2. COMENTARIOS DE TEXTO Poema de Mio Cid
BAT
POEMA DE MIO CID: CANTAR DEL DESTIERRO
A. La obra comienza presentando al Cid que, habiendo sido des- 1 Contesta estas preguntas:
terrado por el rey, abandona Castilla ultrajado y con su honor a ¿Qué dos aspectos de la
perdido. Parte de su tierra natal con gran pena y los castellanos
personalidad del Cid se
no pueden prestarle ayuda porque el rey lo ha prohibido.
muestran en los dos
1 De los sos ojos tan fuerte mientre lorando fragmentos (A y B)?
tornava la cabeça y estava los catando.1
b ¿Qué piensan los castellanos
Vio puertas abiertas e uços2 sin cañados,
del Cid? ¿Qué quieren
alcandaras3 vazias sin pielles e sin mantos
expresar en el último verso
5 e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiro mio Çid ca mucho avie grandes cuidados.
del primer fragmento?
Ffablo mio Çid bien e tan mesurado: c ¿En qué momentos usa el
“¡Grado a ti, señor, padre que estas en alto! autor el estilo directo? ¿Con
¡Esto me an buelto mios enemigos malos!” qué intención?
10 Alli pienssan de aguijar, alli sueltan las riendas
a la exida de Bivar ovieron la corneja diestra 2 Analiza las distintas formas
y entrando a Burgos ovieron la siniestra.
verbales usadas en los dos
Meçio mio Çid los ombros y engrameo4 la tiesta:
fragmentos y relaciónalas
“¡Albriçia, Albar Ffañez, ca echados somos de tierra!”
con el contenido.
15 Mio Çid Ruy Diaz por Burgos entrava,
en su compaña .lx. pendones levava.
Exien lo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos tanto avien el dolor.
20 De las sus bocas todos dizian una razon:
“¡Dios, que buen vassalo! ¡Si oviesse buen señor!”
B. El Cid y sus hombres luchan contra los moros en Aragón. El
héroe muestra su valentía y compañerismo en una típica escena
épica.
1 A Minaya Albar Fañez mataron le el cavallo,
bien lo acorren mesnadas de christianos;
la lança a quebrada, al espada metio mano,
mager5 de pie buenos colpes va dando
5 Violo mio Çid Ruy Diaz el Castelano:
acostos a un aguazil6 que tenie buen cavallo
diol tal espadada con el so diestro braço
cortol por la çintura el medio echo en campo.
A Minaya Albar Fañez ival dar el cavallo:
10 “¡Cavalgad, Minaya, vos sodes el mio diestro braço!”
1 catando Mirando. 3 alcándaras Perchas, ganchos. 2 uços Puertas.
4 engrameo Sacudió. 5 mager Aunque. 6 aguazil Juez moro;
caudillo en general.
*La -e paragógica Según Menéndez Pidal, era normal añadir en la época en la que
fue concebido el poema una -e en palabras rima que terminan en sílaba acentuada.
Sólo el hecho de que el manuscrito conservado sea del siglo XIV explica que esa -e
no aparezca y se den rimas imperfectas. Hoy en día, no todos los críticos coinciden
con esta opinión de Menéndez Pidal.
Lengua castellana y literatura 1 2
3. COMENTARIOS DE TEXTO Poema de Mio Cid
BAT
POEMA DE MIO CID: CANTAR DEL DESTIERRO
C. El Cid parte al destierro y deja a su familia en el monasterio 1 Lee el primer fragmento
de Cardeña. (C) y responde:
1 Ant'el Campeador doña Ximena finco los inojos amos, a ¿Cómo es doña Jimena?
lorava de los ojos, quisol besar las manos:
b ¿Cómo se muestra el héroe
“¡Merçed, Campeador, en ora buena fuestes nado!
ante su familia? ¿Es un
Por malos mestureros1 de tierra sodes echado.
comportamiento típico
5 ¡Merçed, ya Çid, barba tan complida! de un héroe épico?
Fem ante vos yo e vuestras fijas
–iffantes son e de dias chicas
con aquestas mis dueñas de quien so yo servida
2 Lee el segundo fragmento
Yo lo veo que estades vos en ida (D) y responde:
10 e nos de vos partir nos hemos en vida: a ¿Interviene el narrador?
¡Da(n)d nos consejo por amor de Santa Maria!” ¿Cuál es su postura?
Enclino las manos [el de] la barba velida,
a las sus fijas en braço' las prendia,
legolas al coraçon ca mucho las queria. 3 Demuestra, con ejemplos
15 Lora de los ojos, tan fuerte mientre sospira: tomados de los textos, el
“¡Ya doña Ximena la mi mugier tan complida, estilo binario y formulario
commo a la mi alma yo tanto vos queria del poema.
Ya lo vedes que partir nos emos en vida,
yo ire e vos fincaredes remanida2.
20 ¡Plega a Dios e a Santa Maria
que aun con mis manos case estas mis fijas,
o que de ventura e algunos dias vida
e vos, mugier ondrada, de mi seades servida!”
POEMA DE MIO CID: CANTAR DE LA AFRENTA
DE CORPES
D. Al fin todo acaba bien para el Cid, que recupera su honor
militar y limpia y mejora su honor familiar después de la afrenta
de Corpes y la subsiguiente reparación legal.
1 “¡Grado al rey del çielo, mis fijas vengadas son!
¡Agora las ayan quitas heredades de Carrion!
Sin verguença las casare o a qui pese o a qui non.”
Andidieron en pleitos3 los de Navarra e de Aragon,
5 ovieron su ajunta con Alfonsso el de Leon;
fizieron sus casamientos con don Elvira e con doña Sol.
Los primeros fueron grandes mas aquestos son mijores;
a mayor ondra las casa que lo que primero fue:
10 ¡ved qual ondra creçe al que en buen ora naçio
quando señoras son sus fijas de Navarra e de Aragon!
Oy los reyes d'España sos parientes son;
1 mestureros Intrigantes, cizañeros.
2 remanir Quedar, estar.
3 pleitos Negociaciones.
Lengua castellana y literatura 1 3
4. COMENTARIOS DE TEXTO El Romancero
BAT
EL ROMANCERO
En la segunda mitad del siglo XIV, ROMANCE DEL JURAMENTO QUE TOMÓ
la épica hispánica estaba en un EL CID AL REY DON ALFONSO
periodo de evidente decadencia.
Según Menéndez Pidal, como 1 En Santa Águeda de Burgos,
consecuencia de esa fragmenta- do juran los hijosdalgo,
ción de los poemas épicos (algu- le toman jura a Alfonso
nos pasajes eran recordados y por la muerte de su hermano;
admirados por el público y otros 5 tomábasela el buen Cid,
completamente olvidados) surgen ese buen Cid castellano,
los romances, que recogen y des- sobre un cerrojo de hierro
arrollan aquellos fragmentos de y una ballesta de palo
cantares épicos que la gente que- y con unos evangelios
ría escuchar. En definitiva, como 10 y un crucifijo en la mano.
dice Pidal, “todas las gestas se Las palabras son tan fuertes
hicieron romances; la epopeya se que al buen rey ponen espanto.
hizo romancero”.
—Villanos te maten, Alonso,
El romance es una composición villanos, que no hidalgos,
poética no estrófica de versos 15 de las Asturias de Oviedo,
octosilábicos y rima asonantada que no sean castellanos;
en los versos pares. Este romance
mátente con aguijadas,1
en concreto narra el episodio de
no con lanzas ni con dardos;
la jura de Santa Gadea, que expli-
con cuchillos cachicuernos,2
caría el destierro del Cid.
20 no con puñales dorados;
abarcas traigan calzadas,
que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas,
no de contray ni frisado;3
25 con camisones de estopa,
no de holanda ni labrados;
caballeros vengan en burras,
que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel,
Imagen que reproduce la Jura de Santa 30 que no cueros fogueados.
Gadea, juramento que exigió el Cid al Mátente por las aradas,
rey de Castilla Alfonso VI de no haber
participado en la muerte de su
que no en villas ni en poblado,
hermano Sancho II en 1072. sáquente el corazón
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5. COMENTARIOS DE TEXTO El Romancero
BAT
1 Responde a las siguientes
por el siniestro costado, preguntas después de leer
35 si no dijeres la verdad el romance:
de lo que te fuere preguntado, a ¿Qué narra el romance?
si fuiste, o consentiste ¿Es un episodio tomado del
en la muerte de tu hermano. poema épico?
Las juras eran tan fuertes b ¿Qué actitud adopta el Cid?
40 que el rey no las ha otorgado ¿Cómo reacciona el rey?
Allí habló un caballero
c ¿Qué sucesos históricos
que del rey es más privado:
podrían justificar la postura de
—Haced la jura, buen rey,
Rodrigo? ¿Te parece histórico
no tengáis de eso cuidado,
el episodio de la jura?
45 que nunca fue rey traidor,
ni papa descomulgado. d ¿Qué diferencias hay entre
Jurado había el rey el Cid del romance y el Cid
que en tal nunca se ha hallado; del poema épico?
pero allí hablara el rey e ¿Por quién toma partido el
50 malamente y enojado: narrador del romance?
—Muy mal me conjuras, Cid, ¿Es sutil su postura?
Cid, muy mal me has conjurado,
mas hoy me tomas la jura,
mañana me besarás la mano. 2 Analiza la métrica
del romance e intenta
55 —Por besar mano de rey
demostrar a partir de tu
no me tengo por honrado,
análisis la teoría que
porque la besó mi padre
relaciona los romances
me tengo por afrentado.
con los cantares de gesta.
—Vete de mis tierras, Cid,
60 mal caballero probado,
y no vengas más a ellas 3 Siendo el texto que has leído
dende este día en un año. un romance épico-histórico,
—Pláceme, dijo el buen Cid, busca en él los siguientes
pláceme, dijo de grado, rasgos estilísticos y explica
65 por ser la primera cosa qué aportan al texto:
que mandas en tu reinado. a Estilo directo y estilo indirecto.
Tú me destierras por uno, b Estilo formular: epítetos
yo me destierro por cuatro. épicos, frases binarias, frases
Ya se parte el buen Cid, apositivas.
70 sin al rey besar la mano, c Enumeraciones, antítesis
con trescientos caballeros, y anáforas.
todos eran hijosdalgo;
todos son hombres mancebos, d Variedad en el uso de las
ninguno no había cano; formas verbales.
75 todos llevan lanza en puño e La adjetivación.
y el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas
con borlas de colorado.
1 aguijadas Herramientas de labrador.
Mas no le faltó al buen Cid 2 cachicuernos Con cacha de cuerno.
80 adonde asentar su campo. 3 contray y frisado Telas de lana y seda.
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6. COMENTARIOS DE TEXTO El Conde Lucanor
BAT
EL CONDE LUCANOR: EJEMPLO XI
De lo que aconteció a un deán de Santiago con don Illán el gran maestro
que moraba en Toledo.
1 Otro día hablaba el conde Lucanor con Patronio, su consejero, y con-
tábale sus asuntos de esta guisa:
—Patronio, un hombre vino a rogarme que le ayudase en un hecho
en que había menester mi ayuda, y prometiome que haría por mí todas
5 las cosas que fuesen mi pro y mi honra. Y yo comencele a ayudar cuan-
to pude en aquel hecho. Y antes de que el negocio fuese acabado, cre-
yendo él que ya el negocio suyo estaba resuelto, acaeció una cosa en
que cumplía que él la hiciese por mí, y roguele que la hiciese y él púso-
me excusa. Y después acaeció otra cosa que él hubiese podido hacer por
10 mí, y púsome otrosí excusa: y esto me hizo en todo lo que yo le rogué
que hiciese por mí. Y aquel hecho por el que él me rogó, no está aún
resuelto, ni se resolverá si yo no quiero. Y por la confianza que yo he
en vos y en el vuestro entendimiento, ruégoos que me aconsejéis lo
que haga en esto.
15 —Señor conde —dijo Patronio—, para que vos hagáis en esto lo que
vos debéis, mucho querría que supieseis lo que aconteció a un deán de
Santiago con don Illán, el gran maestro que moraba en Toledo.
Y el conde le preguntó cómo había sido aquello.
—Señor conde —dijo Patronio—, en Santiago había un deán que
20 había muy gran talante de saber el arte de la nigromancia, y oyó decir
que don Illán de Toledo sabía de ello más que ninguno que viviese en
aquella sazón. Y por ello vínose para Toledo para aprender aquella
ciencia. Y el día que llegó a Toledo, enderezó luego a casa de don Illán
y hallolo que estaba leyendo en una cámara muy apartada; y luego que
25 llegó a él, recibiolo muy bien y díjole que no quería que le dijese nin-
guna cosa de aquello por lo que venía hasta que hubiesen comido.
Y cuidó muy bien de él e hízole dar muy buena posada, y todo lo que
hubo menester y diole a entender que le placía mucho con su venida.
Y después que hubieron comido, apartose con él y contole la razón
30 por la que allí había venido, y rogole muy apremiadamente que le mos-
trase aquella ciencia, que él había muy gran talante de aprenderla.
Y don Illán díjole que él era deán y hombre de gran rango y que podría
llegar a gran estado y los hombres que gran estado tienen, desde que
todo lo suyo han resuelto a su voluntad, olvidan muy deprisa lo que otro
35 ha hecho por ellos: y él, que recelaba que desde que él hubiese apren-
dido de él aquello que el quería saber, que no le haría tanto bien como
él le prometía. Y el deán le prometió y le aseguró que de cualquier bien
que él tuviese, que nunca haría sino lo que él mandase.
Y en estas hablas estuvieron desde que hubieron yantado hasta que
40 fue hora de cena. De que su pleito fue bien asosegado entre ellos, dijo
don Illán al deán que aquella ciencia no se podía aprender sino en lugar
muy apartado y que luego, esa noche, le quería mostrar do habían de estar
hasta que hubiese aprendido aquello que él quería saber. Y tomole por la
mano y llevole a una cámara. Y, en apartándose de la otra gente, llamó
45 a una manceba de su casa y díjole que tuviese perdices para que cenasen
esa noche, mas que no las pusiese a asar hasta que él se lo mandase.
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7. COMENTARIOS DE TEXTO El Conde Lucanor
BAT
Y desde que esto hubo dicho llamó al deán; y entraron ambos por
una escalera de piedra muy bien labrada y fueron descendiendo por ella
muy gran rato de guisa que parecía que estaban tan bajos que pasaba
50 el río Tajo sobre ellos. Y desde que estuvieron al final de la escalera,
hallaron una posada muy buena, y una cámara muy adornada que allí
había, donde estaban los libros y el estudio en que había de leer. Y
desde que se sentaron, estaban parando mientes en cuáles libros ha-
bían de comenzar. Y estando ellos en esto, entraron dos hombres por
55 la puerta y diéronle una carta que le enviaba el arzobispo, su tío, en
que le hacía saber que estaba muy doliente y que le enviaba rogar que,
si le quería ver vivo, que se fuese luego para él. Al deán le pesó mucho
de estas nuevas; lo uno por la dolencia de su tío, y lo otro porque rece-
ló que había de dejar su estudio que había comenzado. Pero puso en
60 su corazón el no dejar aquel estudio tan deprisa e hizo sus cartas de
respuesta y enviólas al arzobispo su tío. Y de allí a unos tres días lle-
garon otros hombres a pie que traían otras cartas al deán, en que le
hacían saber que el arzobispo era finado, y que estaban todos los de la
iglesia en su elección y que fiaban en que, por la merced de Dios, que
65 le elegirían a él, y por esta razón que no se apresurase a ir a la iglesia.
Porque mejor era para él que le eligiesen estando en otra parte, que no
estando en la iglesia.
Y de allí al cabo de siete o de ocho días, vinieron dos escuderos muy
bien vestidos y muy bien aparejados, y cuando llegaron a él besáron-
70 le la mano y mostráronle las cartas que decían cómo le habían elegi-
do arzobispo. Y cuando don Illán esto oyó, fue al electo y díjole cómo
agradecía mucho a Dios porque estas buenas nuevas le habían llegado
en su casa; y pues Dios tanto bien le había hecho, que le pedía como
merced que el deanato que quedaba vacante que lo diese a un hijo
75 suyo. El electo díjole que le rogaba que le quisiese permitir que aquel
deanato que lo hubiese un su hermano; mas que el haría bien de guisa
que él quedase contento, y que le rogaba que se fuese con él para
Santiago y que llevase él a aquel su hijo. Don Illán dijo que lo haría.
Y fuéronse para Santiago; y cuando allí llegaron fueron muy bien
80 recibidos y muy honrosamente. Y desde que moraron allí un tiempo,
un día llegaron al arzobispo mandaderos del papa con sus cartas en
las cuales le daba el obispado de Tolosa, y que le concedía la gracia de
que pudiese dar el arzobispado a quien quisiese. Cuando Don Illán
esto oyó, recordándole muy apremiadamente lo que con él había con-
85 venido, pidiole como merced que lo diese a su hijo; y el arzobispo le
rogó que consintiese que lo hubiese un su tío, hermano de su padre.
Y don Illán dijo que bien entendía que le hacía gran tuerto, pero que
esto que lo consentía con tal de que estuviese seguro de que se lo
enmendaría más adelante. El arzobispo le prometió de toda guisa que
90 lo haría así y rogolo que fuese con él a Tolosa.
Y desde que llegaron a Tolosa, fueron muy bien recibidos de los con-
des y de cuantos hombres buenos había en la tierra. Y desde que hubie-
ron allí morado hasta dos años, llegáronle mandaderos del papa con
sus cartas en las cuales le hacía el papa cardenal y que le concedía la
95 gracia de que diese el obispado de Tolosa a quien quisiese. Entonces
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8. COMENTARIOS DE TEXTO El Conde Lucanor
BAT
fue a él don Illán y díjole que, pues tantas veces le había fallado en lo
que con él había acordado, que ya aquí no había lugar para ponerle
excusa ninguna, que no diese alguna de aquellas dignidades a su hijo.
Y el cardenal rogole que consintiese que hubiese aquel obispado un su
100 tío, hermano de su madre que era hombre bueno y anciano; mas que,
pues él cardenal era, que se fuese con él para la corte, que asaz había
en que hacerle bien. Y don Illán quejose de ello mucho, pero consin-
tió en lo que el cardenal quiso, y fuese con él para la corte.
Y desde que allí llegaron, fueron muy bien recibidos por los carde-
105 nales y por cuantos allí estaban en la corte, y moraron allí muy gran
tiempo. Y don Illán apremiando cada día al cardenal que le hiciese
alguna gracia a su hijo, y él poníale excusas.
Y estando así en la corte, finó el papa; y todos los cardenales eligie-
ron a aquel cardenal por papa. Entonces fue a él don Illán y díjole que
110 ya no podía poner excusa para no cumplir lo que le había prometido.
Y el papa le dijo que no le apremiase tanto, que siempre habría lugar
para que le hiciese merced según fuese razón. Y don Illán se comenzó
a quejar mucho, recordándole cuántas cosas le había prometido y que
nunca le había cumplido ninguna, y diciéndole que aquello recelaba
115 él la primera vez que con él había hablado y pues que a aquel estado
era llegado y no le cumplía lo que le había prometido, que ya no le
quedaba lugar para esperar de él bien ninguno. De esta queja se quejó
mucho el papa y comenzole a maltraer diciéndole que, si más le apre-
miase, que le haría echar en una cárcel, que era hereje y mago, que bien
120 sabía él que no había otra vida ni otro oficio en Toledo donde él mora-
ba, sino vivir de aquel arte de la nigromancia.
Y desde que don Illán vio cuán mal galardonaba el papa lo que por él
había hecho, despidiose de él y ni siquiera le quiso dar el papa que
comiese por el camino. Entonces don Illán dijo al papa que pues otra
125 cosa no tenía para comer, que se habría de tornar a las perdices que había
mandado a asar aquella noche, y llamó a la mujer y díjole que asase las
perdices.
Cuando esto dijo don Illán, se halló el papa en Toledo, deán de
Santiago, como lo era cuando allí vino, y tan grande fue la vergüenza
130 que hubo, que no supo qué decirle. Y don Illán díjole que se fuese con
buena ventura y que asaz había probado lo que tenía en él, y que lo
tendría por muy mal empleado si comiese su parte de las perdices.
Y vos, señor conde Lucanor, pues veis que tanto hacéis por aquel
hombre que os demanda ayuda y no os da de ello mejores gracias,
135 tengo que no habéis por qué trabajar ni aventuraros mucho para lle-
varlo a ocasión en que os dé tal galardón como el deán dio a don Illán.
El conde tuvo éste por buen consejo, e hízolo así y hallose en ello
bien.
Y porque entendió don Juan que este ejemplo era muy bueno, hízo-
140 lo escribir en este libro e hizo de ello estos versos que dicen así:
A quien mucho ayudes y no te lo reconozca
menos ayuda habrás de él desde que a gran honra suba.
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9. COMENTARIOS DE TEXTO El Conde Lucanor
BAT
1 Expón brevemente cuál es el problema del h ¿Qué efecto tiene la mención de las perdices
conde. que, al principio de la historia, don Illán había
mandado preparar?
2 Responde a las siguientes preguntas sobre el i ¿Cuánto tiempo real corresponde a la ilusión
cuento con el cual responde Patronio: temporal que la magia ha creado?
a ¿Por qué acude el deán de Santiago a don j ¿Qué función tiene el sortilegio? ¿Qué
Illán? ¿Cómo le recibe éste? conclusión extrae don Illán?
b ¿Qué temor expone don Illán ante la petición
del deán? 3 Localiza la comparación que Patronio esta-
c ¿De qué pequeño asunto doméstico se ocupa blece entre el problema del conde y el “ejem-
don Illán antes de iniciar el estudio? plo” que ha utilizado para responderle.
d ¿Cómo es el lugar donde se instalan para
iniciar su estudio? ¿Qué ambiente contribuye 4 Localiza la aparición de una nueva voz: la del
a crear? autor, aprobando la utilidad de la historia. In-
e ¿Qué interrumpe su actividad, al poco de dica cuál es el mensaje de los versos finales.
iniciarse? Indica qué cambio se produce en
la situación del deán. ¿Qué le pide don Illán?
¿Qué le responde el ex deán de Santiago?
f Indica los sucesivos cambios de espacio de la
acción, así como de la situación del ex deán.
g ¿Cómo reacciona el ex deán cuando don Illán
parece desesperar de no obtener ningún favor?
Vista de las antiguas murallas de Toledo, ciudad
escenario de la historia narrada en el texto.
Lengua castellana y literatura 1 9
10. COMENTARIOS DE TEXTO Libro de Buen Amor
BAT
PELEA CON DON AMOR
1 Si quisieres amar dueñas o otra qualquier muger,
muchas cosas avrás primero a deprender;
para que ella te quiera en amor acoger,
4 sabe primeramente la muger escoger.
Cata1 muger fermosa, donosa, et loçana,
que non sea muy luenga, nin otrosí enana;
si podieres, non quieras amar muger villana
8 que de amor non sabe, es como baüsana.2
Busca muger de talla, de cabeça pequeña,
cabellos amarillos, non sean de alheña,3
las çejas apartadas, luengas, altas, en peña,
12 ancheta de caderas; ésta es talla de dueña.
Ojos grandes, someros, pintados, reluzientes,
e de luengas pestañas, bien claras, paresçientes,4 1 cata Mira, busca.
las orejas pequeñas, delgadas, páral mientes, 2 baüsana Tonta, boba.
16 si ha el cuello alto: atal quieren las gentes. 3 alheña Planta cuyas hojas
molidas se utilizaban para teñir
La nariz afilada, los dientes menudillos, el pelo.
eguales, e bien blancos, poquillo apartadillos, 4 paresçientes Aparentes, que
las enzías bermejas; los dientes agudillos; destaquen.
20 los labros de la boca bermejos, angostillos.5 5 angostillos Estrechos.
Interior de la basílica de san Isidoro (León)
Lengua castellana y literatura 1 10
11. COMENTARIOS DE TEXTO Libro de Buen Amor
BAT
La su boca pequeña, así de buena guisa; 1 Lee el segundo texto.
la su faz sea blanca, sin pelos, clara, e lisa, Localiza y cita el primer
puna6 de aver muger, que la veas sin camisa, consejo de don Amor.
7
24 que la talla del cuerpo te dirá: “Esto aguisa”.
La muger que embïares de ti sea parienta,
que bien leal te sea, non sea su servienta; 2 ¿Qué estrofas ocupa la
non lo sepa la dueña, porque la otra non mienta: descripción de la mujer
28 non puede ser, quien mal casa, que non se arrepienta. ideal? Resume sus
Puña, en quanto puedas que la tu mensajera características.
sea bien razonada, sotil e costumera,8
sepa mentir fermoso e siga la carrera, 3 ¿Cómo debe ser la
32 ca más fierbe la olla con la su cobertera.
mensajera? Caracteriza a
Si parienta non tienes atal, toma unas viejas, las viejas que pueden servir
que andan las iglesias e saben las callejas:
como mensajeras de no
grandes cuentas al cuello, saben muchas consejas,
tener una parienta
36 con lágrimas de Moisés escantan las orejas.
adecuada.
Son grandes maestras aquestas pavïotas,9
andan por todo el mundo, por plaças e por cotas,
a Dios alçan las cuentas, querellando sus coitas,10 4 Indica algunos rasgos de
40 ¡aÿ! ¡quánto mal saben estas viejas arlotas!11 carácter de la mujer ideal.
Toma de unas viejas que se fazen erveras,12
andan de casa en casa e llámanse parteras;
con polvos e afeites e con alcoholeras,13 5 Di qué otros consejos le
44 echan la moça en ojo e çiegan bien de veras. da para seducir y conservar
E busca mensajera de unas negras pegatas a la mujer.
que usan muncho fraires, e monjas e beatas:
son mucho andariegas, meresçen las çapatas;
48 estas trotaconventos fazen muchas baratas.14 […] 6 puna Intenta, procura. El
mismo significado tiene la
En fin de las razones, fazle una pregunta: forma puña del verso 29.
si es muger alegre, de amor se repunta;15 7 Esto aguisa Haz esto.
si á sueras frías,16 si demanda quanto barrunta, 8 costumera Hábil, diestra,
52 al ome si dize sí, a tal mujer te ayunta. experta.
Atal es de servir e atal es de amar: 9 pavïotas Falsas.
es muy más plazentera que otras en doñear;17 10 querellando sus coitas
Quejándose de sus cuitas o
si tal saber podieres e la quieres cobrar, problemas.
56 faz mucho por servirla en dezir e en obrar. 11 arlotas Bribonas, pícaras.
De tus joyas fermosas cada que dar podieres; 12 erveras Vendedoras de hierbas
quando dar no quesieres o quando non tovieres, medicinales.
promete e manda mucho maguer non gelo dieres: 13 polvos, afeites y alcoholeras
Son todos productos
60 luego estará afuziada,18 fará lo que quisieres.
cosméticos.
Sírvela, non te enojes, sirviendo el amor crece; 14 baratas, Negocios, tratos,
el serviçio en el bueno nunca muere nin peresçe; trueques.
si se tarda, non se pierde, el amor nunca fallesçe: 15 se repunta Presume.
64 el grand trabajo siempre todas las cosas vençe. […] 16 si á sueras frías Probablemente
'si tiene sudores fríos'.
Requiere a menudo a la que bien quisieres, 17 doñear Pretender, cortejar.
non ayas miedo d’ella quando tienpo tovieres, 18 afuciada Obligada por pacto al
vergüença non te embargue do con ella estodieres. cumplimiento de alguna cosa.
68 perezoso non seas adó buena azina vieres.19 […] 19 adó Cuando; azina Ocasión.
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12. COMENTARIOS DE TEXTO Libro de Buen Amor
BAT
DE CÓMO MORIÓ TROTACONVENTOS…
1 ¡Ay Muerte!, ¡muerta seas, muerta, e mal andante! 1 Fíjate en que el planto se abre
mataste a mi vieja, ¡matasses a mí ante! con una imprecación a la
Enemiga del mundo, que non as semejante, Muerte. Di qué le reprocha.
4 de tu memoria amarga non es que non se espante.
Muerte al que tú fieres, liévaslo de belmez,1
al bueno e al malo, al noble, e al refez,2 2 Contesta:
a todos los egualas, e los lievas por un prez, a ¿Cómo reaccionan los vivos
8 por papas e por reyes non das una vil nuez. ante el muerto?
Non catas señorío, debdo, nin amistad,
con todo el mundo tienes cotiana enemistad, b ¿Qué sucede con sus bienes?
non ay en ti mesura, amor, nin pïadad, ¿Y si deja mujer joven y guapa?
12 sinon dolor, tristeza, pena, e grand crüeldad. c ¿Qué versos prueban que se
Non puede foir omne de ti, nin se asconder, trata de un planto paródico?
nunca fue quien contigo podies´ bien contender, Explica por qué deben
la tu venida triste non se puede entender, interpretarse en clave
16 desque vienes, non quieres a omne atender. humorística.
Dexas el cuerpo yermo a gusanos en fuesa3
al alma que lo puebla, liévastela de priesa,
non es el omne çierto de tu carrera aviesa, 3 Observa los siguientes rasgos
20 de fablar en ti, Muerte, espanto me atraviesa. a fin de que tengas presente
Eres en tal manera del mundo aborrida, qué tratamiento había
que, por bien que lo amen al omne en la vida, recibido el tema de la muerte
en punto que tú vienes con tu mala venida hasta que aparecieron las
24 todos fuyen d’él luego como de res podrida. […] “Coplas a la muerte de su
Desque los sus parientes la su muerte varruntan, padre” de Jorge Manrique:
por lo heredar todo a menudo se ayuntan;
quando por su dolençia al físico4 preguntan, a ¿Aparece la idea del poder
28 si diz que sanará, todos gelo repuntan.5 […] igualador de la muerte?
Si dexa muger moça, rica o paresçiente, b ¿Cómo trata la Muerte a los
ante de misa dicha otros la han en miente: hombres?
o casa con más rico o moço más valiente,
32 muda el trentanario,6 del duelo poco s´ siente. c ¿Hay referencias a los aspectos
Muerte desmesurada, ¡matases a ti sola! más desagradables del hecho
¿Qué oviste conmigo? ¿Mi leal vieja, dola?7 de morir? Cítalos.
Tú m´la mataste, muerte; Jhesu Cristo conprola
36 por la su santa sangre, por ella perdonola.
¡Ay! Mi Trotaconventos, ¡mi leal verdadera!,
1 de belmez Probablemente el
muchos te siguién biva, muerta, yazes señera; significado de esta expresión sea
¿Adó te me han levado? Non sé cosa çertera: 'irremediablemente'.
40 nunca torna con nuevas quien anda esta carrera. 2 refez De poco valor, ruin.
Cierto, en paraíso estás tú assentada, 3 fuesa Fosa, hoyo para enterrar
con los mártires deves estar aconpañada: un cadáver.
4 físico Médico.
siempre en el mundo fuste por dios martirïada;
5 repuntan Echan en cara.
44 ¿quién te me rebató, vieja por mí lazrada?8
6 trentanario Número de treinta
A Dios merçed le pido que te dé la su gloria, días, continuados o interrumpidos,
que más leal trotera nunca fue en memoria; dedicados a un mismo objeto,
fazerte he un pitafio escrito con escoria:9 ordinariamente religioso.
48 pues que a ti non viere, veré tu triste estoria. 7 ¿dóla? ¿Dónde está?, ¿dónde la
tiene?.
Libro de Buen Amor, edición de J. L. Girón Alconchel.
Editorial Castalia. 8 por mí lazrada Atormentada por
mi culpa.
9 escrito con escoria Escrito de
forma defectuosa.
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13. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
COPLAS
I Recuerde1 el alma dormida, IV Dexo las invocaciones
avive el seso e despierte, de los famosos poetas
contemplando y oradores;
cómo se passa la vida; non curo7 de sus ficciones
cómo se viene la muerte que traen yerbas secretas8
tan callando; sus sabores.
cuán presto2 se va el plazer; Aquél sólo m’encomiendo,
cómo, después de acordado,3 aquél sólo invoco yo
da dolor; de verdad,
cómo a nuestro parescer, que en este mundo viviendo,
cualquier tiempo passado el mundo non conoció
fue mejor. su deidad.
II Pues si vemos lo presente, V Este mundo es el camino
cómo en un punto s’es ido para el otro, qu’es morada
e acabado, sin pesar;
si juzgamos sabiamente mas cumple tener buen tino
daremos lo non venido para andar esta jornada
por passado. sin errar.
Non se engañe nadi,4 no, Partimos cuando nascemos,
pensando que ha de durar andamos mientras vivimos,
lo que espera e llegamos
más que duró lo que vio, al tiempo que feneçemos;9
pues que todo ha de passar assí que cuando morimos,
por tal manera. descansamos.
III Nuestras vidas son los ríos VI Este mundo bueno fue
que van a dar en el mar, si bien usásemos dél
qu’es el morir; como debemos,
allí van los señoríos porque, segund nuestra fe,
derechos a se acabar es para ganar aquél
e consumir; que atendemos.10
allí los ríos caudales,5 Aun aquel fijo11 de Dios
allí los otros medianos para sobirnos al cielo
e más chicos, descendió
allegados,6 son iguales a nascer acá entre nos,
los que viven por sus manos y a vivir en este suelo
e los ricos. do murió.
1 recuerde Vuelva en sí, despierte. 8 yerbas secretas Venenos. Se refiere a la tradición
2 presto De prisa, rápido. pagana de las invocaciones a las musas y a otros
poderes de la mitología.
3 acordado Recordado.
9 feneçemos Morimos.
4 nadi Nadie.
10 atendemos Esperamos
5 caudales Grandes.
11 Algunos arcaismos fijo, hijo; sobirnos, subirnos;
6 allegados Probablemente llegados [allí].
nescer, nacer; nos, nosotros; do, donde.
7 non curo No me preocupo.
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14. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
VII Ved de cuán poco valor X Los estados16 e riqueza
son las cosas tras que andamos que nos dexan a deshora
y corremos, ¿quién lo duda?
que, en este mundo traidor, no les pidamos firmeza,
aun primero que muramos pues que son d’una señora;
las perdemos. que se muda,17
Dellas deshaze la edad, que bienes son de Fortuna
dellas casos desastrados que revuelve con su rueda
que acaeçen,12 presurosa,
dellas, por su calidad, la cual no puede ser una
en los más altos estados ni estar estable ni queda
desfallescen. en una cosa.
VIII Dezidme: La hermosura, XI Pero digo c’acompañen
la gentil frescura y tez13 e lleguen fasta la fuessa18
de la cara, con su dueño:
la color e la blancura por esso non nos engañen,
cuando viene la vejez, pues se va la vida apriessa
¿cuál se para? como sueño.
Las mañas e ligereza e los deleites de acá
e la fuerza corporal son, en que nos deleitamos,
de juventud, temporales,
todo se torna graveza e los tormentos de allá,
cuando llega el arrabal que por ellos esperamos,
de senectud.14 eternales.
IX Pues la sangre de los godos,15
y el linaje e la nobleza
tan crescida,
¡por cuántas vías e modos
se pierde su grand alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
por cuán baxos e abatidos
que los tienen;
otros que, por no tener,
con oficios non debidos
se mantienen.
12 acaeçen Suceden.
13 tez Color, lisura y plenitud del rostro.
14 el arrabal de senectud La vejez.
15 Los godos han sido siempre considerados como el
origen de la más limpia y antigua nobleza.
16 estados o estamentos Hace referencia a la posición
social de los individuos.
17 se muda Cambia.
18 fuessa Fosa.
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15. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
XII Los plazeres e dulçores XV Dexemos a los troyanos,
desta vida trabajada que sus males non los vimos,
que tenemos ni sus glorias;
no son sino corredores, dexemos a los romanos,
e la muerte, la çelada19 aunque oimos e leimos
en que caemos. sus hestorias;
Non mirando a nuestro daño, non curemos de saber
corremos a rienda suelta lo d’aquel siglo passado
sin parar; qué fue d’ello;
desque vemos el engaño vengamos a lo d’ayer,
y queremos dar la vuelta que también es olvidado
no hay lugar. como aquello.
XIII Si fuesse20 en nuestro poder XVI ¿Qué se hizo el rey don Juan?
hazer la cara hermosa Los Infantes d’Aragón
corporal, ¿qué se hicieron?
como podemos hazer ¿Qué fue de tanto galán?,
el alma tan glorïosa ¿qué de tanta invención
angelical, como trajeron?
¡qué diligencia, tan viva ¿Fueron sino devaneos,22
toviéramos toda hora, qué fueron sino verduras
e tan presta, de las eras,
en componer la cativa21 las justas e los torneos
dexándonos la señora paramentos,23 bordaduras
descompuesta. e çimeras?24
XIV Esos reyes poderosos XVII ¿Qué se hicieron las damas,
que vemos por escripturas sus tocados y vestidos
ya passadas sus olores?
con casos tristes, llorosos, ¿Qué se hicieron las llamas
fueron sus buenas venturas de los fuegos encendidos
trastornadas; d’amadores?
assí, que no ay cosa fuerte, ¿Qué se hizo aquel trovar,
que a papas y emperadores las músicas acordadas
e perlados, que tañían?
assí los trata la muerte ¿Qué se hizo aquel dançar
como a los pobres pastores aquellas ropas chapadas25
de ganados. que traían?
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16. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
XVIII Pues el otro, su heredero XXI Pues aquel Condestable,32
don Enrique,26 ¡qué poderes maestre que conoscimos
alcançaba! tan privado,
¡Cuánd blando, cuánd halaguero27 non cumple que dél se hable,
el mundo con sus plazeres mas sólo cómo lo vimos
se le daba! degollado.
Mas verás cuánd enemigo, Sus infinitos tesoros,
cuánd contrario, cuánd cruel sus villas y sus lugares,
se le mostró; su mandar,
habiéndole sido amigo, ¿qué fueron sino lloros?
¡cuánd poco duró con él ¿qué fueron sino pesares,
lo que le dio! al dexar?
XIX Las dádivas desmedidas, XXII E los otros dos hermanos,33
los edificios reales maestres tan prosperados
llenos d’oro, como reyes,
las vaxillas tan fabridas,28 c’a los grandes e medianos
los enriques e reales29 trajeron tan sojuzgados
del tesoro, a sus leyes;
los jaezes,30 los caballos aquella prosperidad
de sus gentes e atavíos qu’en tan alto fue subida
tan sobrados y ensalzada,
¿dónde iremos a buscallos? ¿qué fue sino claridad
¿qué fueron sino rocíos que cuando más encendida
de los prados? fue amatada?
XX Pues su hermano el innocente31
qu’en su vida sucessor 19 çelada Celada, trampa.
20 si fuesse (verbo ser) Si estuviese.
se llamó
21 cativa, cautiva Es la oposición “señora/cautiva”,
¡qué corte tan excellente “esclava/dueña”, que contrapone la cara corporal
tuvo, e cuánto gran señor y el alma angelical.
22 devaneos Pasatiempos inútiles.
le siguió!
23 paramentos Adornos ricos con que se cubrían
Mas, como fuesse mortal, los caballos en los torneos.
metióle la Muerte luego 24 cimeras Penachos o adornos de plumas en que
remataban los yelmos.
en su fragua.
25 chapadas Recubiertas con láminas o con chapas.
¡Oh jüicio divinal!, 26 Don Enrique Es Enrique IV, hijo y sucesor de Juan II.
cuando más ardía el fuego, 27 halaguero Lisonjero, halagador.
echaste agua. 28 fabridas Trabajadas con primor.
29 enriques y reales Eran monedas en curso
de la época.
30 jaeces Adornos que se ponen a los caballos.
31 Se trata de don Alfonso, quien todavía niño fue
procamado rey en Ávila. Tres años más tarde, a los
catorce años de edad, moría sin llegar a reinar.
32 Es el condestable don Álvaro de Luna que asumió
todo el poder en tiempos de Juan II y acabó
decapitado en Valladolid.
33 Personajes de la época, favoritos de Enrique IV.
Lengua castellana y literatura 1 16
17. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
XXIII Tantos duques excelentes, XXVI Amigo de sus amigos,
tantos marqueses e condes ¡qué señor para criados
e varones e parientes!
como vimos tan potentes, ¡Qué enemigo d’enemigos!
dí, Muerte, ¿dó los escondes, ¡Qué maestro d’esforçados
e traspones? e valientes!
E las sus claras hazañas ¡Qué seso para discretos!
que hizieron en las guerras ¡Qué gracia para donosos!
y en las pazes, ¡Qué razón!
cuando tú, cruda, t’ensañas, ¡Qué benino a los sujetos!
con tu fuerça las atierras34 ¡A los bravos e dañosos,
e desfazes. qué león!
XXIV Las huestes35 innumerables, XXVII En ventura, Octavïano;
los pendones, estandartes Julio César en vencer
e banderas, e batallar;
los castillos impugnables,36 en la virtud, Africano;
los muros e balüartes Aníbal en el saber
e barreras, e trabajar;
la cava honda, chapada,37 en la bondad, un Trajano;
o cualquier otro reparo,38 Tito en liberalidad
¿qué aprovecha? con alegría;
Cuando tú vienes airada, en su braço, Aureliano;
todo lo passas de claro39 Marco Atilio en la verdad
con tu flecha. que prometía.
XXV Aquel de buenos abrigo, XXVIII Antoño Pío en clemencia;
amado, por virtuoso, Marco Aurelio en igualdad
de la gente, del semblante;
el maestre don Rodrigo Adriano en la elocuencia;
Manrique, tanto famoso Teodosio en humanidad
e tan valiente; e buen talante.
sus hechos grandes e claros Aurelio Alexandre fue
non cumple que los alabe, en disciplina e rigor
pues los vieron; de la guerra;
ni los quiero hazer caros,40 un Constantino en la fe,
pues qu’el mundo todo sabe Camilo, en el grand amor
cuáles fueron. de su tierra.
34 atierras Echas por tierra. 38 reparo Obstáculo.
35 huestes Ejércitos. 39 de claro De un lado a otro.
36 impugnables Inexpugnables. 40 hacer caros Encarecer.
37 la cava honda, chapada Foso o trinchera, que para
hacerla más fuerte se recubría con planchas de metal.
Lengua castellana y literatura 1 17
18. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
XXIX No dexó grandes tesoros,
ni alcançó muchas riquezas
ni vaxillas;
mas fizo guerra a los moros
ganando sus fortalezas
e sus villas;
y en las lides que venció,
cuántos moros e cavallos
se perdieron;
y en este oficio ganó
las rentas e los vasallos
que le dieron.
XXX Pues su honra y estado, XXXII E sus villas e sus tierras,
en otros tiempos pasados ocupadas de tiranos
¿cómo s’hubo?41 las halló;
Quedando desamparado, mas por çercos e por guerras
con hermanos e criados e por fuerça de sus manos
se sostuvo. las cobró.
Después que fechos famosos Pues nuestro rey natural,
fizo en esta misma guerra si de las obras que obró
que hazía, fue servido,
fizo tratos tan honrosos dígalo el de Portugal,44
que le dieron aún más tierra y, en Castilla, quién siguió
que tenía. su partido.
XXXI Estas sus viejas hestorias XXXIII Después de puesta la vida
que con su braço pintó tantas vezes por su ley
en joventud, al tablero,45
con otras nuevas victorias después de tan bien servida
agora las renovó la corona de su rey
en senectud. verdadero;
Por su gran habilidad, después de tanta hazaña
por méritos e ancianía que non puede bastar
bien gastada42 cuenta cierta,
alcançó la dignidad en la su villa de Ocaña
de la grand Caballería vino la Muerte a llamar
dell Espada.43 a su puerta,
41 ¿cómo shubo? ¿Cómo se comportó y cómo
se mantuvo?
42 bien gastada Bien empleada.
43 Don Rodrigo Manrique fue maestre de la Orden
de Caballería de Santiago de la Espada.
44 el de Portugal, El rey de Portugal, Alfonso V.
45 Después de haberse jugado tantas veces la vida.
Lengua castellana y literatura 1 18
19. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
XXXIV diziendo: “Buen caballero,
dexad el mundo engañoso
e su halago;
vuestro corazón de azero
muestre su esfuerço famoso
en este trago;
e pues de vida e salud
fezistes tan poca cuenta
por la fama;
esfuércese la virtud
para sofrir esta afruenta46
que vos llama.”
XXXV “Non se vos haga tan amarga
la batalla temerosa47
qu’esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dexáis.
Aunqu’esta vida d’honor XXXVII “E pues vos, claro varón,
tampoco no es eternal tanta sangre derramastes
ni verdadera; de paganos,
mas, con todo, es muy mejor esperad el galardón
que la otra temporal, que en este mundo ganastes
peresçedera.” por las manos;
e con esta confiança
XXXVI “El vivir qu’es perdurable e con la fe tan entera
non se gana con estados que tenéis,
mundanales, partid con buena esperança,
ni con vida delectable48 qu’estotra vida tercera
donde moran los pecados ganaréis.”
infernales;
mas los buenos religiosos 46 sofrir esta afruenta Sufrir esta afrenta
gánanlo con oraciones (la afrenta, humillación, de ser vencido
por la muerte).
e con lloros;
47 temerosa Temible.
los caballeros famosos, 48 delectable Deleitosa.
con trabajos y aflicciones 49 tengamos Perdamos.
contra moros.”
Lengua castellana y literatura 1 19
20. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
[Responde el Maestre:] ESTROFAS I-XIII
1 Observa que el poema empieza con una ad-
XXXVIII “No tengamos49 tiempo ya
vertencia al alma “dormida” para que “des-
en esta vida mesquina
pierte”. Di qué debe observar ésta para tomar
por tal modo, conciencia (o despertar).
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo; 2 Explica el sentido de la hipérbole que ocupa
la primera sextilla de la copla II.
e consiento en mi morir
con voluntad plazentera,
clara e pura, 3 Analiza la alegoría que desarrolla la copla III.
que querer hombre vivir Indica las correspondencias de términos reales
cuando Dios quiere que muera y figurados de la suma de metáforas que la
es locura.” componen. Di qué elemento destaca, en los
dos versos finales, como diferenciador social.
[Del Maestre a Jesús:]
4 Explica qué rechaza y qué reivindica Manrique
XXXIX Tú que, por nuestra maldad, en su Invocación.
tomaste forma servil
e baxo nombre;
5 Analiza la alegoría de la copla V. Explica su
tú, que a tu divinidad significado relacionándolo con la copla VI.
juntaste cosa tan vil
como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos 6 Explica en qué basa el poeta el poco valor que
sofriste sin resistencia atribuye a las cosas que el hombre aprecia (las
cosas tras que andamos y corremos). Observa có-
en tu persona;
mo, en la segunda sextilla, apunta ambigua-
non por mis merescimientos,
mente algunas de ellas.
mas por tu sola clemencia
me perdona.
7 Fíjate en que las coplas VIII, IX y X son más ex-
XL Así, con tal entender, plícitas. ¿Qué bien terrenal evalúa en cada una
de ellas? Indica en cada caso qué acaba con
todos sentidos humanos conservados,
éstos.
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
e criados, 8 Observa que en la copla X aparece un perso-
dio el alma a quien se la dio naje alegórico: la Fortuna. Explica cómo lo ca-
–el cual la ponga en el cielo racteriza.
en su gloria–,
que aunque esta vida perdió, 9 Fíjate en que la estrofa XI contempla la posi-
dexónos harto consuelo bilidad de que el hombre conserve sus bie-
su memoria. nes hasta la muerte. ¿Debe alimentar espe-
ranzas en este sentido? ¿Por qué? ¿Qué nos
Jorge Manrique, “Coplas de don Jorge Manrique
por la muerte de su padre”, en Poesía. recuerda el poeta en la segunda sextilla?
Editorial Cátedra. ¿Qué recursos estilísticos dan fuerza y clari-
dad a estas ideas?
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21. COMENTARIOS DE TEXTO Jorge Manrique
BAT
10 Explica el sentido de las estrofas XII y XIII; ESTROFAS XXV A XL
fíjate en que ambas reiteran ideas expuestas
18 Indica quién protagoniza esta parte de la
utilizando imágenes nuevas.
obra.
ESTROFAS XIV-XXIV
19 Di cuál es el tema principal de las estrofas
11 Lee esta parte de la composición; ejem- XXV a XXXIII y cómo se llama esta parte de
plificará con casos concretos las ideas expues- una elegía.
tas en la parte inicial de la obra. ¿Qué perso-
najes aparecen? Observa en qué orden y el
espacio que se dedica a cada uno.
20 Distingue la parte dedicada a las virtudes del
personaje de aquella dedicada a sus hazañas.
12 Explica en qué consiste el tópico del ubi sunt
21 ¿Qué ha hecho perdurar la fama de los per-
que aparece en esta parte de la obra, espe-
sonajes que aparecen en las coplas XXVII-
cialmente claro en las coplas XVI-XVII. Ejem-
XXVIII? ¿Qué les diferencia de aquellos que
plifícalo citando fragmentos.
aparecen en el tópico del ubi sunt? Relaciona
la época a la que pertenecen con el cambio
13 Localiza los versos de la estrofa XIV en que cultural que se está produciendo a finales del
aparece con mayor claridad la idea, tan siglo xv.
medieval, del poder igualador de la muer-
te.
22 Fíjate en que la copla XXIX inaugura la evo-
cación de la vida de don Rodrigo. ¿Qué as-
14 Observa que en la copla XV Manrique pecto de ésta se destaca?
expresa su propósito de renovar el tópico
del ubi sunt. ¿Qué descarta y sobre qué
23 Localiza en las estrofas XXX-XXXII fragmentos
reclama atención?
ilustrativos del hecho de que don Rodrigo
Manrique participase activamente en las lu-
15 Lee las coplas XVI-XVII: evocan el ambiente chas políticas de su tiempo.
de la corte de Juan II. Di qué elementos pro-
pios de la vida cortesana se mencionan. 24 Lee con atención la estrofa XXXIII, que cierra
el repaso de la vida de don Rodrigo. Comenta
la función de la anáfora y di qué personaje
16 Observa que todos los personajes que apa-
aparece en escena. Después, responde:
recen en esta parte de la obra han destaca-
do en vida por su poder y su riqueza. ¿Con a ¿Qué estrofas ocupa el parlamento de este per-
qué imágenes expresa el poeta la brevedad sonaje? ¿En qué tono se dirige a don Rodrigo?
de estos bienes? ¿Con qué argumentos le anima a afrontar el
trance que se avecina?
b ¿Cuáles son las tres vidas de las que habla el
17 Localiza el receptor interno de las estrofas personaje?
XXIII y XXIV. Cita las enumeraciones que
hay en ellas y comenta su función estilística. c ¿Qué expresa la respuesta de don Rodrigo?
¿A quién dirige sus últimas palabras?
d ¿Qué hace del final de don Rodrigo un buen
morir? ¿Qué consuelo deja a los suyos?
Lengua castellana y literatura 1 21
22. COMENTARIOS DE TEXTO La Celestina
BAT
LA CELESTINA
A. En el acto I, que posiblemente no sea de Rojas, se produce el 1 Después de leer el primer
encuentro entre Calisto y Melibea. Él va buscando su halcón y fragmento (A), responde:
entra en una huerta donde ve a Melibea; Calisto se enamora a a ¿Qué siente Calisto al ver a
primera vista y se declara apasionadamente a la doncella, que lo Melibea? ¿Con qué la
rechaza sin contemplaciones. compara?
1 CALISTO.- En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios. b ¿Qué términos propios del
MELIBEA.- ¿En qué, Calisto? amor cortés emplea Calisto?
CALISTO.- En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura
c ¿Qué responde Melibea?
te dotasse, y hacer a mí, inmérito, tanta merced que verte alcan-
¿Por qué?
5 çasse, y, en tan conveniente lugar, que mi secreto dolor mani-
festarte pudiesse. Sin duda, incomparablemente es mayor tal
galardón que el servicio, sacrificio, devoción y obras pías que por 2 Después de leer el
este lugar alcançar yo tengo a Dios offrecido ni otro poder mi segundo fragmento (B),
voluntad humana puede cumplir. ¿Quién vido en esta vida cuer-
responde:
10 po glorificado de ningún hombre como agora el mío? Por cier-
to, los gloriosos santos que se deleytan en la visión divina, no a ¿En qué idea insiste Calisto
gozan más que yo agora en el acatamiento tuyo. Mas, o triste, en este fragmento? ¿Cómo
que en esto deferimos, que ellos puramente se glorifican sin ha evolucionado su estado?
temor de caer de tal bienaventurança, y yo, misto, me alegro con b ¿Con qué rasgos físicos y
15 recelo del esquivo tormento que tu absencia me ha de causar.
psicológicos caracteriza
MELIBEA.- ¿Por gran premio tienes éste, Calisto? Sempronio a Celestina?
CALISTO.- Téngolo por tanto, en verdad, que si Dios me diesse en ¿A qué se dedica la vieja?
el cielo la silla sobre sus santos, no lo ternía por tanta felicidad.
c ¿Qué se puede pensar de
MELIBEA.- Pues, ¡aún más ygual galardón te daré yo, si perseveras! Calisto después de leer los
20 CALISTO.- ¡Oh bienaventuradas orejas mías que indignamente tan dos fragmentos
gran palabra avéys oy´do! pertenecientes al comienzo
MELIBEA.- Más desventuradas de que me acabes de oy porque la
´r, de la obra?
paga será tan fiera qual meresce tu loco atrevimiento, y el inten-
d ¿Qué aspectos de la
to de tus palabras ha sey como de ingenio de tal hombre como
´do
25 tú aver de salir para se perder en la virtud de tal mujer como yo.
conducta de Calisto hacen
prever un final trágico de la
¡Vete, vete de ay torpe! que no puede mi paciencia tolerar que
´,
haya subido en coraçón humano conmigo el ilícito amor comu- obra?
nicar su deleyte.
CALISTO.- Yré como aquel contra quien solamente la adversa
30 Fortuna pone su studio con odio cruel.
B. Calisto regresa angustiado a su casa y acaba confesándose con
su criado Sempronio. Ambos exponen sus opiniones sobre el
amor y las mujeres y Sempronio ofrece a su amo una solución
para conseguir saciar la pasión que lo devora: Celestina.
1 SEMPRONIO.- ¿Tú no eres christiano?
CALISTO.- ¿Yo? Melibeo só, y a Melibea adoro, y en Melibea creo,
y a Melibea amo. […]
SEMPRONIO.- […] conozco en fin desta vezindad una vieja barbuda
5 que se dize Celestina, hechizera, astuta, sagaz en quantas mal-
dades hay. Entiendo que passan de cinco mil virgos los que se
han hecho y desecho por su autoridad en esta cibdad. A las duras
peñas promeverá y provocará a luxuria, si quiere.
Lengua castellana y literatura 1 22
23. COMENTARIOS DE TEXTO La Celestina
BAT
C. El egoísmo individualista es propio de todos los personajes de 1 Lee el fragmento C
la obra. En el acto XII, Sempronio y Pármeno matan a Celestina y resuelve estas actividades:
porque ésta no quiere repartir el botín que ha obtenido de
Calisto con ellos. Posteriormente, los dos criados son prendidos
a ¿Qué registro emplean los
y ajusticiados. personajes? Justifica tu
respuesta.
1 SEMPRONIO.- […] ¿Quién la oyó esta vieja dezir que me llevasse yo
todo el provecho, si quisiesse, deste negocio, pensando que sería b ¿Cómo se defiende
poco? Agora que lo vee crescido, no quiere dar nada, por com- Celestina? ¿Qué reivindica?
plir el refrán de los niños que dizen: De lo poco, poco, de lo
5 mucho, nada. Relaciona la
argumentación de
PÁRMENO.- Dete lo que te prometió o tomémosselo todo. Harto
te dezía yo quién era esta vieja, si tú me creyeras. Celestina con los cambios
sociales del primer Renaci-
CELESTINA.- […] ¿Quién só yo, Sempronio? ¿Quitásteme de la
miento.
putería? Calla tu lengua; no amengües mis canas, que soy una
10 vieja qual Dios me hizo, no peor que todas. Bivo de mi officio,
como cada qual official del suyo, muy limpiamente. A quien no 2 Lee el fragmento D
me quiere, no le busco. Si bien o mal bivo, Dios es el testigo de y responde:
mi coraçón. Y no pienses con tu yra maltratarme, que justicia ay
para todos, a todos es ygual […] a ¿Quién se muestra más digno
15 PÁRMENO.- […] ¡Dale, dale, acábala, pues començaste; que nos y sutil, Calisto o Melibea?
sentirán; muera, muera, de los enemigos los menos! ¿Por qué?
CELESTINA.- ¡Confessión! b ¿Cómo demuestra Calisto
lo vulgar de su pasión por
Melibea? ¿Podemos igualar
su comportamiento y su
D. En el acto XIX, muere Calisto al dar un mal paso bajando por
lenguaje con el de los
la escalera la tapia del huerto de Melibea. Momentos antes,
criados?
Calisto goza de Melibea mientras Lucrecia, la criada de ésta, se
muere de envidia. c ¿Qué muestra Lucrecia, la
1 MELIBEA.- […] Y pues tú, señor, eres el dechado de cortesía y criada de Melibea, en su
buena criança, ¿cómo mandas a mi lengua hablar y no a tus aparte? ¿Es muy diferente
manos que estén quedas? ¿Por qué no olvidas estas mañas? […] su actitud a la de Calisto o,
Holguemos y burlemos de otros mil modos que yo te mostraré; incluso, Melibea?
5 no me destroces ni maltrates como sueles. ¿Qué provecho te trae
dañar mis vestiduras?
CALISTO.- Señora, el que quiere comer el ave, quita primero las
plumas.
LUCRECIA.- (Mala landre me mate si más lo escucho; ¿vida es ésta?
10 Que me esté yo deshaziendo de dentera y ella esquivándose por
que la rueguen […] pero también me lo haría yo si estos necios
de sus criados me fablassen entre día, pero esperan que los tengo
de yr a buscar.)
Lengua castellana y literatura 1 23
24. COMENTARIOS DE TEXTO La Celestina
BAT
E. Melibea se suicida, no sin antes explicar a su padre todo lo 1 Lee el fragmento E
ocurrido. La obra finaliza, en el acto XXI, con el planto de Ple- y responde:
berio.
a ¿Hay resignación cristiana
1 PLEBERIO.- ¡Ay, ay, noble mujer, nuestro gozo en el pozo; nuestro en las palabras de Pleberio?
bien todo es perdido; no queramos más bivir! […] ¡O mi hija y ¿Cómo se plantea la vida?
mi bien todo, crueldad sería que biva yo sobre ti! Más dignos
eran mis sesenta años de la sepultura, que tus veynte. […] ¿Para b ¿Qué opinión tiene del amor
5 quién edifiqué torres; para quién adquirí honrras; para quién y de los bienes terrenales?
planté árboles, para quién fabriqué navíos? […] ¡O fortuna varia- ¿Puede aparecer ahí parte
ble, ministra y mayordoma de los temporales bienes! […] ¡O del mensaje de la obra?
amor, amor, que no pensé que tenías fuerça ni poder de matar a c ¿Qué recursos retóricos se
tus sujectos! […] Del mundo me quexo porque en sí me crió, por- emplean en el fragmento?
10 que no me dando la vida no engendrara en él a Melibea; no nas-
cida, no amara; no amando, cessara mi quexosa y desconsolada d ¿Qué rasgos propios de la
postremería […] comedia humanística se
observan en los tres últimos
fragmentos que has leído
(C, D, E)?
Grabado perteneciente a la impresión de La Celestina de Burgos de 1531.
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25. COMENTARIOS DE TEXTO Garcilaso de la Vega
BAT
ÉGLOGA I
Las églogas son poemas bucólicos o Al virrey de Nápoles.
pastoriles, ya cultivados en la Anti- 1
güedad clásica. Presentan escenas o
1 El dulce lamentar de dos pastores,
diálogos amorosos entre pastores
Salicio juntamente y Nemoroso,
idealizados. En la Égloga I, Garci-
he de cantar, sus quejas imitando;
laso pone en boca de dos pastores,
Salicio y Nemoroso, dos momen-
cuyas ovejas al cantar sabroso
tos muy distintos de su propia 5 estaban muy atentas, los amores,
experiencia amorosa: el desamor, de pacer olvidadas, escuchando. [...]
en un caso, y la muerte de la ama-
da, en otro. 4
Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes el altura
el sol, cuando Salicio, recostado
10 al pie d’una alta haya, en la verdura
por donde una agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado1
al rumor que sonaba
15 del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allí ausente
la que de su dolor culpa tenía,
y así como presente,
20 razonando con ella, le decía:
5
Salicio: ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aun la vida temo;
25 témola con razón, pues tú me dejas;
que no hay, sin ti, el vivir para que sea.
Vergüenza he2 que me
vea ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
3
30 y de mí mismo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della4 salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
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26. COMENTARIOS DE TEXTO Garcilaso de la Vega
BAT
8
35 Por ti el silencio de la selva umbrosa5
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento
el blanco lirio y colorada rosa
40 y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
45 Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra6 corneja repitiendo
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
10
Tu dulce habla, ¿en cúya oreja suena?
50 Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?7
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
55 no hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
60 que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
12
Materia diste al mundo de esperanza
de alcanzar lo imposible y no pensado,
65 y de hacer juntar lo diferente,
dando a quien diste el corazón malvado,
quitándolo de mí con tal mudanza,
que siempre sonará de gente en gente. 1 acordado El canto armoniza con el rumor
La cordera paciente del agua.
70 con el lobo hambriento
2 he El verbo haber se utilizaba todavía en el siglo
XVI con el valor de “tener”, tengo vergüenza’.
hará su ayuntamiento,
3 yo me corro agora Yo me avergüenzo ahora.
y con las simples aves sin ruido 4 della De ella (es una contracción).
harán las bravas sierpes8 ya su nido: 5 umbrosa Sombría, oscura.
que mayor diferencia comprehendo 6 siniestra Que vuela a la izquierda. Mal augurio.
75 de ti al que has escogido 7 trocaste Cambiaste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 8 sierpes Serpientes.
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27. COMENTARIOS DE TEXTO Garcilaso de la Vega
BAT
18
Nemoroso: Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
9
80 aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento
85 que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
90 sino memorias llenas d’alegría;
19
y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso en el reposo,
estuve ya contento y descansado.
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
95 Acuérdome, durmiendo aquí algún hora,
que, despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!10
¡Oh tela delicada,
antes de tiempo dada
11
100 a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
qu’es más que’l hierro fuerte,
pues no la ha quebrantado tu partida.
20
105 ¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi alma doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,
llena de vencimientos y despojos12
110 que de mí mis sentidos l’ofrecían?
Los cabellos que vían13
con gran desprecio el oro
como a menor tesoro,
¿adónde están? ¿Adónde el blanco pecho?
115 ¿Dó la columna que’l dorado techo
9 querellas Quejas. Como si el canto de las con proporción graciosa sostenía?
aves también tratara de amores. 10 hado
Suerte, destino. 11 ¡Oh tela… muerte!
Aquesto todo agora ya s’encierra,
Metafóricamente la vida es una tela o trama por desventura mía,
tejida por los hilos de una parca y cortada por en la escura, desierta y dura tierra.
otra. 12 vencimientos y despojos
Metafóricamente, pruebas del triunfo de la Garcilaso de la Vega, en Poesías castellanas completas.
dama. 13 vían Veían. Editorial Castalia.
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