2. ¡Hola, que bueno que estas aquí! Si estás
leyendo esto, supongo que te interesa saber
más acerca de mí como persona y mucho más
importante de mí como profesional y lo que ha
sido la preparación conducente a mi carrera.
Bueno, primero que nada mi nombre es Isamar
L. Bonnet Cuello. Resido en el pueblo de
Dorado, lugar donde tomó lugar mi crianza en
su totalidad. Soy una persona dedicada
humilde, honesta, cariñosa, entre otros. Soy
muy curiosa y en ocasiones desesperada.

3. De pequeña cursé mis primeros grados y
escuela elemental en lo que fue la Academia
Paraíso. Tal academia ofrecía sus servicios sólo
hasta noveno grado. Lamentablemente no llegue
hasta noveno. Cuando cursaba sexto grado
decidieron cerrar la academia, así que en otras
palabras, fui parte de la última clase graduanda de
sexto grado de la Academia Paraíso, cosa de lo que
estoy orgullosa.

4. Al mencionar el hecho de que cerraran la
escuela menciono el término „lamentablemente‟ ya
que la misma representaba para mí un segundo
hogar. Recuerdo que la mayoría de los
estudiantes, sin importar el grado que estuviesen
cursando, éramos bien unidos y solíamos
compartir mucho.

5. Otro aspecto que extrañé por mucho tiempo de
la academia era el cariño y la atención con que
me trataban los maestros, aunque, claro está,
haciendo la excepción de 2 o tres que lograban
martirizarme. Pero por lo general eran maestros
muy buenos.
Recuerdo muy bien a varios maestros que por
su trato cariñoso y su ternura lograban ganarse el
amor y el respeto de los estudiantes, al menos fue
así en mi caso. Son tantos los recuerdos de mi
niñez que me llevo de la academia…

7. En séptimo grado me mudé a un colegio en Dorado
también, que se llama Dorado Academy. Para mí la
transición de escuelas fue bastante dura y chocante por
varias razones. Comenzando porque yo era la nena nueva
que todos miran, cosa a la cual yo no estaba
acostumbrada ya que había estudiado todos los años
anteriores con los mismos compañeros y amigos. Así que
no fue nada fácil para mi empezar desde cero a conocer
mucha gente nueva, cosa difícil para una niña tímida.

8. Por otro lado me espantó el hecho de que era
un colegio bilingüe y mi inglés no era el mejor que
digamos. De hecho, eso afectó en cantidad mi
aprendizaje y por ende mis notas empobrecieron.
La nota mas bajita de mi vida la obtuve
precisamente ese año en el colegio; un 6% en un
examen de ciencia, nunca lo olvido. De todas
formas puedo decir que lo que en algunos
maestros tal vez me causó frustración, ahora
luego del transcurso de los años puedo ver el
resultado positivo de ello.

9. Al ir pasando el tiempo me fui acoplando al colegio y
las cosas fueron mejorando cada día mas. Ahora bien,
llego el tiempo y no sabía que hacer. ¿Qué tiempo?, se
preguntaran. El tiempo de aplicar a la universidad, y yo sin
saber que sería de mi vida, cual sería mi futuro, que
carrera universitaria “correría”…
… ¿Qué me motivó a ser maestra de educación especial?.
Para ser sincera no pensé que eso haría. Por mi mente
pasaron muchas otras carreras, pero eran carreras que no

10. Por otro lado, conocer y entender que la
educación es la base principal para el desarrollo
humano y el saber que este grupo de personas, en mi
caso niños, estaban siendo segregados y/o recibiendo
una educación pobre me motivó y me impulsó a
formar parte de un cambio positivo a la educación de
personas con ciertas dificultades.
Se me hace placentero el solo pensar que soy un
instrumento útil para el aprendizaje y la vida diaria de
estos seres especiales que forman parte del hoy y del
mañana.