La verdad sobre las mini-faldas: ¿contribuyen a la lujuria
1. ¿Qué Diría La Mini-Falda Si Pudiera Hablar?
Aquí tiene la respuesta...
Por: Don W. Hillis
La Mini-Falda Habla:
Quiero dejar en claro que soy una mini-falda cristiana. Es decir que yo voy a la iglesia
cada domingo y lo que es más, asisto a una iglesia evangélica. Por supuesto, no soy la
única mini-falda cristiana allí; hay muchas otras mini-faldas que van a mi iglesia.
Aunque nosotras representamos una variedad de colores y modelos, hay una cosa que
tenemos en común: tenemos una manera de mostrar los atractivos muslos,
especialmente cuando cruzan las piernas. Dicen que es la mejor manera de sentarse
cómodamente.
A menos que esté mal interpretando la situación, parece que hacemos sentir
incomodas a las que nos usan. Al menos la que me usa a mí está siempre estirando
de mi ruedo. Aunque no soy una experta sobre la naturaleza humana, esto parece
indicar algún tipo de complejo.
He notado también que nosotras las mini faldas tenemos la facilidad de atraer mucho la
atención masculina aun hasta en la iglesia. Al principio, yo sentía orgullo con el hecho
de que los hombres se fascinaban por mi estilo y color; no obstante, justo esta mañana
escuché al predicador decir que esto no era realmente lo que el hombre joven (y otros
2. no tan jóvenes) miraban. Si bien yo estaba bien atenta escuchando cuando él empezó
a predicar, “La Atracción de Una Mini-falda”, yo estaba tan avergonzada aun antes de
que él terminara.
Él aseguró que la mini-falda no es agradable para la estética. Según él, hay docenas
de otros vestidos más bonitos que yo. Su expresión general de que las mini-faldas no
son hechas para complementar a las que lo visten; ni con la estética, lo intelectual,
económico, moral o espiritual. El mensaje me dejó con el sentimiento que yo no era
una gran cristiana después de todo.
Él dijo que la única cosa atrayente de la mini-falda era llamar la atención de la carne.
Luego, él habló por diez minutos sobre la carnalidad de la naturaleza humana. Él
públicamente me acusó de contribuir a la lujuria de la carne. Yo sentí un fuerte estirón
en mi ruedo cuando él dijo eso.
Usted podía haber escuchado el vuelo de una mosca en la iglesia cuando él mencionó
las siguientes declaraciones de Kerry Elliot: “La ostentación de la sexualidad en público
es una traición a su feminidad. Esto sería como tocar la tuba (instrumento musical) en
un túnel subterráneo para demostrar que es un músico. No es honesto exponer a un
hombre hambriento al aroma de un filete y un pastel de manzana, y después acusarlo
de ser un glotón, sólo porque se le hace agua la boca”.
Realmente me ruboricé cuando él comenzó a preguntar qué hacíamos las mini-faldas
en el ambiente cotidiano fuera de la iglesia. Él quería saber que pensamos nosotras
sobre nuestro testimonio en la presencia de hombres a quienes no les importa respetar
la pureza femenina. Él dijo que no cuesta mucho dirigir los pensamientos del hombre
en dirección al sexo. Por esto Jesús dijo: “…que cualquiera que mira a una mujer
para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” Mateo 5:28.
El predicador aseguró que no hay nada en la mini-falda que pudiera indicar a un
hombre en la calle que la persona que la usa es templo del Espíritu Santo. Él dijo que
el cuerpo es la morada del Espíritu y debe ser embellecido con ropa decorosa y
modesta. (1Timoteo 2:9-10) Él citó estadísticas que demuestran una relación vital
entre el uso de las mini-faldas y el incremento de violaciones. Me empecé a sentir
como si yo fomentara la ola de criminalidad.
Supongo que la verdad duele y, por lo mismo, salí de la iglesia apresuradamente esta
mañana y vi algunas otras mini-faldas escabullirse también. Yo creo que realmente
necesitamos convertirnos en algo más modesto.