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Jakob Lorber




                                Obispo Martín
                                     el desarrollo de un alma
                                          en el Más Allá




                                 Obras de la Nueva Revelación




                                Recibido al dictado de la voz interior


                                   (Traducción por Meinhard Füssel)




OBISPO MARTÍN
http://www.mmoya.com/esoterica/cristiana/titulos/lorber/omartin/index.html

Muñoz Moya editores
Ramón y Cajal, 44
41310 Brenes (Sevilla)
editorial@mmoya.com
© de la traducción Miguel Angel Muñoz Moya
© de la presente edición: Muñoz Moya editores
ISBN: 84- 8010-146-6

Página Web en español:
http://es.j-lorber.com/
http://www.j-lorber.com/espanol
________________________________Jakob Lorber_________________________________



                                                            INDICE

 PREFACIO
 Jakob Lorber. El llamamiento. La voz interior del espíritu.
 Las obras de la Nueva Revelación................................................................................... 11

 PROLOGO .................................................................................................................. 15
 Nota para el estudio de esta obra .................................................................................... 16

 OBISPO MARTIN ..................................................................................................... 17
    1. El fin del anciano obispo Martín en este mundo y su llegada al Más Allá ............                                      17
    2. El obispo Martín se aburre en su aislamiento y medita sobre un cambio .............                                       18
    3. El obispo Martín en compañía de un aparente colega.
       Las buenas proposiciones del guía ........................................................................                19
    4. El obispo Martín se escandaliza con el templo luterano;
       la contestación del ángel. Martín está dispuesto a servir de pastor ........................                              21
    5. En la choza del ángel Pedro. Palabras luminosas del ángel sobre Lutero.
       El empleo de Martín como pastor en el Más Allá .................................................                          22
    6. Una sorpresa agradable pero peligrosa en el nuevo cargo del obispo Martín:
       el rebaño de ovejas resulta un grupo de hermosas jóvenes ....................................                             23
    7. La tentación del obispo Martín y su enseñanza por el ángel Pedro .......................                                  23
    8. Monólogo autocrítico del obispo Martín y confesión de los pecados. ...................                                    24
    9. Otra prueba de paciencia para el obispo Martín y su humor desesperado .............                                       26
   10. El obispo Martín extraviado.
       Explicación del Señor sobre los estados espirituales y su correspondencia ...........                                     26
   11. El obispo en apuros. Continúa su monólogo sin que falten improperios ..............                                       28
   12. El obispo llega a punto muerto. Rescate por el barco esperado con ansia.
       Discurso de agradecimiento de Martín al navegante, quien es el Señor mismo ...                                            29
   13. Las palabras del divino navegante sobre la bendición de la soledad.
       Un espejo para el desarrollo de la conciencia de la propia individualidad moral .                                         31
   14. Contrición sincera del obispo Martín y su buena intención
       de hacer penitencia y convertirse .........................................................................               32
   15. El sermón de penitencia del navegante divino dirigido al obispo Martín .............                                      33
   16. El obispo Martín reconoce su culpa y decide permanecer con el timonel,
       su Salvador. El ángel Pedro, tercero en el grupo ..................................................                       34
   17. En la choza del guía. El desayuno bendito y el agradecimiento de Martín.
       El nuevo trabajo de Martín con los pescadores ....................................................                        35
   18. De pesca ..............................................................................................................   36
   19. Los reparos del obispo Martín ante el trabajo vano.
       La respuesta acertada de Pedro referente a las ocupaciones hueras y triviales
       de un obispo de la iglesia romana ........................................................................                38
   20. La correspondencia espiritual de la pesca. La composición del alma.
       Martín quiere justificarse y la reprimenda del Señor ............................................                         40
   21. Necia excusa filosófica de Martín. Apelación amistosa a la conciencia ...............                                     41
   22. Conciencia contrita de la propia individualidad del obispo Martín.
       Se despierta su amor. El medio cambia. El palacio y su interior sucio .................                                   44
   23. Primera obra de caridad del obispo Martín para con los pobres recién llegados ..                                          45
   24. Un nuevo trabajo para el obispo Martín: socorrista apagafuegos.
       Admisión de los salvados .....................................................................................            46
   25. Diferencia entre el pensar de aquí y el del Más Allá.
       Introducción a la ciencia de las correspondencias.
       Martín tiene ganas de trabajar pero la fuerza de su entendimiento se cansa .........                                      47
   26. Modestia y humildad de Martín. La comida bendecida en la mesa del Señor ......                                            48


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                        2005________________________________

27. Experiencias sorprendentes de Martín con los acogidos.
    Martín quiere instruir a los pobres pero ellos le instruyen a él .............................                             49
28. Martín como racionalista inveterado se encuentra en un aprieto ..........................                                  50
29. Jesús se da a conocer a Martín .............................................................................               51
30. Conversación entre el racionalista Martín y el sabio hombre de la luz
    sobre la Divinidad de Jesús ...................................................................................            52
31. Preguntas críticas de Martín y respuestas del sabio ..............................................                         54
32. Continuación de la conversación sobre la Divinidad de Jesús ..............................                                 56
33. Martín reconoce al Señor en Jesús. El miedo del pecador. Instrucción de Martín .                                           58
34. Una escena sagrada de salvación: Martín abraza al Señor ....................................                               59
35. El primer encargo misionero de Martín y sus experiencias.
    Una aparente colección de bestias. «¡Sin mí no podéis nada!» .............................                                 60
36. La segunda visita de Martín al rebaño de bestias, bajo la dirección
    del Maestro divino. Su discurso de conversión. La salvación de los que yerran ..                                           62
37. La comida celeste. Bendición de los recién salvados y su hogar celeste ..............                                      64
38. Martín en su hogar celeste. La primera sorpresa. El arreglo del hogar .................                                    66
39. Martín solo en su casa. La contemplación del globo terráqueo
    y de los demás cuerpos celestes. El aburrimiento de Martín ................................                                67
40. Los doce pequeños gabinetes con los alimentos aún no bendecidos por el Señor.
    La bandada de jóvenes guapas. La hermosa mercuriana. La perfección natural
    de los hombres desnudos de Venus. La importancia de la bendición del Señor ...                                             69
41. Las maravillas de Marte. La fatiga espiritual de Martín y su deseo insensato.
    La reprimenda del Señor ......................................................................................             71
42. Sorpresas detrás de la quinta puerta. El mundo milagroso de Júpiter ...................                                    72
43. Saturno, el más maravilloso de todos los planetas. La Tierra como escuela
    para los hijos de Dios y escenario de la encarnación del Señor ............................                                73
44. La séptima sala. La naturaleza y la finalidad de Urano y de sus espíritus.
    La creación dentro y fuera del hombre y sus relaciones recíprocas ......................                                   74
45. El secreto de la octava sala: el mundo del Plutón.
    Lo espiritual como fondo primario y soporte de toda la creación .........................                                  75
46. La novena sala y su triste secreto.
    El destrozado mundo de los asteroides y su historia ............................................                           76
47. El secreto del décimo gabinete: el Sol con su esplendor.
    La naturaleza de la luz. Las maravillas del mundo del Sol.
    La belleza como expresión de la perfección interna .............................................                           77
48. Más descubrimientos de Martín en su Sol. La diferencia de altura
    de los habitantes de los diversos pueblos del Sol y su motivo:
    amor y sabiduría, verdaderos factores de la grandeza de espíritu.
    Queja de Martín acerca de la Tierra y sus habitantes ...........................................                           79
49. Contemplación de la Luna a través de la undécima puerta.
    Martín y el sabio de la Luna .................................................................................             82
50. Diferencia entre los resultados de la enseñanza interior y la exterior.
    La alfarería ...........................................................................................................   83
51. Una mirada al campo solar más pequeño a través de la puerta número doce.
    Presentimiento de Martín acerca de la grandeza y de la Gracia de Dios.
    La forma del hombre como forma fundamental, igual por todas partes.
    Peligros en el Más Allá para aquél que aún no está renacido del todo .................                                     87
52. La bendición de la luz de Swedenborg. El antiguo Adán en Martín.
    Enseñanza muy sabia de la mujer y un aviso severo por parte de Borem .............                                         88
53. El obispo malhumorado. Aviso severo por parte de Borem y su desaparición.
    Martín se queda sólo ............................................................................................          90
54. Soliloquio de Martín: Una crítica a las iglesias.
    Un armario empotrando con comida y bebida ......................................................                           93




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________________________________Jakob Lorber_________________________________


   55. El hambre y la sed de espíritus impuros.
       Martín, un poco ebrio después de su merienda.
       Tras el encuentro con un habitante del Júpiter Martín queda desembriagado .......                                         95
   56. El intento vano de dormir. Sorpresa ante un grupo de infelices
       y la compasión de Martín .....................................................................................            97
   57. Confortación de los miserables. Su gratitud y sus quejas sobre lo pasado.
       El discurso del salvado y la respuesta de Martín ..................................................                       98
   58. Más detalles acerca del nuevo grupo de siervos masculinos y femeninos
       de Roma. Un misionero chino de la iglesia romana .............................................                            99
   59. La devoción hipócrita de las monjas. Tal obra, tal pago ......................................                           100
   60. Martín como conciliador. Las acciones insensatas de las monjas de la Doctrina
       Cristiana y sus consecuencias en el Más Allá. Advertencia de Martín ..................                                   101
   61. La exposición de las monjas de la orden del Sagrado Corazón de Jesús.
       Sus tremendos castigos y su estupidez espiritual. El sermón de Martín ...............                                    103
   62. Diálogo entre un jesuita y Martín. Instrucción de una religiosa de la Caridad,
       atemorizada ante la vista del infierno ...................................................................               104
   63. Conversación de Martín con dos jesuitas más y con dos ligurianos .....................                                   106
   64. Confesión honesta de los minoritas. Roma como causa.
       Comprensión y mejora de los minoritas ...............................................................                    107
   65. Martín abre los ojos a los jesuitas espiritualmente ciegos ....................................                          109
   66. La ampliación del corazón y de la casa. El llamamiento del Señor a Martín ........                                       110
   67. El jardín cambiado. Borem jardinero ....................................................................                 111
   68. Palabras instructivas sobre el camino hacia la bienaventuranza ...........................                               112
   69. Un nuevo milagro ante Martín. Escenas de prueba de los minoritas
       y de los jesuitas ....................................................................................................   114
   70. Segunda escena de prueba para los jesuitas y su explicación por Borem .............                                      116
   71. Mejora y conversión de uno de los jesuitas. Venganza de los otros veintinueve ...                                        117
   72. Visión del estado de las almas de las damas del Sagrado Corazón.
       Intrusos en el jardín del claustro. Ataque de las damas sedientas de venganza ....                                       119
   73. Las observaciones de Martín y las sabias indicaciones de Borem acerca de
       los caminos del Amor eterno. Las damas del Sagrado Corazón en llamas ...........                                         121
   74. Martín critica la naturaleza de lo malo.
       Enseñanza de Borem acerca del Orden divino de la vida.
       Lo «bueno» y lo «malo» como polos opuestos en Dios y la creación ..................                                      122
   75. Continúa la observación del estado infernal de las damas del Sagrado Corazón.
       Explicaciones de Borem al respecto .....................................................................                 124
   76. Comportamiento desalmado de las damas ante sus padres que desean entrar.
       Intervención de los dos hombres vestidos de blanco ............................................                          125
   77. Los dos hombres tocan trompetas y el claustro se derrumba.
       Las damas del Sagrado Corazón en forma de ranas.
       Explicación de la situación a los padres asustados ................................................                      126
   78. Estafa de un jesuita: el padre al que engañaron con su hija.
       Explicación espiritual de esta historia ..................................................................               128
   79. El anciano aborrece a Roma; magnanimidad de Dios.
       Parábola referente a la paciencia del Señor ..........................................................                   129
   80. Parábola de las diferentes especies de trigos y cactos. Aumenta el amor de
       Martín al Señor. Continuación de la escena de las damas del Sagrado Corazón ..                                           130
   81. Desaparición de las ranas en el mar. Buscando a sus hijas,
       los padres andan encima del agua. Explicación de Borem ...................................                               132
   82. El segundo acto del espectáculo de las damas del Sagrado Corazón.
       La tormenta infernal encima del mar.
       Captura en un saco de la ralea tempestuosa. Explicación de Borem ....................                                    134
   83. Martín anhela al Señor. Los peces en el saco y su selección. El cáliz,
       receptáculo de la gracia. El comienzo del renacimiento espiritual de Martín .......                                      137



                                                              -4-
_______________________________Obispo Martín - Moya
                         2005________________________________

 84. El comienzo del tercer acto del drama celestial.
     El cáliz de la gracia con el agua hirviendo. El terraplén infernal ..........................                         138
 85. La catástrofe se acerca. La antigua serpiente, los doce ángeles del juicio
     y el abismo. La victoria maravillosa ....................................................................             139
 86. El eterno gran héroe. La parábola de la siembra, el crecimiento y la cosecha.
     La gran cosecha ...................................................................................................   141
 87. La modestia de Martín, corregida por la sabiduría de Borem.
     La prenda festiva de Martín. La ampliación de la casa de Martín ........................                              142
 88. El recibimiento de Martín por el grupo feliz. Martín indica que únicamente
     el Señor es el bienhechor. Algo falta todavía .......................................................                 143
 89. Martín y el botánico en el jardín. Hay más miserables.
     La deliciosa recompensa anhelada .......................................................................              144
 90. Jesús como Señor, Padre y hermano. Parábola del soberano y los ministros .......                                      146
 91. El afecto de Martín al Señor. Acogida de los mártires chinos y su consuelo ........                                   146
 92. Baño medicinal para los cien impuros. Su ropa y sus palabras de gratitud.
     La naturaleza del Lama. Pregunta sobre Jesús y respuesta del Señor ...................                                148
 93. Incierto encuentro entre los chinos. La historia de la traidora ..............................                        149
 94. Reconciliación entre Cheng Chai y los cien chinos. El Señor y Cheng Chai .......                                      150
 95. El deseo de Cheng Chai de conocer al Señor. La receta del Señor.
     El amor apasionado de Cheng Chai al Señor .......................................................                     151
 96. El Señor recomienda prudencia ante los aún no maduros.
     El amor de Cheng Chai al Señor en conflicto con el amor al Lama .....................                                 153
 97. Cheng Chai inquiere el nombre de su querido amigo.
     La diferencia entre anfitrión y huésped ................................................................              154
 98. Palabras del Señor sobre la naturaleza y actividad del Lama.
     El milagro del árbol .............................................................................................    155
 99. Martín en apuros por la curiosidad de Cheng Chai. .............................................                       157
100. Reprimenda por parte del Señor ...........................................................................            158
101. Cheng Chai pregunta de nuevo por el gran Lama. El dilema de Martín
     y sus vanos pretextos. La reacción de Cheng Chai: «¡Pobre burro!» ....................                                158
102. Palabras muy acertadas de Borem acerca de la comunicación interna
     con el Señor y sobre el trato con naturalezas estoicas ..........................................                     160
103. El fruto bendito de la humillación de Martín ........................................................                 161
104. Reconciliación entre la china y Martín. La ofensa y el perdón según los chinos ...                                    161
105. La ley celestial del Amor y su efecto beatífico .....................................................                 162
106. Martín en un aprieto por las preguntas seguidas de Cheng Chai ..........................                              163
107. Enseñanza del Señor a la nueva ciudadana de los Cielos, ávida de respuestas.
     La parábola del saco atado. Martín tranquilizado .................................................                    164
108. Parábola de la buena educación de los niños ........................................................                  165
109. Pregunta clave de la china y respuesta del Señor con otra pregunta crítica.
     Relato de la flor de la mañana y de la tarde...........................................................               166
110. Preparativos para una fiesta celestial. Primer viaje de Martín
     en los transportes celestiales ................................................................................       167
111. Una parábola del Señor: dos plantas humanas en el jardín del Amor de Dios.
     La encarnación de Dios ........................................................................................       168
112. Satanás en la sala, en forma de monstruo. La comida reconfortante.
     Gella reconoce al Señor .......................................................................................       169
113. El imprudente Martín sermoneado.
     «Quien quiera ser el primero que sea servidor de todos» .....................................                         170
114. Cómo Satanás cambia de apariencia. El carácter de Martín. Los nuevos
     presienten la presencia del Señor. Cheng Chai confiesa humildemente su culpa ..                                       171
115. Emocionante escena de reconciliación entre el jesuita Corel y Cheng Chai.
     La alegría del Señor por el amor de Cheng Chai ..................................................                     173




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  116. Una escena con Satanás para instrucción de los hijos de Dios. La discusión
       entre Martín y Satanás. Martín en un aprieto. El consejo del Señor .....................                      174
  117. Satanás tienta a Martín en forma de Satana seductora ..........................................               175
  118. Borem levanta e instruye al caído Martín. El Señor avisa a Martín.
       Propietario y propiedad son inseparables en el Cielo ...........................................              177
  119. Conversación entre el Señor y Satanás. La obstinación malvada de Satanás.
       La parábola del fundidor. El séquito de Satanás salvado ......................................                178
  120. Cheng Chai despierta de su estado de sueño. Explicaciones del Señor
       acerca de importantes acontecimientos y sobre sí mismo .....................................                  180
  121. Bienaventuranza de Cheng Chai y su gran amor hacia el Lama conocido.
       El Señor como Padre y hermano ..........................................................................      181
  122. Una declaración celestial de amor. La victoria del amor.
       Gella se alegra por Cheng Chai ............................................................................   182
  123. El espíritu se despierta en los otros chinos y en los monjes.
       Las monjas celosas y su humillación ...................................................................       183
  124. Consejos para el bien del alma. La naturaleza de los celos ..................................                 184
  125. Borem y las monjas enfermas del corazón ...........................................................           185
  126. El séquito del dragón blasfema en el baño. Palabras tranquilizantes del Señor ....                            187
  127. La puerta del Sol, cerrada. Relación entre luz y actividad.
       Indicaciones referentes a la esfera de la sabiduría ................................................          188
  128. La abundancia de luz en el Sol. El Señor como último. Martín como guía ..........                             190
  129. Martín se encuentra con Pedro y Juan.
       El concepto de amor y sabiduría de los habitantes del Sol ...................................                 191
  130. Preguntas de prueba. Los ruegos a los santos para que intercedan .......................                      193
  131. Bajada a un valle del Sol. Velocidad de marcha en el reino de los espíritus ........                          194
  132. Omnipresencia y actividad de los ciudadanos perfectos del Cielo.
       Los reparos de Martín y su refutación por parte de Juan .......................................               194
  133. Reflexiones de Martín sobre la omnipresencia de Dios ........................................                 195
  134. Pregunta de Corel sobre si los habitantes del Cielo pueden observar la Tierra
       y su desarrollo. Respuesta de Juan .......................................................................    196
  135. Las maravillas del mundo solar y de sus habitantes. Desasosiego de Martín
       ante la sabiduría de los hombres del Sol. Consejos de Juan .................................                  197
  136. Martín fascinado: las tres hermosas doncellas del Sol ..........................................              198
  137. Martín discute con las tres hijas del Sol. Entre la sabiduría y el amor ..................                    198
  138. El motivo de Martín para rechazar el premio a la sabiduría.
       Sabia contestación de las hijas del Sol .................................................................     199
  139. Martín en un aprieto. Pedro le anima. Buena contestación de Martín ...................                        200
  140. Las tres hijas del Sol ruegan a Martín que les enseñe a amar a Dios.
       Las hijas del Sol, arrebatadas de amor, abrazan a Martín .....................................                201
  141. Actitud agresiva de los tres hombres del Sol. Réplica severa por parte de Martín.
       Obediencia de los tres hombres del Sol al ser advertidos por sus espíritus ...........                        202
  142. Curiosidad de las veinte monjas presumidas.
       Su humillación curativa al descubrir la belleza de las tres hijas del Sol ...............                     204
  143. Las tres hijas del Sol compadecen a las monjas desplomadas.
       El Señor las revivifica.
       Conversación de Juan y Martín con las hijas del Sol acerca del Señor .................                        206
  144. Cheng Chai y Gella admiradas por la belleza de las tres hijas del Sol.
       El Señor elogia a Martín por ser un buen pescador de hombres.
       La concesión de la gracia y cómo tomar posesión de ella ....................................                  208
  145. El Señor y las tres hijas del Sol, maduras para el amor .........................................             209
  146. Condiciones difíciles para obtener la filiación divina en la Tierra .......................                   210
  147. Crítica despectiva de las tres hijas del Sol sobre las condiciones
       en las que viven los hijos de Dios en la Tierra .....................................................         211
  148. Continuación del discurso crítico de las tres hijas del Sol ....................................              212



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                         2005________________________________

149. Martín, seguro del triunfo, desmoralizado por la sabiduría
     de las tres hijas del Sol .........................................................................................     213
150. El Señor da a Martín sabias normas de conducta.
     Alusiones acerca del proceso interior de las tres hermosas.
     El mal humor de Martín contra sí mismo y palabras tranquilizantes del Señor ....                                        214
151. Las tres hermosas preguntan al Señor por qué no ha venido a visitarlas
     a sus casas. Sabia respuesta del Señor ..................................................................               215
152. Efecto humillante de la perfección del rostro de las tres jóvenes del Sol,
     servido a las demás mujeres.
     Sermón de Martín y consejo del Señor a las mujeres enojadas ............................                                216
153. Palabras tranquilizadoras de las tres adolescentes del Sol.
     Martín tentado de nuevo. Armonía entre las mujeres terrenales y las del Sol.
     Disposiciones del Señor para continuar el camino a los hogares
     de las hijas del Sol ................................................................................................   217
154. La verdadera sabiduría. Sabiduría ficticia de los sabios del Sol.
     La ley del incesto de los habitantes del Sol, artimaña de Satanás.
     El motivo de la venida del Señor .........................................................................              218
155. Sabias palabras de Cheng Chai. Leyes malas y leyes verdaderas.
     Sin lucha no hay victoria. Por qué sólo ahora viene el Señor a las hijas del Sol ..                                     219
156. Las hijas del Sol presienten la presencia del Señor.
     Llegada al palacio de los habitantes del Sol .........................................................                  220
157. Dudas de Cheng Chai ante tanto esplendor.
     El esplendor flameante del corazón. Diversas contradicciones ............................                               221
158. Celo ciego de Martín contra las ceremonias de los habitantes del Sol.
     El Señor le advierte que sea tolerante.
     Conversación de Martín con Pedro sobre los coscorrones del Señor ...................                                    222
159. Algo de música del mundo solar. Advertencia severa de Pedro a Martín
     para que venza su sensualidad ..............................................................................            223
160. Martín desanimado y desesperado .......................................................................                 224
161. Victoria muy fácil de Martín en la discusión con el anciano sabio impertinente ...                                      225
162. Sobre la verdadera fe y la libertad del espíritu.
     El espíritu despierta en el anciano ........................................................................            227
163. Pedro da explicaciones sobre el grupo y el motivo de su visita.
     Dudas del sabio sobre la visibilidad de Dios ........................................................                   228
164. Pedro resuelve las dudas del anciano del Sol acerca del Señor
     visiblemente presente ...........................................................................................       229
165. Juan conversa con el sabio del Sol. Relación entre el Creador y la criatura .........                                   231
166. La unión del hombre con Dios. Ejemplo del mar y las gotas de agua.
     Pesadez de la sabiduría del intelecto comparada con la del corazón ....................                                 232
167. El Señor y Uhron, el sabio del Sol. Conversión de Uhron
     y una buena respuesta suya. Martín aprecia las palabras de Uhron ......................                                 233
168. Efecto de la conversión de Uhron en los habitantes de la casa.
     Entrada en la casa del Sol .....................................................................................        234
169. Palabras de bienvenida de Uhron. Anunciación de la filiación divina
     para los hijos del Sol. Testimonio lamentable sobre los hombres de la Tierra .....                                      235
170. Reunión de los pueblos de la comunidad del Sol.
     El Señor encarga a Martín que dé un sermón. Tímidas dudas de Martín.
     El canto maravilloso y su efecto en Martín ..........................................................                   236
171. El Señor da instrucciones de comportamiento a Martín. El remedio contra la ira.
     Cómo hay que tratar a Satanás. Precauciones de Martín antes del sermón.
     Amenazas severas por parte del enemigo. Martín tranquiliza
     a la muchedumbre intimidada. Palabras consoladoras del Señor ..........................                                 237
172. El sermón de Martín dirigido a la asamblea de los hombres del Sol.
     Una vida en la Tierra marcada con la cruz, condición para la filiación divina .....                                     239
173. Diferencia entre la vida del Sol y la de la Tierra ..................................................                   240


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  174. Efecto excitante del sermón de Martín en los habitantes del Sol ..........................                       242
  175. Fin del sermón de Martín e indicación acerca de su finalidad.
       Condiciones para la filiación divina. Discurso de reconocimiento
       y agradecimiento por parte del sabio .....................................................................       243
  176. La mar sube. Palabras fortificantes de Pedro para todos.
       Su pregunta crucial a los habitantes del Sol:
       ¿queréis volveros hijos de Dios o no? Respuesta de Uhron ..................................                      245
  177. Nueva explicación referente a la filiación de Dios.
       Pedro critica el incesto practicado por los habitantes del Sol ................................                  246
  178. Propuesta de Pedro sobre «dar gracias» y «rogar».
       Importante negativa a rogar a Dios ......................................................................        247
  179. Pedro enseña a rezar el Padrenuestro.
       Por qué «rogar» está por encima de «dar gracias» ...............................................                 248
  180. El sabio del Sol da una respuesta afirmativa. Su crítica a las promesas del Señor                                249
  181. Palabras de Juan sobre el sentido espiritual de las promesas del Señor.
       Una nueva promesa del Señor: imagen profética acerca de una nueva casa y
       una nueva ciudad. Uhron la considera como desatino «sin sentido ni gracia» ......                                250
  182. Juan explica la imagen profética.
       La comprensión y la confianza se despiertan en el sabio del Sol .........................                        252
  183. Saludo de bienvenida de los hombres del Sol al Señor. El discurso del Señor
       dirigido a los sabios del Sol. La humildad, medio para la salvación.
       El fardo ligero de las nuevas reglas de vida .........................................................           252
  184. Buena respuesta del sabio ....................................................................................   255
  185. Palabras de alegría y gratitud del sabio. Los huertos frutales inundados.
       Pedro y Martín despachan a Satanás ....................................................................          256
  186. La alegría de los hijos y los niños es la alegría del Padre en el Cielo.
       Sobre el candor de los niños .................................................................................   257
  187. Comida con los hombres del Sol en el Amor del Señor.
       Dónde está el sitio que corresponde al Señor .......................................................             258
  188. Bendición eterna de la mesa del Señor.
       Repentina transformación de las tres hijas del Sol en espíritus humanos .............                            260
  189. Propuesta mundana de Martín para hacer inofensivo a Satanás.
       Alusiones del Señor sobre la tolerancia a las malas obras de Satanás.
       El Señor concede poderes a Martín para que pueda conjurar a Satanás ...............                              261
  190. Martín con sus compañeros en el lugar de las devastaciones. Satanás,
       juzgado por Martín. Compasión de Martín hacia Satanás y su liberación ............                               262
  191. Martín convoca a Satanás. Satanás procura justificarse .......................................                   264
  192. Réplica muy acertada de Martín, y su propuesta.
       Estrambóticas respuestas de Satanás ....................................................................         265
  193. Más buenas proposiciones de Martín para la salvación de Satanás.
       Nuevos pretextos de Satanás. El orden de la creación antes y después
       de le encarnación del Señor ..................................................................................   267
  194. Repetido intento de Martín para convencer a Satanás
       que su testarudez le engaña ..................................................................................   268
  195. Satanás revela a Martín las inclinaciones soberbias de este .................................                    269
  196. Honradez de Martín, y sabiduría y firmeza de Juan.
       El espíritu de contradicción de Satanás. Satanás critica a Juan ............................                     270
  197. Satanás rabia. Martín tiene miedo pero Juan guarda su calma.
       Los hijos de Dios son independientes de Satanás .................................................                271
  198. Disputa entre Juan y Satanás sobre la omnipresencia de Dios
       y el origen de lo malo. Satanás como tal, un triunfo del Señor .............................                     273
  199. Delirio de grandeza de Satanás y su respuesta altanera. Juan ordena a Satanás
       que abandone el Sol. Ruego de Satanás pidiendo indulgencia .............................                         274
  200. Satanás se enreda en contradicciones. Nuevo pacto de paz entre Juan y Satanás ..                                 275



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                         2005________________________________

201. Feliz vuelta a la casa de Shonel. Promesa reconfortante del Señor:
     Del juicio a la salvación .......................................................................................   276
202. Las bodas celestiales como suprema perfección del Orden divino.
     Naturaleza de la mujer. Unas palabras sobre las bodas celestiales.
     Buena elección de Martín. Su entrega a la Voluntad del Señor.
     Misión celestial del Martín perfecto .....................................................................          277
203. Martín, nuevo ángel de la guarda, pronuncia un discurso a su comunidad
     del Sol. Respuesta acertada de Uhron a Martín. Sus ruegos dirigidos al Señor ....                                   278
204. La vuelta del grupo celestial. Una obra de misericordia.
     Visita a las galerías de la casa de Martín. El camino hacia la ciudad de Dios.
     Un encuentro maravilloso ....................................................................................       278




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   PREFACIO

    En todas las épocas ha habido hombres puros y devotos que han sido la voz del Espíritu
divino en sus corazones.
    Todos conocemos los diversos pasajes del Antiguo Testamento, cuando el profeta habla: «Y
la Palabra de Jehová vino a...».
    ¿Sería imaginable que esta unión íntima entre Dios y el hombre, como nos fue relatado por
Moisés, Samuel, Isaías, y otros profetas e iluminados, ya no fuese posible en nuestra época?
    ¿No es Dios, el Señor, el mismo desde los tiempos primordiales, y no son los hombres de
hoy de la misma naturaleza que los de antaño?
    Sería totalmente ilógico admitir que Dios sólo hubiese hablado con Moisés y los profetas y
nunca, antes o después, con otros hijos suyos, y que la Biblia encerrase en forma integral todas
las revelaciones.
    Sabemos a través de fuentes antiguas y auténticas que la voz interior, como medio para la
revelación divina, ya iluminaba, antes de Moisés, a los «Hijos de lo alto», como por ejemplo a
Enoc, y que también, después de los apóstoles, la voz interior recreaba a aquellos que la
buscaban con anhelo. El conocimiento de la voz interior se proyecta como un hilo luminoso de
la cristiandad. Padres de la Iglesia como Jerónimo y Agustín ya confirmaron la importancia de
la revelación interior para el hombre, al igual que los místicos de la Edad Media como Bernardo
de Clairvaux, Tauler, Suso y Tomas Kempis. También muchos santos de la Iglesia católica,
después Jakob Böhme y más tarde el visionario nórdico Emanuel Swedenborg, recibieron
revelaciones por medio de la voz interior.
    Jesús mismo, Verbo Vivo de Dios, prometió: «Quién tiene mis mandamientos y los guarda
es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a
él». Y después, «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre,
os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que Yo, como Jesús, os he dicho
durante mis días en la Tierra» (Jn 14, 21-26).
    Este flujo espiritual de la voz interior no podía impedir que la gran dádiva de luz enviada en
Jesús a los hombres por el Padre fuese obscurecida en el curso de los siglos, y, por el amor
propio de la humanidad, casi fuese exterminada poco a poco.
    Como los hombres, en su mayoría, no se dejaban guiar por el Espíritu divino, prefiriendo
seguir sus tendencias egoístas y arbitrarias, cada vez se manifestaban más las sombras de una
noche espiritual, tanto que la apostasía completa de la fe y del amor a Dios -a pesar de la Biblia
y de la Iglesia- exigía para nuestra época una nueva y gran revelación de la Voluntad y del
Amor divino.
    Previniendo la evolución desastrosa del mundo, como consecuencia de las guerras
mundiales, el Padre de la Luz transmitió esta gran Nueva Revelación en el curso del siglo
último a diversos pueblos de la Tierra, a través de nuevos profetas e iluminados, predicando de
nuevo la antigua y verdadera Doctrina de Jesucristo: la Religión del Amor.
    La revelación más extensa e importante fue transmitida durante los años 1840 a 1864, en el
idioma alemán, a un hombre simple y de alma pura llamado Jakob Lorber, quien por la voz
interior recibió comunicaciones inmensamente profundas sobre la Divinidad, la Creación, el
Plan de la Salvación y el Camino para la Vida Eterna.

   Jakob Lorber
   Sobre la vida de este instrumento de la Gracia y del Amor divino existe una pequeña
biografía escrita por un amigo y contemporáneo de Jakob Lorber: Karl Gottfried Ritter von
Leitner.
   Según esta biografía Jakob Lorber nació el 22 de julio de 1800 en el pequeño pueblo de
Kanischa, cerca de Marburg, Austria. Su padre, Michael Lorber, era un pobre cultivador de
viñas. Como su propiedad, dos viñas, no era bastante para alimentar a la familia, en el invierno
se veía obligado a ganarse la vida como director de un pequeño conjunto de música en los
pueblos de alrededor.



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_______________________________Obispo Martín - Moya
                       2005________________________________

    El joven Jakob pronto demostró un carácter despierto y aprendió a tocar algunos
instrumentos de música. También se descubrieron en él otros dones, espirituales, de manera que
su maestro y su madre piadosa dijeron: «Un día Jakob tendrá que ser maestro de escuela o
sacerdote».
    Sus padres ahorraban todo lo posible para los estudios de su hijo. Cursaba con grandes
sacrificios la escuela, dando clases particulares de música a otros estudiantes más jóvenes. Sin
embargo, vino el día en que se vio obligado a dejar sus estudios y se tuvo que ganar la vida
como maestro particular en casa de una familia distinguida de Graz. Pasaron algunos años y,
cuando Jakob cumplió los 30, tenía bastantes ahorros para seguir adelante con sus estudios para
el profesorado.
    Mientras tanto su afición por la música había aumentado y, cuando tuvo la oportunidad de
conocer al famoso violinista Paganini, quién además le dio algunas clases, surgió en su alma el
deseo de abandonar el profesorado para dedicarse a ella. Fue tan aventajado tocando el violín
que hasta compuso algunas piezas que fueron alabadas por profesionales.
    Pero tampoco esta profesión podía llenar el alma contemplativa de Jakob Lorber.
Demasiadas preguntas le asediaban constantemente sobre la causa y la razón de la vida humana,
sobre los misterios de la Divinidad y la Creación. Le interesaba mucho la astronomía. Se
construyó él mismo un telescopio para abstraerse en las maravillas de las estrellas del cielo
nocturno. En los libros de contemporáneos como Justinus Kerner, Jung-Stilling, Swedenborg,
Tennhardt, Kerning y otros, y, especialmente en el libro de los libros, la Biblia, procuraba
interesarse sobre el mundo invisible de los espíritus relacionados con nuestra vida en esta
Tierra.

   El llamamiento
   Cuando tenía casi 40 años, un acontecimiento notable le mostró cuál era la misión que las
fuerzas del Cielo le habían destinado.
   Transcurría marzo de 1840, cuando Lorber recibió de Trieste una oferta para director de
música, lo que representaba para él un empleo agradable con un buen sueldo. Sin embargo, el
día 15 de marzo cuando Lorber se levantó de su cama después de sus rezos matinales lleno de
esperanza, de repente oyó una voz dentro de sí mismo, en donde está el corazón: «¡Levántate,
toma tu pluma y escribe!».
   Perplejo, obedeció la voz, tomó su pluma y, para asombro suyo, escribió las palabras que
percibía como un flujo de pensamientos, pronunciados con la mayor claridad dentro de su
corazón:
    «Así habla el Señor a cada cual, y esto es verdadero, fiel y cierto: quien quiera hablar
conmigo que venga a Mí y Yo le daré la respuesta en su corazón. Pero solamente los puros,
cuyos corazones están llenos de humildad, oirán el sonido de mi voz.
    Y quien me prefiere a todo el mundo, quien me ama como una novia dedicada ama a su
novio, con él andaré abrazado; él podrá verme como un hermano y como Yo le vi desde la
eternidad, antes de que existiera».
   Cuando Lorber oyó y escribió estas palabras, las lágrimas resbalaron por sus mejillas. ¿Sería
posible que a él, un pecador, el Altísimo le hubiese considerado digno de dar un mensaje a la
humanidad, como lo hizo con los profetas de la antigua y nueva alianza? Para un hombre tan
modesto y humilde esto era casi increíble. La voz, mientras tanto, continuaba hablando con toda
claridad y persistencia, tanto que Lorber se vio impulsado a seguir adelante escribiendo lo que le
dictaba. Así surgió un capítulo entero, lleno de maravillosas enseñanzas de amor y sabiduría. Al
día siguiente otro capítulo y así sucesivamente... Parecía que iba a ser un libro completo.
   ¿Acaso podía Lorber, con su nuevo y buen empleo, rehuir esta tarea misteriosa del Cielo que
seguramente no le aportaría ni un céntimo sino con toda certeza rechazo, persecución y hasta la
muerte, como a muchos profetas?




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   La voz interior del espíritu
   Pero el convocado resistió a la tentación; su corazón no anhelaba fortunas ni posición.
Abandonó la oportunidad de un empleo fabuloso y, desde entonces, durante 25 años de su vida,
se dedicó a la voz maravillosa de su corazón. Todas las mañanas se sentaba en su pequeña mesa
y escribía sin interrupción, sin descanso ni correcciones, como si alguien le estuviese dictando.

    En cuanto a la manera de cómo oía aquella voz tan cierta y clara, un día lo escribió a un
amigo:
   «...Referente a la voz interior y como se percibe, sólo puedo decir, hablando de mí mismo,
que oigo al Verbo santísimo del Señor como pensamientos extremadamente claros, igual que
palabras claramente pronunciadas, por ahí donde el corazón. Nadie, aunque esté muy cerca de
mí, puede oír nada. Para mí, sin embargo, esta voz de la Gracia suena más clara que cualquier
sonido material, por fuerte que sea».
   El 19 de junio de 1864 Jakob Lorber, recibiendo las comunicaciones del tomo 10 del Gran
Evangelio de Juan, dejó de anotarlas en medio de una frase; el día 23 de julio el Señor le
reclamó de su actividad terrenal.
   Durante los años 1891-1893 Leopold Engel recibió la continuación, el tomo 11, siguiendo en
la misma frase que Jakob Lorber dejó a medias.

   Las obras de la Nueva Revelación
   De este modo surgieron las siguientes obras: El Gobierno de Dios, El Sol Espiritual*, Obispo
Martín: el desarrollo de un alma en el Más Allá*, Del Infierno al Cielo (La vida del
revolucionario Roberto Blum en el Más Allá)*, Tierra y Luna, El Sol Natural*, Explicaciones
de Textos de la Escritura, Saturno, Correspondencia entre Jesús y Abgaro*, Cartas del Apóstol
Pablo a la Comunidad de Laodicea, Dádivas del Cielo, La Infancia de Jesús*, Los Tres Días del
Niño Jesús en el Templo*, Más Allá del umbral*, La mosca o los misterios de la creación* La
fuerza curativa del Sol*... La obra principal de Jakob Lorber y la coronación de toda la
revelación es el Gran Evangelio de Juan* en once volúmenes, donde nos habla con el espíritu de
amor del apóstol Juan y de su Evangelio Bíblico.




   __________________________
   * Publicadas en español en soporte papel por esta editorial. También se han publicado las siguientes antologías:
Joyas del gran Evangelio de Juan (tomos 1 y 2), selección de pasajes significativos de los 11 volúmenes de El gran
Evangelio de Juan y El renacimiento espiritual, selección de pasajes sobre el tema, escogidos en toda la obra de
Lorber.




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   PROLOGO

    UNA DE LAS PREGUNTAS más importantes de nuestra existencia es la del sentido de la
vida en la Tierra, en la que el hombre entra para volver a abandonarla después de cierto tiempo.
Sólo nos volvemos verdaderos hombres al comprender la problemática del «de dónde», «a
dónde» y «por qué», utilizando las fuerzas de la mente y de la razón que desde eternidades
residen en nuestra naturaleza espiritual.
    Nuestra época se caracteriza por una fisura interior que la antigua profecía vaticinó como la
futura separación de los espíritus. Una parte de la humanidad se perdió en el materialismo
embrutecedor que, en su ateísmo, también niega la existencia eterna de la vida. Para él la muerte
física significa una desaparición definitiva, por cuyo motivo todas sus aspiraciones están
dirigidas hacia los aparentes valores perecederos de esta vida. Tomando por real únicamente
aquello que le presentan sus cinco sentidos, el hombre sólo ve en la descomposición de todas las
formas corporales la destrucción y la aniquilación, en vez de reconocer en ella la liberación de
su contenido vital para adoptar formas de manifestación del espíritu cada vez más sublimes.
    Pero incontables millones de personas nunca perdieron el presentimiento del factor
«eternidad» en la existencia de la criatura «hombre». Si no fuera así, hace tiempo que cualquier
noción religiosa ya se habría extinguido en la Tierra, con lo que la humanidad habría perdido su
último amparo. Precisamente hoy, más que nunca, existe una gran búsqueda de la Verdad en las
almas de aquellos cuyas nociones metafísicas exigen más estímulos de lo que los credos o la
filosofía actuales pueden ofrecerles. Por eso, desde hace generaciones, cada vez más personas
buscan en las obras de Jakob Lorber la Nueva Revelación del místico austríaco, inspirado por la
Gracia divina, quien durante veinte años, desde 1840 hasta 1860, sirvió a la voz interior: la voz
del Espíritu Divino que le dictaba obras voluminosas sobre secretos de la creación y de la vida,
obras sin par.
    Entre las obras que tratan de las condiciones posteriores a la muerte del hombre y de su
desarrollo en el Más Allá, hasta su perfección espiritual, la obra «Obispo Martín» ocupa un
importante lugar. Con Martín acompañaremos a un hombre desde sus últimos suspiros en la
Tierra, cuando pasa al Más Allá. Veremos como en el Más Allá se forma su esfera que, al
principio, parece más bien un sueño que todavía refleja todos sus errores, conceptos y deseos
mundanos. Le acompañaremos en los diversos avances y retrocesos de su camino hacia una
comprensión mayor y veremos como diversos ángeles y seres espirituales elevados se dedican a
él para prepararle, mediante su enseñanza, a un verdadero reconocimiento de Dios.
    Veremos como cada vez hay más claridad en el alma del antiguo obispo y como su progreso
espiritual le lleva al fin a los mundos elevados de las esferas celestiales. Su incrementado amor
le permite reconocer la Divinidad en Jesús como Padre de la eternidad, con lo que entra en el
estado de la perfección, en la filiación de Dios, con toda su libertad, facultad de creación y
plenitud de bienaventuranza. Quien compare las primeras escenas de este proceso de educación
con la meta alcanzada, podrá apreciar el camino que un espíritu humano es capaz de andar, un
camino que tras larga lucha interior pasa de esfera en esfera hasta las cimas más altas.
    Para el lector de espíritu abierto esta obra es algo más que sólo un testimonio sobre la guía,
amorosa y sabia, de un hombre después de su vida terrenal. En las conversaciones y
experiencias de Martín con espíritus perfectos como Pedro y Juan, y hasta con el Señor mismo,
encuentra respuestas en abundancia todo el que busca. Le penetra un sentimiento santo sobre la
inconmensurabilidad de la gran idea de la creación, pero también sobre la dignidad del hombre,
una vez que este madura al alcanzar la filiación divina, llegando así a ser la corona de la
creación.
    Que la obra «Obispo Martín», con la bendición del Señor, encuentre su camino en el corazón
de los lectores...

                                                                         Editorial Lorber-Verlag




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   Nota para el estudio de esta obra

   La obra «Obispo Martín» termina con un consejo del Señor para el lector. Como este
consejo puede contribuir mucho a su buena comprensión, lo reproducimos ya aquí, al principio.

                                                                         Editorial Lorber-Verlag



    A quien lea con fe y consideración estos sucesos que tratan del Más Allá, de la vida en el
reino de los espíritus tras haber dejado el cuerpo atrás, le resultará una evidencia palpable y
podrá tomar las disposiciones adecuadas. Pero aquél que sea hombre de mundo, rechazará
incrédulo esta obra, tal como lo haría con la Biblia, como producto insensato de un autor
trastornado. Pero no importa pues a la corta o a la larga llegará allá donde ya no le puede ayudar
nadie sino Yo.
    Si alguna mente poética o filosófica se escandalizara con algunas expresiones de Martín
porque le parezcan demasiado mundanas, sucias o incultas, entonces conste: «donde hay carroña
acudirán los buitres». El espíritu del hombre, tanto en el mundo como en el Más Allá, se
encuentra en la misma aflicción e indecencia; cuando esté limpio de sus escorias, purificado,
hablará como espíritu puro, sin indecencia ni suciedad.
    Aunque en esta revelación las relaciones en el mundo de los espíritus estén tratadas de
manera exhaustiva -la guía de las almas y de los espíritus por un camino principal y por las más
diversas desviaciones- todavía tiene que saberse que no hay que generalizar, sino comprender
que el caso de Martín es muy particular y distinto de los demás, pese a que se trata de un caso
completo.
    Aceptad esta revelación con buena fe y una vez en el Más Allá andaréis un camino más
llevadero que muchos miles que en su noche y ceguera no tienen idea de él.
    Mi gracia, mi Bendición y mi Amor están con todos vosotros. Amén.




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________________________________Jakob Lorber_________________________________




                                       OBISPO MARTÍN



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                      El fin del anciano obispo Martín en este mundo
                                  y su llegada al Más Allá
   1
        Un obispo que apreciaba en mucho su dignidad y su posición social cayó enfermo por
última vez.
    2
       El mismo que todavía sacerdote humilde pintaba las alegrías del Cielo con los colores más
fantásticos, el que tantas veces se deshacía describiendo las delicias y bienaventuranzas en el
reino de los ángeles, por supuesto sin olvidar mencionar el infierno y el terrible purgatorio,
llegado ya a una edad de casi ochenta años, aún no tenía gana ninguna de tomar posesión del
paraíso tantas veces glorificado por él. Hubiera preferido mil años más de vida en esta Tierra
que todo un futuro Cielo pleno de delicias y bienaventuranzas.
    3
      Por eso el obispo enfermo probó todos los recursos posibles que ¡ojalá! pudieran devolverle
la salud física. Los mejores médicos tenían que permanecer continuamente alrededor suyo y en
todas las iglesias de su diócesis había que celebrar misas en su favor. Hizo llamar a todas sus
ovejas para que rezaran por su mejoría. Se les invitaba a hacer votos piadosos con el fin de
obtener indulgencias plenarias para él. En su cuarto hubo que preparar un altar donde se
celebraban tres misas matinales por el restablecimiento de su salud, mientras que por las tardes,
con el santísimo continuamente expuesto, los tres monjes más piadosos rezaban el breviario
incesantemente.
    4
       Él mismo exclamó muchas veces: «Oh, Señor, ¡ten piedad de mí! Santa María, madre
querida, ¡ayúdame! ¡Ten piedad de mí, portador de dignidad y merced obispal como soy, en tu
honor y en él de tu Hijo! ¡No abandones a tu servidor más fiel, tú, el único salvador de todo
apuro y único apoyo de todos los que sufren!».
    5
       Pero no había remedio; al obispo le entró un sueño muy profundo del que ya no se despertó
en este mundo...
    6
       Las diversas ceremonias “sumamente importantes” que se hacen con el cadáver de un
obispo son muy conocidas, de modo que no hace falta perderse en pormenores; vamos pues a
averiguar qué hizo el recién llegado al mundo de los espíritus.
    7
       Mientras hubo calor en su corazón, el ángel no desligó el alma del cuerpo porque en dicho
calor se manifiesta el espíritu del sistema nervioso, que debe ser completamente absorbido por
el alma antes de que esta pueda ser desligada del cuerpo.
    8
       Cuando el alma de Martín absorbió enteramente al espíritu del sistema nervioso, el ángel
desligó el alma del cuerpo con las palabras: «Ábrete, alma; pero tú, polvo, entra en
descomposición para tu evolución posterior a través del reino de los gusanos y la putrefacción.
Amén».
    9
       A eso el obispo se levantó con todos sus ornamentos episcopales, como antes cuando
todavía vivía en la Tierra, y abrió los ojos. Perplejo miró alrededor pero, aparte de sí mismo, no
pudo ver a nadie, ni tampoco al ángel que le había despertado. El suelo parecía cubierto de
musgo bastante seco y todo estaba sumido en una luz escasa, como al anochecer.
    10
        Martín se asombró no poco al encontrarse en tal escenario y se dijo: «¿Qué es esto?
¿Dónde estoy? ¿Vivo todavía o acaso he muerto? Me parece que estuve muy enfermo y es fácil
que ya me encuentre entre los difuntos... Por Dios, sí, ¡tiene que ser eso! Oh, Santa María, San
José y Santa Ana que sois mis más poderosos apoyos, ¡os ruego que me ayudéis a entrar en el
Reino de los Cielos!».
    11
        Martín esperó un rato, mirando atentamente en torno suyo para ver por qué lado iban a
presentarse los tres; pero nadie vino.
    12
       Repitió la petición algo más alto y esperó de nuevo, pero en balde. Nadie se presentó.



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   13
       La tercera vez la súplica fue aún más fuerte, pero, como antes, también sin éxito.
   14
       Martín empezó a inquietarse profundamente y, como su situación se volvía cada vez más
desesperada, se lamentó: «Ay, ¡válgame Dios! (estas palabras no eran sino una muletilla que
siempre solía pronunciar) ¿Qué es esto? He llamado ya tres veces y todavía en vano...
    15
       ¿Acaso estoy condenado a la perdición? Pues no, porque no veo demonios ni tampoco
fuego.
    16
       ¡Ayayay... ! (Temblando) ¡Esto sí que es espantoso! ¡Vaya soledad! Dios mío, si ahora se
me presentase algún demonio de esos, ¿qué podría yo hacer sin pila de agua tres veces bendita y
sin crucifijo?
    17
       Me imagino que el demonio tendrá una apetencia especial por un obispo... Ayayay, ¡vaya
asunto más desesperado! ¡Quién sabe si aún me tocarán el llanto y el crujir de dientes!
    18
       Quizás vale más que me quite la mitra, entonces el demonio no me reconocerá. Pero cabe
la posibilidad que así pueda tener aún más poder sobre uno de mi condición... Vaya, vaya, ¡qué
cosa más cruel es la muerte!
    19
       Si por lo menos estuviera muerto del todo, entonces tampoco tendría miedo; pero vivir de
esta manera después de la muerte, eso es lo que fastidia... Oh, ¡válgame Dios!
    20
       ¿Y si me fuera de aquí? Que no, me quedo. Pues lo que hay aquí ya lo conozco. Pero las
consecuencias que me puede acarrear un paso imprudente adelante o atrás, esas sólo Dios las
sabe. Por eso, en el nombre del Señor y de la gloriosa virgen María, prefiero aguardar aquí el
día del juicio antes que moverme un solo palmo».


                                            2
                       El obispo Martín se aburre en su aislamiento
                                y medita sobre un cambio
   1
      Tras algunas horas de una terca inmovilidad sin que ocurriera nada, el tiempo se le estaba
haciendo desesperadamente largo a Martín (pues en la esfera natural del reino de los espíritus
también hay una noción del tiempo). Así que empezó a hablar de nuevo consigo mismo:
    2
      «Cosa extraña: ya hace media eternidad que me encuentro en el mismo lugar y todo sigue
siendo lo mismo. Ni un pelo de mi cabeza, ni mi palio, ¡nada se ha movido! ¿En qué acabará
esto?
    3
      ¿Tal vez estoy condenado a quedarme aquí para siempre? No, eso no puede ser porque
entonces esto tendría que ser ya el infierno y no es posible porque no veo el terrible reloj
infernal con su péndulo horroroso que con cada una de cuyas oscilaciones gime: “¡Siempre!”,
¡vaya, horror!, y luego: “¡jamás!”, ¡ay, aún mayor horror!
    4
      ¡Alabado sea Dios que por ninguna parte veo ese fatal símbolo de la eternidad! ¿Y si
aparece después del día del juicio? ¿Quién sabe si pronto se manifestará la señal del Hijo del
hombre en el firmamento? ¿Pero cuántos millones de años llevo ya aquí quieto? ¿Y cuántos me
quedarán todavía hasta el día del horripilante juicio final ?
    5
      ¡Qué cosa más curiosa!: en la Tierra no se ve nada que pudiera relacionarse con una
próxima llegada del juicio final. ¡Pero aquí en el mundo de los espíritus todo es aún mucho más
inexpresivo! Si no tuviera una fe tan inquebrantable casi empezaría a dudar de que un día pueda
haber un juicio final... y también de la autenticidad de todo el evangelio...
    6
      ¿No es extraño que todos los profetas que aparecen en él coincidan sorprendentemente con
las contestaciones del oráculo de Delfos? Con una oportuna interpretación, tanto los profetas
como las contestaciones del oráculo pueden aplicarse a todo, sin que nadie pueda decir a qué
hechos se refieren realmente; ¡de modo que los profetas y los oráculos sirven tanto para un
remiendo como para un zurcido! Y también el espíritu santo que nos dicen que se encuentra
oculto en el evangelio tiene que ser un pájaro bastante raro porque después de la antigua época
de los apóstoles ya no se presentó por ninguna parte; salvo en los necios cerebros de algunos
fanáticos protestantes y heréticos, al son de las Mil y una Noches.
    7
      Todavía me queda una fe firmísima. Sin embargo, si realmente continuará así de firme en
las actuales circunstancias, eso ya no lo puedo garantizar.



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     8
       También eso de María tan sumamente glorificada por mi iglesia, y toda la santa letanía,
todo eso me parece un poco dudoso... Si hubiera algo de verdad en María, ya hace tiempo que
habría venido a atenderme, pues desde mi defunción hasta ahora deben haber pasado ya unos
cuantos millones de años terrenales según mi cálculo del tiempo. Pero no puedo descubrir el
menor rastro ni de la madre de Dios, ni de su Hijo, ni tampoco de santo otro ninguno. ¡Menudos
salvadores para gente en apuros, mejores no se podrían pedir!
    9
       Si no tuviera una fe tan inquebrantable hace rato que ya no estaría en este rincón tan
aburrido... ¡Es mi estúpida fe la que me ata aquí! ¡Pero no durante mucho! No pienso quedarme
algunos millones de años más, acurrucado como un bandido, sin conseguir después de tanto
tiempo ni más ni menos que antes. ¡Buen payaso sería! ¿Acaso no basta con que en la Tierra
haya hecho el gracioso inútilmente? ¡Bien pronto acabaré con esta comedia tan aburrida!
    10
       Por lo menos en el mundo la necedad me la pagaron bien, con lo que valía la pena hacer el
gracioso. Pero como la experiencia tras millones de años me confirma que no hay nada cierto en
este asunto me iré en seguida a deshacerme de toda esta estupidez».
    11
       El ángel había transformado de tal manera su concepto del tiempo que unas pocas horas de
estancia le parecían una eternidad. Estaba todavía inmóvil y miró un poco tímidamente
alrededor de sí como para averiguar qué camino debiera tomar. Entonces, en dirección a
poniente1, vio un sitio donde le pareció que algo se movía. Esto le desconcertó visiblemente y,
de nuevo, empezó a hablar consigo mismo:
    12
        «¿Qué será lo que veo allí lejos por primera vez después de los millones de años tan
extraordinariamente aburridos que llevo aquí? Me produce una gran angustia porque tengo la
sensación que pudiera tratarse del comienzo de un juicio...
    13
       No sé si me atrevo a ir allí, podría llevarme a mi perdición eterna... ¿Y si me llevara a mi
salvación?
    14
       ¡Voy a aventurarme! Pues a uno como yo que durante millones de años ha permanecido
como petrificado en el mismo lugar ya no le importa lo que le pueda ocurrir después.
    15
       Como los mineros cuando bajan a la mina, también yo digo: ¡Suerte! Y voy a tentarla...
Algo peor que la muerte eterna no me puede caber en suerte; mejor venida sería por el contrario
que una vida así ¡millones de años en el mismo lugar! ¡Ni una estrella fija lo aguantaría! ¡Una
eterna inexistencia sería una inestimable ventaja comparada con mi existencia actual!
    16
       Así que ¡adelante, a donde sea! Eso me importa un “¡...!”. Pues no, mientras me encuentre
todavía en Tierra incógnita será más prudente no pronunciar algo que podría traer
consecuencias. De modo que en tanto no sepa encima de qué asiento mis pies, ¡más vale la
prudencia!
    17
       Aquello se mueve más y más. Parece como si fuera un árbol pequeño agitado por el viento.
Tan sólo espero que mis pies tan desacostumbrados no se nieguen a servirme. ¡Valor, pues!
    18
       Si bien recuerdo me parece haber oído alguna vez que un espíritu no tiene sino pensarlo y
ya se encuentra a dónde quiere ir. Pero ya veo que en eso de los espíritus hay gato encerrado.
Tengo todo lo que tenía en la Tierra: pies y manos, cabeza, ojos, nariz y boca ¡y un estómago
que desde hace tiempos guarda una auténtica abstinencia real! Si no abundara aquí el musgo con
rocío, ¡ya habría quedado poca cosa de mí! A ver si allí encuentro también algo mejor para el
estómago...
    19
       ¡En el nombre de Dios, adelante pues!».


                                              3
                      El obispo Martín en compañía de un aparente colega.
                               Las buenas proposiciones del guía

    Entonces Martín puso sus pies en marcha y, con pasos muy cuidadosos, se dirigió hacia
     1

aquel obstáculo que estaba moviéndose más y más.


1
 Los cuatro puntos cardinales norte, este, sur y oeste sirven para la orientación sobre todo en los mundos físicos,
mientras que en la esfera espiritual se aplican: medianoche, levante, mediodía y poniente.


                                                      - 18 -
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   2
      Llegó allí en unos pasos y quedó bastante sorprendido al encontrar bajo el árbol una
persona como él y de su misma clase: un obispo en óptima forma (por supuesto sólo en
apariencia porque en realidad se trataba del mismo ángel, el bienaventurado espíritu de Pedro,
que, invisiblemente, había permanecido todo el tiempo al lado suyo).
   3
     Martín se dirigió a su pretendido colega:
   4
      «¿Veo bien o es una ilusión? ¡Un compañero trabajador en la viña del Señor! ¡Qué gran
alegría! ¡Por fin, tras millones de años en este desierto de los desiertos, vuelvo a encontrar a un
hombre, a un colega además!
   5
      Te saludo, querido hermano. Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí? ¿Acaso también tienes
mi edad en este extraordinario mundo de los espíritus? ¿Unos cinco millones de años en el
mismo lugar, cinco millones de años, digo?».
   6
      «Ante todo, en el nombre del Señor, soy un hermano para ti», le respondió el ángel,
aparente colega episcopal, «y, por supuesto, soy un antiguo trabajador en su viña. Respecto al
tiempo y a la actividad, aunque de aspecto mucho más joven, soy mayor que tú.
   7
      Porque cinco millones de años terrenales son un tiempo respetable para un espíritu creado,
aunque ante Dios significan poca cosa porque su Ser no está sujeto al orden temporal ni
tampoco a la expansión del espacio, sino que es eterno e infinito en todo.
   8
     Como eres novato en el infinito mundo de los espíritus, estás muy equivocado. Si realmente
hubieras pasado cinco millones de años aquí, hace tiempo que ya tendrías otra ropa, pues en
semejante intervalo las montañas y los valles de la Tierra ya se habrían nivelado, y sus mares,
lagos, ríos y pantanos estarían ya secos. En la Tierra habría ya una creación totalmente nueva
para la que no están aún sembradas ni las primeras semillas.
   9
      Pero para que tú mismo te des cuenta que tu edad aparente sólo es una fantasía interior
tuya, una consecuencia de tus propios conceptos de tiempo y espacio todavía muy mundanos,
date media vuelta y descubrirás tu propio cuerpo, fallecido no hace más de tres horas».
   10
      Martín dio la vuelta y vio realmente su propio cadáver en el lujoso catafalco, tal como lo
habían preparado en la catedral, con gran cantidad de velas. Al contemplar el espectáculo y
tanta gente ociosa y curiosa alrededor, se puso de mal humor.
   11
      «¡Que horrible estupidez! Hermano, ¿qué podría hacer aquí? El aburrimiento inaguantable
me cambia los minutos en eternidades. Pero aun así soy yo quien había habitado ese cuerpo.
¡Yo, que por hambre y falta de luz no sé cómo comportarme, mientras que esos insensatos
idolatran mi envoltura carnal! Ahora que soy espíritu, ¿no debería tener poder suficiente para
hacer pedazos ese cachivache y aventarlo a los cuatro vientos como a la paja? ¡Pobres
estúpidos!, ¿qué bien pensáis hacer así a esas inmundicias apestosas?».
   12
       «Vuélvete otra vez y no te escandalices», le dijo el ángel, «¿no hiciste exactamente lo
mismo cuando todavía formabas parte del mundo natural exterior? ¡Dejemos que los muertos
entierren al muerto! Pero tú, ¡aléjate de todo eso! ¡Sígueme a mí y llegarás a la vida!».
   13
       «¿Que te siga dónde? ¿Acaso eres mi santo, San Bonifacio, tanto como te preocupas por
mí?», le preguntó Martín.
   14
       «En nombre del Señor Jesús te digo que me sigas hacia Él. Él es un verdadero Bonifacio
para todos los hombres, mientras que en tu Bonifacio no hay nada y yo no tengo nada que ver
con él sino que soy totalmente distinto.
   15
       Sígueme pues, es decir, cumple con lo que te voy a decir y en primer lugar llegarás a
comprender todo lo que te ha ocurrido hasta ahora. A continuación te encontrarás en un suelo
mejor; y finalmente llegarás a conocer al Señor, en Persona, y a través de Él el camino hacia los
Cielos. Al mismo tiempo también llegarás a conocerme a mí, tu hermano».
   16
      «¡Habla, habla!», insistió el obispo, «¡para dejar atrás este sitio tan aburrido mejor quisiera
irme volando que andando!».
   17
        «Entonces quítate ya esas vestimentas tan ridículas y ponte esta simple ropa de
campesino», le dijo el ángel.
   18
      «¡Dámela ya!», le rogó el obispo, «¡Aquí me encanta cambiar este ropaje tan aburrido por
los trapos más ordinarios!».
   19
      «Muy bien», respondió el ángel. «Ves, ya la tienes puesta. Y ahora ¡sígueme!».




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                                            4
                 El obispo Martín se escandaliza con el templo luterano;
            la contestación del ángel. Martín está dispuesto a servir de pastor
    1
       Entonces siguieron adelante, más bien hacia el sur, y llegaron a una granja ante de la cual,
fácil de reconocer, se encontraba un pequeño templo luterano. Al ver lo que para él siempre fue
la piedra de máximo escándalo, el obispo empezó a hacer sin parar la señal de la cruz en su
frente, y al mismo tiempo se golpeó el pecho con el puño cerrado, exclamando continuamente:
«¡Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa!».
    2
       El ángel le interrumpió: «¿Qué te pasa? ¿Hay algo por aquí que te molesta? ¿Por qué no
continúas tu camino?».
    3
       «¿Acaso no ves el templo luterano, obra del demonio?», se escandalizó el obispo, «¿Cómo
puede un cristiano acercarse a un sitio condenado como éste?
    4
       Oh, oh, ahora caigo: tú puedes ser el mismo condenado camuflado “...” ¡ay, no quiero ni
pronunciar la palabra! Si realmente lo eres, entonces ¡quítate de delante, monstruo
abominable!».
    5
       «Me parece que llevas el mejor camino para hacer otra excursión de tus cinco a diez
millones de años en el reino de los espíritus, además en un rincón aún más oscuro y árido que el
de antes», le advirtió el ángel. «Si esa es tu intención dilo entonces francamente. Aquí tienes
todavía a tu disposición tu antiguo palio. Pero me temo que esta vez tendrás que aguantar diez
veces más hasta que alguien venga a socorrerte...
    6
       Vosotros que tenéis vuestras propias ideas, ¿no decís que el diablo puede hacerse pasar
hasta por un ángel de luz, pero jamás por un obispo penetrado del Espíritu Santo? Si no quieres
negar tus propias ideas, ¿cómo me puedes tomar por un diablo?».
    El obispo casi se desplomó, hizo la señal de la cruz y no dijo más que: «¡Dios me proteja!».
    7
       El ángel continuó: «Y si niegas tu concepto dogmático, que se basa en la invencibilidad de
la piedra de Pedro por las puertas del infierno, entonces pones a toda Roma en duda. Y por
consiguiente no comprendo que, evidente adversario de Roma, puedas escandalizarte con esta
caseta que tomas por un templo luterano».
    8
       «Pensándolo bien, tienes toda la razón», le respondió el obispo. «Pero si realmente eres un
obispo, también sabrás que cada católico tiene que someter su facultad intelectual a una fe ciega
e incondicional a Roma. Si el intelecto está encadenado, ¿de dónde podrá alguien como yo
deducir reflexiones y normas de actuación?
    9
       A nosotros se nos impone: “El hombre tiene ante todo que cuidarse en no penetrar en el
espíritu de la religión; que no sepa de las cosas sino que crea todo con fe profunda. Para su
salvación más le vale al hombre entrar como necio en el Cielo que como iniciado en el infierno.
Hay que ser temeroso de Dios a causa del infierno y hay que amarle a causa del Cielo”. Siendo
estos lemas la base de nuestro pensamiento, ¿cómo, entonces, puedes esperar que sea
consecuente?».
    10
        «Por desgracia», observó el ángel. «Sé muy bien cómo anda la doctrina de Babel, que va
exactamente contra el evangelio que dice: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no
seréis condenados”. ¡Pero vosotros siempre habéis juzgado y condenado a todo el que no se ha
sometido a vuestro cetro!
    11
       Dime, ¿podéis ser seguidores de Cristo si no consideráis en absoluto su dulce Doctrina?
¿Acaso no te es manifiesto que el orden y la consecuencia en la Doctrina de Cristo y en toda la
Creación son supremamente dignos, y que de cada palabra del evangelio emana la plenitud del
Espíritu Santo? Pero vosotros, ¿no hablasteis y actuasteis siempre precisamente contra el
Espíritu Santo? Pues siempre actuasteis intencionadamente contra la purísima Doctrina dada por
el Señor, la que después fue de nuevo y para siempre comunicada por el Espíritu Santo a los
apóstoles y discípulos.
    12
        ¡Con eso puedes ver que el suelo en que te encuentras es ya el del infierno! Pero el Señor
es clemente contigo y me ha enviado para que te salve de tu cautividad babilónica.
    13
       Por eso es por lo que, si deseas aprovechar la gracia ofrecida, el Señor quiere que ante todo
te reconcilies con tu mayor piedra del escándalo. Pero si prefieres continuar con tu doctrina



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babilónica entonces tú mismo te conduces al infierno de donde ya será más difícil que te saque
un amigo de Jesús el Señor...».
    14
       «Sí, amigo mío, ¡por primera vez empieza a brotar en mí una especie de lógica!», le
respondió el obispo. «Ten un poco de paciencia conmigo y, en nombre de Dios, haré lo que me
dices. Condúceme adelante, ¡pero te ruego que no me hables más del horrible infierno!».
    15
       «De momento ya hemos llegado», le anunció el ángel. «Aquí yo, campesino y obispo a la
vez, te emplearé como pastor; y el fiel desempeño de tu cargo te traerá pan y te facilitará un
progreso ulterior. Pero te advierto que el mal humor y un comportamiento arbitrario te pueden
hacer mucho daño pues habrá poco pan y poco progreso... Si quieres ser un siervo fiel no
pienses ya en tu existencia terrenal sino únicamente en que aquí, si deseas progresar, tienes que
empezar a servir desde el principio.
    16
       Tienes que tener muy en cuenta una cosa: para progresar aquí debes retroceder y querer
ser el último y el inferior. Porque nadie llegará al Señor a no ser que se haya humillado en
absolutamente todo, hasta en su última fibra. Bien, ahora conoces tu situación aquí. Sígueme
pues y entra conmigo en la casa, ¡y esto de buen grado!».
    17
       El obispo le siguió sin réplica porque le quedaba claro que su guía no tenía malas
intenciones para con él.


                                           5
        En la choza del ángel Pedro. Palabras luminosas del ángel sobre Lutero.
                    El empleo de Martín como pastor en el Más Allá
   1
      Al entrar en la casa que estaba arreglada muy modestamente, Martín descubrió en una
pequeña mesa triangular la Biblia luterana del antiguo y nuevo testamento, lo que le desconcertó
visiblemente.
    2
      El ángel Pedro se dio cuenta del detalle y le preguntó: «¿Qué te ha hecho Lutero para que
por despreciarle a él también desprecies su muy fiel traducción de la Biblia que no contiene sino
la pura palabra de Dios?
    3
      Aunque Lutero no fue del todo un hombre plenamente conforme al Corazón de Dios, sí fue
sumamente mejor que tantos y tantos de tu iglesia que pretenden ser los únicos verdaderos y
muy perfectos, pese a que en realidad son los más imperfectos y últimos. Sólo él, en medio de
una profunda noche babilónica, tuvo la valentía admirable de volver a poner la pura palabra de
Dios al alcance de la humanidad para que así esta pudiera ser llevada al verdadero camino del
Señor.
    4
      Aun habiendo algunas sombras en la obra de Lutero, consecuencias perdonables por la
Babel (Roma) todavía demasiado cercana, su doctrina, guiada por la pura Palabra del Señor,
comparada con la antigua doctrina errónea de Roma, es como el Sol de mediodía comparado
con la pobre luz de un gusano de luz en la noche densa.
    5
      Habiendo obrado de esta manera en el nombre del Señor, dime, ¿qué motivo puedes tener
para despreciar a un hombre tan digno?».
    6
      «No es que realmente le desprecie», se disculpó el obispo. «Pero sabes que mientras uno es
esclavo de un partido, desarrolla con el tiempo un cierto odio artificial contra aquél que en miles
ocasiones ha sido juzgado y condenado por el partido. También me ocurre a mí. Pero tengo
confianza en Dios y espero que Él me ayude a quitarme todas las necedades que traje conmigo
de la Tierra. No te enfades conmigo por ellas, ¡ya mejoraré!».
    7
      «¡No me hables de paciencia a mí sino únicamente a ti!», le advirtió el ángel Pedro,
«porque aún no sabes todo lo que te espera. Yo sí lo sé y por eso tengo que prepararte en la
Verdad, para que puedas enfrentarte fortalecido con todas aquellas tentaciones que se te
presentarán en el camino hacia Dios en miles de ocasiones.
    8
      Mira por esta ventana. ¿No ves allí los muchos miles de ovejas y corderos que corren y
brincan, animada y atrevidamente?
    9
      Aquí tienes un libro donde encontrarás sus nombres; tómalo y llama a cada cual con él. Si
en tu llamada reconocen a un verdadero pastor, entonces acudirán corriendo. Pero si en ti
reconocen la voz de un mercenario, se dispersarán y te huirán. Si esto ocurre, ¡no te pongas de


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mal humor sino reconoce que eres un mercenario! Entonces vendrá otro pastor que te enseñará
cómo cuidar las ovejas y cómo llamarlas.
  10
     ¡Y ahora coge el libro, sal y haz lo que te he dicho!».


                                            6
       Una sorpresa agradable pero peligrosa en el nuevo cargo del obispo Martín:
               el rebaño de ovejas resulta un grupo de hermosas jóvenes
   1
      Martín, en su ropa de campesino y con el voluminoso libro bajo el brazo, salió para
dirigirse al rebaño que a la distancia (espiritual) parecía ser de ovejas pero que desde cerca
(espiritualmente), se manifestó finalmente como un grupo de personas, todas piadosas y buenas.
En su mayoría se trataba de almas femeninas que en la Tierra habían sido sumamente piadosas
pero que apreciaban al clero considerablemente más que a mí, el Señor, porque no me conocían
ni tampoco ahora me conocen; motivo por el cual se manifestaban a cierta distancia espiritual
como animales de una especie muy mansa.
    2
      De modo que el obispo salió con muy buenos ánimos como aquél a quien tras un extenso
aprendizaje se le confía por primera vez un cargo remunerado . Se sentó en una piedra cubierta
de musgo y miró alrededor, pero en vez de los animales domésticos, vio un enorme grupo de
muchachas muy hermosas y delicadas que recogían flores en una extensa pradera para preparar
bonitas coronas.
    3
      El obispo, sorprendido, se dijo: «¡Esto es sumamente extraño! Sigue siendo el mismo lugar
y la misma pradera donde acabo de ver una casi incontable cantidad de ovejas que ahora parece
haberse esfumado; en su lugar veo miles de muchachas muy atractivas, ¡una más guapa que la
otra! Si no se trata de una falacia, ¡por supuesto que esta clase de rebaño me gusta
incomparablemente más! ¡Aunque ya sé que aquí no debe fiarse uno de las apariencias!
    4
      Ay de mí, ¡ahora se acercan todas sin que las haya llamado por su nombre! Pues no está
mal, ¡podré aprovechar para mirarlas más de cerca, con mucho gusto! ¡Y si tuviera ocasión de
abrazar a una u otra...! ¡No me importaría ser pastor durante toda la eternidad de un rebaño de
ovejas así de encantadoras! ¡No estaría nada mal!
    5
       Ya se están acercando... ¡Y cuanto más cerca están, tanto más magníficas son!
Especialmente la de delante, en el centro, ay, ¡qué guapa es! Oh, moral, ¡no me falles ahora,
porque entonces estaría perdido! Menos mal que el estúpido celibato ya no está aquí en vigor,
porque si así fuera se podría caer en pecado mortal demasiado fácilmente...
    6
      Me han encargado servirme del libro para llamarlas a todas por su nombre, pero me voy a
guardar de ello porque es fácil que si lo hago se espanten y desaparezcan para siempre.
    7
      Ya están aquí, oh, ¡qué angelitos más preciosos son!».
    8
      Los “angelitos” se agruparon alrededor de Martín y le preguntaron qué estaba haciendo allí.


                                            7
            La tentación del obispo Martín y su enseñanza por el ángel Pedro
   1
      Martín no cabía en sí de gusto y amor, y respondió tartamudeando: «Ay-ayay, a-angelitos
divinos m-me dicen q-que sea vuestro pastor, ¡pero ya veis que soy demasiado necio para ello!».
    2
      La más guapa de ellas se sentó muy cerca de él con confianza infantil ; también las demás
se sentaron. «Oh, querido amigo, eres demasiado modesto», le dijo. «Te encuentro muy guapo y
sería muy feliz si pudiera ser tuya para siempre... Mírame, ¿acaso no te gusto?».
    3
      El obispo estaba tan rendidamente enamorado que ya no le salió sino un “ay-ayay” sin fin;
pues el bonito cabello rubio de la hermosa, sus ojos azules tan cariñosos, el pecho de forma tan
perfecta... todo le estaba arrebatando.
    4
      El “angelito” se dio cuenta del arrebato de amor, se inclinó sobre él y le dio un beso en la
frente.




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   5
       Hasta aquí el obispo se había retenido valientemente, pero ya no pudo aguantar más: se
excitó del todo, abrazó a la bella joven con gran pasión y no dejó de hacerle declaraciones de
amor.
    6
       En medio de su extremo arrebato de amor, cambió el escenario de repente. Los “angelitos”
desaparecieron y se presentó el ángel Pedro:
    7
       «Pero hermano, ¿cómo cuidas las ovejas? ¿Acaso te aconsejé algo así? Si tratas de esta
manera las ovejas a ti confiadas te costará muchísimo llegar a le meta de la vida. ¿Por qué no
utilizaste el libro?».
    8
       «¿Y por qué no me dijiste que las ovejas que he visto desde tu casa son en realidad jóvenes
guapísimas y seductoras ante las que solamente una piedra puede permanecer indiferente?»,
respondió Martín a la pregunta con otra. «Tienes que reconocer que soy yo quien ha sufrido una
broma, ¿así que no harás mucho caso de esto, verdad?».
    9
       «¿Y qué pasa con tu celibato?», insistió el ángel. «¿Acaso no acabas de violarlo ahora
mismo, y también tu voto de castidad eterna?».
    10
         «¡Bah!», le respondió el obispo. «¡Vaya celibato y vaya voto! Ya que ahora estoy
enteramente en suelo luterano, ambos quedan suspendidos. Y además también en la Tierra
habría sacrificado el celibato por amor a un angelito como esta joven y me habría convertido en
luterano al instante. ¿Pero a dónde se fueron todas las maravillosas muchachas, en particular
una? Ay, ¡si por lo menos pudiera volver a verla una vez más!».
    11
        «Espera», dijo el ángel. «Volverás a verla bien pronto, y a las demás. ¡Pero guárdate de
hablarle y más aún de acercarte a ella! Si te compromete, entonces levanta la mano y dile: “En
nombre del Señor ¡vuelve al Orden divino y no me tientes sino sigue la voz del orden!”.
    12
        Si no te hace caso, abre el libro y lee los nombres. Puede que se dispersen; pero si en tu
voz notan el sonido del Poder del Señor que brota dentro de ti, entonces te seguirán. Llévalas a
aquella montaña que hay al sur; en ella vendré a tu encuentro.
    13
        Lo que ha pasado ahora, ofrécelo en tu corazón al Señor Jesús; Él consintió que cayeras
para que cayendo renuncies a esa terquedad de tu celibato.
    14
        ¡Pero ya no falles más!, porque otra caída semejante te causaría ahora un daño tal que para
recuperarte de él tendrías que esmerarte fácilmente durante verdaderos cientos de años
terrenales. Así que en adelante ¡prudencia!. Una vez que estés purificado, entonces, en el Reino
de Dios, se te presentarán numerosas bellezas incomparablemente superiores... Pero antes tienes
que deshacerte de todas tus necedades mundanas hasta en la última fibra de tu ser.
    15
        Ahora continúa. ¡Cumple mi consejo y en adelante andarás en el nombre del Señor un
camino en que sorpresas desagradables como éstas ya no se te presentarán!».
    16
       Nada más pronunciar estas palabras, el ángel Pedro desapareció repentinamente para que el
obispo no tuviera ocasión de contradecirle ni de hacerle preguntas llenas de picardía.


                                           8
           Monólogo autocrítico del obispo Martín y confesión de los pecados
   1
     De nuevo en la pradera, completamente solo, tras algún tiempo Martín inició un monólogo:
   2
     «Vaya, ¡menudo guía! Cuando uno lo necesita más que nunca, entonces desaparece y Dios
sabe a dónde habrá ido. Sólo se presenta instantáneamente cuando has hecho algo, ¡inclinación
que no me hace la menor gracia! ¡Que se quede siempre conmigo, guiándome en los caminos
tan inseguros de este mundo de los espíritus, o que se largue para siempre! Pero eso de
presentarse únicamente cuando he cometido algún pequeño pecado, no, ¡que para eso se busque
otro estúpido!
   3
     Si quiere guiarme a la bienaventuranza, que permanezca visiblemente conmigo, porque si
no, su tutela no sirve para nada. Espera, maestro luterano en el juego del escondite: ¡te daré un
hueso a roer que te quedarás pasmado! A mí ¿qué más me podrá ocurrir todavía? Ahora que
según la doctrina de Roma soy luterano, soy presa irrecuperable del infierno. ¿Quizás estoy ya
metido en él sin que hasta ahora me haya dado cuenta?
   4
     ¡Que vuelvan las ovejitas guapas! No me presentaré con cara de beato y uñas de gato, sino
que seré para ellas un amante apasionado como en la Tierra no habrá habido igual... No pienso


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extralimitarme con una u otra pero, por supuesto, no voy a levantar la mano en manera alguna,
ni tampoco voy a servirme del libro y leer sus nombres, no sea que se espanten. Y si a él le da
por salir de su escondite, ya verá cómo un obispo de la Tierra sabe argumentar si quiere.
    5
       ¿Dónde andarán esos angelitos encantadores? Hasta ahora no veo ni el menor rastro de
ellos. Noto una cosa en mí: me he vuelto más valiente y más audaz... ¡Que vengan ya! ¡Ya no
encontrarán a un cobarde sino a un héroe sin par!
    6
       ¿Pero qué pasa con los angelitos tan preciosos? Hace un buen rato que mi guía me
abandonó y aún no veo ni un alma ni media. ¿Por qué? ¡A ver si mi guía me ha gastado otra
broma, para toda la eternidad! Eso parece porque ya deben haber pasado algunas docenas de
años desde que me dejó aquí.
    7
       ¡Vaya una vida perra la de espíritu! Me siento como chucho en casa ajena. Aquí toda
apariencia engaña. También la piedra en la que estoy sentado debe ser otra cosa totalmente
distinta; incluso los angelitos tan preciosos. ¿Dónde andarán? Si hubiera algo real en ellos
deberían estar ya aquí. Lo mismo debe ocurrir con mi guía porque si no, no podría disolverse en
nada tan de repente.
    8
       Esta vida parece la de los sueños. En ella también se sueñan muchas tonterías y cambios
que después siempre resultan ser figuraciones formadas por la fantástica fuerza imaginativa del
alma. De modo que también esta vida de aquí no será sino un sueño vano, quizás eterno. Sólo
mis reflexiones parecen ser verdaderas. Supongo que ya llevo esperando aquí más de 200 años
¡y aún no se ve ni rastro de las ovejas!
    9
       Una cosa me extraña en este mundo de fantasías: el libro, mi ropa de campesino y la casa
luterana siguen manteniendo su forma. Bien mirado, este asunto tiene su gracia... Algo hay en
ello, ¿pero qué? ¡He aquí la cuestión!
    10
       Quizás fue una imprudencia haberme negado desde el principio a hacer caso a su doctrina.
Pero si es un guía experimentado, ¿por qué no me previno desde el principio en vez de
escaparse? ¿No me había dicho que si volvía a fracasar, esta vez tendría realmente que pagarlo
durante cientos de años terrenales? En pensamiento y voluntad por supuesto ya pequé; pero no
en los hechos, porque los angelitos ni siquiera se han presentado.
    11
       Puede que precisamente no se hayan presentado por mis pensamientos. Pero ¿cómo podría
quitármelos de encima? ¡Vaya si he metido la pata! Ahora me tocará esperar hasta que estos
estúpidos pensamientos se hayan sosegado, y, con ellos, la voluntad...
    12
       Una cosa tengo clara: si se trata de una prueba referente a mi mayor debilidad, ¡entonces
asunto fatal! Porque durante mi vida en la Tierra, aunque con mucho disimulo, fui una bestia en
este sentido. ¡Cómo me animé con chicas guapas y monjas jóvenes! ¡Aquellos eran tiempos
felices! Pero ahora, ¡olvídate!
    13
       En el confesionario siempre fui duro con los penitentes, pero muy blando conmigo mismo.
Esto, por desgracia, no era justo. Pero ¿quién, aparte de Dios, tiene fuerza para resistir a la
naturaleza?
    14
       Si por lo menos este estúpido celibato no hubiera existido y un obispo hubiera podido ser
marido de una mujer decente, lo que Pablo, según yo sé, recomendó explícitamente, entonces la
lucha contra la débil carne habría sido menos penosa. Pero así, a un obispo le toca vivir como a
Adán antes de la bendición del árbol de la ciencia del bien y del mal, en una especie de paraíso
junto a la seductora Eva, sin jamás poder probar la manzana ofrecida.
    15
       ¡Menuda canallada! Pero en fin, así es; ¿quién podría cambiarlo? Unicamente el Creador,
si así lo quiere. Sin Él el hombre, especialmente los de mi clase, seguirá siendo siempre una
bestia de categoría.
    16
       Señor, ¡ten piedad de mí! ¡Ya veo que si Tú no intervienes progresaré poco! Pues yo soy
una bestia y mi guía un testarudo, ¿tal vez el mismo espíritu de Lutero? Eso no tendrá
solución... A ver si por lo menos la paciencia no me abandona: ¡otra vez mil años en el mismo
lugar!».
    17
       Finalmente se calló y continuó esperando las ovejas.




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Obispo Martín (Jakob Lorber)
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Obispo Martín (Jakob Lorber)

  • 1. Jakob Lorber Obispo Martín el desarrollo de un alma en el Más Allá Obras de la Nueva Revelación Recibido al dictado de la voz interior (Traducción por Meinhard Füssel) OBISPO MARTÍN http://www.mmoya.com/esoterica/cristiana/titulos/lorber/omartin/index.html Muñoz Moya editores Ramón y Cajal, 44 41310 Brenes (Sevilla) editorial@mmoya.com © de la traducción Miguel Angel Muñoz Moya © de la presente edición: Muñoz Moya editores ISBN: 84- 8010-146-6 Página Web en español: http://es.j-lorber.com/ http://www.j-lorber.com/espanol
  • 2. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ INDICE PREFACIO Jakob Lorber. El llamamiento. La voz interior del espíritu. Las obras de la Nueva Revelación................................................................................... 11 PROLOGO .................................................................................................................. 15 Nota para el estudio de esta obra .................................................................................... 16 OBISPO MARTIN ..................................................................................................... 17 1. El fin del anciano obispo Martín en este mundo y su llegada al Más Allá ............ 17 2. El obispo Martín se aburre en su aislamiento y medita sobre un cambio ............. 18 3. El obispo Martín en compañía de un aparente colega. Las buenas proposiciones del guía ........................................................................ 19 4. El obispo Martín se escandaliza con el templo luterano; la contestación del ángel. Martín está dispuesto a servir de pastor ........................ 21 5. En la choza del ángel Pedro. Palabras luminosas del ángel sobre Lutero. El empleo de Martín como pastor en el Más Allá ................................................. 22 6. Una sorpresa agradable pero peligrosa en el nuevo cargo del obispo Martín: el rebaño de ovejas resulta un grupo de hermosas jóvenes .................................... 23 7. La tentación del obispo Martín y su enseñanza por el ángel Pedro ....................... 23 8. Monólogo autocrítico del obispo Martín y confesión de los pecados. ................... 24 9. Otra prueba de paciencia para el obispo Martín y su humor desesperado ............. 26 10. El obispo Martín extraviado. Explicación del Señor sobre los estados espirituales y su correspondencia ........... 26 11. El obispo en apuros. Continúa su monólogo sin que falten improperios .............. 28 12. El obispo llega a punto muerto. Rescate por el barco esperado con ansia. Discurso de agradecimiento de Martín al navegante, quien es el Señor mismo ... 29 13. Las palabras del divino navegante sobre la bendición de la soledad. Un espejo para el desarrollo de la conciencia de la propia individualidad moral . 31 14. Contrición sincera del obispo Martín y su buena intención de hacer penitencia y convertirse ......................................................................... 32 15. El sermón de penitencia del navegante divino dirigido al obispo Martín ............. 33 16. El obispo Martín reconoce su culpa y decide permanecer con el timonel, su Salvador. El ángel Pedro, tercero en el grupo .................................................. 34 17. En la choza del guía. El desayuno bendito y el agradecimiento de Martín. El nuevo trabajo de Martín con los pescadores .................................................... 35 18. De pesca .............................................................................................................. 36 19. Los reparos del obispo Martín ante el trabajo vano. La respuesta acertada de Pedro referente a las ocupaciones hueras y triviales de un obispo de la iglesia romana ........................................................................ 38 20. La correspondencia espiritual de la pesca. La composición del alma. Martín quiere justificarse y la reprimenda del Señor ............................................ 40 21. Necia excusa filosófica de Martín. Apelación amistosa a la conciencia ............... 41 22. Conciencia contrita de la propia individualidad del obispo Martín. Se despierta su amor. El medio cambia. El palacio y su interior sucio ................. 44 23. Primera obra de caridad del obispo Martín para con los pobres recién llegados .. 45 24. Un nuevo trabajo para el obispo Martín: socorrista apagafuegos. Admisión de los salvados ..................................................................................... 46 25. Diferencia entre el pensar de aquí y el del Más Allá. Introducción a la ciencia de las correspondencias. Martín tiene ganas de trabajar pero la fuerza de su entendimiento se cansa ......... 47 26. Modestia y humildad de Martín. La comida bendecida en la mesa del Señor ...... 48 -2-
  • 3. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 27. Experiencias sorprendentes de Martín con los acogidos. Martín quiere instruir a los pobres pero ellos le instruyen a él ............................. 49 28. Martín como racionalista inveterado se encuentra en un aprieto .......................... 50 29. Jesús se da a conocer a Martín ............................................................................. 51 30. Conversación entre el racionalista Martín y el sabio hombre de la luz sobre la Divinidad de Jesús ................................................................................... 52 31. Preguntas críticas de Martín y respuestas del sabio .............................................. 54 32. Continuación de la conversación sobre la Divinidad de Jesús .............................. 56 33. Martín reconoce al Señor en Jesús. El miedo del pecador. Instrucción de Martín . 58 34. Una escena sagrada de salvación: Martín abraza al Señor .................................... 59 35. El primer encargo misionero de Martín y sus experiencias. Una aparente colección de bestias. «¡Sin mí no podéis nada!» ............................. 60 36. La segunda visita de Martín al rebaño de bestias, bajo la dirección del Maestro divino. Su discurso de conversión. La salvación de los que yerran .. 62 37. La comida celeste. Bendición de los recién salvados y su hogar celeste .............. 64 38. Martín en su hogar celeste. La primera sorpresa. El arreglo del hogar ................. 66 39. Martín solo en su casa. La contemplación del globo terráqueo y de los demás cuerpos celestes. El aburrimiento de Martín ................................ 67 40. Los doce pequeños gabinetes con los alimentos aún no bendecidos por el Señor. La bandada de jóvenes guapas. La hermosa mercuriana. La perfección natural de los hombres desnudos de Venus. La importancia de la bendición del Señor ... 69 41. Las maravillas de Marte. La fatiga espiritual de Martín y su deseo insensato. La reprimenda del Señor ...................................................................................... 71 42. Sorpresas detrás de la quinta puerta. El mundo milagroso de Júpiter ................... 72 43. Saturno, el más maravilloso de todos los planetas. La Tierra como escuela para los hijos de Dios y escenario de la encarnación del Señor ............................ 73 44. La séptima sala. La naturaleza y la finalidad de Urano y de sus espíritus. La creación dentro y fuera del hombre y sus relaciones recíprocas ...................... 74 45. El secreto de la octava sala: el mundo del Plutón. Lo espiritual como fondo primario y soporte de toda la creación ......................... 75 46. La novena sala y su triste secreto. El destrozado mundo de los asteroides y su historia ............................................ 76 47. El secreto del décimo gabinete: el Sol con su esplendor. La naturaleza de la luz. Las maravillas del mundo del Sol. La belleza como expresión de la perfección interna ............................................. 77 48. Más descubrimientos de Martín en su Sol. La diferencia de altura de los habitantes de los diversos pueblos del Sol y su motivo: amor y sabiduría, verdaderos factores de la grandeza de espíritu. Queja de Martín acerca de la Tierra y sus habitantes ........................................... 79 49. Contemplación de la Luna a través de la undécima puerta. Martín y el sabio de la Luna ................................................................................. 82 50. Diferencia entre los resultados de la enseñanza interior y la exterior. La alfarería ........................................................................................................... 83 51. Una mirada al campo solar más pequeño a través de la puerta número doce. Presentimiento de Martín acerca de la grandeza y de la Gracia de Dios. La forma del hombre como forma fundamental, igual por todas partes. Peligros en el Más Allá para aquél que aún no está renacido del todo ................. 87 52. La bendición de la luz de Swedenborg. El antiguo Adán en Martín. Enseñanza muy sabia de la mujer y un aviso severo por parte de Borem ............. 88 53. El obispo malhumorado. Aviso severo por parte de Borem y su desaparición. Martín se queda sólo ............................................................................................ 90 54. Soliloquio de Martín: Una crítica a las iglesias. Un armario empotrando con comida y bebida ...................................................... 93 -3-
  • 4. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ 55. El hambre y la sed de espíritus impuros. Martín, un poco ebrio después de su merienda. Tras el encuentro con un habitante del Júpiter Martín queda desembriagado ....... 95 56. El intento vano de dormir. Sorpresa ante un grupo de infelices y la compasión de Martín ..................................................................................... 97 57. Confortación de los miserables. Su gratitud y sus quejas sobre lo pasado. El discurso del salvado y la respuesta de Martín .................................................. 98 58. Más detalles acerca del nuevo grupo de siervos masculinos y femeninos de Roma. Un misionero chino de la iglesia romana ............................................. 99 59. La devoción hipócrita de las monjas. Tal obra, tal pago ...................................... 100 60. Martín como conciliador. Las acciones insensatas de las monjas de la Doctrina Cristiana y sus consecuencias en el Más Allá. Advertencia de Martín .................. 101 61. La exposición de las monjas de la orden del Sagrado Corazón de Jesús. Sus tremendos castigos y su estupidez espiritual. El sermón de Martín ............... 103 62. Diálogo entre un jesuita y Martín. Instrucción de una religiosa de la Caridad, atemorizada ante la vista del infierno ................................................................... 104 63. Conversación de Martín con dos jesuitas más y con dos ligurianos ..................... 106 64. Confesión honesta de los minoritas. Roma como causa. Comprensión y mejora de los minoritas ............................................................... 107 65. Martín abre los ojos a los jesuitas espiritualmente ciegos .................................... 109 66. La ampliación del corazón y de la casa. El llamamiento del Señor a Martín ........ 110 67. El jardín cambiado. Borem jardinero .................................................................... 111 68. Palabras instructivas sobre el camino hacia la bienaventuranza ........................... 112 69. Un nuevo milagro ante Martín. Escenas de prueba de los minoritas y de los jesuitas .................................................................................................... 114 70. Segunda escena de prueba para los jesuitas y su explicación por Borem ............. 116 71. Mejora y conversión de uno de los jesuitas. Venganza de los otros veintinueve ... 117 72. Visión del estado de las almas de las damas del Sagrado Corazón. Intrusos en el jardín del claustro. Ataque de las damas sedientas de venganza .... 119 73. Las observaciones de Martín y las sabias indicaciones de Borem acerca de los caminos del Amor eterno. Las damas del Sagrado Corazón en llamas ........... 121 74. Martín critica la naturaleza de lo malo. Enseñanza de Borem acerca del Orden divino de la vida. Lo «bueno» y lo «malo» como polos opuestos en Dios y la creación .................. 122 75. Continúa la observación del estado infernal de las damas del Sagrado Corazón. Explicaciones de Borem al respecto ..................................................................... 124 76. Comportamiento desalmado de las damas ante sus padres que desean entrar. Intervención de los dos hombres vestidos de blanco ............................................ 125 77. Los dos hombres tocan trompetas y el claustro se derrumba. Las damas del Sagrado Corazón en forma de ranas. Explicación de la situación a los padres asustados ................................................ 126 78. Estafa de un jesuita: el padre al que engañaron con su hija. Explicación espiritual de esta historia .................................................................. 128 79. El anciano aborrece a Roma; magnanimidad de Dios. Parábola referente a la paciencia del Señor .......................................................... 129 80. Parábola de las diferentes especies de trigos y cactos. Aumenta el amor de Martín al Señor. Continuación de la escena de las damas del Sagrado Corazón .. 130 81. Desaparición de las ranas en el mar. Buscando a sus hijas, los padres andan encima del agua. Explicación de Borem ................................... 132 82. El segundo acto del espectáculo de las damas del Sagrado Corazón. La tormenta infernal encima del mar. Captura en un saco de la ralea tempestuosa. Explicación de Borem .................... 134 83. Martín anhela al Señor. Los peces en el saco y su selección. El cáliz, receptáculo de la gracia. El comienzo del renacimiento espiritual de Martín ....... 137 -4-
  • 5. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 84. El comienzo del tercer acto del drama celestial. El cáliz de la gracia con el agua hirviendo. El terraplén infernal .......................... 138 85. La catástrofe se acerca. La antigua serpiente, los doce ángeles del juicio y el abismo. La victoria maravillosa .................................................................... 139 86. El eterno gran héroe. La parábola de la siembra, el crecimiento y la cosecha. La gran cosecha ................................................................................................... 141 87. La modestia de Martín, corregida por la sabiduría de Borem. La prenda festiva de Martín. La ampliación de la casa de Martín ........................ 142 88. El recibimiento de Martín por el grupo feliz. Martín indica que únicamente el Señor es el bienhechor. Algo falta todavía ....................................................... 143 89. Martín y el botánico en el jardín. Hay más miserables. La deliciosa recompensa anhelada ....................................................................... 144 90. Jesús como Señor, Padre y hermano. Parábola del soberano y los ministros ....... 146 91. El afecto de Martín al Señor. Acogida de los mártires chinos y su consuelo ........ 146 92. Baño medicinal para los cien impuros. Su ropa y sus palabras de gratitud. La naturaleza del Lama. Pregunta sobre Jesús y respuesta del Señor ................... 148 93. Incierto encuentro entre los chinos. La historia de la traidora .............................. 149 94. Reconciliación entre Cheng Chai y los cien chinos. El Señor y Cheng Chai ....... 150 95. El deseo de Cheng Chai de conocer al Señor. La receta del Señor. El amor apasionado de Cheng Chai al Señor ....................................................... 151 96. El Señor recomienda prudencia ante los aún no maduros. El amor de Cheng Chai al Señor en conflicto con el amor al Lama ..................... 153 97. Cheng Chai inquiere el nombre de su querido amigo. La diferencia entre anfitrión y huésped ................................................................ 154 98. Palabras del Señor sobre la naturaleza y actividad del Lama. El milagro del árbol ............................................................................................. 155 99. Martín en apuros por la curiosidad de Cheng Chai. ............................................. 157 100. Reprimenda por parte del Señor ........................................................................... 158 101. Cheng Chai pregunta de nuevo por el gran Lama. El dilema de Martín y sus vanos pretextos. La reacción de Cheng Chai: «¡Pobre burro!» .................... 158 102. Palabras muy acertadas de Borem acerca de la comunicación interna con el Señor y sobre el trato con naturalezas estoicas .......................................... 160 103. El fruto bendito de la humillación de Martín ........................................................ 161 104. Reconciliación entre la china y Martín. La ofensa y el perdón según los chinos ... 161 105. La ley celestial del Amor y su efecto beatífico ..................................................... 162 106. Martín en un aprieto por las preguntas seguidas de Cheng Chai .......................... 163 107. Enseñanza del Señor a la nueva ciudadana de los Cielos, ávida de respuestas. La parábola del saco atado. Martín tranquilizado ................................................. 164 108. Parábola de la buena educación de los niños ........................................................ 165 109. Pregunta clave de la china y respuesta del Señor con otra pregunta crítica. Relato de la flor de la mañana y de la tarde........................................................... 166 110. Preparativos para una fiesta celestial. Primer viaje de Martín en los transportes celestiales ................................................................................ 167 111. Una parábola del Señor: dos plantas humanas en el jardín del Amor de Dios. La encarnación de Dios ........................................................................................ 168 112. Satanás en la sala, en forma de monstruo. La comida reconfortante. Gella reconoce al Señor ....................................................................................... 169 113. El imprudente Martín sermoneado. «Quien quiera ser el primero que sea servidor de todos» ..................................... 170 114. Cómo Satanás cambia de apariencia. El carácter de Martín. Los nuevos presienten la presencia del Señor. Cheng Chai confiesa humildemente su culpa .. 171 115. Emocionante escena de reconciliación entre el jesuita Corel y Cheng Chai. La alegría del Señor por el amor de Cheng Chai .................................................. 173 -5-
  • 6. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ 116. Una escena con Satanás para instrucción de los hijos de Dios. La discusión entre Martín y Satanás. Martín en un aprieto. El consejo del Señor ..................... 174 117. Satanás tienta a Martín en forma de Satana seductora .......................................... 175 118. Borem levanta e instruye al caído Martín. El Señor avisa a Martín. Propietario y propiedad son inseparables en el Cielo ........................................... 177 119. Conversación entre el Señor y Satanás. La obstinación malvada de Satanás. La parábola del fundidor. El séquito de Satanás salvado ...................................... 178 120. Cheng Chai despierta de su estado de sueño. Explicaciones del Señor acerca de importantes acontecimientos y sobre sí mismo ..................................... 180 121. Bienaventuranza de Cheng Chai y su gran amor hacia el Lama conocido. El Señor como Padre y hermano .......................................................................... 181 122. Una declaración celestial de amor. La victoria del amor. Gella se alegra por Cheng Chai ............................................................................ 182 123. El espíritu se despierta en los otros chinos y en los monjes. Las monjas celosas y su humillación ................................................................... 183 124. Consejos para el bien del alma. La naturaleza de los celos .................................. 184 125. Borem y las monjas enfermas del corazón ........................................................... 185 126. El séquito del dragón blasfema en el baño. Palabras tranquilizantes del Señor .... 187 127. La puerta del Sol, cerrada. Relación entre luz y actividad. Indicaciones referentes a la esfera de la sabiduría ................................................ 188 128. La abundancia de luz en el Sol. El Señor como último. Martín como guía .......... 190 129. Martín se encuentra con Pedro y Juan. El concepto de amor y sabiduría de los habitantes del Sol ................................... 191 130. Preguntas de prueba. Los ruegos a los santos para que intercedan ....................... 193 131. Bajada a un valle del Sol. Velocidad de marcha en el reino de los espíritus ........ 194 132. Omnipresencia y actividad de los ciudadanos perfectos del Cielo. Los reparos de Martín y su refutación por parte de Juan ....................................... 194 133. Reflexiones de Martín sobre la omnipresencia de Dios ........................................ 195 134. Pregunta de Corel sobre si los habitantes del Cielo pueden observar la Tierra y su desarrollo. Respuesta de Juan ....................................................................... 196 135. Las maravillas del mundo solar y de sus habitantes. Desasosiego de Martín ante la sabiduría de los hombres del Sol. Consejos de Juan ................................. 197 136. Martín fascinado: las tres hermosas doncellas del Sol .......................................... 198 137. Martín discute con las tres hijas del Sol. Entre la sabiduría y el amor .................. 198 138. El motivo de Martín para rechazar el premio a la sabiduría. Sabia contestación de las hijas del Sol ................................................................. 199 139. Martín en un aprieto. Pedro le anima. Buena contestación de Martín ................... 200 140. Las tres hijas del Sol ruegan a Martín que les enseñe a amar a Dios. Las hijas del Sol, arrebatadas de amor, abrazan a Martín ..................................... 201 141. Actitud agresiva de los tres hombres del Sol. Réplica severa por parte de Martín. Obediencia de los tres hombres del Sol al ser advertidos por sus espíritus ........... 202 142. Curiosidad de las veinte monjas presumidas. Su humillación curativa al descubrir la belleza de las tres hijas del Sol ............... 204 143. Las tres hijas del Sol compadecen a las monjas desplomadas. El Señor las revivifica. Conversación de Juan y Martín con las hijas del Sol acerca del Señor ................. 206 144. Cheng Chai y Gella admiradas por la belleza de las tres hijas del Sol. El Señor elogia a Martín por ser un buen pescador de hombres. La concesión de la gracia y cómo tomar posesión de ella .................................... 208 145. El Señor y las tres hijas del Sol, maduras para el amor ......................................... 209 146. Condiciones difíciles para obtener la filiación divina en la Tierra ....................... 210 147. Crítica despectiva de las tres hijas del Sol sobre las condiciones en las que viven los hijos de Dios en la Tierra ..................................................... 211 148. Continuación del discurso crítico de las tres hijas del Sol .................................... 212 -6-
  • 7. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 149. Martín, seguro del triunfo, desmoralizado por la sabiduría de las tres hijas del Sol ......................................................................................... 213 150. El Señor da a Martín sabias normas de conducta. Alusiones acerca del proceso interior de las tres hermosas. El mal humor de Martín contra sí mismo y palabras tranquilizantes del Señor .... 214 151. Las tres hermosas preguntan al Señor por qué no ha venido a visitarlas a sus casas. Sabia respuesta del Señor .................................................................. 215 152. Efecto humillante de la perfección del rostro de las tres jóvenes del Sol, servido a las demás mujeres. Sermón de Martín y consejo del Señor a las mujeres enojadas ............................ 216 153. Palabras tranquilizadoras de las tres adolescentes del Sol. Martín tentado de nuevo. Armonía entre las mujeres terrenales y las del Sol. Disposiciones del Señor para continuar el camino a los hogares de las hijas del Sol ................................................................................................ 217 154. La verdadera sabiduría. Sabiduría ficticia de los sabios del Sol. La ley del incesto de los habitantes del Sol, artimaña de Satanás. El motivo de la venida del Señor ......................................................................... 218 155. Sabias palabras de Cheng Chai. Leyes malas y leyes verdaderas. Sin lucha no hay victoria. Por qué sólo ahora viene el Señor a las hijas del Sol .. 219 156. Las hijas del Sol presienten la presencia del Señor. Llegada al palacio de los habitantes del Sol ......................................................... 220 157. Dudas de Cheng Chai ante tanto esplendor. El esplendor flameante del corazón. Diversas contradicciones ............................ 221 158. Celo ciego de Martín contra las ceremonias de los habitantes del Sol. El Señor le advierte que sea tolerante. Conversación de Martín con Pedro sobre los coscorrones del Señor ................... 222 159. Algo de música del mundo solar. Advertencia severa de Pedro a Martín para que venza su sensualidad .............................................................................. 223 160. Martín desanimado y desesperado ....................................................................... 224 161. Victoria muy fácil de Martín en la discusión con el anciano sabio impertinente ... 225 162. Sobre la verdadera fe y la libertad del espíritu. El espíritu despierta en el anciano ........................................................................ 227 163. Pedro da explicaciones sobre el grupo y el motivo de su visita. Dudas del sabio sobre la visibilidad de Dios ........................................................ 228 164. Pedro resuelve las dudas del anciano del Sol acerca del Señor visiblemente presente ........................................................................................... 229 165. Juan conversa con el sabio del Sol. Relación entre el Creador y la criatura ......... 231 166. La unión del hombre con Dios. Ejemplo del mar y las gotas de agua. Pesadez de la sabiduría del intelecto comparada con la del corazón .................... 232 167. El Señor y Uhron, el sabio del Sol. Conversión de Uhron y una buena respuesta suya. Martín aprecia las palabras de Uhron ...................... 233 168. Efecto de la conversión de Uhron en los habitantes de la casa. Entrada en la casa del Sol ..................................................................................... 234 169. Palabras de bienvenida de Uhron. Anunciación de la filiación divina para los hijos del Sol. Testimonio lamentable sobre los hombres de la Tierra ..... 235 170. Reunión de los pueblos de la comunidad del Sol. El Señor encarga a Martín que dé un sermón. Tímidas dudas de Martín. El canto maravilloso y su efecto en Martín .......................................................... 236 171. El Señor da instrucciones de comportamiento a Martín. El remedio contra la ira. Cómo hay que tratar a Satanás. Precauciones de Martín antes del sermón. Amenazas severas por parte del enemigo. Martín tranquiliza a la muchedumbre intimidada. Palabras consoladoras del Señor .......................... 237 172. El sermón de Martín dirigido a la asamblea de los hombres del Sol. Una vida en la Tierra marcada con la cruz, condición para la filiación divina ..... 239 173. Diferencia entre la vida del Sol y la de la Tierra .................................................. 240 -7-
  • 8. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ 174. Efecto excitante del sermón de Martín en los habitantes del Sol .......................... 242 175. Fin del sermón de Martín e indicación acerca de su finalidad. Condiciones para la filiación divina. Discurso de reconocimiento y agradecimiento por parte del sabio ..................................................................... 243 176. La mar sube. Palabras fortificantes de Pedro para todos. Su pregunta crucial a los habitantes del Sol: ¿queréis volveros hijos de Dios o no? Respuesta de Uhron .................................. 245 177. Nueva explicación referente a la filiación de Dios. Pedro critica el incesto practicado por los habitantes del Sol ................................ 246 178. Propuesta de Pedro sobre «dar gracias» y «rogar». Importante negativa a rogar a Dios ...................................................................... 247 179. Pedro enseña a rezar el Padrenuestro. Por qué «rogar» está por encima de «dar gracias» ............................................... 248 180. El sabio del Sol da una respuesta afirmativa. Su crítica a las promesas del Señor 249 181. Palabras de Juan sobre el sentido espiritual de las promesas del Señor. Una nueva promesa del Señor: imagen profética acerca de una nueva casa y una nueva ciudad. Uhron la considera como desatino «sin sentido ni gracia» ...... 250 182. Juan explica la imagen profética. La comprensión y la confianza se despiertan en el sabio del Sol ......................... 252 183. Saludo de bienvenida de los hombres del Sol al Señor. El discurso del Señor dirigido a los sabios del Sol. La humildad, medio para la salvación. El fardo ligero de las nuevas reglas de vida ......................................................... 252 184. Buena respuesta del sabio .................................................................................... 255 185. Palabras de alegría y gratitud del sabio. Los huertos frutales inundados. Pedro y Martín despachan a Satanás .................................................................... 256 186. La alegría de los hijos y los niños es la alegría del Padre en el Cielo. Sobre el candor de los niños ................................................................................. 257 187. Comida con los hombres del Sol en el Amor del Señor. Dónde está el sitio que corresponde al Señor ....................................................... 258 188. Bendición eterna de la mesa del Señor. Repentina transformación de las tres hijas del Sol en espíritus humanos ............. 260 189. Propuesta mundana de Martín para hacer inofensivo a Satanás. Alusiones del Señor sobre la tolerancia a las malas obras de Satanás. El Señor concede poderes a Martín para que pueda conjurar a Satanás ............... 261 190. Martín con sus compañeros en el lugar de las devastaciones. Satanás, juzgado por Martín. Compasión de Martín hacia Satanás y su liberación ............ 262 191. Martín convoca a Satanás. Satanás procura justificarse ....................................... 264 192. Réplica muy acertada de Martín, y su propuesta. Estrambóticas respuestas de Satanás .................................................................... 265 193. Más buenas proposiciones de Martín para la salvación de Satanás. Nuevos pretextos de Satanás. El orden de la creación antes y después de le encarnación del Señor .................................................................................. 267 194. Repetido intento de Martín para convencer a Satanás que su testarudez le engaña .................................................................................. 268 195. Satanás revela a Martín las inclinaciones soberbias de este ................................. 269 196. Honradez de Martín, y sabiduría y firmeza de Juan. El espíritu de contradicción de Satanás. Satanás critica a Juan ............................ 270 197. Satanás rabia. Martín tiene miedo pero Juan guarda su calma. Los hijos de Dios son independientes de Satanás ................................................. 271 198. Disputa entre Juan y Satanás sobre la omnipresencia de Dios y el origen de lo malo. Satanás como tal, un triunfo del Señor ............................. 273 199. Delirio de grandeza de Satanás y su respuesta altanera. Juan ordena a Satanás que abandone el Sol. Ruego de Satanás pidiendo indulgencia ............................. 274 200. Satanás se enreda en contradicciones. Nuevo pacto de paz entre Juan y Satanás .. 275 -8-
  • 9. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 201. Feliz vuelta a la casa de Shonel. Promesa reconfortante del Señor: Del juicio a la salvación ....................................................................................... 276 202. Las bodas celestiales como suprema perfección del Orden divino. Naturaleza de la mujer. Unas palabras sobre las bodas celestiales. Buena elección de Martín. Su entrega a la Voluntad del Señor. Misión celestial del Martín perfecto ..................................................................... 277 203. Martín, nuevo ángel de la guarda, pronuncia un discurso a su comunidad del Sol. Respuesta acertada de Uhron a Martín. Sus ruegos dirigidos al Señor .... 278 204. La vuelta del grupo celestial. Una obra de misericordia. Visita a las galerías de la casa de Martín. El camino hacia la ciudad de Dios. Un encuentro maravilloso .................................................................................... 278 -9-
  • 10. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ PREFACIO En todas las épocas ha habido hombres puros y devotos que han sido la voz del Espíritu divino en sus corazones. Todos conocemos los diversos pasajes del Antiguo Testamento, cuando el profeta habla: «Y la Palabra de Jehová vino a...». ¿Sería imaginable que esta unión íntima entre Dios y el hombre, como nos fue relatado por Moisés, Samuel, Isaías, y otros profetas e iluminados, ya no fuese posible en nuestra época? ¿No es Dios, el Señor, el mismo desde los tiempos primordiales, y no son los hombres de hoy de la misma naturaleza que los de antaño? Sería totalmente ilógico admitir que Dios sólo hubiese hablado con Moisés y los profetas y nunca, antes o después, con otros hijos suyos, y que la Biblia encerrase en forma integral todas las revelaciones. Sabemos a través de fuentes antiguas y auténticas que la voz interior, como medio para la revelación divina, ya iluminaba, antes de Moisés, a los «Hijos de lo alto», como por ejemplo a Enoc, y que también, después de los apóstoles, la voz interior recreaba a aquellos que la buscaban con anhelo. El conocimiento de la voz interior se proyecta como un hilo luminoso de la cristiandad. Padres de la Iglesia como Jerónimo y Agustín ya confirmaron la importancia de la revelación interior para el hombre, al igual que los místicos de la Edad Media como Bernardo de Clairvaux, Tauler, Suso y Tomas Kempis. También muchos santos de la Iglesia católica, después Jakob Böhme y más tarde el visionario nórdico Emanuel Swedenborg, recibieron revelaciones por medio de la voz interior. Jesús mismo, Verbo Vivo de Dios, prometió: «Quién tiene mis mandamientos y los guarda es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él». Y después, «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que Yo, como Jesús, os he dicho durante mis días en la Tierra» (Jn 14, 21-26). Este flujo espiritual de la voz interior no podía impedir que la gran dádiva de luz enviada en Jesús a los hombres por el Padre fuese obscurecida en el curso de los siglos, y, por el amor propio de la humanidad, casi fuese exterminada poco a poco. Como los hombres, en su mayoría, no se dejaban guiar por el Espíritu divino, prefiriendo seguir sus tendencias egoístas y arbitrarias, cada vez se manifestaban más las sombras de una noche espiritual, tanto que la apostasía completa de la fe y del amor a Dios -a pesar de la Biblia y de la Iglesia- exigía para nuestra época una nueva y gran revelación de la Voluntad y del Amor divino. Previniendo la evolución desastrosa del mundo, como consecuencia de las guerras mundiales, el Padre de la Luz transmitió esta gran Nueva Revelación en el curso del siglo último a diversos pueblos de la Tierra, a través de nuevos profetas e iluminados, predicando de nuevo la antigua y verdadera Doctrina de Jesucristo: la Religión del Amor. La revelación más extensa e importante fue transmitida durante los años 1840 a 1864, en el idioma alemán, a un hombre simple y de alma pura llamado Jakob Lorber, quien por la voz interior recibió comunicaciones inmensamente profundas sobre la Divinidad, la Creación, el Plan de la Salvación y el Camino para la Vida Eterna. Jakob Lorber Sobre la vida de este instrumento de la Gracia y del Amor divino existe una pequeña biografía escrita por un amigo y contemporáneo de Jakob Lorber: Karl Gottfried Ritter von Leitner. Según esta biografía Jakob Lorber nació el 22 de julio de 1800 en el pequeño pueblo de Kanischa, cerca de Marburg, Austria. Su padre, Michael Lorber, era un pobre cultivador de viñas. Como su propiedad, dos viñas, no era bastante para alimentar a la familia, en el invierno se veía obligado a ganarse la vida como director de un pequeño conjunto de música en los pueblos de alrededor. - 10 -
  • 11. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ El joven Jakob pronto demostró un carácter despierto y aprendió a tocar algunos instrumentos de música. También se descubrieron en él otros dones, espirituales, de manera que su maestro y su madre piadosa dijeron: «Un día Jakob tendrá que ser maestro de escuela o sacerdote». Sus padres ahorraban todo lo posible para los estudios de su hijo. Cursaba con grandes sacrificios la escuela, dando clases particulares de música a otros estudiantes más jóvenes. Sin embargo, vino el día en que se vio obligado a dejar sus estudios y se tuvo que ganar la vida como maestro particular en casa de una familia distinguida de Graz. Pasaron algunos años y, cuando Jakob cumplió los 30, tenía bastantes ahorros para seguir adelante con sus estudios para el profesorado. Mientras tanto su afición por la música había aumentado y, cuando tuvo la oportunidad de conocer al famoso violinista Paganini, quién además le dio algunas clases, surgió en su alma el deseo de abandonar el profesorado para dedicarse a ella. Fue tan aventajado tocando el violín que hasta compuso algunas piezas que fueron alabadas por profesionales. Pero tampoco esta profesión podía llenar el alma contemplativa de Jakob Lorber. Demasiadas preguntas le asediaban constantemente sobre la causa y la razón de la vida humana, sobre los misterios de la Divinidad y la Creación. Le interesaba mucho la astronomía. Se construyó él mismo un telescopio para abstraerse en las maravillas de las estrellas del cielo nocturno. En los libros de contemporáneos como Justinus Kerner, Jung-Stilling, Swedenborg, Tennhardt, Kerning y otros, y, especialmente en el libro de los libros, la Biblia, procuraba interesarse sobre el mundo invisible de los espíritus relacionados con nuestra vida en esta Tierra. El llamamiento Cuando tenía casi 40 años, un acontecimiento notable le mostró cuál era la misión que las fuerzas del Cielo le habían destinado. Transcurría marzo de 1840, cuando Lorber recibió de Trieste una oferta para director de música, lo que representaba para él un empleo agradable con un buen sueldo. Sin embargo, el día 15 de marzo cuando Lorber se levantó de su cama después de sus rezos matinales lleno de esperanza, de repente oyó una voz dentro de sí mismo, en donde está el corazón: «¡Levántate, toma tu pluma y escribe!». Perplejo, obedeció la voz, tomó su pluma y, para asombro suyo, escribió las palabras que percibía como un flujo de pensamientos, pronunciados con la mayor claridad dentro de su corazón: «Así habla el Señor a cada cual, y esto es verdadero, fiel y cierto: quien quiera hablar conmigo que venga a Mí y Yo le daré la respuesta en su corazón. Pero solamente los puros, cuyos corazones están llenos de humildad, oirán el sonido de mi voz. Y quien me prefiere a todo el mundo, quien me ama como una novia dedicada ama a su novio, con él andaré abrazado; él podrá verme como un hermano y como Yo le vi desde la eternidad, antes de que existiera». Cuando Lorber oyó y escribió estas palabras, las lágrimas resbalaron por sus mejillas. ¿Sería posible que a él, un pecador, el Altísimo le hubiese considerado digno de dar un mensaje a la humanidad, como lo hizo con los profetas de la antigua y nueva alianza? Para un hombre tan modesto y humilde esto era casi increíble. La voz, mientras tanto, continuaba hablando con toda claridad y persistencia, tanto que Lorber se vio impulsado a seguir adelante escribiendo lo que le dictaba. Así surgió un capítulo entero, lleno de maravillosas enseñanzas de amor y sabiduría. Al día siguiente otro capítulo y así sucesivamente... Parecía que iba a ser un libro completo. ¿Acaso podía Lorber, con su nuevo y buen empleo, rehuir esta tarea misteriosa del Cielo que seguramente no le aportaría ni un céntimo sino con toda certeza rechazo, persecución y hasta la muerte, como a muchos profetas? - 11 -
  • 12. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ La voz interior del espíritu Pero el convocado resistió a la tentación; su corazón no anhelaba fortunas ni posición. Abandonó la oportunidad de un empleo fabuloso y, desde entonces, durante 25 años de su vida, se dedicó a la voz maravillosa de su corazón. Todas las mañanas se sentaba en su pequeña mesa y escribía sin interrupción, sin descanso ni correcciones, como si alguien le estuviese dictando. En cuanto a la manera de cómo oía aquella voz tan cierta y clara, un día lo escribió a un amigo: «...Referente a la voz interior y como se percibe, sólo puedo decir, hablando de mí mismo, que oigo al Verbo santísimo del Señor como pensamientos extremadamente claros, igual que palabras claramente pronunciadas, por ahí donde el corazón. Nadie, aunque esté muy cerca de mí, puede oír nada. Para mí, sin embargo, esta voz de la Gracia suena más clara que cualquier sonido material, por fuerte que sea». El 19 de junio de 1864 Jakob Lorber, recibiendo las comunicaciones del tomo 10 del Gran Evangelio de Juan, dejó de anotarlas en medio de una frase; el día 23 de julio el Señor le reclamó de su actividad terrenal. Durante los años 1891-1893 Leopold Engel recibió la continuación, el tomo 11, siguiendo en la misma frase que Jakob Lorber dejó a medias. Las obras de la Nueva Revelación De este modo surgieron las siguientes obras: El Gobierno de Dios, El Sol Espiritual*, Obispo Martín: el desarrollo de un alma en el Más Allá*, Del Infierno al Cielo (La vida del revolucionario Roberto Blum en el Más Allá)*, Tierra y Luna, El Sol Natural*, Explicaciones de Textos de la Escritura, Saturno, Correspondencia entre Jesús y Abgaro*, Cartas del Apóstol Pablo a la Comunidad de Laodicea, Dádivas del Cielo, La Infancia de Jesús*, Los Tres Días del Niño Jesús en el Templo*, Más Allá del umbral*, La mosca o los misterios de la creación* La fuerza curativa del Sol*... La obra principal de Jakob Lorber y la coronación de toda la revelación es el Gran Evangelio de Juan* en once volúmenes, donde nos habla con el espíritu de amor del apóstol Juan y de su Evangelio Bíblico. __________________________ * Publicadas en español en soporte papel por esta editorial. También se han publicado las siguientes antologías: Joyas del gran Evangelio de Juan (tomos 1 y 2), selección de pasajes significativos de los 11 volúmenes de El gran Evangelio de Juan y El renacimiento espiritual, selección de pasajes sobre el tema, escogidos en toda la obra de Lorber. - 12 -
  • 13. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ - 13 -
  • 14. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ PROLOGO UNA DE LAS PREGUNTAS más importantes de nuestra existencia es la del sentido de la vida en la Tierra, en la que el hombre entra para volver a abandonarla después de cierto tiempo. Sólo nos volvemos verdaderos hombres al comprender la problemática del «de dónde», «a dónde» y «por qué», utilizando las fuerzas de la mente y de la razón que desde eternidades residen en nuestra naturaleza espiritual. Nuestra época se caracteriza por una fisura interior que la antigua profecía vaticinó como la futura separación de los espíritus. Una parte de la humanidad se perdió en el materialismo embrutecedor que, en su ateísmo, también niega la existencia eterna de la vida. Para él la muerte física significa una desaparición definitiva, por cuyo motivo todas sus aspiraciones están dirigidas hacia los aparentes valores perecederos de esta vida. Tomando por real únicamente aquello que le presentan sus cinco sentidos, el hombre sólo ve en la descomposición de todas las formas corporales la destrucción y la aniquilación, en vez de reconocer en ella la liberación de su contenido vital para adoptar formas de manifestación del espíritu cada vez más sublimes. Pero incontables millones de personas nunca perdieron el presentimiento del factor «eternidad» en la existencia de la criatura «hombre». Si no fuera así, hace tiempo que cualquier noción religiosa ya se habría extinguido en la Tierra, con lo que la humanidad habría perdido su último amparo. Precisamente hoy, más que nunca, existe una gran búsqueda de la Verdad en las almas de aquellos cuyas nociones metafísicas exigen más estímulos de lo que los credos o la filosofía actuales pueden ofrecerles. Por eso, desde hace generaciones, cada vez más personas buscan en las obras de Jakob Lorber la Nueva Revelación del místico austríaco, inspirado por la Gracia divina, quien durante veinte años, desde 1840 hasta 1860, sirvió a la voz interior: la voz del Espíritu Divino que le dictaba obras voluminosas sobre secretos de la creación y de la vida, obras sin par. Entre las obras que tratan de las condiciones posteriores a la muerte del hombre y de su desarrollo en el Más Allá, hasta su perfección espiritual, la obra «Obispo Martín» ocupa un importante lugar. Con Martín acompañaremos a un hombre desde sus últimos suspiros en la Tierra, cuando pasa al Más Allá. Veremos como en el Más Allá se forma su esfera que, al principio, parece más bien un sueño que todavía refleja todos sus errores, conceptos y deseos mundanos. Le acompañaremos en los diversos avances y retrocesos de su camino hacia una comprensión mayor y veremos como diversos ángeles y seres espirituales elevados se dedican a él para prepararle, mediante su enseñanza, a un verdadero reconocimiento de Dios. Veremos como cada vez hay más claridad en el alma del antiguo obispo y como su progreso espiritual le lleva al fin a los mundos elevados de las esferas celestiales. Su incrementado amor le permite reconocer la Divinidad en Jesús como Padre de la eternidad, con lo que entra en el estado de la perfección, en la filiación de Dios, con toda su libertad, facultad de creación y plenitud de bienaventuranza. Quien compare las primeras escenas de este proceso de educación con la meta alcanzada, podrá apreciar el camino que un espíritu humano es capaz de andar, un camino que tras larga lucha interior pasa de esfera en esfera hasta las cimas más altas. Para el lector de espíritu abierto esta obra es algo más que sólo un testimonio sobre la guía, amorosa y sabia, de un hombre después de su vida terrenal. En las conversaciones y experiencias de Martín con espíritus perfectos como Pedro y Juan, y hasta con el Señor mismo, encuentra respuestas en abundancia todo el que busca. Le penetra un sentimiento santo sobre la inconmensurabilidad de la gran idea de la creación, pero también sobre la dignidad del hombre, una vez que este madura al alcanzar la filiación divina, llegando así a ser la corona de la creación. Que la obra «Obispo Martín», con la bendición del Señor, encuentre su camino en el corazón de los lectores... Editorial Lorber-Verlag - 14 -
  • 15. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ Nota para el estudio de esta obra La obra «Obispo Martín» termina con un consejo del Señor para el lector. Como este consejo puede contribuir mucho a su buena comprensión, lo reproducimos ya aquí, al principio. Editorial Lorber-Verlag A quien lea con fe y consideración estos sucesos que tratan del Más Allá, de la vida en el reino de los espíritus tras haber dejado el cuerpo atrás, le resultará una evidencia palpable y podrá tomar las disposiciones adecuadas. Pero aquél que sea hombre de mundo, rechazará incrédulo esta obra, tal como lo haría con la Biblia, como producto insensato de un autor trastornado. Pero no importa pues a la corta o a la larga llegará allá donde ya no le puede ayudar nadie sino Yo. Si alguna mente poética o filosófica se escandalizara con algunas expresiones de Martín porque le parezcan demasiado mundanas, sucias o incultas, entonces conste: «donde hay carroña acudirán los buitres». El espíritu del hombre, tanto en el mundo como en el Más Allá, se encuentra en la misma aflicción e indecencia; cuando esté limpio de sus escorias, purificado, hablará como espíritu puro, sin indecencia ni suciedad. Aunque en esta revelación las relaciones en el mundo de los espíritus estén tratadas de manera exhaustiva -la guía de las almas y de los espíritus por un camino principal y por las más diversas desviaciones- todavía tiene que saberse que no hay que generalizar, sino comprender que el caso de Martín es muy particular y distinto de los demás, pese a que se trata de un caso completo. Aceptad esta revelación con buena fe y una vez en el Más Allá andaréis un camino más llevadero que muchos miles que en su noche y ceguera no tienen idea de él. Mi gracia, mi Bendición y mi Amor están con todos vosotros. Amén. - 15 -
  • 16. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ OBISPO MARTÍN 1 El fin del anciano obispo Martín en este mundo y su llegada al Más Allá 1 Un obispo que apreciaba en mucho su dignidad y su posición social cayó enfermo por última vez. 2 El mismo que todavía sacerdote humilde pintaba las alegrías del Cielo con los colores más fantásticos, el que tantas veces se deshacía describiendo las delicias y bienaventuranzas en el reino de los ángeles, por supuesto sin olvidar mencionar el infierno y el terrible purgatorio, llegado ya a una edad de casi ochenta años, aún no tenía gana ninguna de tomar posesión del paraíso tantas veces glorificado por él. Hubiera preferido mil años más de vida en esta Tierra que todo un futuro Cielo pleno de delicias y bienaventuranzas. 3 Por eso el obispo enfermo probó todos los recursos posibles que ¡ojalá! pudieran devolverle la salud física. Los mejores médicos tenían que permanecer continuamente alrededor suyo y en todas las iglesias de su diócesis había que celebrar misas en su favor. Hizo llamar a todas sus ovejas para que rezaran por su mejoría. Se les invitaba a hacer votos piadosos con el fin de obtener indulgencias plenarias para él. En su cuarto hubo que preparar un altar donde se celebraban tres misas matinales por el restablecimiento de su salud, mientras que por las tardes, con el santísimo continuamente expuesto, los tres monjes más piadosos rezaban el breviario incesantemente. 4 Él mismo exclamó muchas veces: «Oh, Señor, ¡ten piedad de mí! Santa María, madre querida, ¡ayúdame! ¡Ten piedad de mí, portador de dignidad y merced obispal como soy, en tu honor y en él de tu Hijo! ¡No abandones a tu servidor más fiel, tú, el único salvador de todo apuro y único apoyo de todos los que sufren!». 5 Pero no había remedio; al obispo le entró un sueño muy profundo del que ya no se despertó en este mundo... 6 Las diversas ceremonias “sumamente importantes” que se hacen con el cadáver de un obispo son muy conocidas, de modo que no hace falta perderse en pormenores; vamos pues a averiguar qué hizo el recién llegado al mundo de los espíritus. 7 Mientras hubo calor en su corazón, el ángel no desligó el alma del cuerpo porque en dicho calor se manifiesta el espíritu del sistema nervioso, que debe ser completamente absorbido por el alma antes de que esta pueda ser desligada del cuerpo. 8 Cuando el alma de Martín absorbió enteramente al espíritu del sistema nervioso, el ángel desligó el alma del cuerpo con las palabras: «Ábrete, alma; pero tú, polvo, entra en descomposición para tu evolución posterior a través del reino de los gusanos y la putrefacción. Amén». 9 A eso el obispo se levantó con todos sus ornamentos episcopales, como antes cuando todavía vivía en la Tierra, y abrió los ojos. Perplejo miró alrededor pero, aparte de sí mismo, no pudo ver a nadie, ni tampoco al ángel que le había despertado. El suelo parecía cubierto de musgo bastante seco y todo estaba sumido en una luz escasa, como al anochecer. 10 Martín se asombró no poco al encontrarse en tal escenario y se dijo: «¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? ¿Vivo todavía o acaso he muerto? Me parece que estuve muy enfermo y es fácil que ya me encuentre entre los difuntos... Por Dios, sí, ¡tiene que ser eso! Oh, Santa María, San José y Santa Ana que sois mis más poderosos apoyos, ¡os ruego que me ayudéis a entrar en el Reino de los Cielos!». 11 Martín esperó un rato, mirando atentamente en torno suyo para ver por qué lado iban a presentarse los tres; pero nadie vino. 12 Repitió la petición algo más alto y esperó de nuevo, pero en balde. Nadie se presentó. - 16 -
  • 17. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 13 La tercera vez la súplica fue aún más fuerte, pero, como antes, también sin éxito. 14 Martín empezó a inquietarse profundamente y, como su situación se volvía cada vez más desesperada, se lamentó: «Ay, ¡válgame Dios! (estas palabras no eran sino una muletilla que siempre solía pronunciar) ¿Qué es esto? He llamado ya tres veces y todavía en vano... 15 ¿Acaso estoy condenado a la perdición? Pues no, porque no veo demonios ni tampoco fuego. 16 ¡Ayayay... ! (Temblando) ¡Esto sí que es espantoso! ¡Vaya soledad! Dios mío, si ahora se me presentase algún demonio de esos, ¿qué podría yo hacer sin pila de agua tres veces bendita y sin crucifijo? 17 Me imagino que el demonio tendrá una apetencia especial por un obispo... Ayayay, ¡vaya asunto más desesperado! ¡Quién sabe si aún me tocarán el llanto y el crujir de dientes! 18 Quizás vale más que me quite la mitra, entonces el demonio no me reconocerá. Pero cabe la posibilidad que así pueda tener aún más poder sobre uno de mi condición... Vaya, vaya, ¡qué cosa más cruel es la muerte! 19 Si por lo menos estuviera muerto del todo, entonces tampoco tendría miedo; pero vivir de esta manera después de la muerte, eso es lo que fastidia... Oh, ¡válgame Dios! 20 ¿Y si me fuera de aquí? Que no, me quedo. Pues lo que hay aquí ya lo conozco. Pero las consecuencias que me puede acarrear un paso imprudente adelante o atrás, esas sólo Dios las sabe. Por eso, en el nombre del Señor y de la gloriosa virgen María, prefiero aguardar aquí el día del juicio antes que moverme un solo palmo». 2 El obispo Martín se aburre en su aislamiento y medita sobre un cambio 1 Tras algunas horas de una terca inmovilidad sin que ocurriera nada, el tiempo se le estaba haciendo desesperadamente largo a Martín (pues en la esfera natural del reino de los espíritus también hay una noción del tiempo). Así que empezó a hablar de nuevo consigo mismo: 2 «Cosa extraña: ya hace media eternidad que me encuentro en el mismo lugar y todo sigue siendo lo mismo. Ni un pelo de mi cabeza, ni mi palio, ¡nada se ha movido! ¿En qué acabará esto? 3 ¿Tal vez estoy condenado a quedarme aquí para siempre? No, eso no puede ser porque entonces esto tendría que ser ya el infierno y no es posible porque no veo el terrible reloj infernal con su péndulo horroroso que con cada una de cuyas oscilaciones gime: “¡Siempre!”, ¡vaya, horror!, y luego: “¡jamás!”, ¡ay, aún mayor horror! 4 ¡Alabado sea Dios que por ninguna parte veo ese fatal símbolo de la eternidad! ¿Y si aparece después del día del juicio? ¿Quién sabe si pronto se manifestará la señal del Hijo del hombre en el firmamento? ¿Pero cuántos millones de años llevo ya aquí quieto? ¿Y cuántos me quedarán todavía hasta el día del horripilante juicio final ? 5 ¡Qué cosa más curiosa!: en la Tierra no se ve nada que pudiera relacionarse con una próxima llegada del juicio final. ¡Pero aquí en el mundo de los espíritus todo es aún mucho más inexpresivo! Si no tuviera una fe tan inquebrantable casi empezaría a dudar de que un día pueda haber un juicio final... y también de la autenticidad de todo el evangelio... 6 ¿No es extraño que todos los profetas que aparecen en él coincidan sorprendentemente con las contestaciones del oráculo de Delfos? Con una oportuna interpretación, tanto los profetas como las contestaciones del oráculo pueden aplicarse a todo, sin que nadie pueda decir a qué hechos se refieren realmente; ¡de modo que los profetas y los oráculos sirven tanto para un remiendo como para un zurcido! Y también el espíritu santo que nos dicen que se encuentra oculto en el evangelio tiene que ser un pájaro bastante raro porque después de la antigua época de los apóstoles ya no se presentó por ninguna parte; salvo en los necios cerebros de algunos fanáticos protestantes y heréticos, al son de las Mil y una Noches. 7 Todavía me queda una fe firmísima. Sin embargo, si realmente continuará así de firme en las actuales circunstancias, eso ya no lo puedo garantizar. - 17 -
  • 18. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ 8 También eso de María tan sumamente glorificada por mi iglesia, y toda la santa letanía, todo eso me parece un poco dudoso... Si hubiera algo de verdad en María, ya hace tiempo que habría venido a atenderme, pues desde mi defunción hasta ahora deben haber pasado ya unos cuantos millones de años terrenales según mi cálculo del tiempo. Pero no puedo descubrir el menor rastro ni de la madre de Dios, ni de su Hijo, ni tampoco de santo otro ninguno. ¡Menudos salvadores para gente en apuros, mejores no se podrían pedir! 9 Si no tuviera una fe tan inquebrantable hace rato que ya no estaría en este rincón tan aburrido... ¡Es mi estúpida fe la que me ata aquí! ¡Pero no durante mucho! No pienso quedarme algunos millones de años más, acurrucado como un bandido, sin conseguir después de tanto tiempo ni más ni menos que antes. ¡Buen payaso sería! ¿Acaso no basta con que en la Tierra haya hecho el gracioso inútilmente? ¡Bien pronto acabaré con esta comedia tan aburrida! 10 Por lo menos en el mundo la necedad me la pagaron bien, con lo que valía la pena hacer el gracioso. Pero como la experiencia tras millones de años me confirma que no hay nada cierto en este asunto me iré en seguida a deshacerme de toda esta estupidez». 11 El ángel había transformado de tal manera su concepto del tiempo que unas pocas horas de estancia le parecían una eternidad. Estaba todavía inmóvil y miró un poco tímidamente alrededor de sí como para averiguar qué camino debiera tomar. Entonces, en dirección a poniente1, vio un sitio donde le pareció que algo se movía. Esto le desconcertó visiblemente y, de nuevo, empezó a hablar consigo mismo: 12 «¿Qué será lo que veo allí lejos por primera vez después de los millones de años tan extraordinariamente aburridos que llevo aquí? Me produce una gran angustia porque tengo la sensación que pudiera tratarse del comienzo de un juicio... 13 No sé si me atrevo a ir allí, podría llevarme a mi perdición eterna... ¿Y si me llevara a mi salvación? 14 ¡Voy a aventurarme! Pues a uno como yo que durante millones de años ha permanecido como petrificado en el mismo lugar ya no le importa lo que le pueda ocurrir después. 15 Como los mineros cuando bajan a la mina, también yo digo: ¡Suerte! Y voy a tentarla... Algo peor que la muerte eterna no me puede caber en suerte; mejor venida sería por el contrario que una vida así ¡millones de años en el mismo lugar! ¡Ni una estrella fija lo aguantaría! ¡Una eterna inexistencia sería una inestimable ventaja comparada con mi existencia actual! 16 Así que ¡adelante, a donde sea! Eso me importa un “¡...!”. Pues no, mientras me encuentre todavía en Tierra incógnita será más prudente no pronunciar algo que podría traer consecuencias. De modo que en tanto no sepa encima de qué asiento mis pies, ¡más vale la prudencia! 17 Aquello se mueve más y más. Parece como si fuera un árbol pequeño agitado por el viento. Tan sólo espero que mis pies tan desacostumbrados no se nieguen a servirme. ¡Valor, pues! 18 Si bien recuerdo me parece haber oído alguna vez que un espíritu no tiene sino pensarlo y ya se encuentra a dónde quiere ir. Pero ya veo que en eso de los espíritus hay gato encerrado. Tengo todo lo que tenía en la Tierra: pies y manos, cabeza, ojos, nariz y boca ¡y un estómago que desde hace tiempos guarda una auténtica abstinencia real! Si no abundara aquí el musgo con rocío, ¡ya habría quedado poca cosa de mí! A ver si allí encuentro también algo mejor para el estómago... 19 ¡En el nombre de Dios, adelante pues!». 3 El obispo Martín en compañía de un aparente colega. Las buenas proposiciones del guía Entonces Martín puso sus pies en marcha y, con pasos muy cuidadosos, se dirigió hacia 1 aquel obstáculo que estaba moviéndose más y más. 1 Los cuatro puntos cardinales norte, este, sur y oeste sirven para la orientación sobre todo en los mundos físicos, mientras que en la esfera espiritual se aplican: medianoche, levante, mediodía y poniente. - 18 -
  • 19. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 2 Llegó allí en unos pasos y quedó bastante sorprendido al encontrar bajo el árbol una persona como él y de su misma clase: un obispo en óptima forma (por supuesto sólo en apariencia porque en realidad se trataba del mismo ángel, el bienaventurado espíritu de Pedro, que, invisiblemente, había permanecido todo el tiempo al lado suyo). 3 Martín se dirigió a su pretendido colega: 4 «¿Veo bien o es una ilusión? ¡Un compañero trabajador en la viña del Señor! ¡Qué gran alegría! ¡Por fin, tras millones de años en este desierto de los desiertos, vuelvo a encontrar a un hombre, a un colega además! 5 Te saludo, querido hermano. Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí? ¿Acaso también tienes mi edad en este extraordinario mundo de los espíritus? ¿Unos cinco millones de años en el mismo lugar, cinco millones de años, digo?». 6 «Ante todo, en el nombre del Señor, soy un hermano para ti», le respondió el ángel, aparente colega episcopal, «y, por supuesto, soy un antiguo trabajador en su viña. Respecto al tiempo y a la actividad, aunque de aspecto mucho más joven, soy mayor que tú. 7 Porque cinco millones de años terrenales son un tiempo respetable para un espíritu creado, aunque ante Dios significan poca cosa porque su Ser no está sujeto al orden temporal ni tampoco a la expansión del espacio, sino que es eterno e infinito en todo. 8 Como eres novato en el infinito mundo de los espíritus, estás muy equivocado. Si realmente hubieras pasado cinco millones de años aquí, hace tiempo que ya tendrías otra ropa, pues en semejante intervalo las montañas y los valles de la Tierra ya se habrían nivelado, y sus mares, lagos, ríos y pantanos estarían ya secos. En la Tierra habría ya una creación totalmente nueva para la que no están aún sembradas ni las primeras semillas. 9 Pero para que tú mismo te des cuenta que tu edad aparente sólo es una fantasía interior tuya, una consecuencia de tus propios conceptos de tiempo y espacio todavía muy mundanos, date media vuelta y descubrirás tu propio cuerpo, fallecido no hace más de tres horas». 10 Martín dio la vuelta y vio realmente su propio cadáver en el lujoso catafalco, tal como lo habían preparado en la catedral, con gran cantidad de velas. Al contemplar el espectáculo y tanta gente ociosa y curiosa alrededor, se puso de mal humor. 11 «¡Que horrible estupidez! Hermano, ¿qué podría hacer aquí? El aburrimiento inaguantable me cambia los minutos en eternidades. Pero aun así soy yo quien había habitado ese cuerpo. ¡Yo, que por hambre y falta de luz no sé cómo comportarme, mientras que esos insensatos idolatran mi envoltura carnal! Ahora que soy espíritu, ¿no debería tener poder suficiente para hacer pedazos ese cachivache y aventarlo a los cuatro vientos como a la paja? ¡Pobres estúpidos!, ¿qué bien pensáis hacer así a esas inmundicias apestosas?». 12 «Vuélvete otra vez y no te escandalices», le dijo el ángel, «¿no hiciste exactamente lo mismo cuando todavía formabas parte del mundo natural exterior? ¡Dejemos que los muertos entierren al muerto! Pero tú, ¡aléjate de todo eso! ¡Sígueme a mí y llegarás a la vida!». 13 «¿Que te siga dónde? ¿Acaso eres mi santo, San Bonifacio, tanto como te preocupas por mí?», le preguntó Martín. 14 «En nombre del Señor Jesús te digo que me sigas hacia Él. Él es un verdadero Bonifacio para todos los hombres, mientras que en tu Bonifacio no hay nada y yo no tengo nada que ver con él sino que soy totalmente distinto. 15 Sígueme pues, es decir, cumple con lo que te voy a decir y en primer lugar llegarás a comprender todo lo que te ha ocurrido hasta ahora. A continuación te encontrarás en un suelo mejor; y finalmente llegarás a conocer al Señor, en Persona, y a través de Él el camino hacia los Cielos. Al mismo tiempo también llegarás a conocerme a mí, tu hermano». 16 «¡Habla, habla!», insistió el obispo, «¡para dejar atrás este sitio tan aburrido mejor quisiera irme volando que andando!». 17 «Entonces quítate ya esas vestimentas tan ridículas y ponte esta simple ropa de campesino», le dijo el ángel. 18 «¡Dámela ya!», le rogó el obispo, «¡Aquí me encanta cambiar este ropaje tan aburrido por los trapos más ordinarios!». 19 «Muy bien», respondió el ángel. «Ves, ya la tienes puesta. Y ahora ¡sígueme!». - 19 -
  • 20. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ 4 El obispo Martín se escandaliza con el templo luterano; la contestación del ángel. Martín está dispuesto a servir de pastor 1 Entonces siguieron adelante, más bien hacia el sur, y llegaron a una granja ante de la cual, fácil de reconocer, se encontraba un pequeño templo luterano. Al ver lo que para él siempre fue la piedra de máximo escándalo, el obispo empezó a hacer sin parar la señal de la cruz en su frente, y al mismo tiempo se golpeó el pecho con el puño cerrado, exclamando continuamente: «¡Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa!». 2 El ángel le interrumpió: «¿Qué te pasa? ¿Hay algo por aquí que te molesta? ¿Por qué no continúas tu camino?». 3 «¿Acaso no ves el templo luterano, obra del demonio?», se escandalizó el obispo, «¿Cómo puede un cristiano acercarse a un sitio condenado como éste? 4 Oh, oh, ahora caigo: tú puedes ser el mismo condenado camuflado “...” ¡ay, no quiero ni pronunciar la palabra! Si realmente lo eres, entonces ¡quítate de delante, monstruo abominable!». 5 «Me parece que llevas el mejor camino para hacer otra excursión de tus cinco a diez millones de años en el reino de los espíritus, además en un rincón aún más oscuro y árido que el de antes», le advirtió el ángel. «Si esa es tu intención dilo entonces francamente. Aquí tienes todavía a tu disposición tu antiguo palio. Pero me temo que esta vez tendrás que aguantar diez veces más hasta que alguien venga a socorrerte... 6 Vosotros que tenéis vuestras propias ideas, ¿no decís que el diablo puede hacerse pasar hasta por un ángel de luz, pero jamás por un obispo penetrado del Espíritu Santo? Si no quieres negar tus propias ideas, ¿cómo me puedes tomar por un diablo?». El obispo casi se desplomó, hizo la señal de la cruz y no dijo más que: «¡Dios me proteja!». 7 El ángel continuó: «Y si niegas tu concepto dogmático, que se basa en la invencibilidad de la piedra de Pedro por las puertas del infierno, entonces pones a toda Roma en duda. Y por consiguiente no comprendo que, evidente adversario de Roma, puedas escandalizarte con esta caseta que tomas por un templo luterano». 8 «Pensándolo bien, tienes toda la razón», le respondió el obispo. «Pero si realmente eres un obispo, también sabrás que cada católico tiene que someter su facultad intelectual a una fe ciega e incondicional a Roma. Si el intelecto está encadenado, ¿de dónde podrá alguien como yo deducir reflexiones y normas de actuación? 9 A nosotros se nos impone: “El hombre tiene ante todo que cuidarse en no penetrar en el espíritu de la religión; que no sepa de las cosas sino que crea todo con fe profunda. Para su salvación más le vale al hombre entrar como necio en el Cielo que como iniciado en el infierno. Hay que ser temeroso de Dios a causa del infierno y hay que amarle a causa del Cielo”. Siendo estos lemas la base de nuestro pensamiento, ¿cómo, entonces, puedes esperar que sea consecuente?». 10 «Por desgracia», observó el ángel. «Sé muy bien cómo anda la doctrina de Babel, que va exactamente contra el evangelio que dice: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados”. ¡Pero vosotros siempre habéis juzgado y condenado a todo el que no se ha sometido a vuestro cetro! 11 Dime, ¿podéis ser seguidores de Cristo si no consideráis en absoluto su dulce Doctrina? ¿Acaso no te es manifiesto que el orden y la consecuencia en la Doctrina de Cristo y en toda la Creación son supremamente dignos, y que de cada palabra del evangelio emana la plenitud del Espíritu Santo? Pero vosotros, ¿no hablasteis y actuasteis siempre precisamente contra el Espíritu Santo? Pues siempre actuasteis intencionadamente contra la purísima Doctrina dada por el Señor, la que después fue de nuevo y para siempre comunicada por el Espíritu Santo a los apóstoles y discípulos. 12 ¡Con eso puedes ver que el suelo en que te encuentras es ya el del infierno! Pero el Señor es clemente contigo y me ha enviado para que te salve de tu cautividad babilónica. 13 Por eso es por lo que, si deseas aprovechar la gracia ofrecida, el Señor quiere que ante todo te reconcilies con tu mayor piedra del escándalo. Pero si prefieres continuar con tu doctrina - 20 -
  • 21. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ babilónica entonces tú mismo te conduces al infierno de donde ya será más difícil que te saque un amigo de Jesús el Señor...». 14 «Sí, amigo mío, ¡por primera vez empieza a brotar en mí una especie de lógica!», le respondió el obispo. «Ten un poco de paciencia conmigo y, en nombre de Dios, haré lo que me dices. Condúceme adelante, ¡pero te ruego que no me hables más del horrible infierno!». 15 «De momento ya hemos llegado», le anunció el ángel. «Aquí yo, campesino y obispo a la vez, te emplearé como pastor; y el fiel desempeño de tu cargo te traerá pan y te facilitará un progreso ulterior. Pero te advierto que el mal humor y un comportamiento arbitrario te pueden hacer mucho daño pues habrá poco pan y poco progreso... Si quieres ser un siervo fiel no pienses ya en tu existencia terrenal sino únicamente en que aquí, si deseas progresar, tienes que empezar a servir desde el principio. 16 Tienes que tener muy en cuenta una cosa: para progresar aquí debes retroceder y querer ser el último y el inferior. Porque nadie llegará al Señor a no ser que se haya humillado en absolutamente todo, hasta en su última fibra. Bien, ahora conoces tu situación aquí. Sígueme pues y entra conmigo en la casa, ¡y esto de buen grado!». 17 El obispo le siguió sin réplica porque le quedaba claro que su guía no tenía malas intenciones para con él. 5 En la choza del ángel Pedro. Palabras luminosas del ángel sobre Lutero. El empleo de Martín como pastor en el Más Allá 1 Al entrar en la casa que estaba arreglada muy modestamente, Martín descubrió en una pequeña mesa triangular la Biblia luterana del antiguo y nuevo testamento, lo que le desconcertó visiblemente. 2 El ángel Pedro se dio cuenta del detalle y le preguntó: «¿Qué te ha hecho Lutero para que por despreciarle a él también desprecies su muy fiel traducción de la Biblia que no contiene sino la pura palabra de Dios? 3 Aunque Lutero no fue del todo un hombre plenamente conforme al Corazón de Dios, sí fue sumamente mejor que tantos y tantos de tu iglesia que pretenden ser los únicos verdaderos y muy perfectos, pese a que en realidad son los más imperfectos y últimos. Sólo él, en medio de una profunda noche babilónica, tuvo la valentía admirable de volver a poner la pura palabra de Dios al alcance de la humanidad para que así esta pudiera ser llevada al verdadero camino del Señor. 4 Aun habiendo algunas sombras en la obra de Lutero, consecuencias perdonables por la Babel (Roma) todavía demasiado cercana, su doctrina, guiada por la pura Palabra del Señor, comparada con la antigua doctrina errónea de Roma, es como el Sol de mediodía comparado con la pobre luz de un gusano de luz en la noche densa. 5 Habiendo obrado de esta manera en el nombre del Señor, dime, ¿qué motivo puedes tener para despreciar a un hombre tan digno?». 6 «No es que realmente le desprecie», se disculpó el obispo. «Pero sabes que mientras uno es esclavo de un partido, desarrolla con el tiempo un cierto odio artificial contra aquél que en miles ocasiones ha sido juzgado y condenado por el partido. También me ocurre a mí. Pero tengo confianza en Dios y espero que Él me ayude a quitarme todas las necedades que traje conmigo de la Tierra. No te enfades conmigo por ellas, ¡ya mejoraré!». 7 «¡No me hables de paciencia a mí sino únicamente a ti!», le advirtió el ángel Pedro, «porque aún no sabes todo lo que te espera. Yo sí lo sé y por eso tengo que prepararte en la Verdad, para que puedas enfrentarte fortalecido con todas aquellas tentaciones que se te presentarán en el camino hacia Dios en miles de ocasiones. 8 Mira por esta ventana. ¿No ves allí los muchos miles de ovejas y corderos que corren y brincan, animada y atrevidamente? 9 Aquí tienes un libro donde encontrarás sus nombres; tómalo y llama a cada cual con él. Si en tu llamada reconocen a un verdadero pastor, entonces acudirán corriendo. Pero si en ti reconocen la voz de un mercenario, se dispersarán y te huirán. Si esto ocurre, ¡no te pongas de - 21 -
  • 22. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ mal humor sino reconoce que eres un mercenario! Entonces vendrá otro pastor que te enseñará cómo cuidar las ovejas y cómo llamarlas. 10 ¡Y ahora coge el libro, sal y haz lo que te he dicho!». 6 Una sorpresa agradable pero peligrosa en el nuevo cargo del obispo Martín: el rebaño de ovejas resulta un grupo de hermosas jóvenes 1 Martín, en su ropa de campesino y con el voluminoso libro bajo el brazo, salió para dirigirse al rebaño que a la distancia (espiritual) parecía ser de ovejas pero que desde cerca (espiritualmente), se manifestó finalmente como un grupo de personas, todas piadosas y buenas. En su mayoría se trataba de almas femeninas que en la Tierra habían sido sumamente piadosas pero que apreciaban al clero considerablemente más que a mí, el Señor, porque no me conocían ni tampoco ahora me conocen; motivo por el cual se manifestaban a cierta distancia espiritual como animales de una especie muy mansa. 2 De modo que el obispo salió con muy buenos ánimos como aquél a quien tras un extenso aprendizaje se le confía por primera vez un cargo remunerado . Se sentó en una piedra cubierta de musgo y miró alrededor, pero en vez de los animales domésticos, vio un enorme grupo de muchachas muy hermosas y delicadas que recogían flores en una extensa pradera para preparar bonitas coronas. 3 El obispo, sorprendido, se dijo: «¡Esto es sumamente extraño! Sigue siendo el mismo lugar y la misma pradera donde acabo de ver una casi incontable cantidad de ovejas que ahora parece haberse esfumado; en su lugar veo miles de muchachas muy atractivas, ¡una más guapa que la otra! Si no se trata de una falacia, ¡por supuesto que esta clase de rebaño me gusta incomparablemente más! ¡Aunque ya sé que aquí no debe fiarse uno de las apariencias! 4 Ay de mí, ¡ahora se acercan todas sin que las haya llamado por su nombre! Pues no está mal, ¡podré aprovechar para mirarlas más de cerca, con mucho gusto! ¡Y si tuviera ocasión de abrazar a una u otra...! ¡No me importaría ser pastor durante toda la eternidad de un rebaño de ovejas así de encantadoras! ¡No estaría nada mal! 5 Ya se están acercando... ¡Y cuanto más cerca están, tanto más magníficas son! Especialmente la de delante, en el centro, ay, ¡qué guapa es! Oh, moral, ¡no me falles ahora, porque entonces estaría perdido! Menos mal que el estúpido celibato ya no está aquí en vigor, porque si así fuera se podría caer en pecado mortal demasiado fácilmente... 6 Me han encargado servirme del libro para llamarlas a todas por su nombre, pero me voy a guardar de ello porque es fácil que si lo hago se espanten y desaparezcan para siempre. 7 Ya están aquí, oh, ¡qué angelitos más preciosos son!». 8 Los “angelitos” se agruparon alrededor de Martín y le preguntaron qué estaba haciendo allí. 7 La tentación del obispo Martín y su enseñanza por el ángel Pedro 1 Martín no cabía en sí de gusto y amor, y respondió tartamudeando: «Ay-ayay, a-angelitos divinos m-me dicen q-que sea vuestro pastor, ¡pero ya veis que soy demasiado necio para ello!». 2 La más guapa de ellas se sentó muy cerca de él con confianza infantil ; también las demás se sentaron. «Oh, querido amigo, eres demasiado modesto», le dijo. «Te encuentro muy guapo y sería muy feliz si pudiera ser tuya para siempre... Mírame, ¿acaso no te gusto?». 3 El obispo estaba tan rendidamente enamorado que ya no le salió sino un “ay-ayay” sin fin; pues el bonito cabello rubio de la hermosa, sus ojos azules tan cariñosos, el pecho de forma tan perfecta... todo le estaba arrebatando. 4 El “angelito” se dio cuenta del arrebato de amor, se inclinó sobre él y le dio un beso en la frente. - 22 -
  • 23. _______________________________Obispo Martín - Moya 2005________________________________ 5 Hasta aquí el obispo se había retenido valientemente, pero ya no pudo aguantar más: se excitó del todo, abrazó a la bella joven con gran pasión y no dejó de hacerle declaraciones de amor. 6 En medio de su extremo arrebato de amor, cambió el escenario de repente. Los “angelitos” desaparecieron y se presentó el ángel Pedro: 7 «Pero hermano, ¿cómo cuidas las ovejas? ¿Acaso te aconsejé algo así? Si tratas de esta manera las ovejas a ti confiadas te costará muchísimo llegar a le meta de la vida. ¿Por qué no utilizaste el libro?». 8 «¿Y por qué no me dijiste que las ovejas que he visto desde tu casa son en realidad jóvenes guapísimas y seductoras ante las que solamente una piedra puede permanecer indiferente?», respondió Martín a la pregunta con otra. «Tienes que reconocer que soy yo quien ha sufrido una broma, ¿así que no harás mucho caso de esto, verdad?». 9 «¿Y qué pasa con tu celibato?», insistió el ángel. «¿Acaso no acabas de violarlo ahora mismo, y también tu voto de castidad eterna?». 10 «¡Bah!», le respondió el obispo. «¡Vaya celibato y vaya voto! Ya que ahora estoy enteramente en suelo luterano, ambos quedan suspendidos. Y además también en la Tierra habría sacrificado el celibato por amor a un angelito como esta joven y me habría convertido en luterano al instante. ¿Pero a dónde se fueron todas las maravillosas muchachas, en particular una? Ay, ¡si por lo menos pudiera volver a verla una vez más!». 11 «Espera», dijo el ángel. «Volverás a verla bien pronto, y a las demás. ¡Pero guárdate de hablarle y más aún de acercarte a ella! Si te compromete, entonces levanta la mano y dile: “En nombre del Señor ¡vuelve al Orden divino y no me tientes sino sigue la voz del orden!”. 12 Si no te hace caso, abre el libro y lee los nombres. Puede que se dispersen; pero si en tu voz notan el sonido del Poder del Señor que brota dentro de ti, entonces te seguirán. Llévalas a aquella montaña que hay al sur; en ella vendré a tu encuentro. 13 Lo que ha pasado ahora, ofrécelo en tu corazón al Señor Jesús; Él consintió que cayeras para que cayendo renuncies a esa terquedad de tu celibato. 14 ¡Pero ya no falles más!, porque otra caída semejante te causaría ahora un daño tal que para recuperarte de él tendrías que esmerarte fácilmente durante verdaderos cientos de años terrenales. Así que en adelante ¡prudencia!. Una vez que estés purificado, entonces, en el Reino de Dios, se te presentarán numerosas bellezas incomparablemente superiores... Pero antes tienes que deshacerte de todas tus necedades mundanas hasta en la última fibra de tu ser. 15 Ahora continúa. ¡Cumple mi consejo y en adelante andarás en el nombre del Señor un camino en que sorpresas desagradables como éstas ya no se te presentarán!». 16 Nada más pronunciar estas palabras, el ángel Pedro desapareció repentinamente para que el obispo no tuviera ocasión de contradecirle ni de hacerle preguntas llenas de picardía. 8 Monólogo autocrítico del obispo Martín y confesión de los pecados 1 De nuevo en la pradera, completamente solo, tras algún tiempo Martín inició un monólogo: 2 «Vaya, ¡menudo guía! Cuando uno lo necesita más que nunca, entonces desaparece y Dios sabe a dónde habrá ido. Sólo se presenta instantáneamente cuando has hecho algo, ¡inclinación que no me hace la menor gracia! ¡Que se quede siempre conmigo, guiándome en los caminos tan inseguros de este mundo de los espíritus, o que se largue para siempre! Pero eso de presentarse únicamente cuando he cometido algún pequeño pecado, no, ¡que para eso se busque otro estúpido! 3 Si quiere guiarme a la bienaventuranza, que permanezca visiblemente conmigo, porque si no, su tutela no sirve para nada. Espera, maestro luterano en el juego del escondite: ¡te daré un hueso a roer que te quedarás pasmado! A mí ¿qué más me podrá ocurrir todavía? Ahora que según la doctrina de Roma soy luterano, soy presa irrecuperable del infierno. ¿Quizás estoy ya metido en él sin que hasta ahora me haya dado cuenta? 4 ¡Que vuelvan las ovejitas guapas! No me presentaré con cara de beato y uñas de gato, sino que seré para ellas un amante apasionado como en la Tierra no habrá habido igual... No pienso - 23 -
  • 24. ________________________________Jakob Lorber_________________________________ extralimitarme con una u otra pero, por supuesto, no voy a levantar la mano en manera alguna, ni tampoco voy a servirme del libro y leer sus nombres, no sea que se espanten. Y si a él le da por salir de su escondite, ya verá cómo un obispo de la Tierra sabe argumentar si quiere. 5 ¿Dónde andarán esos angelitos encantadores? Hasta ahora no veo ni el menor rastro de ellos. Noto una cosa en mí: me he vuelto más valiente y más audaz... ¡Que vengan ya! ¡Ya no encontrarán a un cobarde sino a un héroe sin par! 6 ¿Pero qué pasa con los angelitos tan preciosos? Hace un buen rato que mi guía me abandonó y aún no veo ni un alma ni media. ¿Por qué? ¡A ver si mi guía me ha gastado otra broma, para toda la eternidad! Eso parece porque ya deben haber pasado algunas docenas de años desde que me dejó aquí. 7 ¡Vaya una vida perra la de espíritu! Me siento como chucho en casa ajena. Aquí toda apariencia engaña. También la piedra en la que estoy sentado debe ser otra cosa totalmente distinta; incluso los angelitos tan preciosos. ¿Dónde andarán? Si hubiera algo real en ellos deberían estar ya aquí. Lo mismo debe ocurrir con mi guía porque si no, no podría disolverse en nada tan de repente. 8 Esta vida parece la de los sueños. En ella también se sueñan muchas tonterías y cambios que después siempre resultan ser figuraciones formadas por la fantástica fuerza imaginativa del alma. De modo que también esta vida de aquí no será sino un sueño vano, quizás eterno. Sólo mis reflexiones parecen ser verdaderas. Supongo que ya llevo esperando aquí más de 200 años ¡y aún no se ve ni rastro de las ovejas! 9 Una cosa me extraña en este mundo de fantasías: el libro, mi ropa de campesino y la casa luterana siguen manteniendo su forma. Bien mirado, este asunto tiene su gracia... Algo hay en ello, ¿pero qué? ¡He aquí la cuestión! 10 Quizás fue una imprudencia haberme negado desde el principio a hacer caso a su doctrina. Pero si es un guía experimentado, ¿por qué no me previno desde el principio en vez de escaparse? ¿No me había dicho que si volvía a fracasar, esta vez tendría realmente que pagarlo durante cientos de años terrenales? En pensamiento y voluntad por supuesto ya pequé; pero no en los hechos, porque los angelitos ni siquiera se han presentado. 11 Puede que precisamente no se hayan presentado por mis pensamientos. Pero ¿cómo podría quitármelos de encima? ¡Vaya si he metido la pata! Ahora me tocará esperar hasta que estos estúpidos pensamientos se hayan sosegado, y, con ellos, la voluntad... 12 Una cosa tengo clara: si se trata de una prueba referente a mi mayor debilidad, ¡entonces asunto fatal! Porque durante mi vida en la Tierra, aunque con mucho disimulo, fui una bestia en este sentido. ¡Cómo me animé con chicas guapas y monjas jóvenes! ¡Aquellos eran tiempos felices! Pero ahora, ¡olvídate! 13 En el confesionario siempre fui duro con los penitentes, pero muy blando conmigo mismo. Esto, por desgracia, no era justo. Pero ¿quién, aparte de Dios, tiene fuerza para resistir a la naturaleza? 14 Si por lo menos este estúpido celibato no hubiera existido y un obispo hubiera podido ser marido de una mujer decente, lo que Pablo, según yo sé, recomendó explícitamente, entonces la lucha contra la débil carne habría sido menos penosa. Pero así, a un obispo le toca vivir como a Adán antes de la bendición del árbol de la ciencia del bien y del mal, en una especie de paraíso junto a la seductora Eva, sin jamás poder probar la manzana ofrecida. 15 ¡Menuda canallada! Pero en fin, así es; ¿quién podría cambiarlo? Unicamente el Creador, si así lo quiere. Sin Él el hombre, especialmente los de mi clase, seguirá siendo siempre una bestia de categoría. 16 Señor, ¡ten piedad de mí! ¡Ya veo que si Tú no intervienes progresaré poco! Pues yo soy una bestia y mi guía un testarudo, ¿tal vez el mismo espíritu de Lutero? Eso no tendrá solución... A ver si por lo menos la paciencia no me abandona: ¡otra vez mil años en el mismo lugar!». 17 Finalmente se calló y continuó esperando las ovejas. - 24 -