1. ANTOLOGÍA DE LA LITERATURA MEDIEVAL ESPAÑOLA
¿CÓMO ERA EL ESPAÑOL EN LA EDAD MEDIA?
E
l castellano era la lengua del antiguo Reino de Castilla. No hay una certeza absoluta sobre
cuándo nació pero se calcula que hacia el siglo VIII-IX, pues los primeros testimonios escritos
ya en castellano datan del siglo X. El castellano medieval representa una fase intermedia
entre el latín, la lengua originaria, y el español actual, por lo tanto, se trata de una lengua todavía
con muchas carencias e inseguridades. Hacia finales de la Edad Media, con la unificación de los
Reinos de Castilla y Aragón gracias a los Reyes Católicos, el castellano fue una lengua común en
toda España y por eso se le conoce como español. El castellano medieval, como el español actual,
compartía con otras lenguas (como el gallego-portugués, el vasco o el catalán) y dialectos (como el
astur-leonés, el navarro, el aragonés o el mozárabe) su condición de vehículo de comunicación en la
Península Ibérica. Aunque el castellano fue transformándose a lo largo de los siglos medievales,
presenta algunos rasgos característicos, sobre todo fonéticos:
a. Conserva la /F-/ inicial de palabra: fierro, fazer o fijo (por hierro, hacer o hijo).
b. Utiliza consonantes que después desaparecieron, representadas con distintas grafías:
-La /s/ sonora: al pronunciar la /s/ vibran las cuerdas vocales produciendo un zumbido.
1
-Sonido /v/: sonaba como una /f/ pero vibrando las cuerdas vocales en cavallero.
-Grafía ç: sonaba como una ch pero chascando la punta de la lengua sobre los alveolos en
coraçón o fuerça.
-Grafía x: sonaba como cuando pronunciamos a la andaluza bixo (=bicho): dixo (‘dijo’).
c. El verbo haber (escrito normalmente aver) significaba ‘tener’: fambre he (‘tengo hambre’).
d. La segunda persona del singular de los verbos no terminaba en -ais, -eis (amáis, teméis) sino en -
ades, -edes (amades, temedes).
e. Los verbos estoy, soy, doy se decían estó, so, do.
f. En lugar del nexo copulativo y utilizaban e: padres e fijos.
g. Debido a la convivencia con los árabes, se incorporan al idioma muchos arabismos, algunos de
uso común hoy día (almohada, albornoz, acequia, albañil, taza, jarra, azulejo, algoritmo, alcohol...),
pero otros menos conocidos: albéitar (veterinario), adalid (caudillo militar), alfanje (espada en
curva), baladí (sin importancia)...
h. Como no existía una regularización ortográfica, los manuscritos presentan muchas vacilaciones:
cada cual escribía como sabía. Solo la labor del rey Alfonso X el Sabio en el siglo XIII y, sobre todo,
la generalización de la imprenta muy a finales del siglo XV consiguieron unificar las letras.
2. Aquí tienes algunas muestras de cómo era el castellano medieval
Et ego domino Fanni de Sotelo dono ad meo
fijo una terra ennos Foios, alia terra ennos
eros Longares... et una vinea del Albariza et
la medietate dellas casas de Sotello
(Fragmento de un documento de donación
de tierras, año 1109)
Averigua qué dona y a quién el tal Fanni
Juan de Lucena, Diálogo de vita beata (S.XV)
Transcripción literal
ante que nos partíesemos façer nos lo sa
ber rrason seria señor marques.
pues luçena nos a dicho el sumo byen
nos mostrase su posada. Mas por no de
scargarme sobre el rreçibo el pesso dello...
Transcripción modernizada
...antes que nos partiésemos, hacérnoslo saber. Razón sería, señor
Marqués, pues Lucena nos ha dicho el sumo bien, nos mostrase su
posada. Mas por no descargarme sobre el recibo el peso de ello...
2
A ver si eres capaz de transcribir este
pequeño fragmento sacado de un
manuscrito del siglo XV
¿CÓMO ERA LA ESCRITURA?
Para conocer la lengua y la literatura medievales nos tenemos que basar exclusivamente en
testimonios escritos. Durante los primeros siglos medievales muy pocos sabían leer y escribir,
normalmente solo los clérigos, por eso los manuscritos se copiaban en los monasterios. El proceso
de elaboración de un manuscrito era lento, laborioso y muy costoso: se utilizaba la piel de los
animales que había que tratar hasta convertirla en pergamino, después había que escribir el texto,
decorar con pinturas (o iluminar) y, por último, encuadernar. El resultado de todo este proceso era
un códice muy lujoso. Si quieres ver una ilustración interactiva de este proceso pincha en este enlace
o pon en google /Making art: Medieval manuscripts/.
Más tarde, a partir del siglo XIII, con el desarrollo de las universidades y la difusión del papel, el
proceso de copia a mano se hizo más frecuente, más barato y más rápido. Por fin, hacia mediados
del siglo XV en Alemania Guttemberg inventa la imprenta. Los primeros libros impresos se conocen
con el nombre de incunables. Con la imprenta se multiplican las copias y el libro pasa a ser un
objeto casi al alcance de cualquiera. Aquí tienes algunas muestras de un manuscrito en pergamino,
uno en papel y de un incunable.
3. I
Manuscrito del Poema de Mio Cid Incunable de 1499 de Celestina
Manuscrito iluminado sobre pergamino sobre papel
ANTOLOGÍA DE LA LITERATURA MEDIEVAL CASTELLANA
Autor y obra Siglo Tema y Género Prosa/verso
propósito
Amoroso: queja de una Lírico: jarchas, cantigas de amigo y Verso: versos de arte 3
Jarchas, cantigas Siglos chica ante su madre y determinados villancicos castellanos de menor, rima
y villancicos X-XIV hermanas por la tipo popular comparten el mismo asonante: zéjel,
ausencia del amado asunto. copla, canción
paralelística...
Ensalzar a un héroe Épica: se narra el destierro de Rodrigo Verso: tiradas
Siglo militar Díaz de Vivar y su posterior ascenso. monorrimas de
Cantar de Mio XII versos asonantes de
Cid unas 16 sílabas con
irregularidad.
Siglo Religioso: representar Teatro: se representa el encuentro de Verso: pareados
Auto de los Reyes XII el nacimiento de Cristo los Magos, su conversación con eneasílabos,
Magos Herodes y la entrevista de Herodes con alejandrinos y
sus sabios rabinos. heptasílabo con
irregularidad.
Siglo Culto y religioso: Mester de Clerecía (narrativa): se Verso: cuaderna vía,
Libro de XIII proponer a Alejandro cuenta la precocidad del joven cuatro versos
Alexandre Magno como héroe Alejandro, su valor, astucia y sabiduría, alejandrinos con la
excesivamente pero también su caída y muerte misma rima
ambicioso provocada por su excesiva ambición. consonante.
Gonzalo de Religioso: fomentar la Mester de Clerecía (narrativa): se Verso: cuaderna vía
Berceo, Milagros Siglo devoción a la Virgen cuentan las intervenciones milagrosas (AAAA).
de nuestra Señora XIII María y atraer a los de la Virgen.
fieles
El Infante don Siglo Didáctico: enseñanzas Narrativo: un ayo enseña al Conde a Prosa: se usa el
Juan Manuel, El XIV políticas para un joven través de cuentos con moraleja. exemplum (ejemplo).
conde Lucanor noble.
Juan Ruiz, Humorístico y Fundamentalmente Verso: cuaderna vía
Arcipreste de Siglo didáctico: enseñar a los narrativo: se cuentan anécdotas, y otras estrofas.
Hita, Libro de XIV jóvenes a defenderse historietas y otros episodios mezclados
buen amor
4. del amor. con poemas líricos,
Canciller Ayala, Siglo Didáctico: visión Mester de clerecía: consideraciones Verso: cuaderna vía
Rimado de XIV pesimista de la vida sobre las flaquezas y pecados del (AAAA)
Palacio política de su tiempo. mundo y los hombres
Embajada a Didáctico: Mostrar Libro de viajes: viajeros medievales por Prosa
Tamorlán mundos desconocidos tierras orientales que recogen por
Siglo escrito sus testimonio
XV
Cancioneros y Amorosos, políticos, Poesía de cancionero: Poesía: canciones,
poetas cultos humorísticos, dezires...
(Juan de Mena y Siglo filosóficos...
Marqués de XV
Santillana)
Caballeresco: se recrea Novelas o libros de caballerías Prosa: se trata de
un mundo caballeresco (narrativo): cada episodio cuenta compuesta de una
Amadis de Gaula Siglos ideal para alguna hazaña caballerescas (no narración de
XIV-XV entretenimiento de la militar) o algún lance amoroso (del episodios
nobleza. amor cortés) del protagonista. caballerescos
Cronicas Narrativo y Crónicas: proliferan en el siglo XV y, Prosa
propagandístico además de contar los hechos de un
Siglo reinado o de un noble, sirven de
XV propaganda política.
Arcipreste de Siglo Crítica contra las Literatura misógina: en el siglo XV Prosa con lenguaje
Talavera XV mujeres surgieron dos corrientes literaria en coloquial
torno a la consideración de la mujer:
una misógina y otra profemenina.
4
Romances Épicos, novelescos, Romancero viejo (narrativo y lírico): Verso: tiradas de
fronterizos... narran diversos episodios de origen versos octosílabos de
Siglo épico, caballeresco o amoroso. rima asonante los
XV pares.
Jorge Manrique, Reflexión sobre el Lírico (elegía): el poeta expresa sus Copla manriqueña o
Coplas a la trascurrir de la vida y sentimientos e ideas sobre la vida y la de pie quebrado: dos
muerte de su Siglo sobre el carácter muerte por medio de tópicos como el sextillas seguidas
padre XV inevitable de la muerte; ubi sunt?, la vida de la fama... Además (8a8b4c8a8b4c).
alabanza de don el autor hace un sentido homenaje a su
Rodrigo Manrique padre muerto.
Tragicomedia de 1499 (1ª Reprobación del amor Narrativa o teatro
Calisto y Melibea edición) humano.
(Celestina)
5. JARCHAS, CANTIGAS Y VILLANCICOS
TEXTO 1: una jarcha
Vayse meu corachón de mib a. Refleja en un esquema métrico la medida y la
rima de esta composición. ¿Miden todos los
Ya Rab, ¿si se me tornarád?
versos lo mismo?
¡Tan mal meu doler li-l-habib! b. ¿De qué se queja concretamente la chica?
Enfermo yed, ¿cuándo sanarad? c. Aunque es una composición muy sencilla,
hay, al menos, una personificación hiperbólica.
[Mi corazón se me va de mí.
Oh Dios, ¿acaso se me tornará? ¿Con qué expresión?
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
Enfermo está, ¿cuándo sanará?]
TEXTO 2: una cantiga de amigo
Ondas do mar de Vigo v. 3: ‘si vendrá rápido’.
se vistes meu amigo? a. ¿A quién dirige sus lamentos
E ai Deus, se verrá cedo!
amorosos la muchacha en este poema?
Ondas do mar levado, levado: ‘alzado’. b. Explica la métrica del poema.
se vistes meu amado?
c. El poema expresa melancolía por
E ai Deus, se verrá cedo! 5
medio de tres repeticiones típicas de
Se vistes meu amigo,
estas composiciones (refrán, paralelismo
o por que eu sospiro?
y encadenamiento): señala cada uno de
E ai Deus, se verra cedo!
v. 10: ‘por el que siento ellos.
Se vistes meu amado, gran preocupación’.
por que ei gran cuidado
E ai Deus, se verrá cedo!
TEXTO 3: un villancico a. En este caso la chica se queja por otra razón:
¿cuál?
Caballero, queraisme dejar, b. ¿Qué motivo tradicional relacionado con el
que me dirán mal. amor aparece?
c. Esto es un zéjel: señala las partes que lo
¡Oh, qué mañanica, mañana, componen. ¿Hay regularidad métrica?
la mañana de San Juan, d. En la composición aparecen dos voces
Cuando la niña y el caballero distintas: señala en qué versos interviene cada
una de ellas.
Ambos se iban a bañar! e. ¿Dónde hay una anadiplosis?
Que me dirán mal.
Caballero, queraisme dejar,
que me dirán mal.
6. CANTAR DE MIO CID1
La obra comienza con el Cid y algunos fieles vasallos saliendo de Vivar ‗con lágrimas en sus ojos tan fuertemente llorando‘ tras ser
desterrado por el rey Alfonso VI y dejar atrás a su mujer, Jimena, y a sus hijas, Elvira y Sol. El destierro suponía una doble humillación:
la confiscación de los bienes del desterrado y el alejamiento de la corte real. La obra cuenta el proceso de recuperación del poder
económico y político del Cid. Cuando el Cid y sus sesenta fieles llegan a Burgos, nadie quiere alojarlos por miedo al castigo real y solo
una niña se atreve a hablar con el Cid:
Toda la gente de Burgos a las ventanas salió,
con lágrimas en sus ojos, tan grande era su dolor.
Y a sus bocas asomaba solamente una razón:
–¡Dios, qué buen vasallo el Cid si tuviera buen señor!
Y quisieran convidarlo, pero ninguno allí osaba,
pues saben que el rey Alfonso le tenía muy gran saña.
Antes del anochecer, a Burgos llegó su carta,
con los honores debidos, bien cerrada y bien sellada:
ordenaba que a Ruy Díaz nadie le diese posada,
y aquellos que se la diesen supiesen, por su palabra,
que perderían sus bienes y los ojos de la cara [...]
Aguijó el Cid su caballo, a la puerta se llegaba;
sacó el pie de la estribera y un fuerte golpe daba.
Nadie les abre la puerta, que persistía cerrada.
Una niña de nueve años a sus ojos se mostraba: Actividades
–¡Campeador que en buena hora habéis ceñido espada!
El rey lo tiene prohibido, anoche llegó su carta
a. ¿En qué se nota el enfado
con los honores debidos, bien cerrada y bien sellada. del Cid porque nadie le abre
Nadie abriros osará, ni os acogerá por nada, la puerta?
porque si no perderíamos nuestros bienes y las casas, b. ¿Qué valor tiene que sea
y ademças de todo ello, lo ojos de nuestras caras..
Con nuestra desgracia, Cid, no habríais de ganar nada,
precisamente una niña quien
que el Creador os ayude con toda su virtud santa. se atreva a hablar con el
Esto la niña le dijo y se volvió hacia la casa. Cid?
Así ha comprendido el Cid que del Rey no tiene gracia.
6
Tras salir de su tierra casi sin provisiones ni dinero, la astucia del Cid trama un engaño a dos judíos –Rachel y Vidas– para conseguir
dinero. Llama la atención que el Cid sea un modelo de caballero leal y honrado que sin embargo no duda en mentir. Pero en la obra
se justifica porque los judíos son presentados como excesivamente codiciosos y no dudarán en quedarse con todo el dinero que puedan.
Para su engaño el Cid se vale de uno de sus más fieles vasallos, Martín Antolínez:
Cuento con vos para esto: prepararemos dos arcas,
las llenaremos de arena, para que sean pesadas,
cubiertas con fino cuero y con clavos adornadas.
Los cueros serán bermejos, y los clavos bien dorados.
Buscad a Raquel y Vidas, id con paso apresurado [...]
Encontró a Raquel e Vidas, pues juntos estaban ambos,
recontando las monedas que los dos habían ganado.
Llegó Martín Antolínez, hombre sagaz y avisado: Actividades
–Escuchad, Raquel y Vidas, entregadme vuestras manos. a. Resume el engaño del
No habléis con nadie de esto, ni con moros ni cristianos. Cid a los judíos.
Para siempre os haré ricos, de nada estaréis ya faltos. b. Los judíos dedicados a
Al Campeador los tributos a recaudar enviaron;
grandes riquezas cobró, grandes bienes extremados, prestar dinero no eran
pero para sí guardó lo de valor señalado. fáciles de engañar. Busca
Este es, sabed, el motivo por el que fue acusadeo. en el texto dos motivos
Tiene consigo dos arcas llenas de oro inmaculado: por los que en este caso sí
aquí tenéis la razón por la que Rey se ha enojado.
El Cid sus bienes dejó, las casas y los palacios, se fían.
si se llevara las arcas revelaría su engaño.
Las quisiera confiar y dejar en vuestras manos,
y le prestaréis por ellas lo que fuese aquí pactado.
Tomad si queréis las arcas y ponedlas bien a salvo;
pero dadme juramento, dame la palabra ambos
de que no las miraréis en lo que resta del año.
Raquel y Vidas, los dos, se apartaron para hablarlo:
1
La selección de fragmentos se ha extraído de la antología preparada por Pedro Martín Baños, “El Cantar de Mio Cid:
una antología útil”, Per Abbat 4 (2007), págs. 155-184.
7. –Lo que interesa es que en eso vengamos a ganar algo,
porque el Cid, bien lo sabemos, él sí que ha ganado algo
cuando entró en tierra de moros, de donde muchos ha sacado.
Quien lleva encima dinero no duerme bien reposado.
Aceptemos el acuerdo, tomemos las arcas ambos,
las pondremos en lugar que queden a buen recaudo.
–Pero decidnos, ¿y el Cid, por cuánto cerrará el trato?
¿Qué ganancia nos dará por todo lo de este año?
Dijo Martín Antolínez, hombre sagaz y avisado:
–Mio Cid solo querrá lo que sea razonado.
Os ha de pedir muy poco por dejar su hacienda a salvo.
Se unen a él mesnadas y hombres necesitados.
Necesitaría, en suma, al menos seiscientos marcos.
Dijeron Raquel y Vidas: –Los daremos con agrado.
–Ya veis que se hace de noche, y el Cid anda apresurado,
por necesidad os pide que le deis pronto los marcos.
Dijeron Raquel y Vidas: –No funciona así el mercado,
primero queremos ver, cumpliremos luego el trato.
Dijo Martín Antolínez: –Dejad eso a mi cuidado.
Venid ambos ante el Cid, el Campeador renombrado [...]
Aquí los veis ya en la tienda del Campeador renombrado;
así que entraron en ella, besaron al Cid las manos.
Se sonrió Mio Cid, y así les comenzó hablando:
–¡Ah, don Raquel y don Vidas, os habéis de mí olvidado! Una escena de prestamistas judíos
Raquel y Vidas, a una, al Cid besaron las manos,
y así Martín Antolínez ha cerrado bien el trato:
a cambio de dos arcas darían seiscientos marcos,
y prometían guardarlas hasta el final de aquel año [...]
Cuando cargaron las arcas, ¡qué gozo tenían ambos!
No podían levantarlas, aunque eran fuertes y bravos.
Raquel y Vidas se alegran con los dineros guardados,
pues en tanto que viviesen muy ricos serían ambos.
Poco a poco el Cid recibe nuevas adhesiones en su destierro. Ya en territorio musulmán, él y su pequeño ejército se dedican a guerrear
y ganar batallas (es decir, se convierten en mercenarios). Con sus victorias, el prestigio y las riquezas del Cid van en aumento. Además
de encomendarse a Dios, el héroe se muestra valiente y astuto en las batallas, pero también justo y magnánimo en el reparto del botín 7
con su ejército. Por ejemplo, para tomar Alcocer el Cid finge que levanta el asedio y huye: cuando los árabes salen de las murallas a
curiosear, los cogen por sorpresa. En otra ocasión, cuando se ven sitiados por un ejército más potente, el Cid toma la decisión de atacar
por sorpresa a los propios sitiadores.
Sujetan bien escudos delante del corazón;
hacen descender las lanzas, cada cual con su pendón; Actividades
las caras van inclinadas, por encima del arzón; a. Describe la métrica
y al combate se preparan con muy fuerte corazón. b. Señala los rasgos del estilo épico más
A grandes voces los llama el que en buena hora nació: destacados que veas en el fragmento
–¡Malheridlos, caballeros, por amor del Creador! c. Escudos, arzones, adargas, lórigas, pendones...
¡Yo soy Ruy Díaz, el Cid, el nombrado Campeador! […] forman parte de la indumentaria de los
Ved tantas lanzas allí bajar y después alzar; caballeros. Busca información y haz un dibujo de
Tanta adarga en aquel punto sacudir y atravesar; un caballero medieval señalando las partes de
Tanta loriga a los golpes desgarrar y desmallar, su indumentaria.
y tantos pendones blancos de sangre rojos quedar,
y tantos buenos caballos sin sus dueños galopar.
Los moros gritan: ¡Mahoma!, ¡Santiago! la cristiandad.
Han caído derribados mil trescientos moros ya.
La figura del Cid sigue engrandeciéndose por tierras de Aragón. Allí se enfrenta al conde de Barcelona, ‗un gran fanfarrón‘, y gana su
primera espada, Colada. Entonces el Cid decide dirigirse a Levante. Allí comienza el Cantar segundo. En tres años el Cid domina las
tierras levantinas y deja aislada la rica ciudad de Valencia. Los moros de Valencia piden ayuda al poderoso rey de Marruecos, Yusef,
pero el Cid toma Valencia y allí se instala de forma permanente. El prestigio del Cid hace que el rey de Castilla le permita reunirse
con su familia. Atraídos por la enorme fortuna del Cid, aparecen los codiciosos infantes de Carrión, que planean casarse con las hijas
del Cid a pesar de considerarse superiores por pertenecer a la más alta nobleza. Pese a las reticencias del Cid, el rey otorga la mano
de ambas hijas a los infantes de Carrión. Con las bodas se termina el Cantar segundo. En el Cantar tercero se describen algunos
episodios en los que ambos infantes, Diego y Fernando, se muestran tan orgullosos como cobardes.
En Valencia con los suyos vivía el Campeador.
Con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.
Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor,
un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció:
Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león.
Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor;
8. recogiéronse sus mantos los del buen Campeador,
y rodean el escaño en guarda de su señor. Actividades
Allí Fernando González, infante de Carrión,
ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró; 1. ¿Crees que era
metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor. normal en la época
Diego González, el otro, por la puerta se salió medieval tener
diciendo con grandes gritos: –¡Ay, que no veré Carrión! leones u otros
Tras la viga de un lagar metiose con gran temor; animales exóticos en
todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.
En esto que se despierta el que en buen hora nació; los palacios y cortes
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio: de reyes y grandes
–¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció? señores? ¿Qué valor
–Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león. podía tener?
Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminose al león.
La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.
A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.
Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.
Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
y cuando los encontraron, los hallaron sin color.
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador.
Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión;
fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
Tras este y otros lances en los que los infantes demuestran su cobardía, los hombres del Cid se burlan de ellos, por lo que empiezan a
tramar una venganza. Así, tras su boda con las hijas del Cid, los infantes deciden partir hacia Carrión con la excusa de mostrarles sus
propiedades. A pesar de que el Cid no se fía de sus yernos, permite que se vayan y les regala sus dos ricas espadas: Colada y Tizón.
En un robledal cerca de Corpes (Guadalajara), los infantes cumplen su venganza:
Envía a sus vasallos adelante allí los dos.
Así lo ordenaron ambos, los infantes de Carrión,
8
que no quedase ninguno, fuese mujer o varón,
solamente sus esposas, doña Elvira y doña Sol,
porque quieren solazarse con ellas a su sabor.
Todos se han ido delante, ya los cuatro solos son.
¡Qué vileza planearon los infantes de Carrión!
–Sabedlo bien y creedlo, doña Elvira y doña Sol,
aquí seréis ultrajadas, con el monte alrededor,
y nosotros partiremos, quedaréis aquí las dos.
No tendréis parte ninguna de las tierras de Carrión.
Estos recados irán a Mio Cid Campeador.
Nos vengaresmos ahora por las burlas del león.
Allí les quitan el manto y también el pellizón,
sobre sus cuerpos desnudos la camisa interior.
Espuelas tienen calzadas los traidores del Carrión;
en mano prenden las cinchas, que fuertes y duras son [...]
Lo que pedían las damas nada les aprovechó,
a golpearlas comienzan los infantes de Carrión,
con las cinchas corredizas las maltratan con rigor;
con las espuelas agudas les producen gran dolor;
les rompieron las camisas y las carnes a ambas dos;
sobre la tela tan blanca la limpia sangre brotó;
ellas sienten ya los golpes en el mismo corazón.
Ambas muchachas son rescatadas por un sobrino del Cid. Cuando el héroe se entera de lo que ha pasado, en lugar de buscar una
venganza personal, solicita que sea el rey quien juzgue los hechos celebrando unas cortes. En ellas se concierta un duelo entre los
infantes y dos caballeros del Cid, quienes, por supuesto, humillan a los infantes. Los príncipes de Navarra y Aragón solicitan la mano de
las hijas del Cid. Al emparentar con familias reales, el Cid no solo recupera su honra sino que ocupa el lugar más alto en la sociedad
medieval.
9. Gonzalo de Berceo, Milagros de nuestra Señora (Siglo XIII)
EL SACRISTÁN IMPÚDICO
1
Amigos, si quisierais un poco esperar,
aun otro milagro os querría contar,
que por Santa María se dignó Dios mostrar,
de cuya leche quiso con su boa mamar.
2
Un monje muy devoto en un convento había,
–el lugar no lo leo, decir no lo sabría–.
Quería de corazón bien a Santa María,
cada día a su imagen su reverencia hacía.
3
cada día a su imagen su reverencia hacía,
hincábase de hinojos, decía: «Ave María».
El abad de la casa diole la sacristanía,
por libre de locura, por cuerdo lo tenía.
4
El enemigo malo, de Belzebud vicario,
que siempre ha sido y es de los buenos contrario,
tanto pudo bullir el sutil adversario
que al monje corrompió, y lo hizo fornicario.
5
Tomó costumbre mala el loco pecador:
de noche, cuando estaba acostado el prior,
salía por la iglesia fuera del dormitor,
para correr el torpe a su mala labor.
6
Y tanto a la salida como luego a la entrada,
delante del altar caía su pasada;
Así pudo ser Gonzalo de Berceo
la reverencia y ―Ave‖ que tenía acostumbrada,
non se le olvidaba en ninguna vegada. 9
7
Cerca del monasterio un río bueno corría;
el monje pecador que pasarlo tenía;
cuando de cometer su locura volvía
cayó en él y se ahogó fuera de la freiría. Actividades
8
Cuando vino la hora de maitines tocar, 1. Como habrás estudiado, el relato de cada milagro
non había sacristán que pudiese sonar: comprende tres partes: descripción de un pecador devoto
levantáronse todos, dejaron su lugar; de María-Problema causado por su pecado-Intervención
y fueron a la iglesia al monje a despertar. milagrosa de la Virgen para salvarlo. Por tanto, trata de
9 resumir este milagro en tres oraciones separadas por
Abrieron la iglesia como mejor supieron, puntos.
al clavero buscaron y hallar no lo pudieron. 2. Además de la narración del milagro, el texto presenta
Por arriba y abajo todos tanto anduvieron otras dos partes más: ¿cuáles son las otras dos partes y qué
estrofas comprenden?
que donde estaba ahogado por fin lo descubrieron,
10 3. En este milagro a la Virgen no le vale solo con su poder,
¿qué argumento usa para convencer a los demonios?
Qué podría ser eso no lo podían pensar,
4. En algunos momentos parece que Berceo se dirige a un
si murió o lo mataron no lo sabrían juzgar;
grupo de oyentes: señala el número de estrofa y las
era grande la basca y mayor el pesar,
palabras concretas donde ocurre.
porque perdía su precio por eso este lugar.
5. En el texto aparece Dios como juez que dicta su
11
sentencia. Busca en el arte romántico cómo se representa a
Mientras yacía perdido el cuerpo por el río,
este Dios todopoderoso y qué nombre recibe.
digamos de su alma y su pleito sombrío:
6. La estrofa 10 muestra a los monjes muy tristes, pero no
porque vino por ella de diablos gran gentío,
porque su sacristán haya muerto. ¿Por qué?
para llevarla al báratro, de deleites vacío.
7. Berceo incluye en la actitud de los diablos con el alma del
12
devoto un pequeño rasgo de humor: ¿cuál es?
Mientras los diablos iban con ella peloteando
8. Analiza la métrica de los cuatro versos de la estrofa 14.
los ángeles vinieron, por ella iban bajando;
los diablos los tuvieron gran tiempo querellando
que esa alma era suya, que la fueran dejando.
13
No tuvieron los ángeles derecho a disputarla,
porque tuvo mal fin, y debieron dejarla.
No pudieron sacarles por valor de una agalla
y hubieron de partirse tristes de la batalla.
10. 14
Acudió la Gloriosa, Reína general,
porque los diablos solo se acordaban del mal;
mandoles atender; no osaron hacer ál,
y movioles querella muy firme y cabal.
15
Propuso la Gloriosa palabra colorada,
«Con esta alma, locos, -dijo- non tenéis nada.
Mientras vivió en su cuerpo me estuvo encomendada,
sufriría ahora daño por ir desamparada».
16 Vocabulario
Por la parte contraria le respondió el vocero, de hinojos: de rodillas.
un diablo sabedor, sutil y muy puntero: vicario: ayudante.
«Madre eres de Hijo, alcalde derechero, bullir: revolver.
no le gusta la fuerza ni es de ella placentero. vegada: vez, ocasión.
17 freiría: convento.
Escrito está que el hombre, allí donde es hallado, maitines: rezo a primera hora de la mañana.
sea en bien, o sea en mal, es por ello juzgado; clavero: el que tiene las llaves.
y si un decreto tal por ti fuera falseado basca: inquietud nerviosa.
el Evangelio todo quedará descuajado». báratro: infierno.
18 ál: otra cosa.
«Hablas –dijo la Virgen– como una cosa necia. palabra colorada: discurso brillante.
No me ofendo, porque eres una cativa bestia. cativa: cautiva.
Cuando salió de casa, de mí tomó licencia: letanía: oración en que se invoca a Cristo, la
de su pecado, yo le daré penitencia. Virgen, los santos... Aquí es una metáfora que
19 significa narración del suceso.
Yo no he de rebajarme hasta haceros violencia,
mas apelo ante Cristo, ante Su propia audiencia,
ante Él que es poderoso y lleno de sapiencia:
yo de Su boca quiero oír esta sentencia».
20
El Señor de los Cielos, alcalde sabedor,
decidió la contienda: nunca visteis mejor.
Mandó tornar el alma a su cuerpo el Señor,
luego cual mereciese recibiría el honor.
21 10
El convento quedaba triste y desconsolado
por este mal ejemplo que les había llegado
cuando resucitó el cuerpo ya pasado;
espantáronse todos de verlo en buen estado.
22
Habloles el buen hombre, díjoles: «Compañeros,
muerto fui y estoy vivo, podéis estar certeros.
¡Gracias a la Gloriosa que salva a sus obreros,
que me libró de manos de los malos guerreros».
23
Contoles por su lengua toda la letanía,
qué decían los diablos, y qué Santa María,
cómo lo libró ella de su soberanía;
si no fuese por ella , estaba en negro día.
24
Rindieron a Dios gracias de toda voluntad,
y a la santa Reína y Madre de piedad,
que hizo tal milagro por su benignidad,
por quien está más firme toda la cristiandad.
25
Confesose el monje e hizo penitencia,
mejorose de toda su mala continencia,
sirvió a la Gloriosa mientras tuvo potencia,
finó cuando Dios quiso sin variar su creencia...
Requiescat in pace cum divina clementia.
26
Muchos milagros tales, y muchos más granados Plano de una abadía medieval
hizo Santa María sobre sus aclamados:
no serían los milésimos por mil hombres contados,
mas de los que supiéramos quedaréis bien pagados.
11. Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de buen amor (siglo XIV)
1. La ambigüedad del libro: los romanos piden leyes a los griegos
Palabras son de sabio y díjolo Catón: subió en otro sitial, todo el pueblo juntado.
el hombre, entre las penas que tiene el corazón, Comenzaron sus señas, como era lo tratado.
debe mezclar placeres y alegrar su razón, 45 El griego, reposado, se levantó a mostrar
pues las muchas tristezas mucho pecado son. un dedo, el que tenemos más cerca del pulgar,
5 Como de cosas serias nadie puede reír, y luego se sentó en el mismo lugar.
algunos chistecillos tendré que introducir; Levantóse el bigardo, frunce el ceño al mirar.
cada vez que los oigas no quieras discutir Mostró luego tres dedos hacia el griego tendidos
a no ser en manera de trovar y decir. 50 el pulgar y otros dos con aquél recogidos
Entiende bien mis dichos y medita su esencia a manera de arpón, los otros encogidos.
10 no me pase contigo lo que al doctor de Grecia Sientáse luego el necio, mirando sus vestidos.
con el truhán romano de tan poca sapiencia, Levantándose el griego, tendió la palma llana
cuando Roma pidió a los griegos su ciencia. y volvióse a sentar, tranquila su alma sana;
Así ocurrió que Roma de leyes carecía, 55 levántase el bellaco con fantasía vana,
pidióselas a Grecia, que buenas las tenía. mostró el puño cerrado, de pelea con gana.
15 Respondieron los griegos que no las merecía Ante todos los suyos opina el sabio griego:
ni había de entenderlas, ya que nada sabía. "Merecen los romanos la ley, no se la niego".
Pero, si las quería para de ellas usar, Levantáronse todos con paz y con sosiego,
con los sabios de Grecia debería tratar, 60 ¡gran honra tuvo Roma por un vil andariego!
mostrar si las comprende y merece lograr; Preguntaron al griego qué fue lo discutido
20 esta respuesta hermosa daban por se excusar. y lo que aquel romano le había respondido:
Los romanos mostraron en seguida su agrado; "Afirmé que hay un Dios y el romano entendido
la disputa aceptaron en contrato firmado, tres en uno, me dijo, con su signo seguido.
mas, como no entendían idioma desusado, 65 "Yo: que en la mano tiene todo a su voluntad;
pidieron dialogar por señas de letrado. él: que domina al mundo su poder, y es verdad.
25 Fijaron una fecha para ir a contender; Si saben comprender la Santa Trinidad,
los romanos se afligen, no sabiendo qué hacer, de las leyes merecen tener seguridad."
pues, al no ser letrados, no podrán entender Preguntan al bellaco por su interpretación:
a los griegos doctores y su mucho saber. 70 "Echarme un ojo fuera, tal era su intención
Estando en esta cuita, sugirió un ciudadano al enseñar un dedo, y con indignación
30 tomar para el certamen a un bellaco romano le respondí airado, con determinación,
que, como Dios quisiera, señales con la mano que yo le quebraría, delante de las gentes, 11
hiciera en la disputa y fue consejo sano. con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes.
A un gran bellaco astuto se apresuran a ir 75 Dijo él que su yo no le paraba mientes,
y le dicen: -"Con Grecia hemos de discutir; a palmadas pondría mis orejas calientes.
35 por disputar por señas, lo que quieras pedir "Entonces hice seña de darle una puñada
te daremos, si sabes de este trance salir". que ni en toda su vida la vería vengada;
Vistiéronle muy ricos paños de gran valía cuando vio la pelea tan mal aparejada
cual si fuese doctor en la filosofía. 80 no siguió amenazando a quien no teme nada".
Dijo desde un sitial, con bravuconería: Por eso afirma el dicho de aquella vieja ardida
40 "Ya pueden venir griegos con su sabiduría". que no hay mala palabra si no es a mal tenida,
Entonces llegó un griego, doctor muy esmerado, toda frase es bien dicha cuando es bien entendida.
famoso entre los griegos, entre todos loado; Entiende bien mi libro, tendrás buena guarida.
2. De como, por naturaleza, humanos y animales desean la compañía del sexo contrario y de cómo
se enamoró el Arcipreste.
Aristóteles dijo, y es cosa verdadera, el hombre, cuando peca, bien ve que se desliza,
que el hombre por dos cosas trabaja: la primera, 20 mas por naturaleza, en el mal profundiza.
por el sustentamiento, y la segunda era Yo, como soy humano y, por tal, pecador,
por conseguir unión con hembra placentera. sentí por las mujeres, a veces, gran amor.
5 Si lo dijera yo, se me podría tachar, Que probemos las cosas no siempre es lo peor;
mas lo dice un filósofo, no se me ha de culpar. el bien y el mal sabed y escoged lo mejor.
De lo que dice el sabio no debemos dudar,
pues con hechos se prueba su sabio razonar.
Que dice verdad el sabio claramente se prueba;
10 hombres, aves y bestias, todo animal de cueva
desea, por natura, siempre compaña nueva
y mucho más el hombre que otro ser que se mueva.
Digo que más el hombre, pues otras criaturas
tan sólo en una época se juntan, por natura;
15 el hombre, en todo tiempo, sin seso y sin mesura,
siempre que quiere y puede hacer esa locura.
Prefiere el fuego estar guardado entre ceniza,
pues antes se consume cuanto más se le atiza;
Miniatura medieval
12. 3. Fracasos amorosos del Arcipreste: la casquivana Cruz Cruzada
Yo, como estaba solo, sin tener compañía,
codiciaba la que otro para sí mantenía:
eché el ojo a una dama, no santa; yo setía
y cruciaba por ella, que otro era baldía.
5 Y como, así las cosas, yo con ella no hablaba,
puse de mensajero, por ver si la ablandaba,
a un compañero mí; ¡buena ayuda me daba!
Él se comió la carne en tanto yo rumiaba.
Hice, con el disgusto, esta copla cazurra;
10 si una dama la oyere en su enojo no incurra,
pues debiera llamarme necio cual bestia burra
si de tu gran escarnio yo no trovase a burla.
Mis ojos no verán luz
pues perdido he a Cruz.
15 Cruz cruzada, panadera, ACTIVIDADES DE LOS TRES PRIMEROS FRAGMENTOS
quise para compañera:
senda creí carretera 1. El primer fragmento puede dividirse en tres partes:
como si fuera andaluz. señala cada una de ellas indicando qué versos
Con una embajada mía comprende y cuál qué contiene cada una.
20 mandé a Fernando García 2. Resume en cuatro líneas la historieta que se cuenta
le rindiese pleitesía en el primer fragmento.
y me sirviese de dux. 3. Escribe en una sola oración la idea esencial del
Dijo lo haría de grado: fragmento segundo.
de Cruz llegó a ser amado, 4. Seguimos en el fragmento segundo: busca
25 me obligó a rumiar salvado información sobre Aristóteles y después contesta por
y él se comió el pan más duz. qué dice el texto ‘si lo dijera yo, se me podría tachar’.
Le ofreció, por mi consejo, 5. Si observas el fragmento tercero verás que aparecen
mi trigo, que ya era añejo, dos tipos de métrica: analiza cada una de ellas.
y él le regaló un conejo 6. El fragmento tercero contiene algunos juegos con el
30 ¡el traidor, falso, marfuz! significado de las palabras: búscalos y trata de explicar
¡Dios confunda al mensajero en qué consisten.
tan astuto y tan ligero!
¡Dios no ayude al conejero 12
que la caza no me aduz!
35 Cuando la Cruz veía, yo siempre me humillaba;
me santiguaba siempre, cuando me la encontraba;
mi amigo, más de cerca a la Cruz adoraba.
4. Consejos de don Amor: condiciones que ha de tener la mujer para ser bella
Si leyeres a Ovidio que por mí fue educado, 15 las cejas apartadas, largas, altas, en peña;
hallarás en él cuentos que yo le hube mostrado, ancheta de caderas, ésta es talla de dueña.
y muy buenas maneras para el enamorado; Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes
Pánfilo, cual Nasón, por mí fue amaestrado. y con largas pestañas, bien claras y rientes;
5 Si quieres amar dueñas o a cualquier mujer las orejas pequeñas, delgadas; para mientes (fíjate)
muchas cosas tendrás primero que aprender 20 si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.
para que ella te quiera en amor acoger. La nariz afilada, los dientes menudillos,
Primeramente, mira qué mujer escoger. iguales y muy blancos, un poco apartadillos,
Busca mujer hermosa, atractiva y lozana, las encías bermejas, los dientes agudillos,
10 que no sea muy alta pero tampoco enana; los labios de su boca bermejos, angostillos.
si pudieras, no quieras amar mujer villana, 25 La su boca pequeña, así, de buena guisa,
pues de amor nada sabe, palurda y chabacana. su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa,
Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña, conviene que la veas primero sin camisa
cabellos amarillo no teñidos de alheña; pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa!
Actividades del fragmento 4
1. En este fragmento aparecen muchos adjetivos. Haz dos listas:
una con los adjetivos especificativos y otra con los explicativos.
2. Busca y recorta la foto de alguna mujer famosa que se ajuste a
esta descripción.
13. 5. Consejos de don Amor: necesidad de una vieja mensajera y condiciones que ha de tener.
Si le envías recados, sea tu embajadora
una parienta tuya; no sea servidora
de tu dama y así no te será traidora: Actividad del fragmento 5:
5 todo aquel que mal casa, después su mal deplora.
Procura cuanto puedas que la tu mensajera 1. Analiza los verbos del fragmento
sea razonadora sutil y lisonjera, indicando su modo, tiempo, persona...
sepa mentir con gracia y seguir la carrera
pues más hierve la olla bajo la tapadera.
10 Si parienta no tienes, toma una de las viejas
que andan por las iglesias y saben de callejas;
con gran rosario al cuello saben muchas consejas,
con llanto de Moisés encantan las orejas.
6. Más consejos de don Amor: evitar la pereza. El ejemplo de los dos perezosos.
Te contaré la historia de los dos perezosos hablaré de la mía, ninguna la mejora
que querían casarse y andaban ansiosos; ni otra tal puede hallar hombre que a Dios adora.
ambos la misma dama rondaban codiciosos. 25 Yo estaba enamorado de una dama en abril,
Eran muy bien apuestos y ¡verás cuán hermosos¡ Estando cerca de ella, sumiso y varonil,
5 El uno tuerto era de su ojo derecho, vínome a las narices descendimiento vil:
ronco era el otro, cojo y medio contrahecho; por pereza de limpiarme perdí dueña gentil.
El uno contra el otro tenían gran despecho Aún más diré, señora: una noche yacía
viendo ya cada uno su casamiento hecho. 30 en la cama despierto y muy fuerte llovía;
Respondióles la dama que quería casar dábame una gotera de agua que caía
10 con el más perezoso: ése quiere tomar. en mi ojo; a menudo y muy fuerte me hería.
Esto dijo la dueña queriéndolos burlar. Por pereza no quise la cabeza cambiar;
Habló en seguida el cojo; se quiso adelantar: la gotera que digo, con su muy recio dar,
-Señora- dijo-, oíd primero mi razón, 35 el ojo que veis huero acabó por quebrar.
yo soy el más perezoso que éste mi compañón. Por ser más perezoso me debéis desposar.
15 Por pereza de echar el pie hasta el escalón -No sé - dijo la dueña- por todo lo que habláis
caí en la escalera, me hice esta lesión. qué pereza es más grande, ambos pares estáis;
Otro día pasaba a nado por el río, bien veo, torpe cojo, de qué pie cojeáis;
pues era de calor el más ardiente estío; 40 bien veo, tuerto sucio, que siempre mal miráis. 13
perdíame de sed, mas tal pereza crío Buscad con quien casaros, pues no hay mujer que adore
20 que, por no abrir la boca, ronco es el hablar mío. a un torpe perezoso o de un vil se enamora.
Luego que calló el cojo, dijo el tuerto: -Señora, Por tanto, mi amigo, que en tu alma no more
pequeña es la pereza de que éste habló ahora; defecto ni vileza que tu porte desdore.
7. Otro consejo: atiende a tu dama. El Actividades de los fragmentos 6 y 7
ejemplo del pintor Pitas Payas. 1. Recuerda los fragmentos 1 y 2 del Libro de buen amor. Tras leer
estos dos ejemplos. ¿Cuál crees que es la verdadera intención del
»No abandones tu dama, no dejes que esté quieta, libro? Justifica tu respuesta.
[...] 2. Resume estos dos ejemplos.
»Dejó uno a su mujer (te contaré la hazaña; »Pero con la gran prisa pintó un señor carnero,
si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña) cumplido de cabeza, con todo un buen apero.
5 Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña, Luego, al siguiente día, vino allí un mensajero:
casó con mujer joven que amaba la compaña. 30 que ya don Pitas Payas llegaría ligero.
»Antes del mes cumplido dijo él: -Señora mía, »Cuando al fin el pintor de Flandes fue venido,
a Flandes volo ir; regalos portaría. su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido:
Dijo ella: -Monseñor; escoged vos el día, cuando ya en su mansión con ella se ha metido,
10 mas no olvidéis la casa ni la persona mía. la señal que pintara no ha echado en olvido.
»Dijo don Pitas Payas: -Dueña de la hermosura, 35 »Dijo don Pitas Payas: -Madona, perdonad,
yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura mostradme la figura y tengamos solaz.
para que ella os impida hacer cuelquier locura. -Monseñor -dijo ella-, vos mismo la mirad:
Contestó: Monseñor; haced vuestra mesura. todo lo que quisieres hacet; hacedlo audaz.
15 »Pintó bajo su ombligo un pequeño cordero »Miró don Pitas Payas el sabido lugar
y marchó Pitas Payas cual nuevo mercadero; 40 y vio aquel gran carnero con armas de prestar.
estuvo allá dos años, no fue azar pasajero. -¿Cómo, madona, es esto? ¿Cómo puede pasar
Cada mes a la dama parece un año entero. que yo pinté corder y encuentro este manjar?
»Hacía poco tiempo que ella estaba casada, »Como en estas razones es siempre la mujer
20 había con su esposo hecho poca morada; sutil y mal sabida, dijo: -¿Qué, monseñer?
un amigo tomó y estuvo acompañada, 45 ¿Petit cordet; dos años, no se ha de hacer carner?
deshízose el cordero, ya de él no queda nada. Si no tardaseis tanto aún sería cordel.
»Cuando supo la dama que venía el pintor, »Por tanto, ten cuidado, no abandones la pieza,
muy deprisa llamó a su nuevo amador; no seas Pitas Payas, para otro no se cueza;
25 dijo que le pintase, cual supiese mejor, incita a la mujer con gran delicadeza
en aquel lugar mismo un cordero menor. 50 y si promete al fin, guárdate de tibieza.
14. 8. Dificultades de El Arcipreste para conquistar a 9. El Arcipreste se vale de una intermediara,
una mujer Trotaconventos, ante una dama: retrato de Juan
Ruiz
Amigos, grande es mi pena, y puesto estoy en la honda;
a la dama voy a hablar, quiera Dios bien me responda. —Señora —diz la vieja—, yo le veo a menudo;
¡Ay, Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza! el cuerpo tiene alto, piernas largas, membrudo,
¡Ay, qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza! la cabeza no chica, velloso, pescozudo,
¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buenandanza! el cuello no muy alto, pelinegro, orejudo.
Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos alza. Las cejas apartadas, negras como el carbón,
Pero tal lugar no era para conversar de amores; el andar muy erguido, así como el pavón,
acometiéronme luego muchos miedos y temblores, el paso firme, airoso y de buena razón,
los mis pies y las mis manos no eran de sí señores, la su nariz es larga; esto le descompón.
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores. Las encías bermejas, sonora voz usual,
Unas palabras tenía pensadas para decir, la boca no pequeña; son sus labios, tal cual,
la vergüenza ante la gente otras me hace proferir; más gruesos que delgados, rojos como el coral;
apenas era yo mismo, sin saber por dónde ir; las espaldas muy anchas; las muñecas, igual.
mis dichos y mis ideas no conseguían seguir. Ojos algo pequeños; de color, morenazo;
Hablar con mujer en plaza es cosa muy descubierta abombado su pecho y poderoso el brazo,
y, a veces, mal perro atado está tras la puerta abierta; bien cumplidas las piernas; el pie, chico pedazo.
es bueno disimular, echar alguna cubierta, Señora, no vi más; en su nombre os abrazo.
pues sólo en lugar seguro se puede hablar cosa cierta. Es ligero, valiente y muy joven en días;
en música, maestro; sabe de juglarías;
galante, muy alegre. ¡Por las zapatas mías!,
¡un hombre así no anda hoy por las travesías!
10. Una serrana deciros quiero una cosa,
pero sea Junto al fuego!»
Pasando yo una mañana -«Yo te llevaré a mi casa
el puerto de Malangosto y te mostraré el camino,
asaltóme una serrana encenderé fuego y brasa
tan pronto asomé mi rostro. y te daré pan y vino.
-«Desgraciado, ¿dónde andas? Pero ¡a fe!, promete algo
¿Qué buscas o qué demandas y te tendré por hidalgo. 14
por aqueste puerto angosto?» ¡Buena mañana te vino!»
Contesté yo a sus preguntas: Yo, con miedo y arrecido,
-«Me voy para Sotos Albos» le prometí un garnacha
Dijo: -«¡El pecado barruntas y ofrecí, para el vestido,
con esos aires tan bravos! un prendedor y una plancha.
Por aquesta encrucijada Dijo: -«Yo doy más, amigo.
que yo tengo bien guardada, ¡Anda acá, vente conmigo,
no pasan los hombres salvos.» no tengas miedo a la escarcha!».
Plantóseme en el sendero Cogióme fuerte la mano
la sarnosa, ruin y fea, y en su pescuezo la puso,
dijo: -«¡Por mi fe, escudero! como algún zurrón liviano
aquí me estaré yo queda; llevóme la cuesta ayuso.
hasta que algo me prometas, -«¡Desgraciado!, no te espantes,
por mucho que tú arremetas, que bien te daré que yantes
no pasarás la vereda.» como es en la tierra uso.»
Díjele: -«¡Por Dios, vaquera, Me hizo entrar mucha aína
no me estorbes la jornada! en su venta, con enhoto;
deja libre la carrera; y me dio hoguera de encina,
para ti no traje nada.» mucho conejo de Soto,
Me repuso: -«Entonces torna, buenas perdices asadas,
por Somosierra trastorna, hogazas mal amasadas
que aquí no tendrás posada.» y buena carne de choto.
Y la Chata endiablada,
¡que San Julián la confunda! 11. Petición final y fecha de copia
arrojóme la cayada
y, volteando su honda, Señores, os he servido con poca sabiduría;
dijo afinando el pedrero: para dar solaz a todos he hablado en juglaría.
-«¡Por el Padre verdadero, Un galardón solo pido por Dios: que en la romería
tú me pagas hoy la ronda!» ofrezcáis un Pater noster por mí y un Ave María.
Nieve había, granizaba, Era de mi y trescientos y ochenta y un años
hablóme la Chata luego fue compuesto este romance contra los males e daños
y hablando me amenazaba: que causan muchos y muchas a otros con sus engaños,
-«¡Paga o ya verás el juego!» y por mostrar a ignorantes dichos y versos extraños.
Dije yo:-«¡Por Dios, hermosa,
15. Don Juan Manuel, El conde Lucanor (Siglo XIV)
Exemplo XXXV: 65 la novia estaban con mucho miedo, pues pensaban que al día
Lo que sucedió a un mancebo que casó con una muchacha siguiente encontrarían al joven muerto o muy mal herido.
muy rebelde Al quedarse los novios solos en su casa, se sentaron a la mesa
y, antes de que ella pudiese decir nada, miró el novio a una y
Otra vez hablaba el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, otra parte y, al ver a un perro, le dijo ya bastante airado:
y le decía: 70 -¡Perro, danos agua para las manos!
-Patronio, un pariente mío me ha contado que lo quieren casar Como es natural, el perro no lo hizo. El mancebo comenzó a
5 con una mujer muy rica y más ilustre que él, por lo que esta enfadarse y le ordenó con más ira que les trajese agua para
boda le sería muy provechosa si no fuera porque, según le las manos. Pero el perro seguía sin obedecerle. Viendo que el
han dicho algunos amigos, se trata de una doncella muy perro no lo hacía, el joven se levantó muy enfadado de la
violenta y colérica. Por eso os ruego que me digáis si le debo 75 mesa y, cogiendo la espada, se lanzó contra el perro, que, al
aconsejar que se case con ella, sabiendo cómo es, o si le debo verlo venir así, emprendió una veloz huida, perseguido por el
10 aconsejar que no lo haga. mancebo, saltando ambos por entre la ropa, la mesa y el
-Señor conde -dijo Patronio-, si vuestro pariente tiene el fuego; tanto lo persiguió que, al fin, el mancebo le dio
carácter de un joven cuyo padre era un honrado moro, alcance, lo sujetó y le cortó la cabeza, las patas y las manos,
aconsejadle que se case con ella; pero si no es así, no se lo 80 haciéndolo pedazos y ensangrentando toda la casa, la mesa y
aconsejéis. la ropa.
15 El conde le rogó que le contase lo sucedido. Después, muy enojado y lleno de sangre, volvió a sentarse a
la mesa y miró alrededor. Vio un gato, al que mandó que
Patronio le dijo que en una ciudad vivían un padre y su hijo, trajese agua para las manos; como el gato no lo hacía, le
que era excelente persona, pero no tan rico que pudiese 85 gritó:
realizar cuantos proyectos tenía para salir adelante. Por eso -¡Cómo, falso traidor! ¿No has visto lo que he hecho con el
20 el mancebo estaba siempre muy preocupado, pues siendo tan perro por no obedecerme? Juro por Dios que, si tardas en
emprendedor no tenía medios ni dinero. hacer lo que mando, tendrás la misma muerte que el perro.
En aquella misma ciudad vivía otro hombre mucho más El gato siguió sin moverse, pues tampoco es costumbre suya
distinguido y más rico que el primero, que sólo tenía una hija, 90 llevar el agua para las manos. Como no lo hacía, se levantó el
de carácter muy distinto al del mancebo, pues cuanto en él mancebo, lo cogió por las patas y lo estrelló contra una
25 había de bueno, lo tenía ella de malo, por lo cual nadie en el pared, haciendo de él más de cien pedazos y demostrando
mundo querría casarse con aquel diablo de mujer. con él mayor ensañamiento que con el perro.
Aquel mancebo tan bueno fue un día a su padre y le dijo que, Así, indignado, colérico y haciendo gestos de ira, volvió a la
pues no era tan rico que pudiera darle cuanto necesitaba 95 mesa y miró a todas partes. La mujer, al verle hacer todo esto,
para vivir, se vería en la necesidad de pasar miseria y pensó que se había vuelto loco y no decía nada. 15
30 pobreza o irse de allí, por lo cual, si él daba su Después de mirar por todas partes, vio a su caballo, que
consentimiento, le parecía más juicioso buscar un matrimonio estaba en la cámara y, aunque era el único que tenía, le
conveniente, con el que pudiera encontrar un medio de llevar mandó muy enfadado que les trajese agua para las manos;
a cabo sus proyectos. El padre le contestó que le gustaría 100 pero el caballo no le obedeció. Al ver que no lo hacía, le
mucho poder encontrarle un matrimonio ventajoso. gritó:
35 Dijo el mancebo a su padre que, si él quería, podía intentar -¡Cómo, don caballo! ¿Pensáis que, porque no tengo otro
que aquel hombre bueno, que tenía una hija tan mala, se la caballo, os respetaré la vida si no hacéis lo que yo mando?
diese por esposa. El padre, al oír decir esto a su hijo, se Estáis muy confundido, pues si, para desgracia vuestra, no
asombró mucho y le preguntó cómo había pensado aquello, 105 cumplís mis órdenes, juro ante Dios daros tan mala muerte
pues no había nadie en el mundo que la conociese que, como a los otros, porque no hay nadie en el mundo que me
40 aunque fuera muy pobre, quisiera casarse con ella. El hijo le desobedezca que no corra la misma suerte.
contestó que hiciese el favor de concertarle aquel matrimonio. El caballo siguió sin moverse. Cuando el mancebo vio que el
Tanto le insistió que, aunque al padre le pareció algo muy caballo no lo obedecía, se acercó a él, le cortó la cabeza con
extraño, le dijo que lo haría. 110 mucha rabia y luego lo hizo pedazos.
Marchó luego a casa de aquel buen hombre, del que era muy Al ver su mujer que mataba al caballo, aunque no tenía otro, y
45 amigo, y le contó cuanto había hablado con su hijo, diciéndole que decía que haría lo mismo con quien no le obedeciese,
que, como el mancebo estaba dispuesto a casarse con su hija, pensó que no se trataba de una broma y le entró tantísimo
consintiera en su matrimonio. Cuando el buen hombre oyó miedo que no sabía si estaba viva o muerta.
hablar así a su amigo, le contestó: 115 Él, así, furioso, ensangrentado y colérico, volvió a la mesa,
-Por Dios, amigo, si yo autorizara esa boda sería vuestro peor jurando que, si mil caballos, hombres o mujeres hubiera en su
50 amigo, pues tratándose de vuestro hijo, que es muy bueno, yo casa que no le hicieran caso, los mataría a todos. Se sentó y
pensaría que le hacía grave daño al consentir su perjuicio o su miró a un lado y a otro, con la espada llena de sangre en el
muerte, porque estoy seguro de que, si se casa con mi hija, regazo; cuando hubo mirado muy bien, al no ver a ningún ser
morirá, o su vida con ella será peor que la misma muerte. Mas 120 vivo sino a su mujer, volvió la mirada hacia ella con mucha ira
no penséis que os digo esto por no aceptar vuestra petición, y le dijo con muchísima furia, mostrándole la espada:
55 pues, si la queréis como esposa de vuestro hijo, a mí mucho me -Levantaos y dadme agua para las manos.
contentará entregarla a él o a cualquiera que se la lleve de La mujer, que no esperaba otra cosa sino que la
esta casa. despedazaría, se levantó a toda prisa y le trajo el agua que
Su amigo le respondió que le agradecía mucho su advertencia, 125 pedía. Él le dijo:
pero, como su hijo insistía en casarse con ella, le volvía a pedir -¡Ah! ¡Cuántas gracias doy a Dios porque habéis hecho lo que
60 su consentimiento. os mandé! Pues de lo contrario, y con el disgusto que estos
Celebrada la boda, llevaron a la novia a casa de su marido estúpidos me han dado, habría hecho con vos lo mismo que con
y, como eran moros, siguiendo sus costumbres les prepararon ellos.
la cena, les pusieron la mesa y los dejaron solos hasta la 130 Después le ordenó que le sirviese la comida y ella le
mañana siguiente. Pero los padres y parientes del novio y de obedeció. Cada vez que le mandaba alguna cosa, tan
16. violentamente se lo decía y con tal voz que ella creía que su Pasados unos días, quiso su suegro hacer lo mismo que su
cabeza rodaría por el suelo. yerno, para lo cual mató un gallo; pero su mujer le dijo:
Así ocurrió entre los dos aquella noche, que nunca hablaba -En verdad, don Fulano, que os decidís muy tarde, porque de
135 ella sino que se limitaba a obedecer a su marido. Cuando ya nada os valdría aunque mataseis cien caballos: antes tendríais
habían dormido un rato, le dijo él: 160 que haberlo hecho, que ahora nos conocemos de sobra.
-Con tanta ira como he tenido esta noche, no he podido dormir
bien. Procurad que mañana no me despierte nadie y Y concluyó Patronio:
preparadme un buen desayuno. -Vos, señor conde, si vuestro pariente quiere casarse con esa
140 Cuando aún era muy de mañana, los padres, madres y mujer y vuestro familiar tiene el carácter de aquel mancebo,
parientes se acercaron a la puerta y, como no se oía a nadie, 165 aconsejadle que lo haga, pues sabrá mandar en su casa; pero
pensaron que el novio estaba muerto o gravemente herido. si no es así y no puede hacer todo lo necesario para
Viendo por entre las puertas a la novia y no al novio, su temor imponerse a su futura esposa, debe dejar pasar esa
se hizo muy grande. oportunidad. También os aconsejo a vos que, cuando hayáis
145 Ella, al verlos junto a la puerta, se les acercó muy despacio y, de tratar con los demás hombres, les deis a entender desde el
llena de temor, comenzó a increparles: 170 principio cómo han de portarse con vos.
-¡Locos, insensatos! ¿Qué hacéis ahí? ¿Cómo os atrevéis a El conde vio que este era un buen consejo, obró según él y le
llegar a esta puerta? ¿No os da miedo hablar? ¡Callaos, si no, fue muy bien.
todos moriremos, vosotros y yo!
150 Al oírla decir esto, quedaron muy sorprendidos. Cuando Como don Juan comprobó que el cuento era bueno, lo mandó
supieron lo ocurrido entre ellos aquella noche, sintieron gran 175 escribir en este libro e hizo estos versos que dicen así:
estima por el mancebo porque había sabido imponer su
autoridad y hacerse él con el gobierno de su casa. Desde Si desde un principio no muestras quién eres,
aquel día en adelante, fue su mujer muy obediente y llevaron nunca podrás después, cuando quisieres.
155 muy buena vida.
Actividades
1. Divide el exemplo que se cuenta en tres partes (planteamiento-nudo-desenlace) señalando lo más importante de cada una y
qué líneas ocupa.
2. Haz un breve resumen del exemplum.
3. Busca en un diccionario qué significa la palabra “misoginia” y justifica si en este texto aparece la misoginia.
4. Atrévete a dibujar un cómic con la historieta que se cuenta.
16
Un día un mozo le dice a su padre que Tras celebrarse la boda, los novios se
ha decidido casarse con una chica van a su nueva casa. Pero los parientes Antes de cenar el mozo mata salvajemente a su perro
mora, muy rica pero de mal carácter. temen que el mozo no salga vivo de su porque no le lavó las manos cuando se lo pidió.
primera noche.
Un día un hijo le propone a su padre que para
conseguir dinero le permita casarse con una chica de
familia rica
Pensando que la siguiente sería ella, la Al día siguiente el padre de la chica
A continuación hizo lo mismo con su gato e incluso con chica empezó a temblar y obedeció a la quiso emplear la misma estrategia con
su propio caballo. primera. su propia esposa pero...
Un día un hijo le propone a su padre que para
conseguir dinero le permita casarse con una chica de
familia rica
17. POESÍA DE CANCIONEROS (Siglo XV)
Canción 1 Canción 2 Canción 3
Ven, muerte, tan escondida Para jamás olvidaros, El amor ha tales mañas,
que no te sienta conmigo, ni ansias a mí olvidarme; que quien no se guarda de ellas,
porque el gozo de contigo para yo desesperarme si se le entra en las entrañas,
no me torne a dar la vida. y vos nunca apiadaros, no puede salir sin ellas.
¡ay, qué mal hice en miraros!
Ven como rayo que hiere, El amor es un gusano,
que hasta que ha herido No pueden mis ojos veros bien mirada su figura;
no se siente su ruido, sin que me causen sospiros es un cáncer de natura
por mejor herir do quiere. mi forzado requeriros, que come todo lo sano;
Así sea tu venida; mi nunca poder venceros; por sus burlas, por sus sañas,
si no desde aquí me obligo para siempre conquistaros de él se dan tales querellas,
que el gozo que habré contigo y vos siempre desdeñarme, que si entra en las entrañas,
me dará de nuevo vida. para yo desesperarme no puede salir sin ellas.
Comendador Escrivá y vos nunca apiadaros Florencia Pinar
¡ay, qué mal hice en miraros!
Fray Íñigo de Mendoza
Actividades
1. Estas tres canciones son de tema amoroso: precisa en cada caso qué aspecto de la relación amorosa se desarrolla.
2. En todos los poemas hay ciertos elementos del amor cortés, localízalos (sufrimiento amoroso, el amor como servicio,
exaltación de la amada…).
3. Describe la métrica de las tres canciones.
4. Enumera las figuras retóricas de las dos primeras composiciones.
5. La canción 3 presenta una cierta ambigüedad: ¿en qué consiste?
17
18. JORGE MANRIQUE, COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE (SIGLO XV)
I ¿qué se hicieron?
Recuerde el alma dormida, ¿Qué fue de tanto galán,
avive el seso e despierte qué de tanta invención
contemplando como trajeron?
cómo se pasa la vida, ¿Fueron sino devaneos,
cómo se viene la muerte qué fueron sino verduras
tan callando; de las eras,
cuán presto se va el placer, las justas e los torneos,
cómo, después de acordado, paramentos, bordaduras
da dolor; e cimeras?
cómo, a nuestro parecer, XVII
cualquier tiempo pasado Actividades ¿Qué se hicieron las damas,
fue mejor. Copla 1: busca una personificación y una sus tocados e vestidos,
II sus olores?
anáfora. ¿Qué se hicieron las llamas
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido Copla 2: explica con tus palabras el significado de los fuegos encendidos
e acabado, de esta copla. de amadores?
si juzgamos sabiamente, Copla 3: Investiga qué significa ‘señorío’ e ¿Qué se hizo aquel trovar,
daremos lo no venido interpreta esta copla 3. las músicas acordadas
por pasado. Copla 5: en esta copla hay una alegoría basada que tañían?
[...] en la metáfora de la vida como un camino. ¿Qué ¿Qué se hizo aquel danzar,
III otras metáforas componen la alegoría? aquellas ropas chapadas
Nuestras vidas son los ríos que traían?
Coplas 9, 16 y 17: ¿qué tópico aparece en
que van a dar en la mar, XXIX [Se refiere a su padre]
que es el morir; ambas?, ¿en qué se centra cada una de estas Non dejó grandes tesoros,
allí van los señoríos tres coplas? ¿Con qué tipo de vida las puedes ni alcanzó muchas riquezas
derechos a se acabar relacionar? ni vajillas;
e consumir; Copla 29 y 30: ¿qué valora Jorge Manrique de su mas hizo guerra a los moros
allí los ríos caudales, padre?, ¿por qué aparece la Muerte con ganando sus fortalezas
allí los otros medianos mayúsculas? e sus villas;
e más chicos, Analiza la métrica de cualquier copla. y en las lides que venció,
allegados, son iguales cuántos moros e caballos
los que viven por sus manos se perdieron; 18
e los ricos. y en este oficio ganó
V las rentas e los vasallos
Este mundo es el camino que le dieron.
para el otro, que es morada XXXIII
sin pesar; Después de puesta la vida
mas cumple tener buen tino tantas veces por su ley
para andar esta jornada al tablero;
sin errar. después de tan bien servida
Partimos cuando nascemos, la corona de su rey
andamos mientras vivimos, verdadero;
e llegamos después de tanta hazaña
al tiempo que fenecemos; a que no puede bastar
así que cuando morimos, cuenta cierta,
descansamos. en la su villa de Ocaña
IX vino la Muerte a llamar
Decidme: La hermosura, a su puerta,
la gentil frescura y tez XL
de la cara, Así, con tal entender,
la color e la blancura, todos sentidos humanos
cuando viene la vejez, conservados,
¿cuál se para? cercado de su mujer
Representación medieval de la muerte y de sus hijos e hermanos
Las mañas e ligereza
e la fuerza corporal e criados,
de juventud, dio el alma a quien se la dio
todo se torna graveza (el cual la ponga en el cielo
cuando llega el arrabal en su gloria),
de senectud. que aunque la vida perdió,
XVI dejonos harto consuelo
¿Qué se hizo el rey don Juan? su memoria.
Los infantes de Aragón
19. ROMANCERO VIEJO (Siglo XV)
Romance de Lanzarote y el Romance del Conde Olinos 2. ¿Qué función tiene la canción
Orgulloso que canta el conde Olinos?
Madrugaba el Conde Olinos,
3. Compara la función de la madre
Nunca fuera caballero mañanita de San Juan,
en la lírica tradicional (jarchas…) y
de damas tan bien servido a dar agua a su caballo
en este romance.
como fuera Lanzarote a las orillas del mar.
cuando de Bretaña vino, Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar: Romance del Conde Arnaldos
que dueñas cuidaban de él,
doncellas, de su rocino. las aves que iban volando ¡Quién hubiese tal ventura
Esa dueña Quintañona, se paraban a escuchar; sobre las aguas del mar
ésa le escanciaba el vino. caminante que camina como hubo el conde Arnaldos
La linda reina Ginebra detiene su caminar; la mañana de San Juan!
se lo acostaba consigo, navegante que navega Con un halcón en la mano
y, estando al mejor sabor, la nave vuelve hacia allá. la caza iba a cazar.
que sueño no había dormido, Desde la torre más alta Vio venir una galera
la reina toda turbada la reina le oyó cantar: que a tierra quiere llegar.
un pleito ha conmovido: -Mira, hija, cómo canta Las velas traía de seda,
-Lanzarote, Lanzarote, la sirenita del mar. la jarcia de un cendal;
si antes hubieras venido -No es la sirenita, madre, marinero que la manda
no hablara el Orgulloso que esa no tiene cantar; diciendo viene un cantar
las palabras que había dicho: es la voz del conde Olinos, que la mar hacía en calma,
que a pesar de vos, señor, que por mí penando está. los vientos hace amainar,
se acostaría conmigo. -Si por tus amores pena los peces que andan al hondo
Ya se arma Lanzarote, yo le mandaré matar, arribalos hace andar,
de gran pesar conmovido; que para casar contigo las aves que van volando
despídese de su amiga, le falta sangre real. al mástil van a posar.
pregunta por su camino. -¡No le mande matar, madre; Allí habló el conde Arnaldos,
Topó con el Orgulloso no le mande usted matar, bien oiréis lo que dirá:
debajo de un verde pino; que si mata la conde Olinos -Por Dios ruego, marinero, 19
combátanse de las lanzas, juntos nos han de enterrar! dígasme ahora ese cantar.
a las hachas han venido; -¡Que lo maten a lanzadas Respondióle el marinero,
ya desmaya el orgulloso, y su cuerpo echen al mar! tal respuesta le fue a dar:
ya cae en tierra tendido; Él murió a la media noche; -Yo no digo mi canción
le cortara la cabeza ella, a los gallos cantar. sino a quien conmigo va.
sin hacer ningún partido. A ella, como hija de reyes,
Vuélvese para su amiga, la entierran en el altar, 1. Este romance presenta diversos
donde fue bien recibido. y a él, como hijo de condes, elementos simbólicos: el mar, la
1. Resume el contenido del romance unos pasos más atrás mañana de San Juan (inicio del
y di de qué tipo es. De ella nace un rosal blanco; solsticio de verano) y la caza. ¿Qué
2. ¿Dónde hay un cambio en los de él, un espinar albar. representa cada uno de ellos?
tiempos verbales? Crece el uno, crece el otro, 2. ¿Qué efectos produce la mágica
los dos se van a juntar. canción del marinero en la
La reina, llena de envidia, naturaleza? ¿Por qué?
ambos los mandó cortar; 3. La mañana de san Juan, la
el galán que los cortaba «caza» del caballero, la belleza de
no cesaba de llorar. la nave, una canción que promete
De ella naciera una garza; tanta felicidad, el deseo del
de él, un fuerte gavilán. caballero por conocer esa
Juntos vuelan por el cielo, canción… explica qué sentido
juntos vuelan para a par. puede tener este romance.
4. Enumera los rasgos propios de
1. Resume el contenido del romance los romances que encuentres
y di de qué tipo es.
20. Fernando de Rojas (y un «antiguo autor»), Tragicomedia de Calisto y
Melibea o Celestina (1499 y 1502)
ARGUMENTO GENERAL DE TODA LA OBRA (en su lengua original)
Calisto fue de noble linaje, de claro ingenio, de gentil disposición, de linda criança, dotado de muchas gracias, de estado mediano.
Fue preso en el amor de Melibea, muger moça, muy generosa, de alta y sereníssima sangre, sublimada en próspero estado, vna sola
heredera a su padre Pleberio, y de su madre Alisa muy amada. Por solicitud del pungido Calisto, vencido el casto propósito della
entreueniendo Celestina, mala y astuta mujer, con dos seruientes del vencido Calisto, engañados y por ésta tornados desleales,
presa su fidelidad con anzuelo de codicia y de deleyte, vinieron los amantes y los que les ministraron, en amargo y desastrado fin.
[La presente antología está modernizada y adaptada para una fácil lectura escolar. Se puede leer una versión completa adaptada en el
este enlace]
1. Encuentro de Calisto y Melibea en el huerto. Calisto diviniza a su amada.
CALISTO. En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
MELIBEA. ¿En qué, Calisto?
CALISTO. En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te dotase, y hacer a mí, inmérito, tanta merced que verte alcanzase, y en
tan conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiese. Sin duda, incomparablemente es mayor tal galardón que el servicio,
sacrificio, devoción y obras pías que por este lugar alcanzar tengo yo a Dios ofrecido. ¿Quién vio en esta vida cuerpo glorificado de
ningún hombre como ahora el mío? Por cierto, los gloriosos santos que se deleitan en la visión divina no gozan más que yo ahora en el
acatamiento tuyo. Mas, ¡oh triste!, que en esto diferimos: que ellos puramente se glorifican sin temor de caer de tal bienaventuranza y yo,
mixto, me alegro con recelo del esquivo tormento que tu ausencia me ha de causar.
MELIBEA. ¿Por gran premio tienes éste, Calisto?
CALISTO. Téngolo por tanto, en verdad, que si Dios me diese en el cielo silla sobre sus santos, no lo tendría por tanta felicidad.
MELIBEA. Pues aun más igual galardón te daré yo si perseveras.
CALISTO. ¡Oh bienaventuradas orejas mías, que indignamente tan gran palabra habéis oído!
MELIBEA. Más desaventuradas de que me acabes de oír, porque la paga será tan fiera cual merece tu loco atrevimiento y el intento de 20
tus palabras ha sido. ¿Cómo de ingenio de tal hombre como tú haber de salir para
se perder en la virtud de tal mujer como yo? ¡Vete, vete de ahí, torpe!, que no
puede mi paciencia tolerar que haya subido en corazón humano conmigo en
ilícito amor comunicar su deleite.
CALISTO. Iré como aquel contra quien solamente la adversa fortuna pone su
estudio con odio cruel.
2. Calisto diviniza a su amada ante su criado Sempronio
SEMPRONIO. Digo que nunca Dios quiera tal, que es especie de herejía lo que
ahora dijiste.
CALISTO. ¿Por qué?
SEMPRONIO. Porque lo que dices contradice la cristiana religión.
CALISTO. ¿Qué a mí?
SEMPRONIO. ¿Tú no eres cristiano?
CALISTO. ¿Yo? Melibeo soy, y a Melibea adoro, y en Melibea creo, y a Melibea
amo.
SEMPRONIO. Tú te lo dirás. Como Melibea es grande, no cabe en el corazón de
mi amo, que por la boca le sale a borbollones. No es más menester; bien sé de qué
pie cojeas; yo te sanaré.
3. Calisto describe emocionado a su amada y Sempronio se burla.
CALISTO. Comienzo por los cabellos. ¿Ves tú las madejas del oro delgado que
hilan en Arabia? Más lindas son y no resplandecen menos; son tan largos que le
llegan hasta los pies; después cuando se los peina y los recoge con una delgada
cuerda, convierte a los hombres en piedra.
SEMPRONIO. (Hablando aparte) ¡Más en asnos! Grabado y argumento del acto I según la edición
CALISTO. ¿Qué dices? de 1499
SEMPRONIO. Dije que esos tales no serían cerdas de asno.
CALISTO. ¡Mira que eres torpe eres con esa comparación!
SEMPRONIO. (aparte) ¿Y tú estás cuerdo?
CALISTO. Los ojos verdes, rasgados, las pestañas largas, las cejas delgadas y alzadas, la nariz mediana, la boca pequeña, los dientes
menudos y blancos, los labios colorados y algo carnosos, el torno del rostro poco más largo que redondo, el pecho alto, la redondez y
forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar? Que se despereza el hombre cuando las mira. La tez lisa, lustrosa, su piel oscurece
la nieve, la color mezclada, como ella la escogió para sí.