ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
El cantar de roland
1. Compuesto de 4002 versos endeca-sílabos repartidos en 291 estrofas.
ORIGEN FRANCÉS - Escrito en lengua anglomarin – dialecto del antiguo francés
SIGLO XI
Narra la batalla en la que el ejército de
Carlomagno comandado por Roldán se
enfrenta en desigual contienda a las tropas
sarracenas en Roncesvalles.
Carlomagno dueño de toda España, excepto
de Zaragoza, recibe a los emisarios de Marsil
– Rey de ésa región, para tratar propuestas
de paz.
El emperador, decide enviar un mensajero a
hablar con Marsil, éste hecho provoca una
serie de disputas verbales entre Roldán y
Marsil, quien en la obra es sobrino de
Carlomagno y Ganelón – a la vez, padrastro
de Roldán.
2. Finalmente, Roldán delega con desprecio la
embajada a Ganelón, quien ofendido con el
joven, jura vengarse. Ganelón, se entrevista
con Marsil, y entre los dos planean la
emboscada; luego, vuelve con Carlomagno y
le aconseja emprender la retirada por los
pasos pirenaicos. Durante la marcha, los
sarracenos al mando de Marsil, atacan las
tropas del emperador. Roldán se niega a
pedir ayuda al resto del ejército y cuando se
encuentra a punto de morir, decide tocar el
cuerno. Carlomagno escucha el sonido, pero
Ganelón intenta convencerlo de que se trata
de algo sin importancia. Mientras tanto
Roldán y sus hombres mueren. Carlomagno
regresa a Roncesvalles y organiza una
batalla contra todos los sarracenos para
vengar el honor de su sobrino y todos los
3. francos. Al final, Carlomagno enjuicia y
condena a muerte a Ganalón, el traidor.
Fragmento, verso CLXVL: [Ha muerto Tupín,
el guerrero de Carlos. Por sus grandes
batallas, por sus tan bellos sermones, fue
siempre campeón contra paganos. Dios le
conceda santa bendición.]
Verso CLXIX: Altas son las montañas y muy
altos los árboles. Hay cuatro brillantes
gradas de mármol. El conde Roldán se
desvanece sobre la hierba verde. Lo mira
fijamente un sarraceno; se finge muerto y se
echa entre los demás; se ensucia el cuerpo y
el rostro con sangre; se pone de pie y corre
4. apresurado. Es gallardo, fuerte y de gran
bravura; por orgullo se apodera de él rabia
mortal. Ase de Roldán, de su cuerpo y de sus
armas, y dice estas palabras: <Vencido está
el sobrino de Carlos. Me llevaré esta espada
a Arabia> Pero al estirarla el conde lo notó
un poco.
Verso CLXX: Roldan siente que le quita la
espada. Abrió sus ojos y le dijo éstas
palabras: <Que yo sepa, tú no eres de los
nuestros> Sujeta el olifante, que jamás quiso
perder, y con él le golpea en el yelmo
gemado de oro: le quiebra el acero, la
cabeza y los huesos, le arranca los ojos de la
cara y lo revuelca muerto a sus pies.
Después le dice: < ¡Bellaco pagano!, ¿Cómo
fuiste tan osado para robarme, con derecho
o sin él? Nadie oirá esto sin tenerte por loco.
5. Abollado está el grueso de mi olifante y se le
han caído el cristal y el oro.
Verso CLXXI: Siente Roldán que ha perdido la
vista. Se pone de pie y se esfuerza cuanto
puede; ha desaparecido el color su rostro.
Ante él hay una piedra grisácea en que da
diez golpes con dolor y enojo. Cruje el acero,
no se rompe ni se mella. < ¡Ah buena
Durandarte, malograda fuiste¡ Cuando yo
perezco, no puedo cuidar de voz. Con voz he
ganado muchas batallas en el campo y he
sometido extensas tierras que posee Carlos,
el de la barba canosa. Que jamás os posea
hombre que huya ante otro. Un buen
vasallo os ha tenido largo tiempo: jamás
habrá otra tal en Francia la bendita>
Fragmento, verso CLXXII: [Roldán golpeó la
grada de sardónice: el acero cruje, no se
6. quiebra ni se mella. Cuando vio que no
podía romperla, consigo mismo empieza a
lamentarla: < ¡Ah Durandarte, qué hermosa,
clara y blanca eres! Contra el sol brillas y
lameas].
Verso CLXXV: Siente Roldán que su cuerpo
se acaba. Está hacia España, en un monte
escarpado, y con la mano se ha golpeado el
pecho: <Dios, ante tu poder confieso mi
culpa por todos los pecados, los grandes y
pequeños, que he cometido desde la hora en
que nací hasta el día en que he sido
alcanzado> Ha tendido hacia Dios el guante
diestro. Ángeles del cielo descienden a él.
Fragmento, verso CLXXVL: Ofrece a Dios su
guante diestro; San Gabriel, lo toma de su
mano. Le sostiene con el brazo la cabeza
inclinada. Con las manos juntas ha ido a su
7. fin. Dios le envió a su ángel Querubín y a San
Miguel del peligro; junto con ellos vino San
Gabriel. Llevan al paraíso el alma del conde.
Verso CCVIII: <Amigo Roldan, me iré a
Francia. Cuando esté en Laón, en mi
morada, me vendrán extranjeros de muchos
reinos, y me preguntarán: - ¿Dónde está el
conde capitán? –les diré que murió en
España. Con gran dolor seguiré gobernando
mi reino; no pasará día que no te llore ni te
lamente>.
Verso CCX:[<Amigo Roldán, Dios tenga
piedad de ti. Que tu alma esté colocada en
el paraíso. Quien te mató a desolado a
Francia.]… [Sus ojos derraman lágrimas, tira
su blanca barba; y dijo el duque Naimón:
<Ahora Carlos tiene gran congoja>].