, tiene que enfrentar violaciones legales en su perjuicio. Las mujeres demuestran
su talento y capacidad como servidoras públicas y su liderazgo en los procesos de auto-
47 PEDEM, Capítulo 11 “El papel fundamental de la mujer y la perspectiva de género”, Pág. 142 -145
41. - 30-
gestión en las colonias populares. Sin embargo, es una realidad que un segmento de la
población femenina de la entidad se enfrenta a actos de violencia e impunidad”. Y se se-
ñalan áreas estructurales de la desigualdad que serán remontadas durante el período:
Salud: ampliación de la cobertura y la calidad de la atención
Planificación familiar
Educación
Derecho a la participación de la mujer en los medios de comunicación y a la informa-
ción
Combate a la violencia y a la violencia doméstica: reformas al sistema judicial
El resguardo de los derechos de la mujer requiere del compromiso de la sociedad para
lograr el cambio cultural que establezca relaciones igualitarias entre mujeres y hombres.
El objetivo del PEDEM es coherente con el análisis presentado: promover entre la pobla-
ción y en todos los ámbitos sociales, la perspectiva de género como una condición nece-
saria para el desarrollo integral de la sociedad, en igualdad de condiciones, oportunida-
des, derechos y obligaciones.
Las políticas definidas en el PEDEM abarcan, entre otros puntos:
Privilegiar el desarrollo integral de la mujer en igualdad de condiciones, oportunidades,
derechos y obligaciones.
Propiciar el acceso de la mujer a los mercados de trabajo en igualdad de oportunida-
des.
La atención a los problemas de género harán énfasis en la no violencia intrafamiliar.
Las estrategias definidas en el Plan, entre otras, son:
Impulsar reformas jurídicas que penalicen con mayor severidad los abusos en contra
de la mujer.
Difundir los derechos de las mujeres, los servicios e instancias para su defensa e in-
formación amplia para promover una cultura de equidad de género.
Incorporar la problemática de la mujer como elemento para avanzar en el desarrollo
social y económico del estado.
Promover la capacitación de la mujer para el ejercicio del liderazgo en las diferentes
áreas de actuación.
Instrumentar mecanismos que garanticen el acceso de la mujer a los mercados de
trabajo y el cumplimiento de sus derechos laborales.
42. - 31-
Incrementar la presencia y aporte activo de la mujer en la toma de decisiones, fomen-
tando cambios institucionales.
Fomentar en la sociedad una imagen plural y tolerante, para contribuir a que las cues-
tiones de género se traten con mayor profundidad y se expongan con más respeto.
Si bien en los párrafos anteriores no se trata específicamente de género y medio ambien-
te, el tema está dentro del objetivo del PEDEM: “promover entre la población y en todos
los ámbitos sociales, la perspectiva de género como una condición necesaria para el de-
sarrollo integral de la sociedad, en igualdad de condiciones, oportunidades, derechos y
obligaciones.”
En síntesis, existe en el Estado de México un marco de política que incorpora la perspec-
tiva de género y traza estrategias y objetivos de acción para eliminar las desigualdades
que afectan a las mujeres, entre otros sujetos sociales. Desconocerlo no exenta de sus
responsabilidades a los actores institucionales estatales y municipales.
En el ámbito del presente estudio se observó el nivel de adopción, dentro de la SEGEM y
los Municipios seleccionados de los lineamientos expresados en el PEDEM. Ello se com-
prueba a través de los datos sobre la participación de hambres y mujeres dentro de la
estructura de la SEGEM, la percepción sobre el tema de género que tiene el personal alto
y medio del sector y la incorporación o no de la problemática en los programas y proyec-
tos que brindan.
El panorama de la participación de las mujeres en la estructura orgánica de la Secretaría,
es el siguiente:
De un total de 13 mandos altos (subsecretarías, direcciones generales, unidades y
coordinaciones afectadas directamente a la Secretaría) identificados, 9 (69%) están
ocupados con hombres, y 4 (31%) están ocupados con mujeres.
Del total de 35 mandos medios (direcciones, subdirecciones y jefaturas de departa-
mentos), 27 (77%) son hombres y 8 (23%) son mujeres
Estos datos indican que se está lejos de lograr el equilibrio en la participación de hombres
y mujeres. Las razones pueden ser varias, y su análisis escapa a este estudio. Si bien el
factor positivo sería que la dirección de la SEGEM está ocupada por una mujer, esta co-
yuntura no es condición suficiente para medir el avance de la igualdad de géneros. Es
frecuente que dicho cargo sea ocupado por una mujer, lo cual podría indicar que se re-
afirma el rol de las mujeres como “cuidadoras del medio ambiente”; es una de las funcio-
nes esenciales de género asignadas a las mujeres. Mientras tanto, la revisión de los perfi-
les de puestos, las condiciones de ingreso y ascensos, los contenidos de las capacitacio-
nes y el perfil de los/as asistentes serían elementos a ser tomados en cuenta en el diseño
de acciones afirmativas para el avance de la mujer. Este proceso es medible aplicando
43. - 32-
indicadores diseñados especialmente para este fin. Con ellos se podrá monitorear el pro-
ceso y los resultados dentro de un período establecido. Se podrán ajustar las estrategias
en tiempo y forma a través de las lecciones aprendidas de forma a avanzar en la incorpo-
ración de la política de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el acceso a
los puestos de mandos altos y medios.
Durante el estudio se entrevistó a funcionarias/os de mando alto y medio
48
. Los datos
recabados indican una actitud positiva hacia la participación de la mujer en la estructura
institucional y señalan las nuevas pautas de participación ciudadana que se está impul-
sando en los servicios; reconocen la importancia de la participación de las mujeres en el
manejo de los RSU como agentes de cambio en la familia y en la comunidad.
Las percepciones se agrupan a continuación por ejes temáticos para organizar su com-
prensión:
a) en el eje institucional de la problemática de la incorporación de la perspectiva de gé-
nero
Surge claramente la compresión y conocimiento de las desigualdades entre las mujeres y
hombres que afectarán o afectan la participación y los beneficios en los servicios. Se ob-
serva, paradójicamente, el desconocimiento aparente de la responsabilidad institucional
de eliminarlos. Las percepciones del personal de la SEGEM en el tema recogidas expre-
san:
Desconocimiento de lineamientos, normas, marcos o legislación sobre la igualdad de
oportunidades. Al mismo tiempo, hay convicción sobre la importancia y los buenos
resultados de la participación de las mujeres. Las mujeres han construido el espacio,
han ganado su participación; es una realidad.
Que en la SEGEM hasta el momento no ha adoptado programas de igualdad de opor-
tunidades.
Que la igualdad de oportunidades en el manejo de RSU aún no se legisla en el EDO-
MEX.
Que es muy importante vincularse a todas las instituciones públicas u otras que fo-
menten la participación de mujeres y hombres en el manejo de RSU.
Que el Instituto Mexiquense de la Mujer (IMM) es una institución nueva y de importan-
cia con la cual hay la intención de establecer vínculos y canales de información.
48 Dirección General de Concertación y Participación Ciudadana y Departamento de Manejo Integral de RSU y Dirección
General de Prevención y Control de la Contaminación del Suelo y Residuos
44. - 33-
Que se notan diferencias en los Municipios cuando hay Presidentas y Presidentes; se
puede observar que las Presidentas se preocupan más por el medio ambiente y sobre
todo por el tema de manejo de los RSU. En el caso de Coacalco, la Presidenta está
dispuesta a solucionar el problema del tiradero; es un avance en relación con las ad-
ministraciones anteriores. El gobierno del Estado la apoyará para mejorar la situación
del tiradero.
Falta información en el equipo sobre los avances en la promoción de los valores de
igualdad; el análisis que se hace simplemente conceptualiza las acciones que se es-
tán llevando a cabo.
En la SEGEM no hay una discriminación de género a favor de los hombres – mejores
oportunidades, facilidades, otras - porque la secretaria es mujer.
La relación entre las mujeres y los varones en los diferentes niveles de trabajo trata de
ser igualitaria en cualquier cargo.
No hay actualmente convenios que hablen específicamente de género; son generales.
Sin embargo es necesario comenzar a vincularse con las mujeres .
Hay discriminación de género en México hacia las mujeres; por ejemplo, no pueden
embarazarse cuando trabajan; por esa razón las empresas no las contratan. En el Es-
tado de México esta situación no se da porque en la ley las mujeres tienen los mismos
derechos que los hombres.
La participación de las regidoras y las directoras de ecología municipales es muy des-
tacada y capaz. Las promotoras ambientales son generalmente mujeres.
Para disminuir la discriminación de las mujeres en el manejo de los RSU y tomando el
caso del acceso a la actividad de chofer habría que incorporar tecnologías adecuadas
que evitaran el uso intensivo de fuerza física. Esto podría hacerse en los camiones,
por ejemplo.
Existe un replanteamiento de la visión del medio ambiente, donde la sustentabilidad se
convierte en ética. Se desarrollan actividades de capacitación en el tema para los
mandos medios y facilitadores/as, de forma a provocar un efecto multiplicador.
Que hay un número importante de pepenadores/as mujeres; se sabe poco de ellas y
se supone que están en esa labor por la necesidad de tener cualquier trabajo que ge-
nere ingresos. Los informes de SEGEM-GTZ49
son la única fuente disponible de datos
sobre los/as pepenadores/as.
Que existe un desequilibrio en la participación de mujeres y hombres en la cuestión
ambiental: el cuidado del mundo no es relevante para los hombres; es una cuestión de
género.
49 SEGEM/GTZ: Anna Lucia Florisbela: “ Situación del sector informal en el sitio de disposición final de Atlacomulco”,
2003. Wamsler Christine, El sector informal en el reciclaje de los residuos sólidos en el Estado de México, Secretaría
de Ecología del Gobierno del Estado de México, GTZ, 2002, pp. 106.
45. - 34-
b) en el eje de la participación municipal y ciudadana
Se están preparando programas específicos de separación y recolección de basura,
que oportunamente serán ofrecidos a usuarios variados.
Hay un acercamiento constante a distintos actores: autoridades y organizaciones so-
ciales, en las cuales participan mujeres y se impulsan por medio de la familia y la
formación de asociaciones dedicadas al medio ambiente.
Se capacita a las direcciones de los DIF municipales, reconociendo su rol de agentes
directos de intervención social.
Es indispensable la voluntad política de los Municipios para mejorar y fortalecer el ma-
nejo de los RSU. Los Municipios del EDOMEX son muy heterogéneos y sus necesida-
des también. La visión de los gobernantes está cambiando y se está generando una
gran sinergia con los Municipios, las empresas, las escuelas y la población joven. Se
ha consolidado un gran acercamiento con todos/as los/as regidores/as, además de
los/as de ecología, indiferente a la pertenencia partidaria. Unos de los elementos que
fortalece la relación es la ausencia de sanciones por parte de la SEGEM.
Últimamente los Municipios han aprendido: en alguno de ellos los secretarios de eco-
logía son nombrados 1er. Regidor; esto facilita el proceso de acercamiento dado que
son cuadros, en general, comprometidos con el tema.
La fortaleza de los Municipios del Estado es que saben que deben tener un buen ma-
nejo de los RSU. La debilidad es la falta de personal técnico capacitado y la falta de
información apropiada en los Municipios rurales. Habría que reforzar estas especifici-
dades para obtener mejores resultados para la comunidad.
Existen muy pocas ONGs especializadas en manejo de los RSU. La estrategia es for-
talecerlas y capacitarlas (talleres y cursos de manejo ambiental, etc.) para que acce-
dan a financiamientos nacionales e internacionales de corto, mediano y largo plazo.
Se han construido espacios plurales y heterogéneos, con jóvenes ambientalistas y
personas con capacidades diferentes. En general, los Municipios No trabajan sistemá-
ticamente con las ONGs.
Existe trabajo conjunto con empresas privadas (Avantgard) para la recolección de
PET.
La educación es el único camino para cambiar la idiosincrasia de las personas en
México; los medios de comunicación son importantes para construir el camino.
Es un buen comienzo y un adelanto que haya cuadros de dirección convencidos de la
necesidad de trabajar en términos de apreciar los resultados de la participación de la mu-
jer en la gestión de los RSU y el cuidado del medio ambiente. Pero esto no obsta que se
ignore la responsabilidad de incorporar el género a las políticas. El PEDEM es explícito en
sus lineamientos, como se mencionó más arriba. A través de la capacitación continua, el
asesoramiento y el seguimiento permanente del avance del personal en la aplicación de la
46. - 35-
perspectiva de género la situación puede ser transformada. En este sentido, el proceso y
los resultados conseguidos en la SEMARNAT pueden ser de utilidad. Además, una inter-
relación más estrecha y sistemática con el IMM puede apoyar el proceso.
Para avanzar en este sentido sería necesario analizar las características organizacionales
de la institución y diseñar la capacitación adecuada. Los resultados se deberán reflejar
tanto en la estructura interna de la SEGEM como en los programas y acciones que impul-
sa. Es decir, desde la etapa de diseño de programas y proyectos deben quedar asentados
los criterios de una visión renovadora.
En el ámbito de la estructura institucional, se hace necesario identificar los mecanismos
que habrá que operacionalizar para aumentar la participación de las mujeres en los car-
gos de decisión. Para ello se deben analizar los obstáculos que impiden que ello suceda.
Si es preciso, se podrán considerar acciones afirmativas para aumentar la participación de
las mujeres en todos los ámbitos de la estructura y en los programas, y luego velar por la
aplicación de medidas que garanticen la igualdad de condiciones con los hombres para el
acceso a áreas de trabajo culturalmente cerradas a las mujeres.
Un mecanismo adecuado podría ser la creación de una instancia en la SEGEM que vele
por la incorporación de la equidad de género.
Es importante asegurar que la agenda de género, una vez institucionalizada en la SE-
GEM, se transversalice intersectorial e interinstitucionalmente con instancias estatales
que se relacionan temáticamente con la SEGEM.
Las pautas culturales siguen afianzando las diferencias. Para modificar o equilibrar la si-
tuación es necesario que los hombres estén concientizados e informados; de esta forma
ellos mismos evitarán generar más discriminación.
5.1.3 El Instituto Mexiquense de las Mujeres (IMM)
El IMM fue creado en diciembre de 2000. Es un organismo público descentralizado, secto-
rizado a la Secretaría de Desarrollo Social. La función central es transversalizar la pers-
pectiva de género en todas las dependencias del Estado. El Consejo Directivo está presi-
dido por el Gobernador y representadas de todas las dependencias del Estado de México.
Se reúne cada dos meses y se informa sobre el desarrollo de las actividades referidas al
tema género.
En el Consejo Consultivo participa la sociedad civil, y entre otras Secretarías, la SEGEM.
En su interior se han conformado comisiones de trabajo para Cultura y Recreación, Enla-
ces Académicos, Periodísticos y Legislativos. Son de carácter permanente, y a través de
ellas se impulsan acciones muy concretas para la institucionalización y el avance de gé-
nero. Por ejemplo, desde la Comisión de Enlaces Legislativos se trabaja sobre la ley de
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violencia familiar a fin de elaborar los reglamentos y definir el área de responsabilidad de
aplicación de los mismos. Mientras tanto, no se ha instalado una Comisión de Ecología, lo
cual demora la puesta en marcha de programas en el área.
EL IMM cuenta con Delegadas nombradas por el mismo IMM y Coordinadoras Municipa-
les nombradas por los Municipios respectivos en las 12 regiones que conforman el Estado
de México. En algunos casos son voluntarias.
El IMM promueve la instalación de Institutos Municipales de la Mujer; sobre un total de
125 Municipios en el EDOMEX, a la fecha cuentan con 104 oficinas municipales de la
Mujer instaladas o en vías de instalación
La situación presupuestaria de las oficinas municipales es variada: en algunos Municipios
cuentan con asignación específica de recursos y en otros, simplemente con oficinas, apo-
yo de vehículos y teléfono. Dependiendo de la voluntad del Ayuntamiento, los institutos se
componen de una sola persona o de un equipo de colaboradoras. En Naucalpan, por
ejemplo, el Instituto Naucalpense de la Mujer cuenta con presupuesto propio; fue instala-
do a comienzos de 2004.
Cabe destacar que el IMM en cada cambio de administración municipal debe negociar
cada tres años, la continuidad de la oficina municipal de la mujer o su instalación, en caso
de no haber existido durante la administración anterior. La tarea de negociación y sensibi-
lización es constante, y las condiciones de permanencia de las oficinas son sumamente
precarias. Según la opinión del IMM, en ningún caso este tema es prioritario en las agen-
das municipales.
5.1.4 El IMM y la SEGEM
La SEGEM y el IMM establecieron contacto para poner en marcha una iniciativa del IMM
para implementar un programa ecológico piloto de agua y saneamiento de las comunida-
des rurales. Está en etapa de planteamiento inicial. Se conversa también de temas rela-
cionados con la producción y la salud con la intención de trabajarlos en conjunto.
El IMM no se plantea tratar específicamente el tema de los RSU, al menos por ahora. La
salud es un tema de prioridad. Mientras tanto, en algunos Municipios que tienen una
Coordinadora conocedora o interesada en los temas de medio ambiente se trabaja para
llevar a cabo proyectos de recolección de basura y separación de PET. Es el caso de Al-
moloya de Juárez, donde la actual Regidora trabajó anteriormente en el IMM y tiene for-
mación y visión de género. Otras coordinadoras dan pláticas de medio ambiente, pero la
principal preocupación es la salud de la población.
La idea eje de la tranversalización es modificar los patrones culturales privados y públicos
como principio para combatir la inequidad. En particular atienden a las madres de familia y