2. Biografía: (1561 – 1627)
Poeta cumbre de la poesía castellana. Nació
y murió en Córdoba durante su juventud
fue alegre, libertino e, incluso,
pendenciero. Para los veinte años ya
debiera estar ordenado de sacerdote, pero,
a causa de su vida licenciosa, no llegó a ser
sacerdote hasta los cincuenta años. A
través del duque de Lerma, por entonces
ministro del Rey, en 1617, fue nombrado
capellán (en Madrid) de Felipe III.
Viajó mucho por toda España: Madrid,
Salamanca, Granada, Cuenca, Toledo.
Asistió a muchas tertulias y academias
literarias. De carácter arisco, criticó a
muchos poetas de su tiempo y, a su vez, fue
criticado por ellos. Murió de apoplejía a los
65 años, aunque años antes ya había
perdido la memoria.
3. Este trágico final se debió a la muerte de su
protector y amigo, el duque de Lerma, al cual le
dedicas su Panegírico, también su conocida afición
al juego llevaron a Góngora a una grave situación
económica, por lo que tuvo que ganarse el favor del
siempre omnipotente conde-duque de Olivares,
ministro del Rey. Dos de sus grandes enemigos
fueron Quevedo y Lope de Vega, aunque también
tuvo grandes admiradores como el conde de
Villamediana o los humanistas Pedro de Valencia y
fray Hortensio de Paravicino.
4. El motivo de la enemistad se radica en el carácter
innovador de su poesía, cabeza del estilo literario
conocido por culteranismo, busca la oscuridad a
través de la acumulación de referencias mitológicas,
metáforas, hipérboles, juegos de palabras,
cultismos y todo tipo de recursos literarios en una
lengua de sintaxis complicada, llena de hipérbatos y
largas perífrasis
En la fábula de Polifemo y Galatea, Polifemo era
un ciclope y Galatea era una nereida.
5. TEMATICA:
En su poesía se distinguen claramente dos períodos: el tradicional, en que hace
uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello usa canciones, tercetos,
décimas, romances, letrillas, etc. Este período va hasta el año 1610, en que
cambia rotundamente para volverse culterano, haciendo (como anteriormente se
ha mencionado) uso de metáforas difíciles, empleando mucha mitología griega,
utilizando para ello muchos neologismos, hipérbatos, etc. haciendo, a veces, muy
difícil su lectura.
Su obra culteralista se inicia en 1610 con la Oda a la toma de Larache y continua
con la fábula de Polifemo y Galatea (1613), las Soledades (1613) y el Panegírico al
duque de Lerma (1617). Su poesía fue revalorizada por la generación poética de
1927.
6. Se suele hacer de su obra una división tradicional:
a) Poemas menores: romances, letrillas décimas, canciones y sonetos.
b) Poemas mayores: La fábula de Polifemo y Galatea, Soledadoes y el Panegírico
dedicado al Duque de Lerma.
c) Teatro.
Su producción poética, como sucedía en la época no fue publicada hasta después
de su muerte, eso sí tuvo una amplia difusión a través de copias manuscritas y
contribuciones sueltas recogidas en diferentes colecciones.
Pocos poetas han suscitado una polémica tan encrespada y significativa. El
“Gongorismo” fue una auténtica piedra arrojada al lago de los círculos cortesanos.
Góngora creó una nueva forma lírica basada en la ornamentación de lo externo y
el hermetismo del contenido.
7. Su fama fue enorme durante el Barroco, aunque su prestigio y el conocimiento de
su obra decayeron luego hasta bien entrado el siglo XX, cuando la celebración del
tercer centenario de su muerte (en 1927) congregó a los mejores poetas y
literatos españoles de la época (conocidos desde entonces como la Generación
del 27) y supuso su definitiva revalorización crítica.
8. Sonetos [heroicos, satíricos, atribuibles,
fúnebres, sacros, morales], Fábula de
Píramo y Tisbe, Fábula de Polifemo y
Galatea:
Inscripción al sepulcro de Dominico
Greco (1614):
Esta en forma elegante, ¡oh peregrino!,
de pórfido luciente dura llave,
el pincel niega al mundo más suave
que dio espíritu a leño, vida a lino.
Su nombre, aun de mayor aliento dino
que en los clarines de la Fama cabe,
el campo ilustra de este mármol grave,
venéralo y prosigue tu camino.
Yace el griego, heredó Naturaleza
arte y el Arte estudio, Iris colores,
Febo luces, si no sombras Morfeo.
Tanta urna, a pesar de su dureza,
lágrimas beba, y cuantos suda olores
corteza funeral de árbol sabeo.
Fábula de Píramo y Tisbe:
Esparcidos imagina
por el fragoso arcabuco,
¿ebúrneos diré o divinos?
divinos digo, y ebúrneos, 408
los bellos miembros de Tisbe,
y aquí otra vez se traspuso,
fatigando a Praxiteles
sobre copiallo de estuco. 412
La Parca, en esto, las manos
en la rueca y en el huso,
y los ojos, como dicen,
en el vital estatuto, 416
inexorable sonó
la dura tijera, a cuyo
mortal son, Píramo, vuelto
del parasismo profundo, 420
9. La Fabula de Píramo y Tisbe es un largo poema de Góngora:
un romance de más de quinientos versos, escrito en 1618.
Resume a la perfección los rasgos más sobresalientes de la
poesía gongorina: su tendencia al cultismo junto a su gusto
por lo popular, la visión burlesca de la realidad y la reflexión
seria, el refinamiento exquisito al lado de la expresión vulgar.
Este poema heroico-cómico narra grotescamente un tema
mitológico grave y serio. Con ello, el poeta barroco está
burlándose, con actitud distanciada de sus propios mitos.
el acero que Vulcano
templó en venenosos zumos,
eficazmente mortales
y mágicamente infusos, 424
valeroso desnudó,
y no como el otro Mucio
asó intrépido la mano,
sino el asador tradujo 428
por el pecho a las espaldas.
¡Oh tantas veces insulso
cuantas vueltas a tu yerro
los siglos darán futuros! 432
¿Tan mal te olía la vida?
¡Oh bien hideputa puto
el que sobre tu cabeza
pusiera un cuerno de juro! 436