1. 08 de Junio del 2009
Los mayores avances de la biotecnología estarán en salud,
industria y producción primaria
Los avances de la biotecnología permitirían dar soluciones tecnológicas a los enormes desafíos que enfrentaría el
mundo en materia ambiental y de salubridad durante las próximas dos décadas. Surgiría así la bioeconomía, que
armoniza el progreso económico y tecnológico con el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente.
Hacia el 2030, las líneas de acción de la bioeconomía serían conocimientos avanzados en genética y células madre,
biomasa renovable e integración biotecnológica con otros sectores. Las aplicaciones tecnológicas estarían
concentradas en salud, industria y producción agropecuaria.
El informe “Bioeconomía al 2030”, publicado por la Organización para el Desarrollo Económico y Social (OECD),
analiza el estado de desarrollo de algunas de las tecnologías más promisorias y explora lo que se podría avanzar en
las próximas dos décadas.
La bioeconomía podría significar hasta 1 062 millones de millones de dólares hacia el 2030, para los miembros de la
OECD (30 países, entre los cuales México es el único Latinoamericano). Entre otros países, China, India y Brasil (que
no son miembros de la OECD), han empezado a figurar entre quienes más invierten en investigación en
biotecnología.
El rol de los gobiernos sería fundamental, pues se necesitaría una regulación que responda a escenarios altamente
cambiantes y que no trabe las inversiones. Para el sector privado, el reto sería buscar nuevas oportunidades en
sectores que muchos actualmente no han considerado para los próximos veinte años.
GENÉTICA PARA NUEVOS FÁRMACOS Y DIAGNÓSTICO
En los próximos años, muchos de los avances en salud se originarían en la investigación genética aplicada a la
farmacología.
Hacia el 2015: Estarán disponibles los primeros productos fármaco-genéticos (biofármacos), elaborados a partir de
la respuesta del ADN de cada paciente. Esta aplicación será posible por la mayor capacidad de procesamiento y
menor costo para construir la secuencia de ADN.
La experimentación ‘in vivo’, por la cual se analiza la respuesta de un agente en un tejido vivo, estarán disponibles
para reforzar las pruebas de diagnóstico. Se desarrollarían entre 10 y 14 nuevos biofármacos cada año, capaces de
destruir organismos patógenos resistentes a los actuales antibióticos.
2. 08 de Junio del 2009
Hacia el 2030: Todas las nuevas aplicaciones para realizar diagnósticos provendrán de la biotecnología. Los
exámenes de detección de enfermedades genéticas graves serán más comunes y menos caros. También tendrán
menor costo los exámenes para elaborar perfiles genéticos que ayuden a detectar el riesgo de enfermedades
crónicas (artritis, diabetes II y enfermedades cardíacas).
La información genética, las prescripciones y los factores de riesgo de las personas serían unificados en un historial
genético-clínico. Esto facilitaría los tratamientos de largo plazo y permitiría reducir el riesgo de reacciones adversas
ante ciertos medicamentos. Estarían disponibles diversos tipos de medicina regenerativa para el tratamiento de
diabetes y reparación de tejidos dañados.
La mayor limitación será el alto costo de las biotecnologías médicas. Recibiría los beneficios un sexto de la
población mundial calculada para el 2030, es decir sólo 1 000 millones de personas en países desarrollados y 500
millones en países no desarrollados.
PRODUCCIÓN PRIMARIA: FUNDAMENTALMENTE ALIMENTOS
La producción agropecuaria se beneficiaría de nuevos desarrollos tecnológicos para cultivos transgénicos más
productivos y de aplicaciones para la crianza de animales, logrando extenderse y hasta predominar, pero siempre
enfrentando la resistencia de algunos sectores sociales.
Hacia el 2015: Aumentaría el uso de transgénicos y estarían disponibles productos de mayor calidad y resistencia a
la sequía, salinidad y altas temperaturas. Es probable que la mayor parte de los alimentos y materias primas de
origen agrícola sean cultivados a partir de semillas genéticamente modificadas.
Para el 2015 estarían disponibles variedades modificadas de cebada, maní, remolacha, guisantes, papa, arroz y
cártamo (una oleaginosa) resistentes a plagas y herbicidas.
En ganadería, tecnologías como la MAS (Marker Asissted Selection o identificación de atributos de interés
industrial) serían empleadas para mejorar la calidad de cerdos, vacas lecheras y ovejas. La clonación no sería
factible como herramienta de mejora de productividad, por su alto costo y la oposición pública.
Hacia el 2030: La biotecnología sería utilizada para detectar enfermedades en plantas y animales y en el desarrollo
de nuevas variedades de cultivos, ganado y especies para la acuicultura. Estarían disponibles nuevas variedades de
árboles genéticamente modificados con mayores proporciones de almidón y nutrientes para la industria forestal.
Los países en desarrollo empezarán a recibir tecnología para enriquecer los alimentos básicos con vitaminas y otros
nutrientes.
3. 08 de Junio del 2009
Habrá algunas barreras económicas y sociales frente al tratamiento genético a los animales. Muchas personas se
negarán a consumir carne clonada y probablemente dicha técnica se utilice solo para la reproducción de especies
de alto valor, como los caballos de carrera.
NUEVOS MATERIALES, NUEVOS MICROORGANISMOS Y BIOCOMBUSTIBLES
El incremento del costo de la energía, la estricta regulación ambiental y la capacidad para generar biomasa, son los
factores que estimularían el desarrollo de la bioeconomía en la industria.
Hacia el 2015: Se expandiría el uso de nuevos materiales desarrollados en base a biotecnología (biomateriales),
podrían reemplazar desde metales hasta la piel. Podrían representar el 25% de la producción química y el 50% de
las sustancias químicas refinadas.
Serían desarrollados microorganismos para asistir la exploración de yacimientos de oro, cobre y petróleo. El desafío
es producir organismos resistentes a condiciones ambientales extremas.
Hacia el 2017 se duplicaría la demanda de biocombustibles. La principal limitación sería el impacto en los precios de
los alimentos usados como insumos (caña de azúcar, trigo, maíz y soya), por lo que habría un cambio radical hacia la
investigación de cultivos no comestibles como el pasto y algunas variedades de árboles.
Hacia el 2030: Serían desarrolladas nuevas enzimas y microorganismos que permitirían reacciones químicas
inmediatas.
Sensores biológicos permitirían monitorear la polución ambiental en tiempo real. La caña de azúcar y cultivos
celulósicos, serían empleados en la producción de biocombustibles de alta densidad.
POSIBLES ESCENARIOS PARA LA BIOECONOMÍA
El informe de la OECD propone dos escenarios. En ambos, el desarrollo de aplicaciones biotecnológicas enfrenta
dificultades en algunas áreas y logra avances en otras. El valor de estos escenarios es mostrar los posibles riesgos y
factores motores para el desarrollo de la bioeconomía.
1. Atravesando complicaciones: La inversión pública y privada en investigación y desarrollo biotecnológico
sigue en aumento por los elevados precios de los commodities hasta el 2010. Pero el fin de la era del
capital barato y abundante para invertir en compañías tecnológicas de riesgo se terminó, afectando el
futuro desarrollo de fármaco-genéticos. La inversión en medicina predictiva se mantendría pero con
elevados costos financieros, debido a la priorización resultante del debate público sobre el destino de la
inversión en salud. Se piensa que en una posible crisis de influenza en el 2014, la cuarentena y la restricción
de viajes se mostrarían como más efectivas que los retrovirales.
4. 08 de Junio del 2009
Altas temperaturas y climas extremos podrían reducir las reservas de alimentos, facilitando un acuerdo
para promover los cultivos transgénicos. Es probable que en el 2019, años más o años menos, los sistemas
de patentes y precios de mercado cederían paso a un modelo de precios globales, con patentes que
expiran una vez que el mercado las acepta. Entre el 2025 y 2030 la biotecnología se consolidaría gracias a la
adopción de técnicas en la producción agropecuaria. La investigación en salud se desplazaría de los
fármacos de la medicina regenerativa y el diagnóstico.
2. Desarrollo desigual: La producción de variedades mejoradas de transgénicos podría estar controlada por
cinco grandes compañías aproximadamente hacia el 2014.
Es posible que hacia el 2016 una bacteria sintética sea liberada en un atentado, creando alarma sobre el
potencial del terrorismo para desarrollar armas biológicas. Los gobiernos establecerían estrictos controles
sobre la investigación científica. Las inversiones en el sector se reducirían, pero la investigación en
bioseguridad favorecería otros aspectos como diagnósticos de menor precio para enfermedades de
personas, animales y plantas.
A partir de 2022 se recuperaría el desarrollo y uso de aplicaciones en producción primaria e industria. En
Brasil se podrían desarrollar biorefinerías para producir combustibles de alta intensidad y polímeros. Hacia
el 2027, por cambios ambientales, el debate sobre el cambio climático cobraría nuevo vigor y se
recuperaría el interés por semillas resistentes que prosperen con poca agua.
Alrededor del 2030 prosperaría un nuevo modelo de prestación de salud, con nuevos dispositivos médicos
y terapias regenerativas. China e India replicarían rápidamente el esquema. La existencia de dos niveles en
la calidad de servicios de salud (el modelo antiguo y el más moderno y eficiente) generaría malestar social.