T11. La inflación, desinflación y deflación. (Capítulo 16)
A. El dinero y la inflación. Los efectos de la inflación.
B. La inflación y los tipos de interés. La deflación.
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Tema 11: Inflación, desinflación y deflación
Por qué los intentos de recaudar “impuestos de la inflación”
imprimiendo dinero pueden llevar a tasas altas de inflación
Cómo una inflación alta puede convertirse en una hiperinflación
cuando la gente intenta evitar pagar este “impuesto de la
inflación”
Los costes agregados de inflación y desinflación, y el debate
sobre la tasa de inflación óptima.
Por qué niveles moderados de inflación pueden ser difíciles de
eliminar.
Por qué deflación es un problema grave para la política
económica.
¿Qué aprenderemos en este tema?
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Dinero e inflación
Entre 1985 y 1995 Brasil demostró lo que es realmente una
inflación tremenda — hasta 3,000% por año. En 1992, los
Brasileños reclamaban un nuevo gobierno en las calles.
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Dinero y precios
Según el modelo clásico del nivel de precios, la cantidad
real de dinero esta siempre en su nivel de equilibrio de largo
plazo.
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El impuesto de la inflación
El “impuesto de la inflación” es la reducción en el
valor real del dinero causada por la inflación que sufren los
que mantienen el dinero en su cartera: es igual al la tasa de
inflación multiplicado por la oferta monetaria.
El valor real de los recursos que el gobierno recauda así
esta reflejado por el “impuesto de la inflación real”: la tasa
de inflación multiplicado por la oferta monetaria real.
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La lógica de la hiperinflación
Para evitar en parte el pago del “impuesto de la inflación” la
gente mantiene menos dinero (en términos reales) en su
cartera. Así el gobierno esta obligado a incrementar la tasa
de inflación para recaudar el mismo importe del “impuesto
de inflación real”.
En algunos casos, esto lleva a un circulo vicioso de
disminución de la oferta monetaria real y una tasa de
inflación creciente, lo que lleva a una hiperinflación ,
y una crisis financiera.
En 1923, el dinero de Alemania valía tan poco que los
niños usaban pilas de billetes como bloques de
construcción.
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Los Efectos de la inflación
Ganadores y perdedores de la inflación inesperada:
El tipo de interés real es igual al tipo de interés nominal menos la
tasa de inflación. La inflación esperada está tomada en cuenta
en el tipo de interés nominal de un préstamo.
Una inflación más alta que esperada beneficia a los prestatarios y
daña a los prestamistas, y viceversa.
Inflación esperada y tipos de interés:
Según el efecto Fisher, la inflación esperada aumenta el tipo de
interés nominal uno-por-uno de tal manera que el tipo de interés
real se mantiene sin cambios.
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El coste de la inflación
Costes en suela de zapatos son los costes de
transacciones que surgen de los esfuerzos de la gente de evitar el
impuesto de la inflación
Costes de menú son los costes de cambiar los precios
Costes de unidad de cuenta son los costes derivados del
hecho que el dinero deja de ser una medida fiable del valor.
Evitar los costes en suela de zapatos daría argumentos en favor
de tasas de inflación negativas (deflación).
Evitar costes de menú y de unidad de cuenta favorecerían una
tasa de inflación de cero.
En la practica los bancos centrales optan por bajas pero positivas
tasas de inflación.
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Inflación moderada y desinflación
Algunos países pueden experimentar tasas de inflación moderadas
aunque no necesitasen imprimir dinero para cubrir el déficit público:
o a causa de oportunismo político o
a causa de ilusiones políticas.
(los dos están relacionados con intentos de usar inflación para reducir la
tasa de desempleo a niveles por debajo de su tasa natural)
Cuando eso pasa, reducir la inflación a niveles normales puede ser
difícil porque la desinflación puede ser muy costoso – porque
requiere un sacrificio de grandes cantidades de producción potencial y
causa niveles altos de desempleo.
Algunos economistas argumentan que los costes de la desinflación
pueden ser reducidos si los responsables de la política económica
expresan explícitamente su determinación de reducir la inflación.
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Perturbaciones de la oferta
Otro factor que contribuyó al auge de la inflación en
EEUU en los años ‘70 y su declive en los ’80 era una
serie de perturbaciones (choques) de la oferta, primero
negativas y luego positivas.
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Efectos de la deflación
Efectos de la deflación inesperada:
Deflación de deuda (Fisher 1933) es la situación donde
la deflación causa una reducción en la demanda agregada.
Esto puede pasar porque la deuda crece en términos reales
cuando hay deflación y los prestatarios tienen que reducir su
inversión o su consumo para poder pagar los prestamos.
La reducción de la demanda agregada puede llevar a una
deflación aún más grave y se produce un circulo vicioso que
puede intensificar drásticamente la recesión y convertirla en
depresión como en los años 30.
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Efectos de la deflación
Efectos de una deflación esperada:
Hay un límite cero para el tipo de interés nominal: no
puede ser inferior a cero.
Una situación donde la política monetaria no puede ser
aplicada porque los intereses nominales no pueden bajar
más que a cero es conocida como trampa de liquidez.
Starting at E1, an increase in the money supply shifts the aggregate demand curve rightward, as shown by the movement from AD1 to AD2. There is a new short-run equilibrium at E2 and a higher price level at P2. In the long run, nominal wages adjust upward and push the SRAS curve leftward to SRAS2. The total percent increase in the price level from P1 to P3 is equal to the percent increase in the money supply. In the classical model of the price level, we ignore the transition period and think of the price level as rising to P3 immediately. This is a good approximation of the conditions of high inflation.
In the late 1980s and early 1990s, surges in the rate of money supply growth in Brazil were reflected in nearly simultaneous surges in inflation, with no obvious lag.
Source: International Monetary Fund.
Between 1985 and 1995, Brazil’s money supply and aggregate price level grew in close tandem—and by a huge amount. In this figure, both are expressed as index numbers, with 1985 = 1. Over the 10-year period, the money supply and the aggregate price level both rose by 100 billion percent.
D0 and S0 are the demand and supply curves for loanable funds when the expected inflation rate is 0%. At an expected inflation rate of 0%, the equilibrium nominal interest rate is 4%. Expected inflation pushes both the demand and supply curves upward by 1 percentage point for every point of inflation. D10 and S10 are the demand and supply curves for loanable funds when the expected inflation rate is 10%. Expected inflation raises the equilibrium nominal interest rate to 14%. The real interest rate remains at 4%, and the equilibrium quantity of loanable funds also remains unchanged.
The Fisher effect tells us that each percentage point of expected inflation raises the nominal interest rate by 1 percentage point. These data show the short-term interest rate and the inflation rate in the United States over the past half-century. They moved roughly together, both reaching a double-digit peak around 1980.
Sources: Bureau of Labor Statistics; Federal Reserve Bank of St. Louis.
If the government makes an effort to keep unemployment below the natural rate of unemployment, the short-run Phillips curve implies that this will lead to a higher inflation rate than people expect.
Over time, however, people will come to expect this higher level of inflation, and the short-run Phillips curve will shift upward. If the government insists on keeping unemployment below its natural rate, this will lead to further increases in expected inflation, and so on.
So keeping unemployment below its natural rate requires an ever-higher rate of inflation. This analysis suggests that policy makers should not try to achieve an unemployment rate below the natural rate. However there can be political opportunism and/or wishful thinking.
Panel (a) shows the U.S. “core” inflation rate, which excludes food and energy. It shows the sharp fall in inflation during the 1980s. Panel (b) shows that disinflation came at a heavy cost: the economy developed a huge output gap, and actual aggregate output didn’t return to potential output until 1987. If you add up the output gaps over the period, you find that the economy sacrificed about 18% of a year’s real GDP. If we had to do that today, it would mean giving up more than $2 trillion in goods and services.
Sources: Bureau of Labor Statistics; Congressional Budget Office.
During the 1990s, Japan slipped into deflation. The Bank of Japan tried to fight this by reducing the call money rate, the short-term interest rate that corresponds to the Federal funds rate in the U.S. By 1996, however, the call money rate was close to 0%—and by 2004 it actually was 0%, its lower limit. Japan found itself in a liquidity trap, with no room for monetary expansion.
Source: International Monetary Fund.