Guayana. Más medios ¿Mayor libertad? Oscar Murillo
1. Guayana. Más medios ¿Mayor libertad?
Oscar Murillo
níbal Hernández, un juez civil del estado Aragua que nació en Upata
A al sur del estado Bolívar, fue el anfitrión en las tierras guayanesas de
un par de turistas nacionales: Alfonso Ruiz, procedente de Valencia
(estado Carabobo) y Mariela Ramírez, una margariteña que se mudó a
Colombia hace tres años.
Ruiz y Ramírez llegaron a Ciudad Guayana a visitar los sitios de interés
para los foráneos (Parque La Llovizna, embalse Guri, puentes sobre el
Orinoco, etc.), y en medio del traslado a uno de los lugares, se detuvieron
en un café para revisar la prensa cuyo contenido mayoritariamente refería
a la noticia Laboral. “¿Qué es eso?”, preguntó Ruiz, luego de la evocación
“Laboral”. Su amigo y guía le explicó que los periódicos en Guayana
dedican gran centimetraje a los conflictos sindicales, y en general a la
dinámica socio-económica que gira alrededor de las empresas básicas.
Quizás por el alto contenido Laboral, o porque los trabajadores que
llegaron a esta zona procedente de todos los rincones del país requerían
conocer qué ocurría en sus lugares de orígenes, permitió una actividad perio-
dística importante en Ciudad Guayana, que además encuentra una conexión
histórica con el nacimiento del Correo del Orinoco, fundado el 27 de junio
de 1818, en Ciudad Bolívar, con el objetivo de difundir los avances de las
fuerzas republicanas en la guerra de Independencia. Hoy los periodistas vene-
zolanos celebran su día cada 27 de junio para recordar este hecho.
Los testimonios descritos al principio, así como el breve relato histórico,
ayudan a entender a grandes rasgos la situación de la libertad de expresión
en el sur del país, un lugar aún inhóspito, cuyas capitales de municipios son
a menudo modificadas sin razón por los medios nacionales, sobre todo los
televisivos y radiales.
Sin embargo, es la constitución del polo industrial de Guayana la que
determina luego el surgimiento de medios, como otros sectores económicos.
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2. VENEZUELA: SITUACIÓN DEL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN
El Estado benefactor fundamentaba sus bases en el estado que lleva el nombre
del Libertador.
Ahora, cuando el proyecto industrial entró en una fase de severa crisis
operativa y financiera, los recursos se agotan y los medios buscan nuevas
formas de comercialización, apuntando al sector privado, sólo que éste no
goza de la independencia de las empresas básicas, que “cuando estornudan”
causa pulmonías en varios actores empresariales y negocios.
A la par del desarrollo de Sidor, Alcasa, Venalum, Bauxilum (antes
Interalúmina) y Ferrominera, los medios en esta etapa acompañaron a los
nuevos pobladores a levantar la ciudad, ser testigos para registrar la historia
llena de éxitos y sinsabores. Los frutos son recogidos en tiempos de creciente
pugnacidad política, tiempos definitorios para el futuro de la nación.
Libertad, ética y trabajo
Pero cabe preguntarnos ¿Ha sido este aprovechamiento de los recursos natu-
rales no renovables, el más eficiente, teniendo como norte, el pleno desa-
rrollo del hombre en sociedad? Estas y otras interrogantes surgen, no sólo
en los predios intelectuales y académicos, sino en el ciudadano común, en
ese guayanés que en alguna parte de su cerebro, razón y corazón, retumban
palabras como Sidor, Venalum, Ferrominera, Alcasa, Interalumina y Bauxiven
(ahora Bauxilum), Carbonorca, Fesilven, entre otras tantas empresas esta-
tales, agrupadas en la Corporación Venezolana de Guayana.
Si acaso se hace alusión al sector privado, entonces los mismos traba-
jadores, hombres y mujeres llenos de sueños e ilusiones, pronuncian Orinoco
Iron, Comsigua, Sidetur. Sólo que éstas pasaron en los últimos dos años a
manos del Estado.
Todas estas empresas han sido factores fundamentales en el proceso
industrial de Ciudad Guayana, desarrollando proyectos tecnológicos que
buscaban un mayor aprovechamiento de los minerales, convirtiéndose así
esta ciudad, en la más industrial de Venezuela, a la par de Punto Fijo con
sus plantas refinadoras de petróleo y de aquellas ciudades del centro del
país con una ardua actividad manufacturera.
Sólo es posible medir la importancia de la comunicación social, y en
consecuencia de los medios de comunicación en la sociedad, si por un instante
se imaginara que éstos, por alguna razón inexplicable, no existiesen.
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3. GUAYANA. MÁS MEDIOS ¿MAYOR LIBERTAD?
En pleno siglo XXI −una sociedad denominada por no pocos investi-
gadores como “sociedad de la información o informacional”− debido al auge
y preponderancia de las comunicaciones en todo el enramado social, el papel
de los comunicadores, aquellos que están detrás de los medios y que
cumplen con la función de informar, es tema recurrente y motivo de
intensas discusiones en todo el mundo.
¿Qué función debe cumplir un comunicador, cuál debe ser su papel en
la sociedad y en qué medida está en la disposición de interpretar los cambios
bruscos y repentinos que acontecen a diario? Las respuestas que se han
conocido hasta ahora configuran un diálogo en un estado precoz, inmaduro,
que apenas comienza y quizás sea trascendental en el futuro de la huma-
nidad, aunque la afirmación parezca un poco apresurada.
Si en un estado del país la relación Estado–medios de comunicación es
tan estrecha es en Bolívar. Los medios libran una batalla por la libertad
comercial, la mayoría concede favores (espacios que se convierten en propa-
ganda oficial) para ganar pautas, dejando a un lado los principios periodís-
ticos.
El medio que ponga freno a esta situación, es criminalizado y amenazado,
aparte de ser excluido en la repartición de la publicidad estatal. Los perio-
distas son mencionados en tono despreciativo en las ruedas de prensa por
los voceros gubernamentales, aunque no en la población ni en las bases sindi-
cales o políticas, donde si bien la polarización ha encontrado espacio, no
agreden al periodista, porque sabe que dicho medio es el que va a recibir
la denuncia de un robo, bote de agua o de irregularidades en las empresas
básicas.
Ha ocurrido también que los medios nacen como soporte de otras acti-
vidades económicas del propietario, digamos ése ha sido una característica
que define la propiedad de los medios de comunicación en el estado Bolívar,
lo cual al no haber una separación clara de los negocios, compromete la
credibilidad periodística.
El esquema que se viene planteando en este apartado, permite afirmar
que la actual estructuración de Ciudad Guayana es, propiamente, el diseño
y funcionamiento de una ciudad nueva surgida a raíz del aprovechamiento
de las riquezas naturales de Guayana. Fueron las condiciones naturales las
que llevaron el gran peso a la hora de configurar una ciudad, que, hoy en
día, sus habitantes comienzan a preguntarse por ella.
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4. VENEZUELA: SITUACIÓN DEL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN
La actual generación y las venideras dirán qué tan justo fue ese apro-
vechamiento, cómo se vio reflejado los ingresos provenientes del proceso
industrial en la ciudad, para nombrar solo algunas de las tantas interrogantes
que irán surgiendo a través de los años. Sería un ejercicio saludable para el
bien de todos, pues una ciudad que no se cuestiona así misma, está condenada
al fracaso, a la desidia y pasará tristemente al olvido. De fundamental tras-
cendencia será el papel que jueguen en este contexto los medios de comu-
nicación, si aceptan el rol de testigos cómplices de la mentira y el desastre
técnico que hunde la herencia industrial de hierro, acero y aluminio.
En igual importancia se circunscribe el desempeño de las cuatros
escuelas de comunicación social que hacen vida en Guayana, en orden de
fundación, Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Universidad
Bicentenaria de Aragua (UBA), Universidad Bolivariana de Venezuela.
Asimismo otros núcleos universitarios que ofrecen la carrera de periodismo
en el Oriente del país.
Los medios deben elegir entre garantizar el equilibrio social, reivindi-
cando el trabajo como motor del bien común, o ceder a las ambiciones del
poder y formar parte del coro que aplaude y difunde las ideas de grupos
económicos para afianzar su influencia en la ciudadanía. Mucho trabajo por
delante, retos y desafíos en manos de los profesionales de la comunicación,
cuyo esfuerzo y convicción en el oficio pudiera echar por tierra vicios de
un periodismo genuflexo, sin criterios definidos y falta de visión de la
sociedad.
Un grave precedente…
Para este capítulo hemos seleccionado el caso de la periodista Raiza Villa
que fue despedida tras la presión que ejercieron las autoridades del Cuerpo
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) sobre el
propietario del medio.
El hecho ocurrió la noche del 8 de diciembre de 2010, cuando el comi-
sario Carlos Tovar, Jefe de Región del CICPC en dicho estado, visitó uno
de los nuevos diarios de Guayana, El Venezolano. Allí se reunió con el
empresario Orlando Aguilar, dueño del medio, a quien le solicitó la salida
inmediata de Villa, y éste sin mayor resistencia aceptó.
Dos días después, la directiva del Colegio Nacional de Periodistas
Seccional Ciudad Guayana se pronunció ante las diferentes amenazas
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5. GUAYANA. MÁS MEDIOS ¿MAYOR LIBERTAD?
contra varios de sus agremiados, las cuales han arrojado hasta despidos injus-
tificados por las presiones que han hecho algunos funcionarios públicos a
medios de comunicación social en el estado Bolívar, donde se pretende que
los periodistas sean complacientes por conveniencia de una u otra fuente
informativa.
La secretaria general del CNP – Ciudad Guayana, Angélica Fereira Rojo,
esgrimió en esa oportunidad la violación de la Ley del Ejercicio del
Periodismo, del Código de Ética del Periodista Venezolano, al margen de
los artículos infringidos de Ley Orgánica del Trabajo en el procedimiento
de despido de la periodista antes mencionada.
La periodista cuyos derechos fueron lesionados mostró durante la
rueda de prensa las fotos de los funcionarios que acompañaron al mencionado
Comisario Jefe del CICPC, Carlos Tovar, cuando fue a exigir al editor de
El Venezolano, que la despidiesen de sus funciones como periodista de la
fuente sucesos.
El hecho pasó desapercibido en la opinión pública, y el silencio entre
periodistas es más que preocupante. Además que evidencia la fragilidad
gremial, demuestra la poca sensibilización a temas de defensa de los derechos
de un profesional. Que un jefe regional del Cicpc entre a un medio como
“perro por su casa” –como reza el adagio popular– para exigir la remoción
de una periodista, y de paso lo logre muy fácilmente, constituye un grave
precedente en la historia de la libertad de prensa en el estado Bolívar; lo
cual reafirma el peso del Estado sobre el resto de la instituciones de la
sociedad.
No juzgamos las razones que causaron la molestia en este cuerpo de
seguridad, pero ello no permite la actuación registrada, porque existen los
canales administrativos y jurídicos para proceder ante una información que
se considere infundada o errónea por parte de un comunicador.
Este hecho fue visible, se conoció. ¿Cuántos no pasan de estos a diario
sin que el periodista se entere qué está detrás de tal o cual despido? ¿Por
qué el propietario del medio no presentó mayor resistencia a la petición
del vocero policial? ¿Por qué faltó una condena contundente a este hecho
en el gremio periodístico?
En una zona de vasta propiedad estatal las voces se ocultan. El Estado
es incluso responsable o un gran empleador de periodistas, cuyas funciones
en los departamentos de prensa o relaciones institucionales en las empresas
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6. VENEZUELA: SITUACIÓN DEL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN
prácticamente los apartan de la actividad pública, para defender un derecho
determinado o, sencillamente, expresar una posición política.
En este sistema la crítica es menor, la capacidad de debate está restringida
a los intereses de un grupo partidista, más aún en un espacio geográfico
tomado como globo de ensayo del modelo socialista que propugna el
Gobierno del presidente Hugo Chávez. Incluso los trabajadores que simpa-
tizan de las políticas oficiales, pero que igual presentan denuncias por el
desarrollo de los proyectos, encuentran dificultades a la hora de manifestar
esa inconformidad.
Propiedad estatal
Las estatizaciones han incidido en la pauta publicitaria de los medios de
comunicación social de Ciudad Guayana. Desde el 2008, han sido expro-
piadas 11 empresas en la región, principalmente de los sectores hierro y
acero, que anteriormente tenían presencia publicitaria en medios impresos,
televisivos y radiales.1
Las expropiaciones iniciaron con Sidor en el 2008, con elevada presencia
en los medios, aunque se desconocen cifras precisas de inversión publici-
taria. En el 2009, cuatro empresas del sector privado –Materiales Siderúrgicos
(Matesi), Venezolana de Prerreducidos Caroní (Venprecar), Complejo
Siderúrgico Guayana (Comsigua), Orinoco Iron– dedicadas a la fabricación
de briquetas pasaron a manos del Estado. Su inversión en publicidad se redujo
significativamente.
Además de las expropiaciones concretas, el mandatario nacional ha
amenazado con estatizar a las transportistas de materias primas así como a
las contratistas de las industrias básicas. La merma productiva2 de las esta-
tales del aluminio, el hierro y el acero, además de las amenazas, han dismi-
nuido el ritmo de inversión de las empresas privadas en los medios de comu-
nicación.
En el 2010, específicamente, el Ejecutivo anunció la expropiación de
Frigoríficos Ordaz S.A. (Friosa), luego de una ocupación temporal por más
[1] María Ramírez Cabello: La propiedad estatal se consolida en Guayana. Correo del Caroní, 07 de noviembre
de 2010. Consulta en Línea <http://www.correodelcaroni.com/archivo/archivo.php?id=165713>.
[2] María Ramírez Cabello: Por falta de insumos se atrasa recuperación del sector aluminio. El Universal, 06
de septiembre de 2010. Consulta en Línea <http://economia.eluniversal.com/2010/09/06/eco_art_por-
falta-de-insumos_2028961.shtml>.
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7. GUAYANA. MÁS MEDIOS ¿MAYOR LIBERTAD?
de tres meses, así como de la Siderúrgica del Turbio C.A. (Sidetur) con una
planta en Guayana.
En ambos casos, las estatizaciones han implicado una disminución en
inversión que, por supuesto, afecta la inyección de recursos en el ámbito
publicitario.
La discriminación publicitaria sigue siendo clara. Es evidente, al realizar
una revisión de la prensa, que medios que no mantienen una posición crítica
al Gobierno son los que reciben la mayor cantidad de publicidad oficial.
Los medios, con clara tendencia crítica, no forman parte de la cartera de
espacios publicitarios para los entes gubernamentales.
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