2. Origen de la vocación misionera de la familia «Íntima comunidad de VIDA y de AMOR» (Gaudium et Spes, 48). No hay lugar mejor donde la vida y el amor sean el motor y al mismo tiempo el fruto.
3. Comunidad de santificación En la familia se aprenden las virtudes específicas del Evangelio como son: Misericordia Castidad Pureza del corazón Justicia Paz Mansedumbre
7. Reflexión ¿Cómo queremos sociedades comprensivas, si no hay comprensión entre los esposos y los hijos en el hogar? ¿Cómo queremos sociedades solidarias si dentro de la casa cada uno se busca nada más a sí mismo?
8. Conclusión La familia cristiana está llamada a poner al servicio de la sociedad su propio ser y obrar. La familia es Iglesia Doméstica, al servicio de la Iglesia y el mundo. La familia en su diario vivir debe construir no sólo en su hogar sino también en la sociedad. «Vayan por todo el mundo y proclamen el evangelio a toda creatura…» (Mc 16.16)
9. Oración «Señor, que hagamos de nuestra familia, una comunidad de personas al servicio de la vida, comprometida en el desarrollo de la sociedad y partícipe en la vida y misión de la Iglesia, mediante la fe, la oración y la caridad. Que nuestra Madre Santísima de Guadalupe nos acompañe siempre, en el empeño de hacer de nuestra familia, lo que Tú quieres y nosotros deseamos».