1. La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante. La estimulación temprana
2. Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior. Por qué recibir estimulación temprana?.
3. La etapa de 0-3 años de vida del niño establece particularidades en el desarrollo: Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo. Interrelación entre el estado de salud, el desarrollo físico y psiconervioso del niño. Alto grado de orientación con el medio. Desarrollo de estados emocionales. Papel rector del adulto en el proceso del desarrollo. La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14. Abrir y cerrar las piernas Boca arriba se le coge por las rodillas y con movimientos muy suaves abra y cierre sus piernas hasta el punto en que note resistencia. Extender las piernas Boca abajo coja con suavidad las piernas del bebé y estírelas, manteniéndole uno o dos segundos en esta postura y dejando que después vuelva a su postura inicial. Cogerlo en brazos Cójale en sus brazos, en posición vertical y sujetándole la cabeza, y déjele en esta posición un rato. Peinarle las piernas Tumbado boca abajo, con un cepillo de cerdas suaves, o una brocha de maquillaje, "peine" las piernas del bebé desde la cadera hasta los dedos del pie, por la parte de afuera. Peinarle los brazos Repita el ejercicio anterior, pero con los brazos. Se comienza por los hombros y se baja hasta las manos. De pie Son pocas las actividades que se pueden realizar teniendo al bebé de pie, puesto que ésta no es la postura más adecuada para el primer trimestre, no obstante, se pueden aprovechar algunos reflejos que aparecen en esta posición, como son los de la marcha automática, enderezamiento y salto del escalón. Flexionar las rodillas Coja al niño por el tronco a la altura de las axilas, y póngale sobre una superficie dura. Con movimientos suaves elévele y bájele, de tal forma que al tocar la superficie le deje caer un poco para que flexione las rodillas. Subir escalones Sujete al bebé igual que en el ejercicio anterior y aproxímele al borde de una mesa, haciendo que con el pie toque el borde. Este contacto le provocará una reacción parecida a la de subir una escalera, flexionará la pierna, la subirá por encima de la mesa e, inmediatamente, hará lo mismo con la otra. Andar Si a continuación del anterior ejercicio inclina hacia delante el tronco del recién nacido, o del bebé en su primer trimestre, podrá observar cómo se produce el reflejo de la marcha automática.