El documento presenta las dimensiones y desafíos de los servicios de urgencias, incluyendo la necesidad de redes integradas, continuidad en la atención, y eficiencia. Propone líneas de acción como mayor coordinación entre prestadores, orientación familiar en la atención, y fortalecimiento de la rectoría de salud pública, con el objetivo de introducir cambios fundamentales en los sistemas de salud.
2. Redes integradas de servicios de urgencias Análisis de la situación de los servicios de urgencias 1 2 3 Redes integradas de servicios de salud Desarrollo en red de los servicios de urgencias Presenta:
6. Presenta: Factores que motivan hacia una nueva visión de los servicios Tomado de Sanigest solutions
7. La complejidad de los servicios de urgencias Presenta: Acceso (oportuno) Desarrollo tecnológico RHUS especializados Calidad (seguridad) Continuidad Sostenibilidad
10. Superar los efectos de la fragmentación. Garantizar la oportunidad y continuidad de la atención
11. CRUE, telemedicina, conectividad La continuidad en el cuidado de la salud La Atención Primaria articula los diferentes niveles de atención: Red de servicios Presenta:
Hemos organizado esta intervención en tres momentos. Durante la primera parte será analizada la urgencia médica como un importante problema de salud pública en la región de las Américas. Son múltiples las causas y factores contribuyentes y las cifras son realmente alarmantes. Encabezan la lista los actos de violencia y los accidentes de transito. A manera de ejemplo, durante el periodo 2000-2004 fueron registradas en la Región más de 6 millones de muertes debidas a causas externas. A esta cifra hay que agregarle las discapacidades resultantes en los sobrevivientes. Pero también se registra un numero considerable de urgencias medicas debidas a otras causas de enfermedad, en un alto porcentaje debidas a complicaciones de enfermedades crónicas, las cuales van en aumento en la mayoría de los países de la región, donde Colombia no es la excepción. Por otra parte, las emergencias sanitarias y situaciones de crisis y desastre a su vez, ocasionan un incremento en la demanda y la presión sobre los servicios médicos, ordinarios y de urgencias, que en muchos casos carecen de la capacidad y recursos para responder de forma adecuada. Durante la segunda y tercera parte de esta intervención analizaremos la posibilidad de disminuir la mortalidad causada por emergencias médicas a partir de la organización de sistemas integrados de servicios que provean atención de emergencias con calidad, eficiencia y equidad. La evidencia apunta a que el fortalecimiento del sistema de emergencias médicas puede jugar un papel importante en la disminución de esta morbilidad y mortalidad. Por tanto, el diseño e implementación de los Sistemas de Servicios de Emergencias Médicas (SSEM) constituye una prioridad de los servicios de salud.
Son múltiples las causas y condiciones que desencadenan la acción por parte de los servicios de urgencias. En Colombia cada año se lesionan 91.4 personas por cada cien mil habitantes; Solo por accidentes de transito se pierden cada año tres billones 500 mil millones de pesos, fenómeno que está generando un impacto negativo sobre la salud de las personas. El promedio de la incapacidad en Colombia de un trabajador comprometido en un accidente es de 18 a 20 días, lo cual da como total 4.100.000 días de trabajo perdidos equivalente a 14.800 años. Además del daño ocasionado a las personas, el daño que se causa a la economía es enorme. El fenómeno de los traumatismos derivados del accidente de transito más el infarto agudo de miocardio (IAM) son quizás las causas más representativas de mortalidad, tanto una como otra tienen más elevada mortalidad en los primeros momentos tras el incidente : 70% en las dos primeras horas en el IAM y 65% en la primera hora en los politraumatismos. Es decir, la mayor mortalidad corresponde a la etapa extrahospitalaria, por lo tanto a nte una situación de urgencia por evento traumático grave una adecuada asistencia extrahospitalaria marca la diferencia entre la vida o la muerte.
la hora dorada es el tiempo que media entre el momento en que ocurrió el accidente y los cuidados definitivos, por lo tanto la adecuada atención en el sitio del accidente debe centrarse a los 10 primeros minutos de esa hora. La distribución trimodal establece que la muerte causada por lesiones traumáticas graves puede ocurrir en uno de estos tres períodos de tiempo: En la etapa más precoz, la muerte sobreviene en los primeros segundos o minutos después del accidente y generalmente es causada por laceraciones cerebrales, de tronco cerebral, de medula espinal alta, lesiones cardiacas, ruptura de aorta y grandes vasos. Muy pocos de estos pacientes pueden ser salvados. El segundo momento puede darse entre los primeros minutos y algunas horas de producido el traumatismo como consecuencia de hematoma subdural o epidural, hemoneumotórax, ruptura del bazo, laceración hepática, fractura de pelvis o lesiones múltiples asociadas con hemorragia severa. El tercer momento o etapa más tardía, la muerte puede sobrevenir varios días o semanas después del traumatismo y suele ser secundaria a sepsis o falla orgánica múltiple.
Los servicios de urgencias constituyen una de las unidades medicas que mas rápido evolucionan. Las inversiones en equipamiento y personal especializado presentan un incremento casi logarítmico. Pero concomitantemente, la demanda de servicios también está creciendo. El aumento de la población que además es cada vez mas longeva, el aumento de la prevalencia de patologías crónicas, son algunas de las circunstancias que podrían explicar parcialmente este incremento en la demanda de servicios, pero también se identifica una utilización de los servicios de urgencia como fuente alternativa de cuidados ambulatorios para problemas NO urgentes, lo cual podría estar revelando problemas de acceso a los servicios de primer nivel, tal vez por barreras de tipo económico, cultural o administrativas.
Existen importantes presiones sobre los servicios de salud que motivan al desarrollo de modalidades mas eficientes de prestacion de servicios. La saturación de los servicios de urgencias por incremento en la demanda de los mismos conllevan una serie de problemas y riesgos. Además del incremento en los costos (pues aún siendo casos “banales” se incrementa el uso de exámenes de laboratorio y gabinete) y de los costos de oportunidad, aumentan las demoras en la atención, se incrementa el riesgo de cometer errores y omisiones, aumenta la frustración del personal y se deteriora la calidad de la atención, se pierde la continuidad asistencial y el seguimiento de los tratamientos, falla en la prestación de servicios preventivos y de promoción de la salud.
La atención de urgencias reviste una complejidad especial. Requiere de un marco legal que le de sustento a los servicios y que evolucione al ritmo y en armonía con las demandas actuales y del futuro inmediato. Que describa con claridad los roles, funciones y responsabilidades de cada actor, así como sus relaciones y coordinaciones. Los esfuerzos de organización y gestión empiezan en el escenario comunitario y en la atención pre-hospitalaria. De su calidad depende en buena medida el pronostico final e influye notoriamente en la recuperación de la víctima. Adicionalmente, una excelente organización y gestión hospitalaria; contar con recursos humanos especializados y en cantidad suficiente; insumos y equipamiento; planes de preparación y respuesta ante casos de desastre. De ello se deriva la importancia que representa para la sociedad actual la implementación y desarrollo de un sistema de integrado de servicios de urgencia con personal especializado, permanentemente actualizado, con acceso a tecnología apropiada, insumos suficientes; que además garantice una atención continua y de calidad, para lo cual es necesario articular y coordinar muy bien la atención comunitaria con la pre-hospitalaria y la hospitalaria. De aquí la necesidad de fortalecer los primeros niveles de atención, impulsar modelos de atención en salud mas integrales, continuos, de calidad, centrados en las necesidades de las personas, de manera tal que la prestación de los servicios no esté reducida a la atención reactiva y hospitalocentrica de la morbilidad, sino que podamos adelantarnos al evento mediante la detección y abordaje temprano de los riesgos a la salud, de las personas y de los colectivos, privilegiando las acciones de prevención y promoción de la salud, ajustando la oferta en función de las particularidades culturales de la población que se atiende.
Existen múltiples experiencias de la aplicación de mecanismos y estrategias que buscan regular y normalizar la demanda de servicios de urgencias. El Triaje estructurado, por ejemplo, que permite identificar las necesidades del paciente, metodologías para la gestión de camas para mejorar el “drenaje” y flujo de pacientes. En los países nórdicos suelen utilizar el 'Triage Manchester', un sistema para clasificar a los pacientes que acuden al servicio y atenderlos de forma que los más graves sean tratados en primer lugar. Consiste en una clasificación de 5 categorías, utilizando colores que van del rojo hasta el verde y azul. En otros países se intenta regular y restringir el uso de los servicios mediante copagos y cuotas moderadoras.
La complejidad creciente de los servicios de urgencias y el alto costo que su modernización implica, junto con el aumento de la demanda, posiblemente son factores que han contribuido a que en los últimos años se observe una tendencia a abandonar la competencia y a introducir políticas que favorezcan la colaboración entre los proveedores de salud como una forma de mejorar la eficiencia del sistema y la continuidad de la atención de salud. En este sentido, la autoridad sanitaria desempeña un papel fundamental para instrumentar esta tendencia por medio de sus funciones Rectoras: a) conducción sectorial, sea a través del análisis de la situación de salud, la formulación de políticas y la evaluación del desempeño del sistema; b) regulación; c) modulación del financiamiento; d) vigilancia del aseguramiento, Evaluación y promoción del acceso equitativo a los servicios de salud necesarios. ; e) ejecución de las Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP); y, f) armonización de la prestación de servicios de salud.
El objetivo es el de superar los efectos adversos que ocasionan los sistemas excesivamente fragmentados. Anticiparse al evento. Colocar a la persona como centro del sistema, para lo cual se requiere un amplio conocimiento de la población a atender, sus riesgos y particularidades. Aprovechar cada contacto para desarrollar acciones de promoción y prevención (trascender la simple atención a la morbilidad). Considerar a cada individuo como parte de un grupo de riesgo (ciclo de vida.... niños con riesgos particulares, adolescentes, adultos, mujer, adulto mayor, ambiente...). Esto permite organizar la respuesta y sistematizar acciones/intervenciones.... Atención basada en la persona (mas que en la enfermedad, en un grupo de conocimientos en una técnica especifica), en la familia y/o en el entorno más inmediato del paciente como condicionante del estado de salud, se introduce una visión comunitaria de la medicina, la cual puede actuar como fuente de enfermedad o como medio terapéutico, desde donde se puede actuar con medidas preventivas y de promoción de la salud. La actuación sobre la población es longitudinal (a lo largo de la vida del paciente) e incluye la atención en diversos ámbitos, tanto en la consulta como en el domicilio o dentro de los diferentes recursos sociales (escuelas, residencias de ancianos, etc.). El desafío pasa por identificar las relaciones entre los servicios de emergencias médicas y la salud pública, analizar con enfoque de sistemas de salud y determinantes de la salud, para visualizar el rol de los servicios de emergencias médicas dentro de sistemas integrados de servicios de salud, sus conexiones e interrelaciones.
Una de las quejas sentidas por parte de la población es la falta de garantía de continuidad de la atención. En la actualidad se invierten considerables sumas en el traslado de pacientes hacia otros territorios con las implicaciones que eso conlleva, tanto para el propio paciente como para las financias del sistema. De acuerdo al MPS, se entiende por sistema de referencia y contrarreferencia como el conjunto de procesos, procedimientos y actividades técnicos y administrativos que permiten prestar adecuadamente los servicios de salud a los pacientes, garantizando la calidad, accesibilidad, oportunidad, continuidad e integralidad de los servicios, en función de la organización de la red de prestación de servicios definida por la entidad responsable del pago. La Referencia es el envío de pacientes o elementos de ayuda diagnóstica por parte de un prestador de servicios de salud, a otro prestador para atención o complementación diagnóstica que, de acuerdo con el nivel de resolución, de respuesta a las necesidades de salud. La Contrarreferencia es la respuesta que el prestador de servicios de salud receptor de la referencia, da al prestador que remitió. La respuesta puede ser la contrarremisión del paciente con las debidas indicaciones a seguir o simplemente la información sobre la atención prestada al paciente en la institución receptora, o el resultado de las solicitudes de ayuda diagnóstica.
Atributos esenciales de los SISS Población/territorio a cargo definidos y amplio conocimiento de sus necesidades y preferencias en salud, las cuales determinan la oferta de servicios del sistema. Una extensa oferta de establecimientos y servicios de salud, los cuales incluyen servicios de salud publica, promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico y tratamiento oportunos, rehabilitación y cuidados paliativos, todos bajo un único paraguas organizacional. Un 1er nivel que actúa de facto como puerta de entrada al sistema, que integra y coordina el cuidado de la salud, y que resuelve la mayoría de las necesidades de salud de la población. Entrega de servicios de especialidad en el lugar más apropiado, los cuales se dan preferentemente en ambientes extra-hospitalarios. Existencia de mecanismos de coordinación asistencial a lo largo de todo el continuo de servicios. Cuidado de la salud centrado en la persona, la familia y la comunidad/territorio. Un sistema de gobernanza participativo y único para todo el SISS. Gestión integrada de los sistemas administrativos y de apoyo clínico. Recursos humanos suficientes, competentes y comprometidos con el sistema. Sistema de información integrado y que vincula a todos los miembros del SISS. Financiamiento adecuado e incentivos financieros alineados con las metas del sistema. Acción intersectorial amplia