Tarea criminologia el fracaso de la prisión como problema criminológico
1. UNIVERSIDAD AUTONOMA DE DURANGO
MAESTRIA: CIANCIAS FORENSES Y VICTIMOLOGIA
BLOQUE: CRIMINOLOGIA
“TRABAJO DE INVESTIGACION SOBRE EL FRACASO DE LA PRISION COMO PROBLEMA
CRIMINOLÓGICO ACTUAL”
DOCENTE: M. CARLOS ALBERTO PRADO PEREZ
ALUMNA: LIC. GIANNINA GUADALUPE MUÑOZ AMARAL
FECHA: 9 DE DICIEMBRE DEL 2012.
1
2. Índice
EL FRACASO DE LA PRISIÓN COMO PROBLEMA CRIMINOLÓGICO……………………………………..4
Problemas comunes en las cárceles, desde la no clasificación
de los delincuentes, la sobrepoblación de las cárceles, la
corrupción y drogas dentro de las cárceles…………………………………..……...................................4
EL FRACASO DE LA PRISIÓN COMO PRISIÓN PREVENTIVA…………………………………………………5
EL FRCASO DE LA PRISIÓN COMO PENA……………………………………………………………………………5
EDEFECTOS DE LA PRISIÓN…………………………………………………………….........................................6
PENAS LARGAS Y CORTAS DE PRISIÓN………………………………………………………………………………7
SALUD MENTAL Y CONDICIONES DESFAVORABLES PARA LOS PRESOS……………………………...7
CONCLUSION……………………………………………………………………………….……………………………………..8
PROPUESTAS………………………………………………………………………………..……………………………………..9
2
3. INTRODUCCIÓN
La crisis o el fracaso de la prisión se deben a la acción de factores de su organización y
métodos tradicionales. Tal prisión se ha contaminado en todos los defectos de las penas del
pasado, es tan notable la crisis de la prisión, pues en todos lados se intentan nuevos medios
para cambiar su imagen, así se incluyen salidas transitorias para trabajar y estudiar, franquicias
o salidas especiales, centros de tratamiento comunitario, hogares de transición, tratamiento
especial y separado para drogadictos, etcétera.
En tal trabajo se explica el porqué del fracaso de la prisión, como problema
criminológico actual, en donde Zaffaroni nos da una clasificación de los problemas que se
presentan en las cárceles. De igual forma se especifica el fracaso de la prisión preventiva, el
fracaso de la prisión como pena, los defectos de la prisión, un concepto general sobre penas
cortas y largas de prisión, salud mental y condiciones desfavorables para los presos.
El Derecho Penal está enfermo de pena de prisión, por tal razón, la prisión constituye
hoy en día el núcleo de los sistemas penales del mundo, constituye el criterio sancionador del
hombre corriente, ocupa el centro de todos los sistemas actuales del Derecho Penal. El notorio
abuso de la pena de prisión ha causado un franco deterioro en todo el sistema penal, las
esperanzas que alguna vez se depositaron en ella, se han desvanecido, y estamos de acuerdo
de que las mejores cárceles puede decidirse que son criminógenas, que corrompen en un índice
altamente y preparan a la reincidencia.
Al desaparecer, al menos en teoría, las penas corporales, la prisión cobró su vacío y se
alzó como la pena principal en todo el mundo en la lucha contra la criminalidad media y grave.
La cárcel se convirtió en la alternativa más importante, a la muerte de las torturas, y conforma
el principal camino de minimización de violencia y racionalización de las penas en la época
moderna.
3
4. EL FRACASO DE LA PRISION COMO PROBLEMA CRIMINOLOGICO
La prisión es considerada uno de los eslabones más vulnerables del sistema penal. De
acuerdo con Raúl Zaffaroni, por sistema penal debe entenderse el control social punitivo
institucionalizado que, en la práctica, va desde que se detecta una sospecha de delito hasta que
se impone y ejecuta la pena.
Sobre las cárceles, conviene mejorarlas e informar de los problemas que presentan
como:
1. No hay clasificación de criminales de baja, mediana o alta peligrosidad, por lo que los
primodelincuentes pueden con el tiempo llegar a la tercera categoría.
2. La sobrepoblación disminuye las posibilidades de una buena convivencia e higiene,
además de que favorece la agresividad y muchos otros problemas, como las violaciones
entre presos.
3. La corrupción imperante entre los custodios: cobran el jabón o el papel higiénico, que
son de distribución gratuita y por el uso de los sanitarios, además de que venden
privilegios y hasta distribuyen drogas.
En el contexto actual de la criminalidad en México, parecen inaplicables penas
diferentes de la carcelaria; una verdadera readaptación exige que se lleven a cabo ajustes
mencionados. Por ejemplo en cuanto a los delincuentes de baja peligrosidad, las granjas de
trabajo funcionarían como en Rusia que muchos presos fueron enviados a Siberia para trabajar
en las minas; en la mayoría de los casos se trata de voluntarios, pues cuentan con privilegios
como baño luego de las actividades, alimentación y calefacción, reciben paga mensual de
únicamente un dólar. No se desea esto para los presos mexicanos, pero si se advierte
relajamiento en las cárceles; trabaja solo el que quiere, no hay empleo ahí para todos, sin
embargo los de menor peligrosidad podrían realizar labores externas con estricta vigilancia en
muchas obras de construcción u otras.
El ocio indica el refranero popular, es la madre de todos los vicios, un preso que no
trabaja podría estas ideando cómo volver a delinquir. No pretende desplazar a los especialistas
penitenciarios, al contrario, se está dispuesto a escuchar y respaldar las soluciones en el país.
Castigar los delitos con la privación de la libertad le cuesta al Estado mexicano 29
millones de pesos diarios, que representan 12 mil millones de pesos al año. Mantener en
prisión a 222 mil 297 reclusos, casi el 40 % de ellos, jóvenes que provienen de sectores
marginales de la sociedad, esto no ha contribuido a disminuir la tasa de criminalidad ni a
disuadir a los delincuentes.
4
5. El fracaso de la prisión preventiva.
La violencia institucional es el síntoma del fracaso de los planes de prevención y
tratamiento; la crisis de la justicia penal, y en particular, la crisis de la prisión, es decir de su
fracaso. Por esto uno de los problemas actuales criminológicos de la substitución de la prisión
por otras formas de control social. El problema se agrava cuando sabemos que la mayoría de las
personas privadas de su libertad están en prisión preventiva, es decir se trata de procesados en
espera de sentencia.
En algunos países las personas en prisión preventiva alcanzan el 75 y 80% del total de su
población privada de libertad. En México era el 49% según el censo de 1976 y había subido a
61% en 1988. Estas personas, que teóricamente son inocentes hasta que no se demuestre lo
contrario, tienen seriamente limitados sus derechos, ya que es común que compartan la misma
institución que los delincuentes sentenciados, ignoran cuándo saldrán en libertad, quedan
registradas en los archivos penales, carecen de los beneficios concedidos a los sentenciados,
etc.
La magnitud del problema se aprecia si tomamos en cuenta que los juicios tienen
duración media de un año, una alta proporción de procesados serán declarados inocentes, y
muchas personas privadas de libertad son simplemente pobres que no pueden pagar la fianza
por el juez.
Los datos sobre la tasa de homicidios en el país, muestran que, para nuestra tragedia,
estamos frente a un aumento de la criminalidad” ante la guerra contra el narcotráfico, de este
universo de homicidios, la PGR admitió recientemente que sólo ha iniciado 1 mil 400
averiguaciones, dejando la imagen de un país donde hay un sistema de justicia deficiente. En el
país, sólo el 27 por ciento de los presos es de alta peligrosidad, cerca de 50 % de ellos está en
prisión preventiva sin haber tenido una sentencia condenatoria. Asimismo, 2/3 partes de los
sentenciados fueron sancionados por cometer delitos menores, como robo sin violencia de
pequeña cuantía.
El fracaso de la prisión como pena
En cuanto a la prisión como pena, esta trae más mal que bien, y a pesar de esto es usada
en exceso, cuando se ha estimado que sólo el 30 % de las personas privadas de libertad
ameritarían permanecer en una institución cerrada. La prisión acarrea, como una de sus
dañinas consecuencias, la prisionalización o institucionalización, que consiste en la rigidez,
rutina y monotonía que lleva a actividades, lenguaje y comportamientos especiales, que
dificultan seriamente una adecuada reincorporación del sujeto al medio social. 1
El substituir la prisión es, sin duda, uno de los mayores retos a la imaginación y técnica
de los criminólogos.
________________
1 RODRIGUEZ MANZANERA, Luis. CRIMINOLOGIA. Porrúa. Pag. 517
5
6. Defectos de la Prisión
Cuando la prisión es colectiva corrompe, si es celular enloquece y deteriora, con régimen de
silencio disocia y embrutece, con trabajos forzados aniquila físicamente y, sin trabajo destroza
moralmente.
En casi todas sus formas es altamente neurotizante, disuelve el núcleo familiar y lo daña
seriamente, pues lleva un agudo sufrimiento a aquellos que quieren al recluso.
Es una pena cara y antieconómica, cara en cuanto a la inversión en instalaciones,
mantenimiento y personal; antieconómica porque el sujeto no es productivo y deja en el
abandono material a la familia.
La prisionalización, es la adaptación a la prisión, a adoptar costumbres o una costumbre
carcelaria. La estigmatización es el hecho de marcar a un sujeto, descreditándolo y haciéndolo
indigno de confianza, trayendo la repulsa social, el aislamiento, el antagonismo.La prisionalización
se inicia desde el momento que la persona ingresa a la cárcel, y se va desarrollando, cambiando al
sujeto su concepto tempo-especial, sometiéndolo a una continua situación de strees, obligándolo
a adaptarse con rapidez a la prisión y llegando a serios deterioros mentales. El ser ex presidiario, o
ex convicto, equivale a estar “etiquetado” socialmente, lo que dificultará al sujeto su correcta
adaptación al medio en libertad, corriendo el peligro de desviar su conducta de acuerdo a la
etiqueta que se le ha impuesto.
Comúnmente ya se les llama a las prisiones las “Universidades del crimen”, ya que es patente el
castigo criminal por el contacto permanente con otros delincuentes que son habituales,
profesionales o de elevada peligrosidad; el que no era antisocial se convierte en tal y el que ya lo
era se perfecciona;2 grandes asociaciones delincuenciales han nacido en la cárcel.
La prisión es un mundo artificial; ficticio como sociedad pero terrible real, microcosmos que
reproduce a la realidad social del exterior, realidad a la vez tan cercana y tan lejana.
El sistema es selectivo, a prisión llegan los más desamparados, los que no tienen influencias, los
ignorantes que desconocen sus derechos, los pobres que no pudieron arreglarse a tiempo, o que
no tienen dinero para pagar una buena defensa o fianza. En México el 70 % de la población
carcelaria recurrió a defensores de oficio; prácticamente no tuvieron defensa y por eso fueron a
prisión.
El sistema de cárceles del Distrito Federal, concebido en 1975, preveía una población de 1 mil
500 o 1 mil 800 reclusos. Treinta y cinco años después, y a pesar de los incrementos físicos, las
prisiones resultan insuficientes para albergar a 13 mil o 14 mil reclusos.
_________________
2 RODRIGUEZ MANZANERA, Luis. Opcit. Pag. 3
6
7. Penas Largas y Cortas de Prisión
La pena larga se convierte en una eliminación del sujeto, siendo superfluos los esfuerzos
para reintegrarlo a la sociedad, y en este sentido “la prisión es la expulsión del grupo, es el
destierro a un país peor que el que existe fuera de la prisión”, sin embargo son frecuentes las
exigencias para aumentar la duración de las penas.Un tratamiento excesivamente rígido llega a
parecer una inútil crueldad, si él sufre, si pide por piedad no ser obligado a enloquecer entre las
cuatro paredes de su celda, sus gemidos acaban por encontrar acogida.
Se consideran como penas cortas de prisión las que no permiten, por su breve duración,
límite de tiempo y aplicación, lograr a la intimidación individual, la enmienda y readaptación, o
en su caso la eliminación del delincuente. Pueden considerarse como el “talón de Aquiles” del
sistema penal moderno.
Las hipótesis delictuosas y los tipos penales aumentan con punibilidades
“verdaderamente exageradas” que saturan las prisiones, indica García Ramírez. Eso significa
que se pretende combatir la criminalidad con penas de 50, 60 y hasta 70 años, que, por
supuesto, no se aplican a nadie porque “lo que prevalece es una rampante impunidad”.
La salud mental y condiciones desfavorables para los presos
La salud mental de los presos ha sido causa de preocupación, en los sondeos que se han
realizado se ha descubierto que varones y mujeres sufren psicosis, neurosis, trastornos de
personalidad y otros trastornos orgánicos. Consumen sustancias prohibidas o drogas. La
población de detenidos manifiesta problemas más graves, debido a que muchos presidiarios
psicóticos o impedidos mentales son retenidos en prisión no por la gravedad de sus presuntos
delitos, sino porque requieren apoyo social o psiquiátrico. Los presos provienen en su mayoría
de grupos sociales y económicamente marginados de la vida comunitaria, si bien no se sabe a
ciencia cierta el grado al que dicha marginalidad presidio o siguió a las reincidencias. Lo cierto
es que la cárcel no serviría para mejorar sus oportunidades de desarrollo. Además, las
características personales de muchos reos acentúan la vulnerabilidad que caracteriza la vida en
prisión y que de manera inevitable nos hace plantearnos de nueva cuenta la vieja pregunta
¿Quién custodia a los guardias?3
En el país la población femenina más vulnerable ante el virus del VIH/SIDA son las mujeres
reclusas, incluso por encima de las sexoservidoras; la tasa de homicidios en las prisiones es 8
veces superior entre la que se registra entre la población en libertad y la tasa de suicidios es 5
veces superior.
Los presos viven en condiciones inhumanas, no tienen agua para beber, en el DF menos del
4 % reciben bienes tan elementales como sábanas, cobijas, ropa o zapatos por parte de las
autoridades y los alimentos que reciben son insuficientes. El 35% del DD señala que no reciben
atención médica cuando lo requieren. El 98% de la población de internos señalaron que no
reciben de la institución papel higiénico, pasta dental o jabón.
_______________
3 MAGUIRE, Make. Manual de Criminología. OXFORD. Pag. 614
7
8. Conclusión
La prisión y la sociedad son entidades diferentes y aun contradictorias, para hacer
sociales a los antisociales se les debe disociar de la comunidad cívica y asociarlos con otros
antisociales, nadie puede aprender a vivir en libertad sin libertad.
La rehabilitación social, por lo general puede agravar aún más el problema de la
delincuencia, es decir de la criminalidad en México, por tanto constituye una respuesta social y
jurídica inadecuada, no funciona y es extraordinariamente costosa al problema de la
delincuencia. En definitiva, se trata de una ilusión de que recluyendo una parte de la población,
se garantiza la seguridad pública, cuando los hechos demuestran, que la mayoría de los
delincuentes reales y especialmente los potenciales, permanecen en la sociedad.
Recluir en cárceles a los infractores no contribuye a su rehabilitación ni a reducir la
criminalidad, por el contrario, favorece al hacinamiento, en el actual sistema penal persiste la
falta de transparencia, como se demuestra en el excesivo tiempo de reserva que se aplica en las
averiguaciones previas concluidas.
El actual sistema penal penitenciario, resulta un total fracaso, pues solo castiga a los
pobres, pese a las reformas penales, modificación de estructuras organizativas y la introducción
de técnicas modernas de psicoterapia o educación, el sistema penitenciario siempre ha estado
en crisis, porque la comunidad carcelaria se rige bajo un modelo propio y único, donde la ley y
la justicia no traspasan sus muros y fronteras.
8
9. Propuesta
El abandono de programas de rescate social, particularmente los dirigidos a los sectores
en riesgo, evidencia lo equívoca de la política criminológica actual, por ello propongo elaborar
políticas criminales vinculadas con las políticas sociales y con más énfasis a la prevención.
Resultarían de gran eficiencia medidas alternativas a la prisión en el sistema penal, pues
el uso de las penas sustantivas es “insignificante” contra el uso exagerado de la prisión, a pesar
de que el Código Penal contempla.
La transparencia penal debe de tomarse en cuanta, deben revisarse los procesos
judiciales bajo preguntas, para qué sirven, cómo se están llevando y cómo enfrentan la
delincuencia. Nada de lo que está ocurriendo nos permite suponer que algo se hace para
mejorar el sistema de ejecución de penas.
La reforma penal y todos los esfuerzos que se hagan en materia de seguridad pública
serán un fracaso si no somos capaces de darle un nuevo significado a la pena preventiva de la
libertad; pues como hemos dicho en nuestro país, hemos hecho de nuestras cárceles
“universidades del crimen” y no se resuelven casos, mejor se llenan las prisiones de “presuntos
culpables”
9
10. BIBLIOGRAFIA
AMÉRICA Plata, Luna. Criminología Criminalística y Victimología. Editorial OXFORD,
Colección textos Universitarios. Páginas 97-141.
RODRIGUEZ Manzanera, Luis. CRIMINOLOGIA. Editorial Porrúa.
RODRIGUEZ Manzanera, Luis. LA CRISIS PENITENCIARIA Y LOS SUBSTITUTIVOS DE LA
PRISIÓN. Editorial Porrúa.
MAGUIRE, Make. Manual de Criminología. OXFORD 2006.
http://slideshare.net/Flame_sho/las -prisiones-en-mexico-xito-o-fracaso.
10