La publicidad dirigida a niños es efectiva porque son fáciles de influenciar debido a su falta de experiencia y criterio. Aunque pueden diferenciar la publicidad a temprana edad, esta moldea sus preferencias y valores, creando consumidores leales de por vida. Si bien las empresas buscan ganancias a largo plazo, también fomenta valores materialistas en niños y sociedad. Todos deben ser responsables en el contenido expuesto a menores y enseñarles a pensar críticamente sobre la publicidad.

1. Por Celeste Vianey Elías

2. Publicidad, televisión
¿y niños?
Por Celeste Vianey Elías
La televisión, el medio
de comunicación de
mayor impacto a nivel
mundial, y la elevada
cantidad de emisiones
publicitarias mantienen a
la sociedad en una
bombardeo comercial
constante, donde los
niños son el objetivo
más vulnerable. A
continuación, las
principales razones por
las que los menores son
considerados el mejor
objetivo, sus efectos e
implicaciones y el papel
de los adultos ante la
influencia de la
publicidad en los niños.
La televisión juega un papel importante en la vida de la
población mundial, tan solo en México más del 90% de
los hogares cuentan al menos con un televisor. Sin
importar si la emisión es abierta o de paga, las
empresas televisoras se sostienen gracias a la
publicidad que transmiten. Cada comercial que se emite
tiene un público específico conocido como target, que
generalmente es un grupo de compradores potenciales,
pero entonces ¿por qué los niños son un magnifico
target si no tienen independencia económica?
Los niños como target
Los niños son un buen objetivo porque son
capaces de hacer compras pequeñas por su cuenta y
compras grandes financiadas por otras personas, pero
principalmente porque más que compradores son
futuros consumidores leales. Toda empresa toma
decisiones pensando a futuro porque buscan el
crecimiento y permanencia de su negocio, dirigir
esfuerzos publicitarios a un target infantil les permite
asegurar clientes tanto en el presente como en el futuro,
gracias a que la influencia mediática es lo
suficientemente fuerte para que el niño genere un sólido
apego a determinadas marcas. La misma lógica siguen
los partidos políticos, cuando los representantes se
focalizan en los menores de edad pensándolos como
“futuros votantes” en lugar de “no votantes”.

3. Comúnmente se compara a los
niños con las esponjas porque
absorben toda la información durante
su periodo de formación y es durante
esta etapa que las convicciones más
firmes de la edad adulta toman forma.
Un alto sentido de lealtad, fragilidad
emocional, credulidad, ingenuidad e
inexperiencia son las características
que vuelven a los niños un público
sencillo e indefenso para el bombardeo
comercial. Este bombardeo es muchas
veces presentado en forma de series
de televisión o películas, por ejemplo la
serie de LEGO® o todas las películas
de Barbie®, que gracias a su
promoción son marcas que siguen
teniendo un gran éxito de venta.
La publicidad también forma
Contrario a lo que se piensa, los
niños son capaces de diferenciar la
publicidad de la programación desde
edad temprana, así como de
comprender su significado e
intencionalidad desde los 12 años; los
niños son capaces de percibir tanta
información como reciben. Dentro de
sus posibilidades alinean su actitud con
respecto a sus preferencias y se da
una modificación tanto de sus actitudes
como de sus valores, lo que permite
que se establezca el comportamiento
de compra que buscan las empresas.
Sin embargo, los efectos no
quedan únicamente en los que
conciernen a los corporativos, sino que
también tienen un fuerte impacto en las
aspiraciones individuales y colectivas
de la población infantil. Los estándares
que establece la publicidad comercial
actual es decisiva en la sociedad en
general al grado de modificar sus
principales objetivos, sumergiendo
profundamente a la población en el
consumismo. Además, los anuncios
en los últimos años están inculcando
valores adultos en los menores, un
ejemplo notorio es la creciente
precocidad gracias a la constante
presentación de relaciones infantiles en
la televisión.
La publicidad es una forma de comunicación
pagada que busca persuadir a un público
meta sobre un producto, servicio,
organización o idea.
El Consumismo es un fenómeno de consumo
excesivo que da una falsa sensación de
felicidad y se alimenta de la
publicidad.

4. La ética del publicista
responsable
Un publicista ético debe ser capaz
de autorregularse manteniendo como
regla de oro generar únicamente
publicidad de calidad, es decir,
mensajes intencionales capaces de
atraer, interesar y accionar un cambio
positivo en el público meta a través de
la persuasión con conocimiento de las
personas. Es decir, para generar
publicidad infantil se deben conocer las
características de la etapa en que se
encuentra el target, no es lo mismo un
comercial para niños de 7 años que
para uno de 12 años. De esta manera
el diseño de marketing y la
argumentación se adecuarán al
entendimiento del pequeño
destinatario.
En conclusión, ¿qué puedo
hacer?
El control total de la información
que reciben los niños es imposible en
un mundo donde la publicidad esta
relacionada profundamente con los
medios de comunicación,
especialmente con la televisión. El
cuidado de los niños es un trabajo
conjunto, por esta razón tanto
publicistas, televisoras y las mismas
empresas deben ser responsables y
conscientes de la publicidad que piden,
generan o transmiten. Al igual que los
padres y profesores tienen la
responsabilidad de enseñarle a los
niños los efectos positivos y negativos
de la persuasión mediática, que los
ayudará a desarrollar un pensamiento
crítico con el que puedan desarrollarse
de forma segura dentro del contexto
actual, pues la publicidad es una
herramienta valiosa si se sabe tratar.

5. Referencias
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